sábado, marzo 12, 2022

Los Protocolos de los Sabios de Sion

Textos :Enigma Sagrado; Baigent, Leigh & Lincon; Francmasoneria Israeli.

Algo de Historia...

En el año 1099 Jerusalén cae en poder de los cruzados de Godofredo de Boullion, concretando con ello una de las empresas mas ambiciosas del cristianismo armado. Al sur de la conquistada ciudad se alza la "colina alta" del monte de Sion, en ella se encumbran las ruinas de una antigua basílica bizantina, que habría datado del siglo IV y era llamada "la Madre de todas las Iglesias". Según importantes documentos y crónicas de la época y que aún hoy se conservan, en el lugar de dichas ruinas se edifico una abadía. Esta se habría edificado por orden expresa de Godofredo de Boullion. Debía ser un edificio imponente, que diera pie a una comunidad independiente. Según una crónica de 1172, estaba muy bien fortificada y tenía sus propias murallas , torres y almenajes. Y a este edificio se le llamaba : Abadía de Notre Dame du Mont de Sion.

Es muy probable que existiera una orden secreta detrás de los caballeros templarios, la cual creo a estos como su brazo militar y administrativo, ya que la idea de una organización cristiana tan fuerte como esta, difícilmente habría nacido solamente con el objetivo de custodiar caminos, y apoyar el desarrollo de las cruzadas. Creemos que esta orden oculta, ha funcionado bajo diversos nombres, y el mas conocido es el prieuré de Sion o Priorato de Sion.

El priorato de Sion ha sido dirigida por una sucesión de grandes Mestres cuyos nombre se encuentran entre los más ilustres de la historia y la cultura occidentales, destacando entre ellos a personajes como, Leonardo Davinci, Isaac Newton, Claude Debussy, entre otros...

Si bien se cree que los caballeros templarios fueron destruidos y disueltos entre 1307 y 1314-no en su totalidad-el Priorato de Sion permaneció indemne, aunque sus bases también fueron trastocadas, y se vio desgarrada periódicamente por luchas sanguinarias entre distintas facciones , y sobre ello ha seguido funcionando a través de los siglos. Actuando en la sombra, entre bastidores, ha orquestado ciertos acontecimientos críticos en la historia de occidente, intentando con ello dar un vuelco en el proceso, sin duda ayudando a cumplir su objetivo final...

Hoy en día el Priorato de Sion existe y sigue funcionando. Influye y participa en asuntos internacionales de alto nivel, así como en asuntos internos de países Europeo y Americanos. En cierta medida significativa, es responsable de mucha de la información que se ha diseminado a partir de 1956.

El objetivo confesado y declarado del Priorato de Sion es la restauración de la dinastía y estirpe Merovingia , en el trono no solo de Francia, si no que en otras naciones europeas, lo cual coincidiría con la base que se estaría desarrollando en Sudamérica, específicamente en la cordillera de los Andes, en la cual se están dando las condiciones para concretar la llegada de ese nuevo gran Monarca descendiente de esta casta especial.

La restauración de la dinastía merovingia está sancionada y es justificable, tanto legal como moralmente. Aunque depuesta en el siglo VIII, la estirpe merovingia no se extinguió. Si no que se ha desarrollado en procesos paralelos, teniendo en cuenta el proyecto independiente impulsado por algunos sacerdotes del Templo de Salomón (Rex Deus), y que tenía por objetivo mantener el linaje sanguíneo de ciertos patriarcas históricos que aún sobrevive en el comienzo del siglo 21.también se habría perpetuado una línea directa desde Dagoberto II y su hijo Sisgisberto IV. A fuerzas de alianzas dinásticas y matrimonios entre sus miembros, esta línea llego a incluir a Godofredo de Boullion, que en 1099 conquistó Jerusalen, y a otras varias familias nobles y reales, del pasado y del presente: Blanchefort, Gisors, SaintClair (Sinclair en Inglaterra), Montesquieu, Montepézat, Poher, Luisignan, Plantard y Hasburgo-Lorena. En la actualidad, la estirpe merovingia goza de un derecho legitimo al patrimonio que le corresponde, y que al parecer pronto logrará asumir...

Maestres del Priorato de Sion

· Jean de Gisors 1118-1220
· Marie de Saint-Clair 1220-1266
· Guillaume de Gisors 1266-1307
· Edouard de Bar 1307-1336
· Jeanne de Bar 1336-1351
· Jean de Saint-Clair 1351-1366
· Blanche d'Evreux 1336-1398
· Nicolas Flamel 1398-1418
· René de Anjou 1418-1480
· Iolande de Bar 1480-1483
· Sandro Filipepi 1483-1510
· Leonardo da Vinci 1510-1519
· Coonétable de Bourbon 1519-1527
· Ferdinand de Gonzague 1527-1575
· Louis de Nevers 1575-1595
· Robert Fludd 1595-1637
· J.Valentin Andrea 1637-1654
· Robert Boyle 1654-1691
· Isaac Newton 1691-1727
· Charles Radclyffe 1727-1746
· Charles de Lorena 1746-1780
· Maximilien de Lorena 1780-1801
· Charles Nodier 1801-1844
· Victor Hugo 1844-1885
· Claude Debussy 1885-1918
· Jean Cocteau 1918-

Un polémico Texto

La existencia de el Priorato de Sion, ha dado para mucha especulación, relacionándolo muchas veces con propaganda antisemítica, y vertiéndole la exclusiva responsabilidad de los pasos dados por algunos lideres negativos a través de la Historia.

La orden de Sion logra aún mantenerse oculta , sin con ello desinformar de su verdadera existencia, hecho que esta totalmente confirmado, y que da pie para poder enfrentar y entender en forma directa su propósito, que para algunos puede ser Sagrado, como para otros Diabólico. Nuestra intención no es juzgar si la meta de esta organización es positiva o negativa -aunque el concepto de bien y mal es totalmente tergiversado en nuestra cultura occidental- , si no mas bien de informar y traspasar parte de lo que más necesita el hombre hoy en día, y que es la verdad de nuestro proceso en la Tierra.

En la actualidad es muy fácil encontrar un libro que dice representar las bases de esta polémica orden histórica, y es conocido como Los Protocolos de los Sabios de Sion, o lo Ancianos de Sion. Este texto contempla un sin numero de ideas supuestamente vertidas por las mas altas Jerarquías de esta Orden, en su último gran consejo a finales del siglo XIX, y que incidirían precisamente en las bases del último siglo del milenio, y por que no con secuelas en la entrada de el nuevo tiempo.

Antecedentes

Los Masones según se cree, provienen de los sacerdotes egipcios, en los templos de menfis y tebas , se celebraban ciertos rituales iniciáticos, en los cuales estaba incluido el estudio de ciencias como por ejemplo, la geometría, la matemática, la astrología. Se tiene en cuenta que en la decadencia de la civilización Faraónica los sacerdotes cananeos, y los sacerdotes de las polis griegas, habrían sido los que heredaron este conocimiento mas bien oculto.

Luego los romanos fueron los receptores de los misterios griegos y egipcios, convirtiéndolos en los Misterios de Apolo y Adonis, complementándolo luego con las tradiciones celtas.

Ya dominando cierto tipo de conocimiento, el cual fue evolucionando a través de la historia, es que fundan los Collegia Fabrorum, en los cuales se agrupan especialmente los constructores romanos. Estas se convirtieron en sociedades de ayuda mutua, en las que pagaban un aporte periódico, y en las que los integrantes podían verse beneficiados de una agrupación que los acogía y de la cual tenían derecho legitimo.

Ya pasado el tiempo con la caída del imperio romano, y la llegada de la Edad Media los masones vieron en los Collegia de los constructores, lo que sería la base de uno de los gremios mas influyentes de la historia, la de los Albañiles.

La Masonería operativa paso en el tiempo a convertirse en la Masonería especulativa, en la que los miembros cambiaban su posición, para influir de manera más directa en los procesos de sus países. También es necesario tener en cuenta que esta organización a alcanzado impresionantes grados de desarrollo, siendo un requisito casi indispensable para alcanzar importantes cargos dentro de la política internacional, un ejemplo de ello, es que el 75% de los presidentes de los EE.UU. han sido masones, y los restantes, pertenecientes a otras ramificaciones de la misma orden.

Existen distintas ordenes que han nacido de las bases masónicas como ejemplos (hay muchos otros), los "altos grados" del rito York, tales como la Cruz Roja de Constantino, el Caballero de Malta y el Caballero Templario.

Además dentro de las mismas, existen algunas leyes que solo incumben a las logias de ciertos países de forma mas bien interna, como es el caso de la incorporación de elementos que deben cumplir con requisitos, ya sea de índole familiar, como de creencias.

Existen asimismo algunos Supremos Consejos que consideran que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un rito exclusivamente cristiano, y que no aceptan el ingreso ni de judíos ni de miembros de otras religiones (p.ej. los Supremos Consejos de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Australia). Su selectividad llega a tal punto, que los candidatos deben declarar creer no sólo en la fe cristiana, sino también en la Santísima Trinidad (!).

Aparecen los Protocolos

Los Protocolos aparecieron por primera vez en 1905, en Tsarskoe Selo, un lugar de veraneo cerca de San Petersburgo, Rusia (todavía la Rusia imperial, bajo el gobierno del Zar Nicolás II). El autor indicado en las primeras ediciones era un personaje que fue sucesivamente abogado, juez, y monje griego-ortodoxo llamado Sergei Alexandrovich Nilus (1862-1930).

Originalmente, los Protocolos aparecieron como un simple apéndice en la segunda edición de un libro de Nilus intitulado Velikoe v Malom (Lo Grande en lo Pequeño).

Como era habitual en esa época, el libro lleva también un largo subtítulo,: y el Anticristo como una posibilidad política cercana. Este subtítulo se refiere al apéndice de que hablamos. En las diversas ediciones que siguieron (1911, 1912, 1917 y 1919, siempre en ruso), Nilus ofrece distintas explicaciones de cómo el manuscrito de los Protocolos había llegado a sus manos, asegurando que él solamente había hecho la traducción al ruso. Otras ediciones y traducciones, publicadas por otras personas, contaban diferentes historias sobre el origen del documento.

Una de las más frecuentes "explicaciones" agregadas a los Protocolos es que son las "actas secretas" del Primer Congreso Sionista convocado en Basilea en 1897 por el Dr. Theodor Herzl.

El argumento desarrollado en el documento es que los judíos conspiran para controlar todos los gobiernos del mundo, destruir la civilización cristiana y convertirse en amos de la tierra. Los Protocolos proporcionan detalles sobre los métodos que serían empleados para alcanzar estos objetivos. La Francmasonería sería la herramienta usada por los "Sabios de Sion" para engañar a la humanidad y luego dominarla.

Un protocolo es un acta, es decir, la relación de lo ocurrido en una sesión. Tiene un lugar, una fecha, la hora en que comienza la sesión, quién la preside, generalmente los nombres de quienes están presentes y de quienes excusaron su inasistencia, y luego la descripción de los debates, quién tomó la palabra y - a veces en forma muy resumida - qué es lo que se dijo y qué resoluciones fueron aprobadas. Finalmente, hay una hora de cierre de la sesión, y las firmas que garantizan la veracidad del acta. Nada de esto existe en los Protocolos de que estamos tratando. La única "firma" es simplemente una línea que dice "Firmado por los representantes de Sion del Grado 33".

La idea es plantear la objetividad de estos documentos, no dejando pasar detalles, que nos puedan dar pie a confirmar su autenticidad, o su falsedad absoluta.

Entrando al contenido, salta a la vista el absurdo de un pretendido plan criminal preparado por un grupo que pretende controlar los medios de comunicación del mundo entero ... pero es incapaz de impedir la reiterada publicación de sus planes. Basta citar a Leopoldo Lugones, en el preámbulo a la edición en español del comentario del Padre Pierre Charles, S.J., a los Protocolos. Escribe Lugones:
"Basta, en efecto, un mediano criterio ... para comprender que se trata de un panfleto (Los Protocolos) tan maligno como imbécil."

La gestación de los Protocolos

El libro de Nilus no fue el primero en proclamar la existencia de una conspiración judía para la dominación mundial. Lo precedieron varios autores, especialmente un alemán llamado Hermann Goedsche, que en 1868 escribió una novela bajo el seudónimo "Sir John Retcliffe", con el título Biarritz. Uno de los capítulos de esta obra de ficción relata una escena macabra en el cementerio judío de Praga, donde una vez cada cien años se reúnen representantes de las 12 tribus de Israel con el demonio en persona. (Goedsche parece ignorar que 10 de las 12 tribus se "perdieron" en las brumas de la historia hace más de dos mil quinientos años atrás). Los representantes del pueblo judío le informan a Satanás del progreso de sus planes y solicitan la ayuda infernal para la prosecución de sus criminales proyectos.

Esta fantasía antisemita fue prontamente reproducida como un folleto, no ya como ficción, sino como un documento cuya autenticidad estaba garantizada por el "famoso noble inglés, Lord Retcliffe". Este, como acabamos de ver, no era sino el seudónimo del escritor alemán Goedsche. La primera traducción fue hecha en San Petersburgo en 1872, publicada bajo el título En el Cementerio Judío de la Praga Checa (los Judíos Soberanos del Mundo). En 1876 nueva publicación en Moscú. En 1880 una segunda edición y nuevas impresiones en Odessa y Praga.

En Francia, el escritor Gougenot des Mousseaux también hizo uso de este tema en su libro Le Juif, le judaïsme et la judaïsation des peuples chrétiens (París, 1869), donde acusa a los judíos "Cabalistas" de estar tratando de apoderarse del mundo.

Su continuador, el Abate Chabauty, cura de San Andrés en Mirebeau, en Poitou, publicó en 1881 un volumen de 600 páginas titulado Les Francs-Maçons et les Juifs: Sixième Age de l'Eglise d'après l'Apocalypse, en que sostenía que Satanás, mediante la conspiración Judeo-Masónica, estaba preparando el camino para el Anticristo judío y la dominación del mundo por los judíos. Aproximadamente en la misma época, en la década de 1880, en Italia, el Papa Leo XIII estaba empeñado en una feroz lucha contra la Francmasonería italiana. Aunque él mismo no descendió a hacer propaganda antisemita, le permitió a otros hacerla. Los padres Jesuitas asociados con la publicación La Civiltá Cattolica, especialmente, consideraban perfectamente legítimo desacreditar la Francmasonería presentándola como parte de una conspiración mundial judía. Dos de estos Reverendos Padres, R. Ballerini y F.S. Rondina, condujeron una campaña que duró hasta entrados los años 1890.

Finalmente, debemos mencionar que la primera aparición de un texto muy similar a los Protocolos, pero un tanto abreviado, apareció en la revista Znamya (La Bandera) de San Petersburgo entre el 26 de agosto y el 7 de septiembre de 1903 (es decir, precediendo por dos años la publicación de Nilus).

Znamya era publicada por un notorio antisemita, P.A. Krushevan, uno de cuyos asociados era G.V.

Butmi, de quien escucharemos más adelante.

Krushevan sostuvo que el texto que publicó era traducción de un documento escrito originalmente en Francia, y que el traductor lo había titulado Actas de la Reunión de los Masones Mundiales Universales y los Ancianos de Sion.

El objetivo inmediato de los Protocolos

Los Protocolos fueron empleados por primera vez en Rusia para fomentar el odio hacia los judíos. Su objetivo inmediato era socavar la influencia política y la posición del Conde Witte, a la sazón el ministro más importante del gobierno zarista. Witte era persona de gran cultura y amplitud de miras, confidente del Zar, y anhelaba instaurar una política imperial ilustrada y moderna. Debido a que la mujer de Witte era de origen judío, la opinión generalizada era que él favorecía a los judíos de Rusia, que habían sufrido persecuciones y discriminación durante siglos. Los oponentes políticos de Witte, encabezados por la Gran Duquesa Isabel, hicieron todo lo posible por desacreditarlo ante la clase dirigente y la familia real. Uno de sus enemigos más feroces era George V. Butmi de Katzman, cuyo nombre parece estar conectado con la publicación de los Protocolos.

Un testimonio directo

El 8 de enero de 1935, un sacerdote católico llamado Padre Gleb E. Werchobsky, se entrevistó en Chicago con el escritor Sigmund Livingston, quien ya había publicado antes un artículo denunciando la falsedad de los Protocolos. El Padre Werchobsky quería poner en manos de Livingston cierta información hasta entonces desconocida, basada en su propia experiencia personal.

El Padre Werchobsky ratificó la veracidad de su informe a Livingston en una declaración jurada. Posteriormente, Livingston publicó los detalles completos de esta entrevista en su libro ¿Deben los hombres odiar? que ya hemos mencionado.

El Padre Werchobsky había nacido en San Petersburgo, Rusia, el 23 de octubre de 1888. Había sido ordenado en Constantinopla (hoy Istanbul) el 13 de julio de 1914. Posteriormente emigró a los Estados Unidos, donde estuvo en varios lugares hasta llegar a Chicago en 1929. Allí continuó cumpliendo sus deberes pastorales en el marco de la Iglesia Católica. Su padre era Eugenio I. Werchobsky y su madre María C. von Stein. George Butmi de Katzman, antiguo teniente en la Guardia Imperial de Rusia, era amigo de la familia.

Inmediatamente después del Caso Dreyfus en Francia, Butmi viajó a París. Cuando regresó a San Petersburgo, trajo varios manuscritos que pidió traducir al ruso. La traducción fue hecha por la mujer de

Butmi y la madre del Padre Werchobsky. Esta fue la traducción que apareció luego bajo el nombre Los Protocolos de los Sabios de Sión. En su declaración jurada, el Padre Werchobsky declaraba que Los Protocolos de los Sabios de Sion eran un fraude y una falsificación, y que le entregaba esa declaración (a Livingston) solamente en aras de la verdad. También agregó que conoció personalmente a varios de los implicados en la publicación del documento, incluyendo a Sergei F. Sharapoff, director del semanario Russky Trud ("La Verdad Rusa"), que era una publicación especialmente antagónica al Conde Witte.

El grupo luchaba ferozmente contra el intento del Conde Witte de introducir en Rusia el standard oro, para atraer inversiones extranjeras. Witte se inclinaba a formar una alianza con Francia, mientras que sus oponentes buscaban aliarse con Alemania. Era bien sabido que el Conde Witte quería mejorar las condiciones de vida de los judíos en Rusia, y que proponía cancelar ciertas leyes represivas. La publicación de los Protocolos fue empleada para socavar su influencia sobre el Zar y la familia real.

El Sr. Lucien Wolf, en su artículo "Las Tonterías de Nilus", resumió las explicaciones ofrecidas por Nilus sobre el origen del documento publicado como los Protocolos:
"Según una explicación, los Protocolos los obtuvo de un difunto amigo, quien los había recibido de una mujer, asimismo fallecida, quien los robó de uno de los líderes más influyentes y elevados de la

Francmasonería ... . De acuerdo a la otra no hubo una mujer intermediaria, y ningún robo a un Francmasón francés, sino que todo el asunto fue ejecutado por al difunto amigo por sí sólo, quien hizo una búsqueda en las Oficinas Centrales de la Sociedad de Sion en Francia ... . En la tercera edición aumentada de su obra, publicada en 1911, ... nos cuenta que los documentos no llegaron de Francia, sino de Suiza, que no eran judeo-masónicos, sino Sionistas, y que eran los protocolos secretos del Congreso Sionista reunido en Basilea en 1897."

De todos estos testimonios, la conclusión más verosímil es que los Protocolos en su versión francesa fueron preparados por los agentes de la Okrana en París, quienes le entregaron el manuscrito a Butmi y éste a su vez se lo entregó a Nilus, cuya condición de monje le daría más prestigio a la publicación.

Aunque los líderes rusos ilustrados no creían realmente en la veracidad de los Protocolos, les resultaban útiles para fomentar el odio a los judíos.

Algo sobre el Congreso Sionista de Basilea

Ya que algunos escritores se empeñan en atribuir los Protocolos al primer Congreso Sionista, convocado por el Dr. Theodor Herzl, no está demás dar algunas explicaciones acerca de este congreso, su verdadero objeto, y sus resoluciones, todo lo cual está ampliamente documentado en forma histórica. El movimiento sionista fundado por Herzl y unos pocos simpatizantes, era simplemente un llamado al pueblo judío a retornar a su patria ancestral, Judea (luego llamada Palestina por los romanos), que a fines del siglo XIX formaba aún parte del imperio Otomano. El objetivo principal era solucionar el "problema judío" de los países europeos, especialmente, mediante la emigración de los judíos. En Palestina, los judíos volverían a ocuparse de la agricultura, la construcción y otras actividades que les habían estado vedadas por cientos de años en sus lugares de dispersión. La palabra "Sionismo" fue acuñada por el periodista Nathan Birnbaum, quien la usó en su revista Auto emancipación el 1° de abril de 1890.

El primer Congreso Sionista mundial tuvo lugar en la ciudad suiza de Basilea, los días 29, 30 y 31 de agosto de 1897. El centenario del Congreso fue celebrado hace pocas semanas. Las deliberaciones tuvieron lugar en el Casino Municipal de Basilea en seis sesiones, comenzando la primera a las 9 am y la segunda a las 3 pm de cada uno de los tres días que duró el Congreso. Los idiomas empleados fueron el hebreo y el alemán, y las actas del Congreso (un volumen de varios cientos de páginas) fueron asimismo publicadas en estos dos idiomas.

Entre los delegados al Congreso se contaban delegados de la mayoría de los países europeos (pero no de España ni de Portugal). De los países árabes, sólo llegaron 10 delegados de Argelia. Ninguno de países como Egipto, Siria, Irak y Yemen, a pesar que allí existían grandes y antiguas comunidades judías. De América llegaron solamente cuatro delegados de los Estados Unidos, y no hubo ningún representante del resto de los países americanos.

Las verdaderas resoluciones del Primer Congreso Sionista fueron la creación de un organismo (la Organización Sionista Mundial) para llevar a la práctica el programa sionista, el planteamiento de la creación de un Fondo Nacional para comprar tierras en Palestina, desecar los pantanos, construir caminos y plantar bosques, y la decisión de seguir reuniéndose en forma periódica en Congresos Sionistas que constituirían la autoridad máxima del movimiento Sionista.

La verdad sale a luz

En 1921, un miembro de la redacción del diario Times de Londres, Philip Graves, quien se encontraba entonces en Constantinopla (Estambul), encontró una copia gastada de un libro en francés titulado Diálogos en los Infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu, o la Política de Maquiavelo en el siglo XIX. El autor era anónimo ("Por un Contemporáneo") y la impresión fue hecha en la imprenta de A. Mertens e Hijos en Bruselas, en 1864. El libro - como descubrieron rápidamente los miembros de la redacción del Times - había sido escrito en 1858 por Maurice Joly, un abogado francés. En su novela, en forma de un diálogo de ultratumba entre Montesquieu y Maquiavelo, Joly atacaba a Napoleón III. El resultado fue que Joly fue encerrado en prisión por quince meses.

Graves se dio cuenta inmediatamente del parecido extraordinario entre estos Diálogos y los Protocolos de Nilus. Había párrafos enteros que habían sido copiados literalmente, mutatis mutandis por el cambio entre diálogo y monólogo.

Graves había hecho un descubrimiento de la mayor importancia. En tres largos artículos publicados en el Times de Londres de los días 16, 17 y 18 de agosto de 1921, reveló la verdad sobre la falsedad de los Protocolos. Graves demostró que Nilus había simplemente plagiado los Diálogos de Joly, cambiando el original y agregando material (en parte copiado de Goedsche) para servir a sus propósitos.

Posteriormente se publicaron muchas revelaciones respecto al documento fraudulento. En 1933 se publicó una comparación párrafo por párrafo de los textos de Joly y de Nilus, demostrando su parecido o identidad. Otra comparación aparece en el apéndice del libro Questions and Answers Concerning the Jew (Preguntas y respuestas respecto a los judíos), publicado por la Liga Contra la Difamación de la Bené Berit. En el libro ya antes citado del Profesor Ferrer Benimeli, hay una comparación de párrafos selectos, que ocupa 8 páginas (pp. 157-164), demostrando el paralelismo entre ambos textos.

Pese a que la Iglesia Católica no se ha caracterizado en general por su afecto ni hacia los masones ni hacia los judíos, es un hecho notable que una de las revelaciones de la absoluta falsedad de los Protocolos fue escrita por el R.P. Pierre Charles, S.J. y publicada en la Nouvelle Revue Théologique de Bélgica en enero de 1938. Les ruego tomar nota de la fecha, estamos en Europa en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, los regímenes totalitarios de Hitler y Franco (y en menor grado, Mussolini) han desencadenado una violenta campaña antisemita y antimasónica. Todos los que seguían el desarrollo de los acontecimientos se daban cuenta que la guerra era inminente, y que el poder militar germano aplastaría a sus vecinos, incluyendo a Bélgica.

El Padre Charles tiene que haber sido un hombre de un coraje excepcional, integridad y amor al prójimo, para atreverse a publicar en esos momentos su refutación de los Protocolos. También sus superiores, que autorizaron la publicación, hicieron alarde de un sentido de justicia y humanidad muy escaso en la Europa de esos años.

Algunos paralelos

Aunque dentro del marco de esta conferencia es imposible realizar una comparación minuciosa entre el original francés de Joly y la fraudulenta versión de Nilus, daré lectura a unos pocos trozos selectos para dar una idea de lo que estamos hablando. Las personas interesadas pueden consultar la obra del Profesor Ferrer Benimeli o alguna de las obras citadas al comienzo, donde se citan muchos párrafos mostrando el paralelismo entre ambas obras.

Diálogo de Joly, p. 75:

Organizaré, por ejemplo, inmensos monopolios financieros, reservas de la fortuna pública, de los que dependerá tan estrechamente la suerte de todas las fortunas privadas, que serán absorbidas con el crédito del Estado al día siguiente de toda catástrofe política. Vos sois economista, Montesquieu; pesad el valor de esta combinación.

Protocolos de Nilus, p. 42:

Bien pronto organizaremos enormes monopolios - colosales reservas de riquezas - en los que las fortunas de los cristianos, incluso las grandes, dependerán de tal forma de ellos, que serán absorbidas con el crédito de los Estados al día siguiente de una catástrofe política. Señores economistas aquí presentes, considerad la importancia de esta combinación.

Diálogo de Joly, p. 77:

Es preciso llegar a que en el Estado haya solamente proletarios, algunos millonarios y soldados.

Protocolos de Nilus, p.45:

Es preciso que en los Estados haya solamente proletarios, algunos millonarios ... y soldados.

Diálogo de Joly, p. 159:

Sila volvió deificado, nadie tocó un cabello de su cabeza.

Protocolos de Nilus, p. 93:

Sila estaba deificado (nadie tocó un cabello de la cabeza de Sila).

Hay que señalar que a veces Nilus se equivoca, pierde el hilo y no sabe quién está hablando, mezclando los juicios contradictorios de los dos personajes en la obra de Joly.

En total hay más de 160 pasajes en los Protocolos, correspondientes a un cuarenta porciento del texto total, que están evidentemente basados en pasajes en Joly. En nueve de los capítulos, el texto copiado alcanza a más de la mitad.

Un pequeño detalle grotesco es la cita en Latín - la única en los Protocolos: Per me reges regnant. (Por mí reinan los reyes). Esta es una cita del libro de los Proverbios, 8, 15, en su traducción católica (la Vulgata). Es inconcebible que en el Congreso de Basilea, donde muchos si no todos los participantes hablaban o entendían el hebreo, hubieran usado una traducción católica de la Biblia, en vez del original hebreo: Bi Melajim Imlejú.

El ataque a la Masonería contenido en la obra de Nilus aparece al pasar en muchos párrafos del libro.

Por ejemplo, en el Protocolo No. 11: "Esto es lo que ha servido de base para nuestra organización de

UNA MASONERIA SECRETA DESCONOCIDA POR ESTE GANADO "GENTIL", Y CUYOS OBJETIVOS

NI SIQUIERA LOS SOSPECHA, ATRAIDO POR NOSOTROS AL EJERCITO TEATRAL DE LOGIAS MASONICAS PARA ECHAR TIERRA EN LOS OJOS DE SUS MIEMBROS."

El Protocolo No. 15 es quizás el más interesante del punto de vista masónico, conteniendo frases como "crearemos y multiplicaremos logias masónicas libres [evidentemente, Joly no entendía el nombre Francmasón] en todos los países del mundo. ... Pondremos todas estas logias bajo una administración central, conocida sólo por nosotros. ... Entre los miembros de estas logias estarán casi todos los agentes policiales internacionales y nacionales."

Tenemos aquí todos los elementos de las teorías conspirativas, y no vale la pena tratar de discutir con quien está dispuesto a creer estas necedades, haciéndole ver, por ejemplo, la independencia guardada celosamente por las Grandes Logias de todo el mundo, o que las policías secretas de los regímenes totalitarios se cuentan entre los enemigos más rabiosos de la Masonería.

Otro testimonio de primera mano

Los tribunales han dictaminado más de una vez que los Protocolos son una falsedad y un plagio. Por ejemplo, en mayo de 1935, un juez suizo en Berna, juzgando una persona acusada de distribuir literatura sediciosa, declaró: "Considero que los Protocolos son una falsificación, un plagio y una tontería". Sin embargo, la propaganda Nazi hizo enérgico uso de los Protocolos para justificar sus políticas racistas y su reimpresión y distribución es una de las principales ocupaciones de los círculos antisemitas en todo el mundo, hasta hoy.

Declarando en este juicio, el Conde A.M. du Chayla proporcionó importantes informaciones sobre Sergei Nilus, a quien conocía de cerca. Durante la primera Guerra Mundial, el Conde du Chayla comandó un escuadrón de cosacos del Don, y fue condecorado por heroísmo. En 1909, pasó nueve meses en el monasterio de Optina Poustina, donde fue vecino de Nilus, con quien trabó una estrecha amistad. Nilus le habló con frecuencia de los Protocolos y le mostró el documento original y los comentarios que estaba preparando.

"Nilus le presentó a du Chayla una cierta Mme. K, quien había sido su amante en París, y después que Nilus se casó vino a vivir con él y su mujer. La señora Nilus era una mujer débil de carácter y no puso objeciones a este arreglo. Nilus le contó a du Chayla que, mientras estaban en París, la señora K había conocido un cierto General Ratchkovsky, quien le había entregado el manuscrito de los Protocolos, que según él los había sustraído de los archivos secretos de los Francmasones".

El General Ratchkovsky era uno de los agentes de la Okrana, la tristemente famosa policía secreta rusa zarista.

Después que se reveló el plagio, algunos antisemitas inventaron una "explicación" para la identidad entre los textos. Según ellos, Joly era en realidad un judío bautizado cuyo verdadero nombre era Moses Joel y que, naturalmente, era comunista y había sido fusilado en 1871. Que Joel tenía que haber estado en conocimiento de plan judeo-masónico de conquista mundial, ¡y que por lo tanto era natural que su libro y los Protocolos coincidieran!

La verdad histórica, según se ha podido averiguar, es que Maurice Joly era un monarquísta y antisemita, descendiente de una vieja familia francesa católica, muchos de cuyos miembros sirvieron como funcionarios públicos.

Los Protocolos se extienden

Como lo hace notar Ferrer Benimeli, el éxito editorial de los Protocolos fue indiscutible. En el British Museum de Londres se conservan 43 ediciones distintas. Especialmente en los años treinta, época de auge del fascismo y del nazismo, anotamos no menos de 28 ediciones y traducciones, impresas en los cuatro rincones del orbe.

La primera traducción a otro idioma fue hecha por un alemán, el capitán Müller von Hausen, escribiendo bajo el seudónimo de Gottfried zur Beck, quien agregó numerosas notas y comentarios al apéndice de Nilus - es decir, los Protocolos - y los incluyó en las páginas 68 a 143 de un libro suyo que lleva por título Die Geheimnisse der Weisen von Sion (Los secretos de los Sabios de Sión). Von Hausen dedicó su libro "a los príncipes de Europa" como advertencia contra la conspiración judía que amenazaba tronos y altares.

Su publicación fue patrocinada por la nobleza alemana y se hicieron ediciones populares de bolsillo para alcanzar una máxima difusión.

En 1920 los Protocolos fueron traducidos al polaco, y aparecieron también ediciones en los Estados Unidos e Inglaterra. Poco después también en Suecia, Japón, Portugal y Francia. En 1925 se publicó en Damasco una edición en árabe, que se difundió por todo el Medio Oriente.

La primera edición de los Protocolos en España data de 1927, llevando el título Los peligros judeo masónicos. Los Protocolos de los Sabios de Sion. Hubo numerosas ediciones posteriores. En los Estados Unidos los Protocolos obtuvieron el apoyo de un importante "creyente", el industrial automovilístico Henry Ford. No conocemos la razón para el antisemitismo de Ford, pero el hecho es que no sólo financió de su bolsillo varias ediciones del libro, sino que creó una revista (The Dearborn Independent) especialmente para denunciar el peligro judío. Eventualmente, Ford reunió sus artículos antisemitas en un libro que tituló El Judío Internacional. El libro fue rápidamente traducido al alemán por Théodor Fritsch y en 1922 ya había alcanzado 22 ediciones. Tanto el libro de Ford como los Protocolos se convirtieron en elementos indispensables en la propaganda antisemita de los Nazis.

Las secuelas

Los Protocolos, como ya lo hemos hecho notar, se transformaron en la "Biblia" de los antisemitas y anti masones. Adolf Hitler los usó como justificación para su política de persecución racial, que culminó, como sabemos, en la "Solución Final", es decir el Holocausto - el asesinato en masa de millones de hombres, mujeres y niños judíos por el sólo "crimen" de ser judíos.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, y después de la revelación de los crímenes inconcebibles contra la humanidad perpetrados por la Alemania Nazi, y el exterminio de un tercio del pueblo judío, se podría haber esperado una actitud más crítica hacia los Protocolos, cuya falsedad ya estaba demostrada hasta la saciedad.

El Holocausto mismo vino a demostrar, en la forma más trágica y palpable posible, la absoluta necedad de los presuntos "planes de dominación mundial" descritos en los Protocolos. Sin embargo, el odio antisemita y antimasónico no tiene relación alguna con la lógica. sino con la psicopatología. Los antisemitas simplemente han optado por negar la existencia del Holocausto, alegando que los campos de exterminio, cámaras de gases, miles de testimonios, fotos, películas y confesiones de algunos de los criminales implicados en el Holocausto no son sino invenciones y mistificaciones.

La propaganda antisemita y antimasónica sigue apareciendo sin tregua. En junio de 1992 fue publicado en un periódico turco un folleto de 40 páginas, a todo color, coincidiendo con la celebración del Quinto Centenario de la bienvenida otorgada por el imperio Otomano a los judíos expulsados de España. La publicación se titula El Ultimo Mensaje y lleva en la primera página una foto de Kemal Atatürk, el padre de la república turca, con el lema: "Siguiendo tus pasos". El titular siguiente promete revelar los secretos de la Masonería, pero la lectura del texto demuestra que se trata simplemente de otro opúsculo de propaganda rabiosamente antisemita. En el interior hay una foto de Hitler con el título "Los judíos me financiaron", y una de Mussolini diciendo "Soy un Sionista".

De especial interés para nosotros es la ilustración en forma de pirámide truncada, con el ojo que todo lo ve dentro de un triángulo en la cima de la pirámide. Luego, en niveles decrecientes, se "revela" la estructura del poder mundial judío: en la cima, 3 judíos Cabalistas, luego el Sanhedrín (compuesto por 70 Sabios), debajo de ellos la Bené Berith y algo llamado Bilderberg "fundado en Holanda en 1954 con dinero de Rockefeller y Rothschild". Nadie ha descubierto aún a qué se refiere ese nombre. El nivel siguiente es ... la MASONERIA, así, en letras grandes. Finalmente, debajo de la Masonería están los Rotarios, los Leones y ... créanlo o no, el "Diners Club".

Las 40 páginas del folleto están repletas de revelaciones fascinantes, como por ejemplo que la palabra "Nazi" es el nombre de los judíos europeos (evidentemente, para el autor no existe diferencia entre "Ashkenazi"y "Nazi"). Hitler fue financiado por los banqueros judíos, y el financista judío Bernard Baruch, "dueño de 243 de las 246 fábricas de municiones en los Estados Unidos" es quien organizó la segunda Guerra Mundial.

Es fácil tomar a la risa esta triste versión turca "corregida y aumentada" de los Protocolos, pero el asunto es muy serio. Turquía es un país musulmán, que lucha por mantener la tradición laica impuesta por los fundadores de la República Turca a comienzos de los años 20. Los fundamentalistas islámicos están luchando ferozmente por recuperar el poder, apoderarse de la educación primaria y transformar a Turquía en otra nación islámica al estilo de Irán. En esta lucha el uso del antisemitismo - conjugado en los ojos de dichos círculos con el Sionismo - y la anti masonería son algunas de sus armas principales.

Los Protocolos se siguen publicando, como si nada hubiera pasado. Su popularidad continúa hasta el día de hoy. En el último volumen publicado por la Universidad de Tel Aviv de su encuesta anual del antisemitismo en el mundo, correspondiente al año 1995, se anotan los Protocolos como una excusa para actos de terrorismo árabe en Villeurbanne, Francia (p. 10) y nuevas ediciones de los Protocolos en los Estados Unidos, Estonia, Eslovaquia, Ucrania, Irán, Dinamarca, y una traducción al griego publicada en Australia (!).

Conclusiones

Conclusiones del R.P. Pierre Charles:

1. Si se los toma como un programa, los Protocolos ... son sólo una serie de divagaciones sin importancia, que delatan a cada momento la incoherencia del redactor y su ignorancia de las nociones más elementales. Nadie podría jamás llevar a ejecución ese programa, porque hormiguea de contradicciones y de insanias visibles.

2. Es cosa probada que estos Protocolos son una falsificación, plagiada torpemente de la obra satírica de Maurice Joly y compuesta con el fin de hacer odiosos a los judíos, excitando contra ellos las pasiones irreflexivas y ciegas de la muchedumbre.

3. El Congreso Sionista de Basilea no tiene que ver absolutamente nada con la composición de los Protocolos.

4. Se puede discutir sobre el fin perseguido por los autores de la falsificación. Parece, en verdad, que debe relacionárselo con la situación interna de Rusia y con el manifiesto zarista del 30 de octubre del mismo año. Pero para no mezclar conjeturas en una conclusión clara de por sí, no queremos examinar este punto.

A lo anterior podríamos agregar la evidente falsedad de la relación entre judaísmo y Masonería, de la que ya hablamos antes. También se ha querido relacionar la Masonería con el Comunismo, lo que no pasa de ser un absurdo tan grotesco como el anterior, si recordamos que la Masonería fue prohibida y los masones fueron perseguidos por todos los regímenes comunistas, comenzando con la Unión Soviética. En 1922 la Cuarta Internacional Comunista declaró que la Masonería y el Comunismo son incompatibles, y un par de años más tarde la policía secreta rusa liquidó los últimos vestigios de Masonería arrestando a los pocos Masones restantes. Algo similar ocurrió en todos los países de la órbita soviética, donde la Masonería estuvo estrictamente prohibida mientras duró el régimen comunista.

La única excepción conocida a esta regla general es la de Cuba, donde la Orden continúa funcionando - bajo estrecha supervisión policial - pero no ha sido suprimida.

La lucha entre los hijos de la luz y los sectarios del odio y la intolerancia no sólo no ha terminado, sino que se está agravando. En países de larga tradición democrática, como Inglaterra y los Estados Unidos, la anti masonería ha vuelto a florecer y está alcanzando nuevos niveles de fanática actividad. Las oportunidades ofrecidas por la tecnología electrónica - especialmente el Internet - han sido rápidamente aprovechadas por los antisemitas y anti masones, mientras que del lado de la Masonería la reacción es muy lenta y podemos decir que está en sus comienzos. En el escenario mundial, el renacimiento de la Masonería en los países sucesores del imperio soviético es sumamente despaciosa y difícil, mucho más de lo que se suponía hace pocos años atrás.

Por otra parte, siguen habiendo numerosas naciones en el mundo - especialmente aquellas con regímenes islámicos - donde la Masonería está prohibida hasta el día de hoy.