domingo, octubre 02, 2022

Sistemas de Centros de Energía

El masaje correctivo profundo (MCP)

Este artículo se ha desglosado en dos debido a la complejidad de los elementos que entran en juego y a los niveles de lectura que se manifiestan en el abordaje de un proceso de terapia a través del M.C.P.

Podríamos describir básicamente tres aspectos a tener en cuenta: 1, la entrevista; 2, lo que la persona dice a través de su postura corporal y 3, la técnica del Masaje Correctivo Profundo (M.C.P.) en relación a las diferentes estructuras por centro de energía y a los distintos tipos de corazas. Si bien los tres niveles están íntimamente ligados, en esta primera parte hablaré sobre los dos primeros, porque serán ellos los que guiarán el trabajo posterior. La entrevista es el primer contacto con la persona, por lo tanto es importante la investigación del motivo por el que solicita tomar masaje. Si acude a causa de un síntoma físico, ¿ha consultado al médico?, ¿Cuál es su diagnóstico?. Si toma algún medicamento, ¿desde cuándo?

Trataremos de indagar qué lugar ocupa el síntoma en su momento actual, con qué lo relaciona, cuándo empezó, qué estaba ocurriendo en ese momento de su vida, para así poder percibir cuán en contacto está con su cuerpo y con sus sentimientos. A su vez, esto nos remite a su historia personal, lo más esencial de la relación con su madre, con su padre, hermanos, esposo/a, hijos. Toda la historia de una persona está escrita en el cuerpo y se expresa en cada uno de los centros de energía como síntomas.

Es sabido del alivio que siente una persona cuando empieza a identificar las posibles causas de su dolencia y puede nombrar lo que le sucede. Muchas personas consultan a varios médicos y hacen las pruebas correspondientes sin que aparezca un diagnóstico claro que justifique lo que sienten (mareos, zumbido en el oído, cansancio y falta de vitalidad, insomnio, angustia). Otras veces sostienen situaciones que no desean, con mucha sobrecarga, y aguantan sin poder comunicarlo. Si esto se prolonga en el tiempo, tarde o temprano hará eclosión en el cuerpo. Hay patologías que, no por más simples, están más claras en cuanto al trabajo a realizar a través del masaje: cifosis, lordosis, lumbalgia, ciática, protrusión discal, patologías cervicales, irradiación del dolor a los brazos, parestesias, contracturas musculares, etc., síntomas que también se relacionan con la historia personal, por lo tanto no podemos reducirlos simplemente a un problema mecánico...

Una vez completada la entrevista pasamos a la lectura corporal. En la Teoría de los Centros de Energía, las Corazas Musculares constituyen el marco de referencia del M.C.P. Determinaremos a qué Centro de Energía pertenece la problemática del paciente, cuáles son las características psíquicas de ese centro de energía, qué tipo de corazas predominan en cada uno de sus centros de energía (duras, blandas o rígidas). Observaremos también cómo se distribuye la energía en cada uno de los centros, desde dónde sostiene la persona su cuerpo. Si hay una zona sobrecargada a expensas de otras más desvitalizadas las funciones físicas y psíquicas de ese centro también estarán disminuidas. Por ejemplo, si un individuo tiene mucha energía en hombros y cabeza y poca energía en las piernas, podemos leer que tendrá más tendencia a pensar demasiado, a racionalizar, y en cambio le será más difícil tener los pies en la tierra a la hora de resolver las cuestiones materiales de la vida: dinero, pertenencias, etc... De esta manera iremos construyendo la plástica corporal del paciente, de acuerdo a la distribución y predominancia energética de sus centros y sus correspondientes argumentos psicológicos. En el Sistema de Centros de Energía definimos la postura o Plástica Corporal como el modo psico-físico de estar en la vida: miedoso, arrogante, desvalido, aguantador, disociado, seductor, etc. Cada una de estas plásticas tiene características y necesidades distintas a la hora de establecer un vínculo terapéutico, que condicionan el modo de acercarnos, el modo de contacto y el ritmo del masaje, de manera que el paciente sienta respetado su sistema de defensas y sea él quien nos va dando el permiso para adentrarnos en sus capas musculares más profundas.

En este punto hay una capacidad que todo terapeuta de M.C.P. debe desarrollar en sí mismo: la de unir conocimiento y técnica e intuición y empatía. La Formación de Instructores en el área de masaje debe profundizar en la lectura corporal a través de lo que denominamos "técnica del espejo" (2), que consiste en imitar la plástica corporal de un compañero antes de diseñar su masaje. Ponerse en el lugar del otro corporalmente, sentir en el propio cuerpo cómo se siente, cómo respira, cómo se relaciona a través de la mirada. Luego le pedimos que comience a hablar desde esa postura en primera persona: me siento... apretado, aislado, me duele... decir todo lo que espontáneamente surja, sin pensarlo demasiado.

Desarrollar la empatía, la capacidad de ver y sentir a quien tenemos delante es importante en nuestro trabajo porque al haber una técnica muy precisa y un masaje para cada segmento del cuerpo (o centro de energía) podríamos caer en un trabajo mecánico que a la larga no curaría. Es el alma que uno pone en lo que hace, no la técnica, lo que sana. Es el modo de estar presente, no sólo es actuar sobre un síntoma: el justo equilibrio entre ciencia y amor, porque es el amor lo que produce una transformación en la persona entera. Os doy un ejemplo que me ocurrió esta misma semana: Un hombre vino a la consulta con mucho dolor a causa de una hernia discal en L5-S1. Utilicé una técnica muy simple pero profunda para descomprimir la zona afectada. Siempre que toco a una persona me pregunto ¿qué necesita recibir?, ¿de qué está compuesto su dolor?, ¿Qué está diciendo a través de su síntoma?. Es algo que flota en mí mientras trabajo. Cuando terminé le pregunté cómo se sentía: querido y respetado, me contestó, "siento que cuando usted toca quiere a la persona por el sólo hecho de ser un ser humano". Por eso decimos que hay un masaje para cada persona, no hay una regla, es un acto creativo en sí.

Durante el proceso se observa también cómo el trabajar sobre una zona repercute en las restantes, o sea, cómo trabajar en una zona desvitalizada afectará sobre otra sobrecargada y viceversa. Hay que estar atento a cómo se va redistribuyendo la energía y qué va sucediendo a lo largo del tratamiento cuando iniciamos un cambio en la plástica corporal del paciente. Cómo se va reflejando en su modo de sentir, de relacionarse, de pensar, de caminar... En la medida en que tomamos conciencia de un nuevo modo de estar en la vida podemos re-conocernos e integrar ese que somos, que comienza a manifestarse desde muy adentro.

En la primera parte he hablado sobre los elementos más importantes a tener en cuenta, tanto en la entrevista como en la lectura corporal, porque es sobre esta base que podremos elaborar un plan de trabajo de M.C.P. En esta 2ª parte explicaré cómo lo hacemos: cuáles son algunas de las técnicas que utilizamos para iniciar un cambio en la plástica corporal de una persona.

Diferentes tipos de contacto (1)

En el artículo anterior mencioné la importancia que tiene para la persona el modo de acercarnos, el modo de contacto y el ritmo del masaje a la hora de establecer el vínculo. Para mí ha sido muy enriquecedor abordar el contacto relacionándolo con los 4 elementos: tierra, agua, fuego, aire. En toda relación terapéutica las señales del paciente frente al contacto nos indicarán si lo que está ocurriendo está aumentando sus pulsaciones o sus defensas y contracciones. Estas señales, en respuesta al contacto incluyen expresiones verbales, cambios en la respiración, en el color de la cara, en el contacto de ojos y en el tono muscular.

Toque de tierra

Aquí las manos u otras partes del cuerpo son usadas como estructuras de soporte. Tratamos de comunicar la experiencia y sensación de solidez: que el suelo de la tierra o de otro ser humano pueda ser confiable.

Toque de agua

Aquí las manos tratan de transmitir la experiencia de liquidez –acuoso–. Las manos se vuelven circuladoras, inductoras de corrientes de energía aumentando el flujo de vida desde el centro a la periferia. Podemos observar este fluir de la energía bajo la forma de vibraciones o temblores cuando descarga el exceso de tono muscular.

Toque de aire o diafragmático

Aquí las manos se usan como bombeadoras suaves que acompañan el ritmo respiratorio. Se puede utilizar para asistir en el llenado y vaciado de toda la musculatura y comenzar a equilibrar el tono muscular.

Toque de fuego

El principio es el calor -calidez-. Las manos se usan como radiadores para traer el calor interno a la superficie, por ejemplo para calentar áreas frías del cuerpo. Las zonas calientes están normalmente sobrecargadas y necesitan disipar el exceso de carga a través de las "lineas de energía".

Las cinco técnicas básicas del M.C.P.

El Masaje Circulatorio es el más superficial; se utiliza para generar calor y energía y redistribuirla. Es el primer momento del masaje, nos permite detectar qué zonas están frías o calientes, o dónde hay un corte de energía . Es un primer diagnóstico ya no desde la observación, como en la 1ra etapa, sino desde el tocar.

El Amasado comienza a ablandar las masas musculares para relajar las zonas que se trabajarán en profundidad a través de las técnicas del Despegado y Trabajo de Planos.

El Despegado o Elongación muscular. La elongación de un músculo puede realizarse con un deslizamiento continuo o con lo que nosotros llamamos "Despegado en pequeños tramos", cuando, por excesiva rigidez, las fibras musculares han perdido elasticidad o se han afibrosado, formando pequeños nódulos.

El Trabajo de Planos o Discriminación Muscular nos da la posibilidad de abrir nuevos espacios: separar un músculo o grupo muscular de otro o discriminar dos centros de energía, que por estar contiguos no pueden moverse de forma independiente, ya que el movimiento de uno arrastra al otro. La discriminación de planos produce una sensación interior de poner "cada cosa en su sitio".

Apertura y descarga de las "Líneas de Energía". Según el Yoga, que ha sido un pilar en la elaboración de este Sistema, la energía vital o prana circula por una complejísima red de canales sutiles o "nadis", que nosotros hemos denominado "líneas de energía", porque son las que generan el movimiento. Las más importantes se corresponden con las cadenas musculares. La técnica consiste en el seguimiento de estas líneas, abriéndolas allí donde se encuentran obstruidas, con el objeto de restablecer el flujo circulatorio y energético en todo el cuerpo. Podríamos imaginarlo como un mapa de rutas o canales de un gran río que al abrirse fluye sin interrupción. Es en esta etapa final del masaje donde recobramos la conciencia –a nivel físico– de ser una unidad: es desde aquí que la conciencia se expande a los otros niveles del ser.

Si aceptamos la idea de que lo que pasa en el cuerpo pasa en la psique y viceversa y, que cada centro de energía se relaciona con un segmento corporal, con sus correspondientes funciones físicas, energéticas y psicológicas, entonces afectando una de las funciones del chackra podremos influir sobre la persona entera; nuestra puerta de entrada es el cuerpo.

Lo explicaré con algunos ejemplos en relación a la técnica y los distintos tipos de corazas. Una coraza muscular implica una alteración crónica de la musculatura profunda, que produce un bloqueo de la energía bajo la forma de una masa muscular indiscriminada, sea la coraza dura, blanda o rígida.

La característica de la coraza blanda es la hipo tonicidad muscular, la energía circula, pasa, pero no queda almacenada en el músculo. Si la coraza es blanda en los glúteos,(que es el lugar donde el 1er chackra o Centro Bajo almacena su energía), la persona podrá iniciar muchos proyectos, pero le faltará la fuerza para poder sostenerlos en el tiempo. El centro bajo es el generador de la energía, de la vitalidad y de la fuerza; se relaciona con el criterio de realidad, con el sentimiento de estar enraizado en la tierra, con la seguridad y con la capacidad de auto sostén. La coraza blanda necesita adquirir resistencia; debemos transmitirle la experiencia de solidez, que aprenda a inspirar, a tomar, a guardar, a permanecer, a través del toque de tierra y a discriminar con el trabajo de planos.

En la coraza dura, (a diferencia de la rígida, que es como un cable fibroso) el músculo es voluminoso y fuerte, es hipertónico; lo que mas necesita es ablandarse y separar un músculo de otro. Si la coraza es dura en los músculos isquiotibiales , la energía no podrá circular por las piernas, hacia los pies. La persona aparentará estar bien enraizada y segura, pero estará mas bien aferrada y como un árbol sin raíces, se caerá cuando sople un viento fuerte.

Cuando la coraza es rígida, (sea de origen dura o blanda) necesitará el masaje para relajarse. Es muy difícil elongar un músculo rígido sin devolverle antes la elasticidad. El ejemplo mas común de coraza rígida lo encontramos en el cuello, (Foto 1). Corresponde al Centro Laríngeo, representante del intelecto, del aprendizaje y del control. Por este "centro" entra, a través de los órganos de los sentidos, toda la información que recibimos del medio; internalizamos los patrones culturales que más tarde nos indicarán como debemos sentir, pensar o actuar... La auténtica capacidad del laríngeo es el aprendizaje, la elaboración del pensamiento y la comunicación. Sin embargo, se transforma a menudo en un represor cultural de la energía.

El cuello rígido implica un pensamiento rígido. "Tengo que", "debo", "es así". Es como tener un crítico a mi lado acechando, exigiendo. Por ello lo llamamos "centro tapón" porque no permite que otros "centros" o aspectos del ser se manifiesten. Relajar el cuello es el comienzo de soltar el control; tener una experiencia física y energética de aflojarse y percibir qué nos pasa en la vida y en las relaciones cuando dejamos que las cosas sucedan. Aún hoy, me sorprende observar cuánta energía se libera hacia las piernas, brazos y pelvis cuando se desbloquean el cuello, la cara y las mandíbulas. Por otro lado, pienso que, si las funciones laríngeas estuvieran menos sobrecargadas podríamos poner mas corazón en la vida y dejar al Centro Frontal ejercer su función de "Yo observador".