domingo, abril 12, 2015

"Miedo": Transfórmalo con "Sabiduría Emocional".

K. L. Garcés


El miedo es una emoción que se experimenta a menudo y que no siempre reconocemos porque no es cómoda ni agradable la sensación que provoca. Cuando tenemos miedo podemos sentirnos ya sea intimidados, inseguros o pequeños ante situaciones que creemos no podemos transformar o controlar, o que pueden pasar sin que nosotros podamos hacer algo al respecto, como cuando sentimos miedos al futuro, a perder algo que queremos, a no tener o poder llegar a ser algo.
Sentimos miedo cuando la posibilidad de lo que no queremos que suceda es más grande que nuestro poder de dominarla. Las imágenes entonces aparecen o intentan aparecer en nuestra mente. A veces ni queremos verlas, las escondemos o tapamos debajo de pensamientos como: “Eso no va a pasar”, “No pienses en eso” “Cómo crees, eso no existe”.
Pero muchas veces esto no es un consuelo suficiente y en nuestra cabeza siguen ganando los sentimientos o imágenes de lo que no queremos que pase. Y podemos seguir negando o disfrazando este sentimiento, lo cual puede generar un gran estres en nuestro cuerpo provocando síntomas como los que siguen:

Sintomas físicos del miedo:
Insomnio - Falta de paz (intranquilidad) - Dolores de cabeza o estómago - Artritis y artrosis o problemas de movimiento o articulares - Espasmos, calambres, etc. - Mareos o vértigo (por miedo a perder control)

Cuando negamos o disfrazamos el enojo, podemos empezar a sentir otras emociones asociadas con el miedo.
Del miedo derivan algunas otras emociones como:
La preocupación - La duda - La incertidumbre - La ansiedad - La angustia - La inseguridad...

Y esto lo sentimos por lo general cuando tenemos miedo a ciertas cosas o experiencias como miedo:
A perder - A que nuestra integridad se afecte - A no ser, poder, tener, etc.- Al futuro - A las enfermedades - A la muerte - A la oscuridad - A no ser suficiente (en el trabajo, en la relación, etc.)

¿Cómo transformar el miedo?
Si analizamos, realmente el miedo sólo existe en un momento futuro, porque realmente a todas las cosas que les tememos no están o no han sucedido o son simplemente posibilidades en nuestra imaginación.
Así que, resumiendo, el miedo es sólo un fantasma.
¡Bú! ….Aquello que temes, no existe. No existe aún. Es una posibilidad.
Para curar el miedo el primer paso es… Aceptarlo. Si no aprendes a aceptar tus miedos será muy difícil transformarlos. Y el miedo estará tocando silenciosamente tu cabeza así como alguien toca la puerta: “Toc, toc toc…” ¿Qué hacer? Tienes que abrir la puerta de tu atención al miedo y observarlo así como si vieses una película. A esto se le llama enfrentar un miedo. Obsérvalo y no lo juzgues, ve las imágenes que aparecen delante de ti aunque te parezcan terribles, horrorosas o feas. Si esto te da miedo, entonces sólo debes quitar el juicio. No veas lo que te da miedo como algo malo. El secreto está en verlo simplemente como una posibilidad. Di: “Esto es sólo una posibilidad entre tantas que hay en el universo de este mundo”. Y luego, una vez que veas la posibilidad, entonces di: “Pero yo Elijo esta otra posibilidad”. Y entonces piensas en lo que sí quieres que pase.

Sustituyendo imágenes mentales: el segundo paso es sustituir imágenes mentales, es una de las claves mas poderosas para empezar a eliminar los miedos y fortalecer tu mente, haciendo que se enfoque en lo que sí quieres.
Tercer paso: ¡usa tu libre albedrío! ¿Sabes lo que es el libre albedrio? Es la capacidad que tienes de pode elegir tus pensamientos, los cuales cultivan tu realidad. Hay muchas posibilidades, muchos pensamientos que pueden sembrarse en tu mente. El miedo ocurre cuando no tienes fe en que tú eres el creador de tu realidad y que ésta está destinada o sujeta a alguien o algo más allá de tu fuerza creadora.

Ten fe: tener fe es vivir sabiendo que tú eres el que transforma tu realidad. Cada vez que elijes un pensamiento que quieres, cada vez que sustituyes pensamientos que te limitan por pensamientos más grandiosos e ilimitados, en tu mente ocurre una reacción de poder que provoca que tu realidad empiece a transformarse hacia lo que estás eligiendo. Así ha crecido todo lo que está a tu alrededor. Y nada que hayas vivido y de lo cual ya hayas aprendido se repetirá en tu vida. Muchas cosas que temes son sólo recuerdos de otros tiempos o vivencias de alguien más o noticias o información que está en el ambiente y que tú aceptas como verdad cuando crees que eso te puede pasar a ti. Pero toma nota: la mente que creó otras realidades no es tu mente. Y todo aquello que hayas vivido, en un sentido evolutivo, no puede ser repetido. Si tienes miedos a cosas que te han pasado antes o no quieres que te pase lo que al vecino, esto no tiene porqué suceder. Primero, porque tu mente es la que crea tu realidad. Segundo: porque lo que ya has aprendido y vivido, no tiene porqué repetirse.

Usa tu miedo, entonces, para entrenar tu mente. No para limitarte ni detenerte. Verás que tu pensamento es poderoso y que puedes hacer crecer en tu realidad lo que quieres. ¿No lo crees? Bueno. Tienes que practicarlo. Nadie te puede convencer de nada si no lo pruebas. Prueba. Haz crecer tus propias verdades. Y si alguien te hace sentir menos de lo que eres o te intimida o limita, arráncalo de tu vida.

Practícalo ahora….
Piensa en algo que te de mucho miedo, velo en tu mente y luego sustituye la imagen mental por una que te guste o que quieras que suceda. Haz esto cada vez que venga el miedo. Si insistes, verás como poco a poco van sucediendo cosas en tu vida equivalentes a lo que piensas. Y empezarás a tener más confianza y fe en lo grandioso dentro de ti.