Básicamente el Feng Shui se ocupa de aprovechar al máximo el flujo de la energía universal o corriente Chi -también llamada ki, prana, o fuerza cósmica, entre otros nombres. Para un conocedor del Feng Shui es imprescindible crear la armonización en todos los espacios donde vivimos, trabajamos o jugamos.
La palabra Feng Shui significa en chino viento y agua ya que para aplicar este arte los expertos utilizan siempre símbolos naturales. Por ejemplo, diría uno de ellos. Cuando el agua de un río fluye libremente a una temperatura adecuada, sin obstáculos ni suciedades, podemos meter nuestras manos e el río y usarla para beberla y calmar la sed, pero si la temperatura desciende mucho se congela y forma bloques de hielo y cuando se calienta demasiado se vuelve vapor y desaparece... entonces no nos sirve para nada y si se estanca ya no se puede beber. Lo mismo ocurre con la energía universal Chi: cuando fluye nutre, pero si se desequilibra nos perjudica grandemente. Si se queda estancada o se mueve demasiado lentamente nos roba vitalidad y podemos enfermarnos... si por el contrario avanza muy rápido nos desconcentra, crea nerviosismos y preocupaciones e impide la concentración y pensamiento correctos!
Por ejemplo, si un experto en Feng Shui entra en nuestra casa lo más probable es que lo remodele y reorganice todo totalmente: en su habitación moverá la cama de modo tal que pueda ver la puerta y todo el que entra en su cuarto lo cual ayuda a proporcionar un sueño tranquilo ya que se sabe no será sorprendido por detrás... colocará alguna planta o parabán para crear un flujo de energía dirigido cuando el espacio es muy amplio, redistribuirá los butacones y muebles de una sala para lograr un ambiente que invite a la conversación y cree un clima agradable al visitante... algo que parece solamente sentido común, pero que va mucho más allá... ¿Cuándo una persona que va a tratar un asunto de negocios entra en una oficina y lo primero que ve es la ventana, los árboles y el exterior, su energía se disipa... hay que lograr que se concentre dentro de la habitación y que No se escape y con ella la oportunidad!
El Feng Shui es similar a la acupuntura en muchos aspectos. El acupunturista trata de descubrir cuáles son los lugares del cuerpo en los que la energía se encuentra estancada o interrumpida y después trata de corregir el problema aplicando agujas para aumentar o disminuir la energía en esas zonas. El experto en Feng Shui hace algo parecido en una casa o edificio detectando los lugares en que existen problemas energéticos y después trata de corregirlos ya que existen muchas maneras de perturbar la corriente universal Chi y de mejorar su flujo interno. Por ejemplo, las puertas de una casa, en el Feng Shui, se consideran verdaderas entradas de energía. Cuando penetramos en una habitación nos sentimos de manera diferente según sea la disposición energética ambiental. Si cada vez que entramos en un cuarto la puerta suena de manera desagradable, ese sonido, repetido una y otra vez termina por exasperar los nervios de todos los que conviven en la casa y crear un estado de estrés generalizado.
Parece muy simple, pero las grandes mejorías que se obtienen con unos simples cambios son extraordinarias. Según el Feng Shui al entrar en una habitación debemos fijarnos cuál es el punto que atrae nuestra atención... ¿un escritorio desordenado? ¿Algún proyecto a medio terminar? La entrada debe ser una experiencia agradable. Muchas veces unas plantas, la iluminación adecuada y un simple movimiento de muebles logran el efecto adecuado. Por ejemplo, el tamaño de los muebles debe ser proporcional al tamaño del lugar donde se encuentran. Así un sofá enorme en una habitación pequeña le roba energía, mientras que dos sillas pequeñas solitarias en un local grande nos hacen sentir fríos... desprotegidos.
En general, se recomienda la sencillez... mientras menos muebles y objetos haya en un lugar más armonioso será ya que un sitio muy "cargado" absorben demasiado la atención de los visitantes y su energía. Mantenga la entrada a su casa tan abierta y limpia como sea posible. Coloque sus muebles de modo tal que al entrar en un lugar se establezca contacto visual con los allí presentes. Si pone algunas sillas apoyadas en la pared aumenta la sensación de confianza, estabilidad y soporte. Al entrar en una pieza observe hacia donde se dirigen sus ojos y si estos se posan en algo poco armonioso como un escritorio lleno de papeles, un proyecto sin terminar o algo desordenado elimínelo... su entrada debe ser siempre una experiencia agradable. Utilice los colores para balancear el Chi. En su habitación, por ejemplo, necesita tranquilidad y calma para lograr un sueño reparador.
Algunos colores como el rojo imparten energía, mientras el azul tiene un efecto relajante. Los colores telúricos- o sea, color tierra- proporcionan sensaciones de seguridad. Se pueden alterar los colores de una pieza no solamente en las paredes sino en los elementos que se colocan en la misma, los muebles, plantas, cuadros, objetos de arte... Además el Feng Shui recomienda siempre sembrar flores rojas a la entrada de la casa para atraer el dinero así como colocar colgantes musicales suaves para "atrapar" la energía Chi. No coloque su cama en el centro de una habitación espaciosa porque el sentido de Inseguridad será muy intenso.
Se recomienda ver la puerta de entrada desde la cama, una costumbre antigua que se estableció cuando las casas eran menos seguras, pero que según el Feng Shui, al no Ver la puerta creamos un estado de ansiedad inconsciente que entorpece el sueño reparador. Según la filosofía china la recámara es de energía "yin" o femenina por lo que se recomienda tener algunos muebles "yang" -masculinos, rectangulares- que compensen la energía Chi.
Para tener una idea de lo que esto significa imagínese por un momento que está durmiendo en Una cama redonda en el medio de una habitación también redonda en que hubiera espejos redondos En las paredes... ¿podría descansar? ¡Pensaría estar dando vueltas todo el tiempo!