Candela Duato
La Brújula del Cuidador
1. A pesar de que muchos digan lo contrario, las personas son capaces de cambiar
De hecho, todos cambiamos constantemente. El estancamiento que pensamos que experimentamos es sólo una ilusión. Sin embargo, dirigir ese cambio en la dirección deseada es otra historia. Al ser seres vivos,cambiamos, independientemente de si queramos hacerlo o no.
Con cada experiencia, cada pensamiento, cada emoción, nos convertimos en personas diferentes. El cambio en nuestras vidas es una fuerza imparable.
Con el enfoque, valor y fuerza suficientes, podemos guiar todos los cambios en nuestras vidas de la forma que queramos. Ejecutar tal cambio en tu propia vida, no es algo fácil, por lo que tratar de guiar los cambios en la vida de otra persona en la dirección que crees correcta, es prácticamente imposible.
2. La forma en que las personas se ven a sí mismas, es distinta a la forma en que tú las percibes
No importa lo bueno que seas leyendo a la gente, no importa lo bien que conozcas a alguien, o por cuánto tiempo los ha conocido, nunca se puede saber exactamente lo que significa ser ellos. Simplemente no se puede. Sólo puedes suponer.
Puede que incluso haya cosas que imagines. Pero nunca conocerás a alguien por completo.
Ahora, el problema es que estás tratando de cambiar a una persona que ni siquiera existe. Cambiar a una persona en un nivel profundo requiere de delicadeza, es necesario entender todos los detalles, todas las partes y piezas que hacen que una persona sea como es.
Por desgracia, ese nivel de conocimiento está fuera de tu alcance.
3. Lo más probable es que estés intentando cambiar a alguien por razones egoístas
Seamos honestos… no quieres cambiar a esta persona porque crees que él o ella tiene que cambiar por su propio bien. Puede que los cambios que tienes en mente sean beneficiosos para esa persona, pero a final de cuentas, quieres que cambien de manera que te hagan más feliz.
Asumiendo que es alguien cercano a ti, debes sentir que el cambio en su vida será mejor para tu propia vida. Por supuesto que algunas personas realmente quieren que la gente cambie por su propio bien.
Desafortunadamente, la mayoría de la gente no lo verá así. La mayoría de las personas, cuando se les dice que tienen que cambiar, se sienten atacadas.
Puede estés considerando su bienestar, pero es probable que la otra persona te vea como alguien egoísta y arrogante.
4. Pocas personas quieren cambiar
Hacer cambios requiere de esfuerzo y trabajo. Demanda energía y enfoque. Requiere un sinnúmero de cosas que no queremos hacer.
A los seres humanos nos gusta estar cómodos y relajados. El cambio nos agita, y terminamos agotados. La mayoría de las personas van a evitar tener que hacer grandes cambios.
5. Aquellos que no quieren cambiar, tampoco quieren que traten de cambiarlos
A la gente le gusta sentir que son gobernantes supremos, los que toman las decisiones, tanto de sus propias vidas como de las del resto.
La gente no quiere que alguien más venga y les diga cómo vivir sus vidas, cómo cambiar sus vidas o cómo están arruinando sus vidas. Nadie quiere escuchar eso.
Nadie quiere a alguien más entrometiéndose y tratando de cambiarnos de acuerdo a lo que creen correcto.
6. Hacer cambios significativos no es fácil
De hecho, es una de las cosas más difíciles e incómodas que una persona puede hacer en su vida. El cambio requiere modificar la percepción del mundo que te rodea.
Tienes que ver el mundo de otra manera para que un cambio en tus acciones tenga un sentido lógico. Cambiar tu percepción no es como prender un interruptor.
Más bien es como pulir una piedra con el fin de revelar su belleza interior. Tendrás que trabajar poco a poco. De una manera paciente y meticulosa.
7. Podemos cambiar en ambas direcciones
Si no mantenemos los cambios por los que hemos trabajado, entonces es probable que retrocedamos hacia una versión incluso peor e indeseada de nosotros mismos. Si te las arreglas para mantener los cambios durante un tiempo largo, podrán llegar a ser permanentes.
Se necesitan años para que ajustemos nuestros niveles de comodidad para llegar a tal punto.
Es por eso que el proceso es tan complicado… incluso después de haber creado el cambio que deseabas ver, la batalla no termina. La mayoría de la gente se olvida de eso y terminan perdiendo todo su progreso.
8. Nadie cambia porque sí. Todos necesitan una razón
Entiendo que creas que tienes una buena razón, y seguramente piensas que es una excelente razón. Pero has de saber expresarle a la persona que quieres que cambie cuál es esa razón.
Tus razones no cuentan realmente. O por lo menos no lo suficiente como para motivar a esa persona a crear el cambio deseado.
Lo mejor que puede hacer si quieres ayudar a alguien que te importa es ayudarlo a encontrar su razón.
9. La única forma de que alguien pueda cambiar, es si ellos mismos deciden hacerlo
Tú no puedes cambiar por ellos. No puedes forzarlos o convencerlos para hacer algo que no crean que deben hacer. Simplemente no funciona así.
Les contaré un pequeño secreto, uno que probablemente no les va a gustar mucho: crear cambios significativos, implica dolores significativos. Implica batallas importantes.
Requiere que cambies en los niveles más profundos. La única forma de que eso ocurra es que estés dispuesto a llevar más de una cicatriz al terminar el proceso. Las experiencias que te hacen sentir más vivo que nunca son las que te acompañan para siempre. Y esas son las que te ayudarán a hacer cambios permanentes en tu vida.