viernes, octubre 28, 2022

Una Visión Interna para Crear el Mundo Externo

Amparo de Dios

¿Será nuestra esencia una unidad Universal?

El Big bang universal, el hombre así como la teoría de la relatividad y la física cuántica nos muestra una sola conciencia que identifica la materia con la energía en una misma esencia, con esto sale a la luz un concepto de unidad universal. La vemos hoy como un impulso evolutivo.

Nos damos cuenta que la materia y la energía son una misma esencia dándonos el concepto de una unidad universal y fuerza creadora.

El impulso universal es el Espíritu en evolución. Es el Espíritu divino que nos habita.

La vida se sustenta en un proceso de transferencia y transformación de energía.

Así es que la energía que mana el sol, conjugada con elementos existentes en nuestro planeta, se transfiere a los seres vivos y éstos la utilizan para mantenerse vivos y manifestarla en forma de trabajo.

Queridos lectores, como hija del mundo que soy, igual que ustedes. Es mi intención abrir su visión para convencernos de que la conciencia de ser no es un concepto, sino un hecho; no una idea, sino una forma de vida. En pensamientos, palabras y obras, de otro modo expresado, es la autodecisión del retorno al Espíritu Divino. La conciencia de lo supremo en los demás y en uno mismo. Es con la acción, como el ser humano evoluciona. Tal como la religión universal que pregonaba Einstein. – Todos tenemos un origen y un destino común y único:

La unidad en el Espíritu.

Para ampliar este tema expondré brevemente algunos pasajes de diferentes corrientes filosóficas, y simplemente a manera de ejemplos.

En un remoto pasado, en un proceso sin tiempo donde el hombre sutilmente cobró conciencia de sí mismo y al sentirse separado de Dios por haber sido “expulsado del paraíso”. Creó su más grande mentira. Que estamos separados de Dios. Llevándonos, a todos sus hijos a buscar, durante toda la existencia humana, una explicación a lo que ya está dado. “La Vida”....

Al pasar el tiempo, hasta el milenio antes de Cristo, una sociedad iluminada percibió lo humano en el universo. Perfeccionaron todo el saber de su época en la búsqueda racional de una autoconciencia. La mente retomó a través de la filosofía esos terrenos reservados anteriormente a los dioses. Así inició una línea de pensamientos generadora de valores.

Platón y Aristóteles inauguraron cada uno formas de pensamiento que perduran hasta nuestros días.

La platónica afirma que la realidad de los objetos no son verdades absolutas sino interpretaciones de la misma.

Por su parte, el pensamiento aristotélico se basa en el principio de que todos los conceptos y objetos filosóficos, religiosos, dogmas, sistemas políticos, estructuras, emanan de una primera y última realidad absoluta.

El ser humano es impulsado a buscar la felicidad en las posesiones de objetos reales que ejercen una poderosa atracción para él y en eso se basa también su sufrimiento. Por el apego que se crea al objeto o bien a esa experiencia. El hecho de que las cosas sean como son, como se perciben y han sido enseñadas le facilita el saber que hacer, determina su mundo de valores, lo orienta en la definición del bien y del mal. Conociendo todo esto, se siente seguro y esquiva al dolor psíquico de los hechos “reales”, tomando las riendas de su propio destino. Olvida que más allá de su poder, existe el de Alguien Todopoderoso que lo creo a el mismo y El le dio el libre albedrío de elegir cuál camino tomar.

El del amor o el del egoísmo. Otorgándonos el poder más valioso “El Amor”.

Llamamos a estas corrientes liberal y conservadora. Todos poseemos una dosis de ambas que interactúan en algún momento originando conflicto y terminando por definirse en una de ellas, creando dolor por los cambios o pérdidas que producen.

El Universo cambia segundo a segundo, evoluciona. Por eso es que la historia demuestra que las fuerzas liberales y conservadoras se complementan y equilibran, así dosifican el cambio.

Solo los seres humanos dispuestos a enfrentar el dolor del cambio podrán evolucionar. Este es el fondo de la famosa frase: “Muchos son los llamados y pocos los elegidos”, los llamados son todos y los elegidos sólo los que buscan, los que están dispuestos a enfrentar el cambio. Único camino donde el ser humano encuentra su posibilidad de ser. Retomando una frase muy aclamada y poco entendida de Shakespeare, “Ser o no ser, ese es el dilema”. Cada quien deberá recorrer su propia senda y liberar su pasado, perdiendo el miedo a morir, ya que la evolución está en amar y la misión del que ama es perdonar todo. No basta con perdonar solamente, sino perdonar a los que nos crucifican. Esa es la misión del ser humano su única finalidad es dar el amor que existe en su Espíritu. Y para hacerlo, primero tenemos que reconocer a ese Espíritu. Esa es la búsqueda eterna desde que Adán y Eva se creyeron expulsados. Sin miedo a morir porque esa es la propia evolución. Este proceso de evolución en la tierra es repetir el ciclo en el “eterno retorno”. Vida tras vida, hasta reconocer a ese maravilloso Espíritu de luz que somos cada uno de los seres en este planeta tierra. ¿Hasta cuándo decidiremos despertar?. Nos hemos convertido en “haceres humanos” olvidando que somos “Seres de luz” y encontrar el motivo propio significa “Ser” en la conciencia de uno mismo y en la conciencia del Espíritu, y ése es el significado más profundo de la existencia. Mencionaré a los sofistas, maestros que enseñaban retórica y dialéctica: artes de defender y persuadir públicamente. Estos desarrollaron un espíritu escéptico e irónico por el desprecio gradual de la verdad y aunque Protágoras (485-411 a.C.), autor de la famosa frase: “El hombre es la medida de todas las cosas” haya exclamado esta frase hace tantos siglos, hoy en este mismo momento, existen por ahí personas como los sofistas dispuestos a defenderse de Dios mismo si es necesario para salvar su calidad humana.

No es fácil negarse a la información que los sentidos proporcionan y nos inquieta lo que no comprendemos por salirse de nuestros paradigmas. Tendemos a buscar felicidad y tener capacidad de juicio y comprensión. Si no los encontramos, perdemos firmeza y seguridad y no nos complace eso. Queremos tener el control de todo. ¿Hasta cuándo?

Tomaré al cristianismo como ejemplo de que es necesario tener una regla de vida basada en el amor. Donde Jesucristo paseaba su Palabra: “Ama a los hombres, pero con amor verdadero... No basta perdonar, es preciso amar a los que nos ofenden”. En esta voz tomamos la efusión del alma que ama a Dios, a su prójimo y se compromete con la bondad.

San Agustín (354 d.C.) dijo “La verdad no debe buscarse afuera de ti, sino en tu interior. A Dios se le encuentra en el interior del hombre.

Y se manifiesta a través de él.

Si existen conocimientos verdaderos, debe de existir una verdad absoluta, inmutable y trascendente “todo es en el presente”.

En el desarrollo transpersonal, sistema que les comparto en este texto, se integra el proceso evolutivo con conceptos de la última realidad de antiguos y modernos y nos invita a realizar este proceso de unificación, para que el ser humano sea capaz de elevar sus niveles de conciencia y logre romper los paradigmas de espacio y tiempo, que le impiden establecer contacto con la realidad.

CONÓCETE A TI MISMO

Hemos escuchado este consejo a través de los siglos, pero ¿realmente lo hemos procesado en nuestras mentes como lo que en verdad quiere decir? Sócrates lo decía estando consciente de su propia ignorancia “Yo solo se que no se nada” con eso lo aceptaba y consideraba el conocerse a si mismo. Platón en su filosofía basaba que la existencia del mundo de las ideas y el mundo del ser, están contrapuestos al mundo de las apariencias.

Que la formación del mundo se debe a una inteligencia, a un demiurgo, que desarrolla las apariencias que serán entendidas por, “no ser”. (algunos lo entienden como contraste, otros como ley de los opuestos)

Tomando las ideas como punto de partida. El individuo está formado de cuerpo y espíritu, siendo este inmortal.

Pitágoras basó su pensamiento en las matemáticas, la música y la astronomía. Y planteó la teoría de la transmigración de las almas, desarrollando una reencarnación considerada regeneradora.

En esta época de tantos cambios entre uno de éstos, el de la era de Pisis a la de Acuario. Hemos visto surgir a varios autores que hablan de esta búsqueda y cambio interior basándose en el amor, la compasión y el reconocimiento del espíritu. Por citar a algunos, puedo mencionar a Deepak Chopra, Swami Chidvilasananda, Brian Weiss, Marianne Williamson, Neale Donald Walsh, Russ Michael, Miguel Ruíz, Helen Schucman y William Thetford. Y más que hay en la inmensa lista a la cual todos los seres humanos nos debemos de unir en la acción y nombrarnos como “la esperanza del mundo” porque el cambio de la humanidad está por dar a luz y queda poca arena en el reloj. Yo los invito a que busquemos cada uno de nosotros dentro de nosotros mismos esa visión de una era universal, integradora, como la que Einstein denominó como la religión cósmica.