lunes, junio 13, 2022

Origen y Evolución del Feng Shui

El arte y la ciencia del Feng Shui es tan viejo como la cultura china misma. Se han encontrado ruinas arqueológicas de hace 8.000 años, construidas con reglas de un Feng Shui muy básico en pequeños pueblos en la región de Yangshao.

Esta es la razón por la que estudiar Feng Shui sin tener una idea clara del pensamiento chino hace dificultoso su comprensión y aplicación en términos más modernos. En los primeros tiempos los principios del Feng Shui fueron usados más como criterios para enterrar a los muertos que para armonizar casas. Progresivamente evolucionó hacia formas más depuradas, al igual que toda la cultura china.

Este documento podrá darle una idea certera del origen y la evolución del Feng Shui a través del pensamiento chino, porque son indisolublemente uno.

Se encontrará con una realidad poco conocida, y es que el Feng Shui es el producto de los chinos mismos y de su pensamiento. No es ni budismo ni cristianismo ni comunismo. Sabrá que ha sido perseguido por uno y otros a los largo de los últimos 2.000 años y aún así ha dejado una rica tradición escrita y muy especializada. Termino esta introducción con la idea de que estos estudios tienen una dificultad añadida, la de que nosotros somos y partimos de conceptos que son muy diferentes a los conceptos que manejaban los chinos en la antigüedad, no solo debido a la diferencia espacio-temporal que nos separa, sino a que la estructura mental y nuestras formas de pensamientos son opuestas.

Algunos de nosotros hemos caído en la trampa de no darnos cuenta que una sociedad tan diferente a la nuestra solo podía dar unos resultados diferentes. Entender esto producirá un resultado diferente también.

El pensamiento chino

He decidido comenzar por esta parte porque dentro del mundo del Feng Shui existe una cierta desorientación sobre la cultura china que produce, como es de esperar, mucha opinión y poco hecho.

Personalmente creo que el origen de las diferencias de opinión sobre si el Feng Shui de tal o cual escuela es o no heredera directa de los conocimientos tradicionales es producto, en gran parte, del desconocimiento que tenemos en el mundo hispanohablante a cerca del mundo chino antiguo, medieval o moderno.

La idea es acercarnos a este mundo, alejado culturalmente de nosotros, para así poder entender el fenómeno mucho más claramente.

Para comenzar daremos un paseo por las diferencias entre el modo de pensar de los Chinos de la antigüedad, quienes escribieron y desarrollaron las Teorías sobre Feng Shui en contraste con nuestra manera...

En el pensamiento Chino antiguo lo religioso y lo filosófico van íntimamente ligados. No se ha producido la separación tan clara como la que se ha dado en Occidente y que ha llevado a una concepción dualista de la vida, el pensamiento y la religión. Los chinos no pensaron en términos de rupturas totales, el pensamiento oriental tuvo un carácter continuista, además está marcado por el carácter practico de sus enseñanzas y su base en la vida diaria de las personas, para ellos hay que saber cuidar cada acción dándole su importancia, estando más centrados en el presente.

Dan una gran importancia al culto a los antepasados incluso por encima de los dioses y buscaban la perfección ética y moral. Llevaban una intima relación con la naturaleza y con el ritmo de ésta y practicaban la no-intervención en las cosas y la naturaleza, wuwei, integrándose con ella, buscando la paz consigo y su entorno en la vida. Especialmente debemos remarcar su concepto dinámico del mundo y el tiempo por esto aceptaban los cambios de un modo tranquilo y asimilándolos sin grandes traumas. Esto les llevó a integrar en el marco religioso y de su pensamiento muchas nuevas ideas sin sobresaltos.

Alguna característica mas es que daban importancia a la historia como referencia para el pensamiento ético y político y concedían también mucha importancia a los ritos y al decoro o protocolo social como medios para hacer perdurar la armonía en la sociedad. Por esto mantenían una estructura jerarquizada de la sociedad, dando mucha importancia a las normas y a las leyes sociales que regulan el intercambio social y las relaciones entre los individuos.

D.T. Suzuki definió una vez la mentalidad de oriente diciendo que “la mentalidad de los orientales puede caracterizarse como sintética, totalizadora, no selectiva, deductiva, no sistemática, dogmática, intuitiva (más bien, afectiva), no discursiva, subjetiva, espiritualmente individualista y socialmente dirigida al grupo.”

Este pequeño resumen concentrado puede ayudarnos a enfrentarnos a cualquier producto de origen oriental, sea Feng Shui, tai Ch’i o Qi Gong.

Historia general del Feng Shui

El origen del antiguo arte del Feng Shui hay quien lo atribuye a una ciencia aún más antigua que es el Vastu Vidya. De origen hindú, el Vastu basa sus principios en los libros Vedas que son anteriores al I Ching por lo menos en 1.500 años.

Al principio incluso yo me creía esta teoría, pero el tiempo me ha ido enseñando que es más probable que el origen de los principios del Feng Shui se deban a la mente despierta de los personajes que construyeron la filosofía china durante más de 2.000 años.

Lo que sí sabemos de seguro es que el Feng Shui nace como la consecuencia de una de las modificaciones del I Ching, libro de sapiencia chino, que se asume hecha por el Rey Wen (aproximadamente 1.150 a.n.e.). Por tanto el Feng Shui no es tan viejo como el origen del propio Libro de las Mutaciones, el I Ching, pero sí que sale de él. Es el Rey Wen quien asimila el conocimiento del libro, heredado sobre todo de Fu Shi, a las variaciones del tiempo y a las estaciones del año: Primavera, verano, otoño e invierno y esto es el punto de partida del Feng Shui como la aplicación del I Ching para el espacio. Wen lo que propuso fue, en resumen, que las ideas de Fu Shui fueran adaptadas a las cosas terrestres,

Posteriormente Kung Tse (Confucio) y aún más tarde Lao Tse modifican el libro y aumentan con sus comentarios la sapiencia del mismo y por tanto las aplicaciones que en Feng Shui pueden hacerse del mismo.

Casi todos los sinólogos están de acuerdo que fue en el período de los Han (- 200 a.n.e./ 200 n.e.) donde la cultura china llegó a su apogeo y el Feng Shui no fue la excepción puesto que para la sociedad china de la época todo esto era cuestión de estado, controlado dentro de las cortes por los Perfectos Grandes Astrólogos (Taishi ling).

Los chinos fueron grandes estudiosos del cielo porque consideraban que debían hacer o construir el cielo en la tierra. Fieles a esta manera de ver las cosas el Feng Shui no es considerado más que un conjunto de técnicas que recrean el cielo en nuestra propia casa. Podemos decir pues que existen grandes analogías entre los planetas y estrellas y el Feng Shui.

Como fue parte activa de la vida del reino, el Feng Shui no pasó inadvertido a las actualizaciones del conocimiento que sufrió la filosofía y Teorías como la del Yin y el Yang así como la de los Cinco Agentes (Wuxing dayi).

El desarrollo de la cultura china ejerció su influencia en los territorios vecinos y el Tíbet no fue la excepción. La influencia china en el Tíbet parece ser tardía ya para cuando el budismo había hecho aparición en el gigante amarillo. El Feng Shui también llegó a Tíbet, pero al contrario que en China no fue adoptado por la corte tibetana.

En el Tíbet esta práctica fue adoptada por una religión minoritaria (Bon Po) llamada Los Bonetes Negros, parte de la cual emigró a Taiwan una vez China invadió el Tíbet en 1.950. Fue desde Taiwan que Los Bonetes Negros saltaron a occidente y con ellos el Feng Shui, de la mano de uno de los Lamas de la religión, llamado Lin Yun.

En la actualidad Lin Yun es reconocido como el líder de la cuarta etapa de la religión en Norteamérica y ha recibido los máximos honores dentro de esta organización incluida la de Rimpoché (reencarnación reconocida). Gracias a sus enseñanzas el Feng Shui ha entrado en occidente y ha hecho buenas migas con la arquitectura, el diseño de interiores y la decoración.

Ha sido después de la actuación pública de Lin Yun que los maestros chinos de este arte, residentes en occidente, se han dedicado a popularizar las técnicas creando ciertos malentendidos y a veces hasta aparentes contradicciones.

Abundando un poco más se puede decir de Lin Yun que nunca ha escrito un libro, aunque últimamente si ha prologado algunos de los libros de sus alumnos, algunos de los cuales han sido traducidos.

Lo que propone dentro de su escuela llamada la Escuela del los Bonetes Negros no es solamente aprender Feng Shui, sino toda una serie de disciplinas orientales bajo una óptica muy particular. Es decir tu no puedes tocar a su puerta y decirle Maestro enséñame Feng Shui, sino que deberás aprender toda la filosofía que él enseña. En realidad esto siempre fue así en la antigüedad. El poder aprender Feng Shui en una academia y separado de la filosofía que origina la aplicación de la técnica, es un hecho meramente occidental.

Lo innovador en Lin Yun es que a la vez que Maestro es un hombre de una gran visión comercial y de su mano el este arte se convierte en una moda y en esta evolución, además, apareció un nuevo aliado que hace propios los principios del Feng Shui: La poderosa industria de la decoración.

Gracias a esta situación Feng Shui ha perdurado en el tiempo y ha dejado de ser la moda para convertirse en el Leit Motiv de la industria y una bendición para nosotros los usuarios.

Los anglosajones hablan de Lin Yun como la escuela moderna americana, la Escuela del Ba Gua, Escuela del Espacio o Escuela del Mapa.

En contraposición a esta aplicación se encuentra la tradición china que en feng Shui recibe el nombre de la Escuela Tradicional, llamada también la Escuela de la Brújula, de las Formas, las 24 Estrellas Volantes, Feng Shui Cásico o incluso Feng Shui Imperial.

La más sonada representante de esta aplicación es Lilian Too.

A pesar de su apellido oriental, Lilian Too es americana, con un MBA en Harvard y fue banquera hasta que cumplió los cuarenta años. Su visión de negocio es también muy clara, igual que su convicción de que el FS funciona. Su renombre no está tanto pues en saber lo que sabe, que lo sabe y muy bien, sino en su visión de negocio.

Leer un libro de Lilian Too es un placer porque es el típico Feng Shui tradicional arreglado a la manera occidental y uno nunca sabe si lo que habla es Feng Shui, astrología china, medicina china o brujería china.

Una Maravilla.

Pero déjeme hacer un inciso aquí, para explicar esto. Imagine la China antes de la revolución. Quien manda en esta sociedad son los Maestros, Taishi ling, que en realidad son astrólogos, acupuntores, hierberos, brujos, consejeros, expertos en Feng Shui y muy conservadores. No existe pues una diferenciación, tal como la conocemos nosotros, del Feng Shui y su técnica, sino más bien una amalgama de conocimiento aplicable cuyo resumen filosófico podríamos achacarlo al I Ching.

Volvamos al presente. Algunos libros de Feng Shui tradicional aplican este mismo sistema. No separan la numerología ni la astrología del Feng Shui, solo porque así trabajaba la tradición china.

Lamentablemente la China de hoy está lejos del Feng Shui y el I Ching mismo ha sobrevivido a la revolución porque Richard Wilhelm lo sacó antes de que ocurriera el necesario cambio que requería aquella sociedad, y se ha convertido en libro de la humanidad, más allá de cualquier cultura y no me cabe duda que los Maestros Ascendidos que trabajaron durante centenares de años para terminarlo, así lo desean. Pero volviendo al tema, de más está decir que las opiniones están divididas sobre quien tiene razón, si el taiwanés con su Feng Shui tibetano o los maestros chinos con toda su tradición a cuestas. Cada uno e los seguidores de estas dos maneras de aplicar el Feng Shui ensalzan sus bendiciones a la vez que rechazan las de la escuela opuesta, algunas veces hasta descalificándola.

Así están las cosas hasta el día de hoy, en los comienzos del siglo XXI, en el que existe una creciente corriente de personas que creemos que la Teoría del Feng Shui puede ser aplicada de ambas formas, a la manera tibetana y a la manera china, y que ambas aplicaciones se complementan mutuamente, en lugar de excluirse.

Los tibetanos desarrollaron un Feng Shui interno, de puertas para adentro, muy budista en su concepción y del que Lin Yun es el heredero en occidente. Los chinos desarrollaron un Feng Shui basado en las direcciones y por tanto de puertas para afuera, externo.

Ambas aplicaciones tienen parte de la verdad porque, al igual que el ser humano, tan importante es el orden interno como el orden externo.

En las correspondientes secciones a lo largo del libro, abordaremos a cada escuela por separado y luego las aplicaremos las dos juntas como ejercicio mental básico para el Feng Shui Activo a fin de eliminar dudar sobre la validez de ambas escuelas la china y la tibetana.

Lo que si tenemos entre mansos es actualizar estos conocimientos a los cambios energéticos que hemos vivido entre la convergencia armónica de 1.987 y el final del trabajo de Kryon en diciembre de 2.002.

Se trata pues de abordar estos conocimientos desde la óptica de las nuevas energías, lo que implica un cambio entre las viejas maneras de practicar el arte y las nuevas, mucho más libres y desprovistas de tanta carga cultural que no se corresponde con nuestra actual energía.

Bibliografía

1) QIMANCY, The Art and Science of Fengshui. Field, Stephen. Trinity University 1998.
2) EL CUERPO TAOISTA. Schipper Kristofer. Piados – Orientalia 2003.
3) FUNDAMENTOS RELIGIOSOS DE ASIA ORIENTAL, los orígenes de la cultura china. Antoni Prevost. UOC 2003.