miércoles, junio 15, 2022

Nigromantes y Magia Negra

Los hombres temen a la muerte por encima de todo. La mayoría es feliz criando a sus hijos para asegurarse que su linaje no desaparecerá tras su muerte. Reyes y Emperadores erigen monumentos para que las generaciones futuras les recuerde, ya que de esta forma algo de ellos perdurará después de su muerte. Pero algunos individuos recurren a medidas más siniestras y desesperadas. Recurren a las siniestras artes de la nigromancia.

En el mundo de warhammer existe una fuente de poder definitiva: los vientos de la magia. La magia lo impregna todo, y mientras recorre el mundo, los vientos de la magia se dividen en varios tipos de energía, proporcionando a los hechiceros el poder para realizar sus hechizos. Sin embargo, parte de esta energía mágica permanece en forma de una masa de pura magia negra. Esta energía se deposita en lugares de muerte y maldad, lugares dominados por el asesinato y las enfermedades.

Campos de batalla, cementerios y tumbas, sepulcros y fosas comunes atraen esta energía. Esta es la energía utilizada por la magia nigromántica.

La nigromancia es la magia del mundo de los muertos. Un nigromante es capaz de comunicarse con los muertos e invocar a sus espíritus, además de prolongar su vida durante siglos y animar a los cadáveres, creando legiones de Zombis para luchar siguiendo a su voluntad.

Aquellos que practican la más terrible de las artes prohibidas de enfrentarse a grandes peligros. Algunos intentan prolongar sus vidas durante décadas o incluso siglos mas allá de su vida natural. A veces lo consiguen, y conservan su cuerpo físico y lo que queda de su salud mental, pero generalmente el resultado final es mucho más terrible que la muerte. El constante uso de la magia negra absorbe el alma y distorsiona el cuerpo a medida que pasa el tiempo, por lo que los nigromantes adquieren un aspecto cada vez más cadavérico.

No todos los que estudian la nigromancia empiezan teniendo intenciones malignas. La perdida del ser amado, la desesperada necesidad de poder para poder llevar a cabo una causa justa, o simplemente el medio natural a la muerte pueden conducir a un hombre a buscar estos conocimientos prohibidos. Pero la magia nigromántica corrompe todo lo que toca y la constante relación con los muertos vivientes y el miedo a las persecuciones pronto conducen a la locura incluso a aquellos que tienen una mayor fuerza de voluntad.

Los nigromantes se protegen de los efectos negativos de la magia negra canalizando sus poderes a través de criaturas muertas o de sus espíritus. Pero a pesar de todo, los nigromantes humanos se ven lentamente corrompidos por su contacto con la energía oscura. Al final, la muerte los reclama de una forma peculiarmente horrible. Su gran inteligencia sé vera erosionada, su cuerpo totalmente reducido a un fétido cadáver andante y su salud mental vagara perdida por el mar de horrores al que debe enfrentarse en el mundo de los muertos.

Los nigromantes son universalmente odiados. Los habitantes del viejo mundo respetan a los muertos, y los sacerdotes de Morr y los cazadores de brujas persiguen infatigablemente a todos aquellos que intentan impedir el descanso de los muertos. Más de un aspirante a nigromante ha perecido en las llamas purificadoras de los cazadores de brujas.