jueves, noviembre 25, 2021

Sobre Carlos Castaneda...

En respuesta a las numerosas preguntas que Cleargreen, Incorporated ha recibido en torno a la reciente atención de los medios de comunicación acerca de Carlos Castaneda, informamos lo siguiente:

Don Juan Matus introdujo a su estudiante, Carlos Castaneda, al mundo cognitivo de los chamanes que vivieron en el México antiguo. Carlos Castaneda escribió extensamente acerca de su aprendizaje con don Juan, a través del cual don Juan lo instruyó en el camino del guerrero. Para don Juan, el guerrero era un ser que vivía su existencia explorando hasta el tope las infinitas posibilidades de la conciencia humana, y que ordinariamente permanecen sin ser tocadas; un ser que se embarca, llegado el momento, en un viaje definitivo de la conciencia, "cruzando a la libertad total".

Don Juan describía esta opción a su aprendiz: "…los guerreros pueden mantener su conciencia, la cual ordinariamente es abandonada al momento de morir. Al momento de cruzar, el cuerpo en su totalidad se enciende con conocimiento. Cada célula se vuelve consciente, al mismo tiempo, de sí misma y también de la totalidad del cuerpo".

Carlos Castaneda dejó el mundo de la misma forma en que su maestro, don Juan Matus lo hizo: con toda su conciencia. La cognición de nuestro mundo cotidiano no nos proporciona una descripción para un fenómeno como éste. Así que para fines legales y de registro que el mundo cotidiano requiere, Carlos Castaneda fue declarado muerto.

Carlos Castaneda trabajó incesantemente y con el máximo de los cuidados para hacer accesible el mundo cognitivo de los chamanes del México antiguo y el camino del guerrero a cualquiera que estuviera interesado en aprender. Al dejar el mundo, como un guerrero solitario, en conciencia total, Carlos Castaneda deja una riqueza de conocimiento que está accesible para cualquiera que desee aventurarse en las infinitas capas de conciencia que son accesibles para los seres humanos.

Y de acuerdo con don Juan, el viaje comienza aquí, en el mundo que habitamos, un mundo…tan misterioso y rico a cual más. Todo lo que necesitamos para cosechar las maravillas de este mundo de todos los días es suficiente desapego. Pero más que desapego, lo que necesitamos es suficiente afecto y abandono.

-Un guerrero debe amar este mundo, don Juan señaló, para que este mundo que parece tan común se abra y nos muestre sus prodigios.

Citas: La Rueda del Tiempo, Carlos Castaneda, (1998)