PROTEGERSE DE LOS PELIGROS EXTERNOS
No deberíamos protegernos de los peligros externos de esta índole porque entonces estamos aceptando la idea que hay algo que está por encima de nosotros. Fomentamos el miedo y la posibilidad de que nos hagan daño aumenta. Cuando nos encontramos en estas situaciones debemos pensar en las enseñanzas espirituales que nos aseguran que todo es Dios. Este tipo de ejercicios de naturaleza divina reafirman nuestra seguridad personal. Es importante tener pensamientos del tipo estoy a salvo, vivo en mundo creado por Dios, estoy acompañado de mis hermanos, el amor se encuentra en todos los rincones, no me va a pasar nada. La repetición de estos pensamientos acabara convirtiéndose en creencia que es lo que realmente determina nuestra realidad.
La mayoría de pensamientos que generamos en nuestro día a día son negativos, sin embargo (y por suerte) no todos se convierten creencias. Sólo se convierten en creencias los pensamientos que interiorizamos y experimentamos con sentimiento en nuestro interior. Repetir constantemente afirmaciones no nos ayudará sino las creemos nuestras. Es necesario ejercitar la mente con ejercicios de meditación y visualizaciones.
ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN
Cada persona percibes sus problemas y conflictos de manera distinta, hay gente que lo externaliza y otros que prefieren no decir nada y quedárselo para sus adentros. No todos buscan ayuda. Así que si quieres ayudar a una persona a resolver sus problemas enviándole energía, primero deberías saber si realmente quiere está ayuda, si la está pidiendo. En el caso que este individuo no este buscando esta ayuda, debemos intentar hacer algo con lo que percibimos de su situación. No debemos forzar nada porque si no todos nuestros esfuerzos serán inútiles y será un ejercicio de manipulación y no una ayuda espiritual.
EL CAMINO ES EL DESTINO
Es inútil pensar que nos estamos acercando a Dios. No hay un camino hacia la cúspide espiritual, ya evolucionamos en este sentido porque ya estamos con Dios. Se trata de un problema semántico, nuestro espíritu ya es perfecto y completo, lo que debemos hacer es despertar nuestra conciencia para ser vivir más plenos y felices. Es muy probable que el este malentendido provenga de la enseñanza religiosa que nos dice que Dios se encuentra en el cielo y nosotros estamos en la Tierra, pero debemos comprender que a nivel espiritual todos somos uno.
LAS ENFERMEDADES DE LOS DEMÁS NO SE SOLUCIONAN SUFRIENDO
Normalmente cuando tenemos un familiar enfermo nos preocupamos y sufrimos por él o ella. Sin embargo, no deberíamos hacerlo porque estamos dando fuerza y poder a la enfermedad. Es recomendable en estos casos hacer un esfuerzo y tomar conciencia de que existe una Inteligencia Superior que está actuando y que curará a nuestro ser querido.
TODOS SOMOS LOS ELEGIDOS
Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas.
Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.
Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.
El hecho de que algunas personas estudien en escuelas esotéricas hace que se sientan especiales, superiores y que no quieran compartir algunas informaciones con los demás. Ellos ven a los otros como gente perdida. Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios, las cuales consideran que si uno no sigue su culto, está perdido. Sin embargo, debemos recordar
que en el universo existe un solo Dios y es el mismo para todos. Todos somos igual de especiales y cualquier clasificación es sólo fruto del ego humano.
¿SACRIFICARSE O MANIPULAR?
Cuando queramos ayudar a una persona debemos hacerlo porque realmente lo sentimos, porque sabemos que lo haremos con amor y alegría. Es inútil sacrificarse por alguien cuando no queremos, esto sólo genera presión interna, rencor y malestar. Aunque el sacrificio este muy bien visto socialmente no es más que una manipulación para favores posteriores. Nos podemos sacrificar por nuestros padres, hijos, hermanos, pareja, amigos y un largo etcétera pero si sólo lo hacemos para esperar algo a a cambio en el futuro y hacer el papel de mártir, nos sentiremos desgraciados. Así que sacrificarte por amor, sin desear nada a cambio.
OBJETOS CON PROPIEDADES MÁGICAS
Muchas veces creemos que los amuletos, estampas religiosas, velas entre otros nos protegen y nos dan suerte. Si bien es verdad que estos objetos producen efectos en nuestra vibración personal y pueden ayudarnos no debemos darles más poder del que tienen en realidad. Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro objeto de tipo espiritual y creen que si lo pierden algo muy malo les va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, los demonios y las energías negativas pueden afectarla. No debemos pensar así, vivimos en un universo mental y todo lo que creemos se hace realidad.
TÚ ERES TU PROPIO GUÍA
Podemos pensar que una persona o espíritu superior nos está guiando hacía nuestro destino. No obstante, esto es sólo una ilusión. El único guía somos nosotros mismos, nuestra voz e intuición.
Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior. No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo. El mejor Guía con que contamos está dentro de nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. Es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz.
LOS MAESTROS ESPIRITUALES
Muchas veces pensamos que las personas que nos enseñan están por encima de nosotros, que están adelantadas. Esto no tiene porque ser así. El hecho de enseñar no coloca a una persona en un grado superior. En este sentidos los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen disfrazados de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.
Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas.
Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona hasta que aprendan a mostrar amor.
Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los libros que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que nos toman el examen para ver si pasamos la prueba o no.
Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos pega. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.
EL CAMINO ESPIRITUAL NO ES UN CAMINO DE ROSAS
En la vida no todo es fácil. Siempre hay cosas que nos nos gustaran, las emociones positivas y negativas siempre están allí. El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Evitar ciertas actitudes implica entrenamiento. Para evitar angustiarse o enojarse uno debe entrenarse. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: Todo está bien en mi mundo, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.
La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones.
Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.
La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. La solución es alinear nuestro ego con nuestro espíritu.