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Los trastornos psicoemocionales según la Medicina Tradicional China
Al contrario de la opinión generalizada que sugiere que la MTC no presta la atención suficiente a los problemas psíquicos ni a su tratamiento, ésta tiene desarrollado desde muy antiguo todo un corpus teórico de aplicación tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los mismos. Para comprender el abordaje de los trastornos psicoemocionales desde la perspectiva de la MTC debemos familiarizarnos con sus principios fundamentales y en especial con los conceptos de:
•SHEN “Espíritu/mente/vitalidad”
•WU SHEN los cinco “Espíritus viscerales”
•WU ZHI las cinco “emociones”
•QI QING los siete “sentimientos”
Tenemos que tener en cuenta que en la MTC los trastornos psicoemocionales son considerados factores patógenos de origen interno de primer orden, dado que psique y soma son aspectos absolutamente indisociables de un todo que es el ser humano. Su relación de correspondencia es recíproca, es decir, los trastornos del psiquismo afectan al cuerpo y los problemas del cuerpo afectan al psiquismo.
SHEN
Traducido en muchos casos por espíritu o por mente, el concepto Shen incluye a ambos. En el diagnóstico propio de la MTC se valora también lo que se denomina Shen como expresión de la vitalidad del individuo. El hecho de “tener” Shen siempre es considerado como un factor favorable en el pronóstico de cualquier tipo de problema de salud.
El Shen, junto con la “esencia” Jing y el “aliento vital” Qi, constituyen los Tres Tesoros (San Bao), indisociables e indispensables para la vida. Los Tres Tesoros conforman en el individuo lo heredado, prenatal, que debe ser complementado y mantenido por lo adquirido o postnatal.
La unión de las “esencias” Jing de los progenitores es la base biológica para el Shen del nuevo ser. El Shen enraíza y se nutre gracias al Jing y al Qi heredados y adquiridos.
Por lo tanto, el estado del Shen a lo largo de la vida depende en gran medida de la constitución heredada, y del desarrollo y funcionamiento correcto de las esferas funcionales, con el aporte y la actividad del Jing y Qi.
En un sentido amplio, que denominaremos espíritu, el Shen está constituido por los aspectos mentales y espirituales que se incluyen en los denominados cinco “espírius viscerales” (Wu Shen). Al mismo tiempo, el Shen se ve afectado por las “emociones” o “sentimientos” asociados a cada una de las esferas funcionales.
Esfera funcional:
Corazón - Pulmón - Bazo - Hígado - Riñón
Espíritu Visceral:
Shen (mente)- Po (alma corpórea) - Yi (intelecto) - Hun (alma etérea)- Zhi (voluntad
Emoción Básica:
Alegría - Tristeza - Preocupación - Ira - Miedo
Elemento:
Fuego - Metal - Tierra - Madera - Agua
WU SHEN
Las cinco esferas funcionales Yin o vísceras actúan como “residencias” o resonadoras de determinados aspectos mentales y espirituales que se agrupan en los denominados cinco “espíritus viscerales” (Wu Shen). La hiperfunción o hipofunción de éstos viene determinada por la herencia, el desarrollo y el funcionamiento de las esferas funcionales, y por las experiencias vividas.
El Shen, asociado a Corazón, hace referencia a la actividad mental, cognitiva, la respuesta a estímulos y a la vida relacional.
Hun, o “alma etérea” reside en el Hígado, y es la fuerza dinámica que permite iniciar cualquier acción. Se relaciona con el inconsciente (deseos, sueños, etc.), con la imaginación y el diseño de estrategias y proyectos.
Po, o “alma corpórea” se alberga en Pulmón y tiene que ver con el apego inconsciente al cuerpo físico, al instinto de conservación y a las respuestas instintivas primarias.
El Yi, al que también denominamos “intelecto”, se ubica en Bazo y es responsable del registro, clasificación y reformulación de las experiencias vividas. Tiene que ver con la capacidad de concentración, el estudio, la atención y los procesos de aprendizaje.
Zhi, o “voluntad”, se relaciona con Riñón y posee el significado de “memoria” pero entendida como almacenaje de información. Zhi implica determinación, perseverancia, afirmación del yo, autoridad y capacidad para mantener lo proyectado y llevarlo a término.
WU ZHI
Entendemos el concepto de Wu Zhi como las cinco emociones básicas asociadas a los cinco elementos, y por extensión, a las cinco esferas funcionales. Éstas son: Ira, alegría, preocupación o exceso de reflexión, tristeza y miedo.
Sentir emociones es algo intrínseco del ser humano, enriquecedor si la gestión de las mismas es la adecuada. Debido a su intensidad, duración, repetición, a la suma de todos o algunos de estos parámetros, y a la capacidad del individuo para gestionarlas, las tensiones emocionales pueden convertirse en factores patógenos.
Cuando recibimos un input que desencadena la liberación de una emoción, el sistema, tras liberarla, debería volver al punto de equilibrio en el que se encontraba antes de la llegada de ese input. Cuando no se da ese proceso, existirá una tensión emocional no resuelta, “enquistada”, que perjudicará a la o las esferas funcionales relacionadas con ella, y siempre en mayor o menor medida, al Shen.
QI QING
Las cinco emociones se ven ampliadas a los siete sentimientos (Qi Qing) al ser observadas como factores etiológicos, añadiéndole el abatimiento y el terror. Son las siguientes:
La alegría implica positivismo, optimismo, el estar a gusto. Es la emoción asociada al Corazón y su exceso o insuficiencia le perjudican. La alegría afecta a la actividad del Qi de Corazón y entonces éste no puede “albergar” el Shen correctamente. En exceso nos encontramos con estados de euforia, sobreexcitación y hedonismo. En insuficiencia conlleva la pérdida de la capacidad de divertirse, la aparición de la tristeza y el pesimismo.
La ira, cólera, irritabilidad es una insatisfacción subjetiva profunda que siente el individuo debida a las circunstancias y está relacionada con el Hígado. Provoca el ascenso y estancamiento de Qi de Hígado, y con él pueden ascender también factores patógenos y productos fisiopatológicos.
La preocupación o exceso de reflexión, a veces también la nostalgia, es la emoción relacionada con el Bazo. La actividad reflexiva relacionada con el Shen, y en particular el intelecto, es muy yang y debilita el yin y la sangre y consume Qi.
La tristeza es la emoción relacionada con el Pulmón, y en exceso provoca vacío de Qi y “agita” a Corazón.
El abatimiento está asociado a las preocupaciones y los disgustos. Está próximo a la tristeza. Disminuye y bloquea el Qi y afecta a Pulmón, Bazo y Corazón. Altera la capacidad de concentración, aprendizaje y reflexión.
El miedo es la emoción del Riñón. Puede ser una fobia, un estado crónico o una reacción de pavor. El miedo hace descender el Qi, y debilita el Jing.
El terror equivale al shock emocional y afecta a Riñón y Corazón. Provoca un movimiento caótico del Qi.
Observamos pues una integración absoluta de espíritu, mente y cuerpo en un todo indisociable que es el ser humano.
La acupuntura, la dieta, la farmacopea tradicional, la práctica del Qi Gong y el masaje se combinan en el tratamiento de los trastornos psicoemocionales de todo tipo, teniendo efectos curativos en los casos leves y paliativos en los casos psiquiátricos graves. Un buen análisis de los síntomas y signos que manifiesta el paciente (aspectos mentales, emocionales, espirituales y somáticos), situará las esferas funcionales afectadas.