Manuel José Delgado, casado y cuarentón, trabaja en su propia empresa dedicada al mundo de la imagen y, más concretamente, a la televisión. Sus retransmisiones de partidos de fútbol, de campañas electorales o de llegadas de las "rociítos" de turno al aeropuerto de Barajas le proporcionan su sustento diario y los ingresos suficientes como para dedicarse en cuerpo y alma a su vicio-afición favorita: los viajes y la investigación de antiguas civilizaciones. Colaborador del Ministerio de Turismo egipcio es la única persona en el mundo que tiene filmada completamente la Gran Pirámide de Giza, desde los lugares abiertos a los turistas hasta los pasadizos, pozos y cámaras que permanecen cerrados y ocultos a la mayoría de los mortales.
¿Quién es Manuel José Delgado?
Pues en horas de trabajo un profesional de la cámara. Cuando no, ejerzo de padre en una familia a la que adoro. Y el tiempo que me sobra lo dedico a leer, escribir o compartir con los amigos mis inquietudes y mi ocio. Normalmente me falta tiempo para todo pero, ante todo, me siento un privilegiado por poder disfrutar la vida que he elegido.
¿Cuándo nació tu interés por Egipto y por qué?
Fue por pura casualidad o, mejor dicho, por una serie de "casualidades" difíciles de explicar. Yo había estudiado empresariales y económicas y llevaba 11 años en la Caja de Madrid, donde trabajé como director de algunas agencias. Un día me caí y me rompí el brazo y estuve 6 meses de baja tras la operación. Con el brazo escayolado y entre rehabilitación y reposos viajé un día a Egipto y me enganché de tal forma que empecé a comprarme todos los libros que pude. Desde aquel viaje la oficina empezó a quedarse pequeña y el despacho empezó a agobiarme con esos barrotes que decoran todas las ventanas de las entidades bancarias. Y decidí probar suerte en lo que era mi vocación en el mundo de la imagen. Por aquella época surgieron en España los canales privados de televisión junto a grandes eventos como la Expo y las olimpiadas del 92. Ante estas perspectivas pedí una excedencia de 3 años en la Caja, vendí mi chalecito adosado junto al Retiro, mi Mercedes y mi moto BMW y con ello me fui a vivir al Barrio de Malasaña, compré mi primera cámara de TV de 9 millones de pesetas y empecé a pedir trabajo en la Agencia Efe y en Telemadrid. Hoy tengo mi empresa asentada y espero poder algún día dedicarme por entero a la producción propia de documentales sobre naturaleza, arqueología y, sobre todo misterios.
Pero mi introducción en el gremio del misterio también fue casual. Cierto día me apunté a un ciclo de conferencias sobre ufología en un colegio mayor de Madrid. Su organizador me pidió que grabara con mi cámara las ponencias y luego realizara un extracto de las mismas. Las copias fueron enviadas como obsequio a todos los ponentes y a otras personas dedicadas a la investigación. Y por ello un día me llamó Jiménez del Oso para proponerme algunos proyectos. Empecé a colaborar con la revista Espacio y Tiempo y a conocer a muchos personajes con quienes empecé a interesarme por el apasionante mundo de la investigación. Desde entonces he viajado más de 40 veces a Egipto, aparte de conocer otros muchos países como Perú, Méjico, India, Israel, etc.
Después de tantos viajes a Egipto, ¿Qué es lo que sigue llamándote la atención para repetir una y otra vez tus visitas?...
Estoy convencido que el en Antiguo Egipto hubo una serie de personalidades conocedoras de unas energías y un conocimiento que hoy en día sólo llegamos a entrever. Sus pirámides y templos fueron colocados en lugares precisos, buscados de antemano, para que actuaran como amplificadores de consciencias y emociones, y aún hoy siguen funcionando. Egipto despierta en cada viajero sensaciones distintas y, en el fondo, cuando se viaja allí se está viajando al interior de uno mismo pues junto al Nilo cada uno es capaz de descubrir partes de su personalidad. En mi caso en Egipto yo he descubierto al niño que llevo dentro, curioso y rebelde, que ve en cada grieta y en cada túnel una posibilidad de sentirme vivo. Luego, claro, vienen las reflexiones, el asentamiento de ideas y la facultad de aportar algo en un terreno que para nada está explicado.
¿Existe un Egipto oculto y diferente al que nos cuentan y relatan los egiptólogos, arqueólogos, e incluso los guías que acompañan a los turistas en los típicos viajes de 8 ó 15 días?
Claro, como también existe un Madrid o una España oculta. Sin embargo en Egipto tiene algo de especial pues cada grano de arena que se introduce en tu zapatilla podría contar miles de años de historia. Lo esotérico, o lo oculto, se aprecia cuando levantas la piel de lo superficial y encuentras un lenguaje no legible para cualquiera pues hace falta un esfuerzo y una preparación que no todo el mundo es capaz de desarrollar. En Egipto las respuestas fáciles no valen pues el conocimiento aplicado por aquellos sabios no era tan simple. Para entenderlos hay que saber por lo menos tanto como ellos y eso es un reto que los egiptólogos nunca han aceptado, porque únicamente un estudio multidisciplinar podrá catalogar los restos arqueológicos en su justa medida. Los egiptólogos que sean egiptólogos pero que no sean arquitectos, o ingenieros, o biólogos, o astrónomos, o físicos. Los guías en Egipto, honestamente, explican lo que les han enseñado, lo que han necesitado aprender para conseguir su título. Lo que ocurre es que nunca lograrán explicar cómo se pueden cortar, transportar y erigir 5 bloques por minuto para construir con absoluta perfección la Gran Pirámide.
¿Qué sentiste la primera vez y en la última de tus visitas, al ver la Gran Pirámide?
La primera vez fue una visita turística. Los monumentos eran sólo piedras, y el Nilo sólo era agua. Sin embargo, ya desde un principio, observé que existen problemas tecnológicos que hacen que en la civilización faraónica existen aún enigmas sin respuestas. Resulta inevitable que apliquemos nuestros conocimientos a lo que vemos. Pero la verdadera cuestión es ponerse en el pellejo de unos seres cercanos a la Edad de Piedra, que sólo conocían el cobre, y que dejaron rastros del empleo de herramientas más perfectas que las que utilizamos en nuestra flamante Era Espacial. La primera cuestión que me pregunté en Egipto fue la cara que debió poner Hemiunu, el arquitecto de Keops, cuando su faraón le dijo que debia de construir un monumento con 3 millones de bloques, en una base donde caben 8 campos de fútbol y con una altura de un edificio de 50 pisos. Daría hoy lo que fuera por poder contemplar esa cara....
Otro de los grandes investigadores de este país, Nacho Ares, niega la teoría del orientalista Zecharia Sitchin (basado en la gramática de J. Gardner Wilkinson), de la falsificación de los cartuchos descubiertos por Howard Vyse en una de las cámaras de descarga, y que sirvieron para asociar la construcción de la Gran Pirámide al faraón Keops. ¿Está realmente mal escrito el nombre de Keops en el interior del cartucho descubierto por H. Vyse?
Vyse descubrió cartuchos en las 4 cámaras de descarga superiores. En el cartucho de la 5ª Cámara de Descarga el cartucho de Keops está bien escrito. En las cámaras inferiores no. El propio Hawass, director de la meseta de Giza, reconoce que en el cartucho de la 4ª Cámara de descarga está equivocado el jeroglífico de la "KH" o "J", pues está escrito el circulo con el punto (RA) en lugar del círculo con 3 líneas, el cedazo. Todo sigue siendo un misterio. Sin embargo existen otros indicios mucho más importantes que hacen dudar de que Keops fuese el constructor del monumento.
Del mismo modo, otros investigadores desmitifican las conocidas "bombillas" que aparecen en diferentes templos egipcios, como los de Kom Ombo, Edfu y Dendera. Para ellos, no son más que ideogramas propios de la época ptolemaica, que sustituyeron a otros más antiguos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Mi opinión está fundamentada en los técnicos y científicos que han estudiado estos restos de tecnología anacrónica. Mi opinión sobre la construcción de la Gran Pirámide se basa en los estudios de los expertos, de los arquitectos e ingenieros, no en la de los egiptólogos. Cuando, por ejemplo, intentamos estudiar en la Biblia los fenómenos electromagnéticos que producía el Arca de la Alianza éstos deben ser catalogados por los ingenieros y no por los teólogos. En Egipto pasa lo mismo. ¿Qué pueden decir los arqueólogos sobre la orientación de los templos si desconocen lo que es la precesión de los equinoccios o la nutación de nuestro planeta? En el Museo de Bagdad existe una pila que fue clasificada por los arqueólogos como objeto de culto.... Para los egiptólogos los dioses del antiguo Egipto son fruto de la leyenda y la magia sólo era superchería. Después de valorar los cortes de granito con sierra, los taladros que avanzaban 2 milímetros por vuelta, el traslado de bloques de 3 mil toneladas de peso, los cortes con "radial" del Templo de Karnak, el entendimiento del ciclo precesional del zodiaco de Dendera, las soldaduras de oro con plata del Tesoro de Tutankamón, el conocimiento del ADN, o la técnica de los infrasonidos, los restos sobre electricidad son una mera anécdota.
Pero igual los egiptólogos tienen razón y los egipcios desconocían el número Pi y desconocían también herramientas y sólo utilizaban la fuerza bruta para todas sus concreciones arquitectónicas. En eso hasta puedo estar de acuerdo con ellos. Pero, entonces, ¿Quién hizo la Gran Pirámide o quién utilizaba la electricidad? Igual los dioses no eran tan abstractos....
¿Cuál crees que es la razón para que la egiptología oficial mantenga como un "tabú", la existencia de una metrología aplicada por los antiguos egipcios en construcciones como la Gran Pirámide, o la increíble destreza a la hora de trepanar y cortar la piedra, y que un egiptólogo de la talla de Petrie denunciase en su momento en obras como "Egiptian Metrology" y "Pirámides y Templos de Gizeh", donde incluía el "Informe Baker".?
Las razones son la soberbia y el desconocimiento.
¿Por qué desde el año 1.993 permanece sin abrirse la puerta que descubrió el ingeniero elemán Rudolf Gantenbrink, en el canal sur de la Cámara de la Reina?
Porque les da terror descubrir algo en la Gran Pirámide que desestabilice sus argumentos. Prefieren mantener el oscurantismo y la manipulación antes que tener que reconocer que estaban equivocados. Existen desgraciadamente demasiados orgullos e intereses creados. La arqueología tiene pruebas inequívocas de que en la Gran Pirámide existen pasadizos y cámaras ocultas pero, ¿y si descubrieran que Keops no construyó la Gran Pirámide?. ¿Y si descubren que los primeros egipcios que recorrieron el valle del Nilo ya se encontraron con las pirámides de Giza edificadas?
Pongámonos ahora "conspiranóicos". ¿Crees que hay alguna mano oculta a la que no le interesa descubrir nuevas cámaras y otros hallazgos, como los de Gantenbrink o los realizados por los técnicos de la Universidad japonesa de Waseda?
Si.
Ahora, tratando de "mojarte" un poquito, ¿podrías decirnos realmente quién construyó las Pirámides de Gizeh?
Lo único claro que tengo es que los egipcios no pudieron construir la Gran Pirámide. Para nosotros, hoy, sería también imposible. La teoría que mantengo desde hace mucho tiempo es que Keops fue el usurpador de un monumento que ya existía antes que el propio Egipto y tengo las pruebas arquitectónicas que lo demuestran. Dentro de la Gran Pirámide se aprecian los propósitos de varios arquitectos que a lo largo de la historia dejaron allí su impronta. Por un lado está el arquitecto original, que trabajó a la milésima de milímetro y aplicó una tecnología y unos conocimientos increíbles. Por otro lado está el chapucero de Keops, que posiblemente se hiciera enterrar allí en un gesto de egocentrismo. ¿Quiénes fueron los constructores originales? Pues los dioses.
En nuestro caso particular, uno de los libros que más nos ha apasionado para interesarnos en el antiguo Egipto, fue el clásico de C.W. Ceram "Dioses, Tumbas y Sabios". ¿Podrías recomendarnos algún libro que tú consideres de lectura obligada, para adentrarnos en la antigua cultura egipcia?
Sobre la cultura faraónica existen muchos y muy buenos libros con la firma de los grandes egiptólogos. Creo que los egiptólogos conocen mucho sobre lo que los egipcios hicieron en Egipto. Sin embargo, desconocen lo que existe en Egipto y que no fue realizado por egipcios. Sería un error, por ejemplo en España, que se metieran en un mismo saco de 3.000 años de historia y se mezclaran los suevos, con los cartagineses, que los íberos tuvieran algo que ver con el acueducto de Segovia o que los fenicios fuesen los responsables de los dólmenes de Galicia. En Egipto pasa lo mismo. Es posible que la arqueología tenga razón y piense, por el descubrimiento del papiro Rhind, que los egipcios desconocían el número Pi, pero lo que no explica es por qué está ese número incorporado a ciertos monumentos. ¿No es más razonable que fuesen otros los que hicieron esas obras? Todos estos enigmas no se encuentran compilados y estudiados en los libros sobre egiptología, ya que es un tema tabú, y los libros que tratan estos problemas paralelos se denominan libros de piramidología y están escritos por piramidólogos ("piramidiotas" según el fino sentido de humor de los académicos).
En la Piramidología se encuentran todos estos estudios "apócrifos" y no reconocidos e incluso vetados por los oficialistas donde se ponen en duda las clasificaciones y dogmas admitidos. En estos libros se encuentra de todo, desde las más increíbles masturbaciones mentales hasta los análisis más serios sobre el Antiguo Egipto, realizados por científicos en el campo donde son especialistas. Y éstos sí son libros que merecen leerse. De todas formas en todos los libros existen cosas reales y cuestiones subjetivas ajenas a la realidad. La tarea preciosa que tenemos es separa lo uno de lo otro porque, según decía aquel dicho: "Hasta un reloj parado da la hora buena dos veces al día".
El padre de la piramidología es PETER TOMPKINS, autor del libro "Secretos de la Gran Pirámide", publicado en Méjico por la editorial Diana aunque se puede encontrar en España. Y luego es bueno leerse a todos los grandes autores que han acertado en las preguntas aunque las respuestas no estén todavía descubiertas: ROBERT TEMPLE, JEAN KERISEL, ROBERT BAUVAL, GRAHAM HANCOCK, COLIN WILSON, JOHN ANTHONY WEST, SANTHA FAIIA, MURRY HOPE, ALAN ALFORD, JOSE ALVAREZ LOPEZ, FIX, ANDREW TOMAS, JACQUES BERGIER, GUILLES DORMION, PETER KOLOSIMO, ALBERT SLOSMAN, ANDRE POCHAN, FLINDERS PETRIE, CHRISTOPHER DUNN, JOSEPH DAVIDOVITS, etc. Además hay que estudiar, por si acaso, a los buenos autores con criterios más ortodoxos como EDWARS, HAWASS, LEHNER, JOSE MIGUEL PARRA, NACHO ARES o JEAN PHILIPPE LAUER, aparte de leerse a los antiguos como HERODOTO, ESTRABON, PLINIO, PLUTARCO Y LOS AUTORES ARABES DE LOS SIGLOS VIII AL XII. En fin, una bonita tarea....
Continuando con el tema de los libros, una pregunta irremediable para todos aquellos que admiramos tu trabajo. ¿Cuándo podremos disfrutar de algún libro que aglutine todos tus años de investigación?
Pues cuando tenga algo que decir y que aportar. Aunque ya tengo algunas cosillas.... Seguramente el próximo año.
Para finalizar la pregunta número 14, dado que los antiguos egipcios consideraban este número como perfecto. ¿Qué proyecto o sueño "imposible" te gustaría llevar acabo en la antigua tierra de los faraones?
Pues tocar suficientemente las narices a los egiptólogos para que se tomen de una vez en serio las lagunas pendientes de clasificación. Yo estoy convencido que ningún investigador, por mucha voluntad y entusiasmo que emplee, jamás llegará a descubrir lo importante. Sólo seran las universidades y los grandes organismos y academias las que con el empleo de medios suficientes y de especialistas competentes ataquen y desentrañen el conocimiento empleado por aquellos enigmáticos constructores. Gracias a nuestro esfuerzo, equivocados o no, la opinión pública ya conoce unas realidades incuestionables que ponen en duda los planteamientos simplistas en relación a la Gran Pirámide. Quizás la próxima generación de egiptólogos sean de mente más abierta. O, es posible, que dentro de muy poco se fabricarán máquinas que a distancia puedan hacer prospecciones y descubrimientos que sabemos que están allí y que no se pueden realizar por pertenecer estas áreas arqueológicas al coto privado de ciertos individuos que no consideran estos monumentos, como nosotros, patrimonio de la humanidad.
Mi sueño es saber, conocer y conseguir la dosis de documentación que mi curiosidad reclama. Luego si además tengo razón en mis planteamientos, pues mucho mejor...