jueves, enero 06, 2022

El Peregrino del Entendimiento

Después de haber vivido una experiencia mística en las montañas, Ramon Llull, se entregó de cuerpo y alma a desarrollar y difundir un método para conocer nada menos que "La Esencia Divina". Un extraño y hermético método al que el denominó "Arte" y que acabó siendo su gloria y perdición. De manera general pretendía reconciliar diferencias, unas diferencias insalvables entre las tres religiones dominantes de su época, es decir la hebrea, musulmana y cristiana.

El compendio y pretensión era unificarlas en una sola. ¿Fue realmente solo eso..? Lo único seguro es que fué un hombre iluminado, un filosofo y un científico. Su obra cumbre se llamó "Ars Megna" y en ella trató de sintetizar los diferentes credos que prevalecían, mediante el conocer a Dios a través de sus atributos y proyecciones presentes en toda la naturaleza y perceptibles al ser humano.

Y es que pocas personalidades medievales como Ramon LLull lograron influir tan decisivamente con su obra en el pensamiento esotérico universal de su tiempo y de tiempos posteriores. Incluso todavia e nuestros días, los estudiosos del místico mallorquín indagan las razones ultimas de esa influencia, sin detenerse a pensar que su sentimiento mejor guardado pudo ser su innata capacidad, casi sobrehumana, para adecuar a los principios de la doctrina cristiana los métodos y experiencias espirituales que florecieron en su época. Ya que el empeño consistía nada mas y nada menos en aunar los pensamientos del sufismo islámico y la cabala hebrea.

Pero para comprender el inicio de todo este tema, tendríamos que situarnos alrededor del año 1234 en que ambas formas del pensamiento místico habían alcanzado su momento de máximo esplendor. Muy poco después de la conquista de las Islas Baleares por Jaime I. Por aquel entonces Moisés de León redactaba y difundía su "Sefer Ha Zohar" comúnmente llamado "Zohar", o la cumbre del movimiento cabalístico entre las comunidades hebreas españolas.

Pero mientras ocurría todo esto Nahmanides de Gerona se enfrentaba duramente a teólogos dominicos en Barcelona, bajo la atenta presencia del Rey conquistador, y poco antes acababa de fallecer el máximo exponente de la mística sufí, el murciano Ibn Arabi, tras haber difundido su profunda doctrina espiritual por todos los ejes del Mediterráneo y dejado tras el capacitados discípulas devotos que seguían sus pasos en todo el mundo islámico, hasta la misma ciudad de Mallorca.

También seria necesario explicar al amable visitante, que en la capital de las Islas Baleares, es decir Mallorca, se gozaba por aquel entonces, quizás debido a su aislamiento al ser isla, de un régimen envidiable de libertad religiosa, del que no se disponía en la península. Y así ideas como las que configuraron el universo místico del antes mentado Ibn ´Arabi formaban parte del sentimiento místico de muchos musulmanes de Mallorca, que aunque sometidos al poder de los conquistadores, veían respetadas sus creencias y hasta se atrevían a hablar de ellas y a practicarlas sin graves problemas de represión por parte de las autoridades cristianas...

Y por otra parte la numerosa colonia hebrea, compuesta por familias de alto poder económico e importante influencia intelectual, conservó sus propiedades y costumbres, bajo la protección del Temple, frente a cualquier intento de las llamadas "confesiones forzadas" como las que tan a menudo se entretenían en llevar a cabo las tristemente famosas en ocasiones ordenes mendicantes. La inquisición establecida por los dominicos, apenas se dejó sentir entonces en la capital balear, muchos de cuyos conquistadores procedían de Occitania, existiendo incluso entre ellos, secretos adeptos de las perseguidas doctrinas cataras, contra las que la Iglesia hacia pocos años -casi treinta- había lanzado una de las mas bárbaras represiones de entre las muchas que se dieron en la historia medieval europea.

Este es el marco donde nació Ramon Llull, hijo de una familia de nobles conquistadores catalanes y en donde pese a su juventud, pero ya casado y con hijos, tuvo la honda llamada de la espiritualidad, que también desembocó en su estudio profundo de lo que después llamaríamos Alquimia.