Manuel Capella
Un poco de Historia
Nadie está completamente seguro de cómo y cuando comenzó el hipnotismo. Resulta evidente, que lo que hoy llamamos trance hipnótico, ha estado vinculado al ser humano a lo largo de su evolución natural. Desde que existe la especie humana y por consiguiente una mente pensante, ha existido sin duda alguna la Hipnosis. De todas formas, ya encontramos referencias históricas sobre la Hipnosis en el antiguo Egipto. Dichos testimonios nos hablan de unos "templos del sueño", dónde se practicaba técnicas asombrosamente similares a las que conocemos actualmente sobre la Hipnosis.
¿Pero qué es la Hipnosis?. ¿Qué hay de cierto en los espectáculos sobre hipnotismo que vemos en la televisión?. ¿Es perjudicial la Hipnosis? ¿Todo el mundo puede ser hipnotizado?. Estas son, entre otras, las preguntas más corrientes que la gente suele hacerse sobre el fenómeno hipnótico. Vamos a tratar de responder alguna de ellas.
Adentrándonos en la realidad
En primer lugar a la Hipnosis se la podría definir como una situación alterada de conciencia. ¿Por qué alterada?. Porque es un estado provocado por alguien o por algo. El ser humano posee dos estados ordinarios de existencia: el de vigilia, y el onírico o del sueño. A estas dos formas de existencia las personas llegamos de una forma natural. Sin embargo, al estado hipnótico, sólo podemos llegar mediante una serie de técnicas y motivaciones, provocadas por el hipnólogo.
La Hipnosis se puede emplear dentro del ámbito de la Parapsicología, también como método terapéutico y finalmente como espectáculo. Personalmente soy un detractor de esto último y no merece la pena tan siquiera detenernos en ella. Aunque sería conveniente precisar, que muchas de las personas que suelen presentarse como voluntarios dentro de la Hipnosis teatral, en el fondo de ellos, subyace un cierto grado de protagonismo y de llamar la atención.
La Hipnosis, no es en absoluto peligrosa, si partimos de la base, de que quien la practique, además de dominar y conocer la técnica, posea un alto grado de ética, como en cualquier otra actividad. A nadie se le puede inducir sugestiones o ideas que vayan en contra de sus principios éticos y morales. Si a una persona hipnotizada le ordenamos algo en contra de sus convicciones, dicha persona responderá con cierto grado de agitación y saldrá del estado hipnótico...
Se reconocen tres grados de Hipnosis. Al primero o ligero, prácticamente todo el mundo puede llegar, si exceptuamos a las personas con un grado de deficiencia mental importante, que les impida concentrarse en las inducciones del hipnólogo. Al último grado o más profundo, solo pueden llegar entre un veinte o treinta por ciento de las personas, aunque el porcentaje aumenta considerablemente, conforme se va aprendiendo a concentrarse y adquiriendo confianza en el hipnoterapeuta. Tampoco se puede, ni se debe, hipnotizar a niños muy pequeños, ya que tampoco poseen ese nivel de concentración.
Para producir la Hipnosis no hace poseer ningún tipo de poder especial, simplemente el hipnólogo se basa en una serie de técnicas, por lo que el aspecto mágico o sobrenatural del fenómeno, queda por supuesto descartado.
En definitiva, lo deseable es que vayan desapareciendo muchos tabúes y malentendidos sobre este fenómeno. En cualquier caso y bien aplicada la Hipnosis, es una formidable herramienta para investigar y desentrañar, los todavía hoy muchos, insondables misterios de la mente humana.
¿ Se pueden visitar otras vidas anteriores a través de la hipnosis ?
Dentro de las muchas aplicaciones que contiene la Hipnosis, el fenómeno de la regresión hipnótica, seguramente es el más llamativo, apasionante, sugestivo y por supuesto el más polémico. Dicho fenómeno consiste en hacer recordar al sujeto hipnotizado vivencias de su pasado, siendo posible acceder a recuerdos prenatales e incluso llegando más lejos en el tiempo, traer a la memoria algo perteneciente a antes de su nacimiento. La persona hipnotizada puede verse en algún lugar o situación que nada tienen que ver con su vida actual, lo que para muchos sería una prueba de la existencia de la reencarnación.
Hay varias explicaciones, más o menos consistentes, a este fenómeno. La primera de ellas, se basaría en la memoria genética; es decir, que cada uno de nosotros ha recibido una información mediante los genes que nuestros antecesores nos han ido transmitiendo. En realidad, no serían vivencias de una vida anterior nuestra, sino simplemente de otro ser humano que nos precedió en un pasado más o menos lejano. Otra hipótesis, defendida por los más incrédulos, explicaría el fenómeno identificándolo como simples fantasías, que exteriorizamos asumiéndolas como propias. Si alguien, por ejemplo se ha sentido fascinado en su infancia con Julio César, Napoleón o Cleopatra, esta persona en estado hipnótico asumiría ese papel.
Otra explicación recurriría a la teoría del inconsciente colectivo. ¿Qué es ésto?. Pues una especie de almacén psíquico gigantesco o alma colectiva, donde estarían integradas todas las vivencias de la humanidad, desde que apareció el primer ejemplar de la raza humana sobre la Tierra, hasta que desaparezca el último de nosotros sobre este planeta. En un estado alterado de conciencia como es la Hipnosis, recabaríamos esa información allí almacenada y al igual que el caso anterior, la asumiríamos como propia.
Y la última y quizás para la mayoría, la más consistente, es que efectivamente existe la reencarnación y ¿por qué no?, lo que nos narra el individuo hipnotizado, corresponde a algo vivido en un vida anterior suya, encarnado en otro cuerpo, en un tiempo y lugar diferentes al actual.
Personalmente quiero ser muy cauto en esta cuestión y no me gustaría definirme abiertamente por ninguna de las hipótesis anteriormente expuestas. ¡Porque cuidado!; en muchas ocasiones nos hemos hallado ante la paradoja de que varias personas han afirmado haber sido el mismo personaje histórico; por ejemplo, como antes mencionaba, Napoleón, Cleopatra, e incluso San Juan el Bautista o Buda.
No obstante, debemos recordar la ley física que nos recuerda, que la energía nunca desaparece, sólo se transforma. Nosotros somos energía y si creemos en la reencarnación, seguramente nos es más fácil comprender muchas cosas que suceden a diario a nuestro alrededor. Y por otra parte ¿acaso no es todo cíclico en el Universo?. Vemos que después de un frío invierno, siempre viene una primavera y después de una noche, siempre amanece un nuevo día.
La curación hipnótica
Otro ámbito primordial de la Hipnosis, es su aspecto clínico o terapéutico. Comprende dos grandes sectores: el primero es el de las aplicaciones médicas en general. Por ejemplo la utilización de la Hipnosis como método anestésico constituye una de las utilidades más conocidas dentro de la medicina. Recientemente, la odontología es uno de los campos médicos donde existe un auge mayor con respecto a las prácticas hipnóticas, siendo bastante efectiva en el tan temido "dolor de muelas". También es utilizada dentro de la cirugía, como suplemento o complemento a la anestesia. El otro campo está integrado dentro de la Psiquiatría y Psicología, recibiendo el nombre de Hipnoterapia. Esta técnica consiste en influir sobre el subconsciente del sujeto, con la finalidad como cualquier otra psicoterapia, de aliviar o transformar unas pautas de conducta indeseadas. Cualquier desarreglo de tipo psíquico puede ser tratado mediante Hipnosis; fobias, depresiones, ansiedad, tics nerviosos, insomnio, etc. Aunque hay que advertir que para realizar una buena Hipnoterapia, hay que tener en cuenta infinidad de aspectos que sólo conocen bien y pueden manejar correctamente los profesionales de la salud; médicos, psiquiatras, psicólogos y terapeutas instruidos en el complejo mundo de las psicopatologías.
La Hipnoterapia posee la ventaja de poder adentrarnos en el subconsciente del paciente de una forma rápida. Las herramientas primordiales en que se apoya son la sugestión y la palabra. Así pues, la Hipnoterapia trata de introducir ideas de curación, que después se desarrollarán inconscientemente y producirán un reflejo condicionado no controlado- en la mente del paciente. La sugestión es un elemento que está siempre presente, nos demos cuenta o no, en prácticamente todos los actos de nuestra vida cotidiana. Nos encontramos en un estado de constante bombardeo por parte de las sugestiones. Y esto es, casi decir lo mismo, que vivimos en continuo estado de Hipnosis. Y las sugestiones tienen un efecto primordial en nuestra vida. Si no, recordemos, ¿Cuántas veces hemos cambiado un manera nuestra de obrar o pensar a raíz de un comentario de alguien sobre nosotros?. La sugestión no existe por sí misma, sino en tanto que se transforma en autosugestión en el otro.
Para utilizar de manera adecuada las sugestiones es esencial el uso correcto de la palabra. Las palabras no solo significan una realidad, sino que la crean. Repite varias veces la palabra limón y observarás como tus glándulas salivares empiezan a funcionar. Las palabras manifiestan nuestros pensamientos. Y nuestros pensamientos se transforman en realidad. La persona que siempre dice encontrarse mal, acabará al final contrayendo la enfermedad. Sin embargo repite "Cada estoy mejor. Me siento joven y lleno de vitalidad" y verás como es una forma de activar el proceso de curación de cualquier dolencia. Desde luego, en las palabras y pensamientos influye poderosamente la mayor emotividad o carga afectiva que pongamos en ellos.
Si una persona necesita sugestiones de tranquilidad, dotémoslas de calma y serenidad; si requiere sugestiones de autoafirmación y seguridad, hagámoslas con voz firme y decidida; incluso si el paciente está falto de cariño y autoestima, démosle en las sugestiones algo de cariño y comprensión.
La Auto-hipnosis
Finalmente añadir que también se puede practicar la autohipnosis, en la cual, por el mismo procedimiento antes expuesto, cada persona debe recurrir a las sugestiones que ella mismo haya escogido, y que crea que son las más apropiadas para mejorar su personalidad. Porque se tratará de reflexiones individuales, adaptadas a sus problemas y deseos. Si la practicas procura identificarte con ellas hasta que hayan penetrado en tu subconsciente; hasta que hayan llegado a formar parte de tu vida. Posiblemente verás, como poco a poco van transformando tu personalidad.
Como vemos, en lo que concierne a ese enorme universo interior, que es la mente humana, hay muchas cuestiones ya resueltas; pero también muchas por esclarecer. Y la hipnósis nos puede ayudar a ello.
¿Qué es la Hipnosis?. ¿Qué hay de cierto en esos espectáculos sobre hipnotismo que vemos habitualmente en la televisión?. ¿Puede ser peligrosa la Hipnosis?. Estos son algunos de los interrogantes mas comunes que envuelven este fenómeno. Porque la Hipnosis siempre ha estado envuelta entre el misterio y la incredulidad. Tratemos de esclarecer alguno de estos interrogantes.
Vamos a comenzar definiendo la Hipnosis como un estado alterado y peculiar de conciencia. ¿Por qué alterado?. El ser humano posee dos estados naturales de conciencia. Cuando nos encontramos despiertos (vigilia) y cuando dormimos (onírico). Sin embargo en la Hipnosis existe un estado provocado, no natural, el cual es inducido por una serie de sugestiones que realiza el hipnólogo.
Para producir la Hipnosis no se requiere ser portador de ningún poder ni don especial, simplemente el hipnólogo se basa en una serie de técnicas, por lo que el aspecto mágico o sobrenatural del fenómeno queda descartado. Tampoco es necesario vestirse de una forma estrafalaria como vemos a veces. En definitiva, cualquiera puede practicar la Hipnosis, siempre que tenga como en cualquier otra actividad profesional, los conocimientos necesarios.
La Hipnosis se puede emplear dentro del ámbito de la Parapsicología, también como método terapéutico y finalmente como espectáculo. Personalmente soy un detractor de esto último, es decir de la Hipnosis teatral, ya que solo sirve para desprestigiar un fenómeno que puede ser muy útil al ser humano, tanto en el desarrollo de una serie de potencialidades latentes en él, como en solucionar o mitigar en gran medida desequilibrios de tipo psicológico.
Con la Hipnosis accedemos directamente al subconsciente de la persona hipnotizada y con ello es más fácil de obtener información del porqué de muchos problemas que el individuo tiene y que a nivel consciente desconoce su causa. Recordemos que el subconsciente graba todas las experiencias de nuestra vida y según hayan sido éstas interfieren en nuestra conducta de una forma u otra. Por lo tanto, como método terapéutico tiene una gran importancia.
Con la Hipnosis también es posible acceder a recuerdos prenatales e incluso a otras posibles vidas anteriores. Y digo posibles, porque existirían otras explicaciones sobre esos recuerdos que nada tienen que ver con nuestra vida actual y que para muchos son una prueba evidente de la existencia de la reencarnación. Recordarán nuestros lectores que ya hablamos de ello, en otro artículo anterior concerniente a la reencarnación.
La Hipnosis no es en absoluto peligrosa, si partimos de la base de que quien la practique sea un profesional con un nivel suficiente de ética y conocimientos de lo que lleva entre manos, como sucede en cualquier otra actividad en la vida. Hay que destacar que si a una persona hipnotizada le ordenamos hacer algo que vaya en contra de sus convicciones, dicha persona responderá con un cierto grado de agitación. Por lo tanto, a nadie se le puede inducir a que actúe en contra de sus principios éticos y morales. Por ejemplo, cuando vemos en la televisión que a una persona hipnotizada se le hace andar a cuatro patas o hacer cualquier otra tontería, en el fondo de esa persona, subyace un grado bastante importante de deseos de protagonismo y de llamar la atención.
Se reconocen tres niveles dentro de la hipnosis. Al primer grado o ligero, prácticamente todo el mundo puede llegar, si exceptuamos a quienes posean una deficiencia mental importante, que les impida concentrarse en las inducciones del operador. El segundo nivel correspondería a un estado en el que el hipnotizado empieza a obedecer las sugestiones que se le dan. Sugestiones como pesadez en uno de los brazos, sentir calor en las manos, etc. Al último grado o más profundo, solo pueden acceder entre un veinte o treinta por ciento de individuos, aunque el porcentaje aumenta considerablemente si la persona va adquiriendo confianza con el hipnólogo y aprendiendo a concentrarse. Tampoco se puede hipnotizar a niños muy pequeños ya que no poseen prácticamente poder de concentración.
A nivel terapéutico, pensamos que la Hipnosis es de una enorme utilidad en el tratamiento de muchos desequilibrios de tipo psicológico, como fobias, depresiones, ansiedad, tics nerviosos, insomnio y un largo etc. A esta aplicación se le conoce como Hipnoterapia. No es una terapia que cure a nadie tocándole con un dedo su frente y desapareciendo por arte de magia todos sus problemas. No, no va por ahí la cosa, como aparentemente sucede en los shows televisivos.
La Hipnosis terapéutica nos ayuda a penetrar en lo más profundo y recóndito del ser humano. Allí, donde nuestra mente consciente tiene prohibido el paso. A esos recuerdos bloqueados de nuestra mas temprana infancia, que tanto nos condicionaron. A esas impresiones que en estado de gestación nos marcaron para siempre. Y tal vez, vamos de momento a dejarlo en la duda, a sensaciones arrastradas de una vida anterior. Pero en definitiva, en lo que sí nos va a servir la Hipnosis, es para ahondar e investigar, en los demasiados todavía hoy, misterios que ocultan la mente y el alma humanas.