viernes, diciembre 02, 2022

Guía para el Trabajo Espiritual

Estamos en los momentos finales del Mundo de Expiación y Prueba (La Tierra) y el impulso de la Ley Divina nos conduce hacia el momento decisivo de dejar atrás las sombras y las medias verdades de nuestro mundo y cambiarlas por la luz y la verdad de la Nueva Era. Cuando Jesús, en el Acta Magna del Cambio Evolutivo, nos preguntaba si queríamos ser sus instrumentos, si queríamos participar y colaborar en su Misión Divina, si queríamos canalizar sus indicaciones para transmitirlas en nuestro entorno, nos estaba proponiendo que tomásemos conciencia de ser parte de una Unidad, que es toda la Creación y que afianzásemos nuestros grados de responsabilidad fraterna y formásemos parte activa y consciente de Su Misión. 

La pregunta de Jesús equivalía a decir si queríamos ser el Hombre Nuevo, si queríamos ser la personalidad que intentaría expresar, de la mejor manera posible, las maneras de pensar, de sentir, de creer y de actuar, como lo hace el Ser del Mundo de Regeneración. Nosotros sentimos que la indicación de Jesús era lo que el impulso de la Ley de Evolución y Progreso nos tendría que conducir y hacer pasar, tarde o temprano y de forma inevitable, aunque ahora hubiese resistencia en nosotros como consecuencia de los hábitos personalistas que aún arrastramos de tiempos pretéritos, ya que para seguir este camino evolutivo y llegar al final del mismo, es por lo que fuimos creados. Podemos entender que si nos disponemos a actuar en el sentido del Hombre Nuevo, las bases sobre las que deberán apoyarse nuestras acciones ya no serán las mismas sobre las que nos apoyamos ahora, ya no podremos tener los mismos valores, tan humanos y materiales que tenemos ahora. 

Tendremos que apoyarnos en Verdades Fundamentales, en las verdades evidentes que sostienen y se apoyan en ellas todos los Seres superiores a nosotros. Tendremos que tomar la decisión de producir un profundo cambio interno y conseguir un estado de mayor libertad de los condicionantes humanos y materiales que nos rodean. Sabiendo y teniendo en cuenta que en los tiempos de la Nueva Era, en el Mundo de Regeneración, las condiciones no serán las mismas que ahora, tendrán el caracter que Jesús nos dice en la frase: "Próximos son los tiempos para el restablecimiento de la Verdad y la Justicia sobre la tierra y percíbense por todas partes los celestes mensajeros que os traen las Palabras del Señor para su glorificacion en la hora actual y para toda la eternidad." lo lógico es que tomemos consciencia de la realidad que nos aguarda y nos dispongamos a formar un estado de armonía interna con esta realidad, que nos dispongamos a cambiar nuestra escala de valores, para que estén en concordancia con los valores de la Nueva Era, de los "próximos tiempos", como dice Jesús. Analizaremos las Verdades Fundamentales, las meditaremos, las clarificaremos y las afianzaremos en nuestro Ser interno bien firmemente, para que sean la base que impulse todas nuestras acciones...

Empecemos nuestro análisis por los puntos básicos siguientes: 

1° Dios me ha creado como SER ESPIRITUAL, compuesto de Alma, de Espíritu y de Periespíritu y así seré, viviré y trabajaré ETERNAMENTE. Ésta es la Primera Verdad Fundamental: soy un Ser espiritual, así he sido creado y así seré para toda la eternidad. El trabajo que tengo que hacer es mantener en mi mente, lo más continuamente posible, la idea de que soy un Ser espiritual y que, como consecuencia de ello, debo ver las cosas,las situaciones de la vida y las valoraciones de los acontecimientos, desde la posición de Ser espiritual y no de Ser humano. Tengo que conseguir que toda situación, que el devenir de la vida material me presente, lo llegue a enfocar, a valorar y a resolver, desde la posición de Ser espiritual. Notaré que estoy en esta línea porque habrá más distanciamiento de las cosas físicas que antes me atraían y mi manera de valorarlas se basa en el aspecto trascendente que puedan tener y no en el valor material del momento presente que se les puede dar. El resultado será más luz, más claridad, más equilibrio y más armonía en mi Ser interno. 

2° El objetivo por el cual fui creado es el de llegar a la SABIDURIA ABSOLUTA, A LA PERFECCIÓN TOTAL al final de los Mundos Crísticos. Tengo que conseguir que el objetivo por el cual fui creado no se aparte de mi mente en ningún momento y que vea en todas las situaciones que la vida me presente, tanto las situaciones de familia, como las de trabajo o de relación amistosa, como campos de experimentación y de puesta en práctica de la Ley de Amor Fraterno, para que sean las lecciones que me tienen que ayudar a caminar hacia el objetivo final de perfección y de sabiduría absoluta. 

3° Estoy encarnado como Ser humano en este Mundo de Expiación y Prueba para pasar las situaciones y las pruebas que contiene y QUE YO NECESITO PARA PROGRESAR. Tengo que ver que lo fundamental no es vivir la vida de la forma más placentera posible, como el Ser humano piensa, sino como un don que Dios me concede, como una posibilidad que me permitirá aprender las lecciones que cada situación contiene. Es decir, - SOY UN SER ESPIRITUAL; - ALCANZARÉ LA SABIDURIA ABSOLUTA Y LA PERFECCIÓN TOTAL; • - ESTOY ENCARNADO EN ESTE MUNDO PARA APRENDER; son las tres verdades fundamentales que deben orientar toda mi forma de actuar y deben constituir la base que dará firmeza y seguridad a mi Ser interno en su camino a seguir. Para que este objetivo se consiga tendré que trabajar en la purificación de mis energías, en la sensibilización de mis vibraciones, que ya no podrán ser tan apegadas a la tierra, tan materializadas, como lo son ahora. Tendré que tener en cuenta lo que Jesús nos decía: "Los que se apegan a la tierra no me pueden seguir, mi Reino no es de este mundo." SOY UN SER ESPIRITUAL; - ALCANZARÉ LA SABIDURIA ABSOLUTA Y LA PERFECCIÓN TOTAL; 

• - ESTOY ENCARNADO EN ESTE MUNDO PARA APRENDER; son las tres verdades fundamentales que deben orientar toda mi forma de actuar y deben constituir la base que dará firmeza y seguridad a mi Ser interno en su camino a seguir. Para que este objetivo se consiga tendré que trabajar en la purificación de mis energías, en la sensibilización de mis vibraciones, que ya no podrán ser tan apegadas a la tierra, tan materializadas, como lo son ahora. Tendré que tener en cuenta lo que Jesús nos decía: "Los que se apegan a la tierra no me pueden seguir, mi Reino no es de este mundo." Para que estos tres puntos básicos que acabamos de presentar los pueda asumir plenamente, me los pueda hacer míos y se conviertan en mi forma de ser, de sentir y de creer, tendré que tener en cuenta y apoyarme firmemente, en cuatro verdades que están relacionadas conmigo, que me condicionan y me influyen y que si yo me armonizo con ellas puedo obtener toda la ayuda que necesito para aprender y progresar. Estas cuatro verdades son las siguientes: 

1ª) Dios me ha creado y me ama de FORMA AB-SO-LU-TA. Siempre tendré que tener presente que el Amor Absoluto de Dios es la Realidad Dios, que, como nos decía Jesús, "El Amor es la esencia de Dios mismo y que toda la Creación es la manifestación de Su Amor y que, por lo tanto, su Amor Absoluto me ha creado y, por ser absoluto, debe estar constantemente conmigo, que jamás me abandona y que siempre y en todo momento, tiempo y circunstancia, me da lo mejor, lo más necesario, lo más útil y lo más adecuado para mi progreso, para que pueda alcanzar el objetivo por el cual Él me ha creado. Si el Amor Absoluto de Dios está constantemente conmigo, entonces yo tendré que sentir constantemente ALEGRIA, por estar recibiendo lo mejor que puedo recibir y JAMÁS tendré que estar triste. Si esta verdad queda bien afianzada en mí me proporcionará una visión diferente de la vida y aumentará mi seguridad y mi capacidad de comprensión y de conocimiento. 

2ª) Un Ser de Luz es quien programa mis encarnaciones para que yo pueda adquirir conocimiento y experimentación constantes. El Orden, el Equilibrio y la Armonía, que es la forma en que Dios se manifiesta en forma de Ley, es lo que determina que el cuidado de mi aleccionamiento, de mi aprendizaje, de mi cuidado en proporcionarme lo mejor en cada momento, de darme continuos conocimientos para que se vaya construyendo el edificio de mi sabiduría interna, sea asumido por un Ser que tiene la máxima capacidad para hacerlo, un Ser que esté expresando el Amor Absoluto de Dios en su gestión. Este Ser es un Ser de Luz, un Ser que está en los Mundos de Luz y que está trabajando para su propia evolución al asumir la Misión Divina de enseñarme, guiarme y conducirme hasta el final de los Mundos de Regeneración. 

El Ser de Luz es quien me recoge en el mismo instante de salir de las Manos Divinas y asume la responsabilidad de cuidar de mí ante Dios, él me conducirá, me enseñará y me marcará tareas, programará mis encarnaciones y dispondrá los trabajos que deberé ejecutar en el mundo espiritual, entre encarnación y encarnación. El Ser de Luz será mi instructor, mi guía, mi guardián y nada podrá acontecerme que no sea autorizado por él, que no sea la experiencia que necesite tener. Esta certeza de estar siempre guiado y protegido por el Ser de Luz, en nombre de Dios, me debe mantener en una seguridad, confianza y esperanza, en cada momento o circunstancia de mi vida. El temor, el miedo, la inseguridad, la desesperación y el desaliento, deben quedar fuera de mí. Ésta es otra característica que se debe poner en evidencia al asumir el trabajo de ser una canalización de Jesús. 

3ª) Un Ser espiritual Protector está acompañándome en cada nueva encarnación para ayudarme a que pueda actuar correctamente. Para el Ser espiritual, cuando está encarnado en un cuerpo físico de un Mundo de Expiación y Prueba (La Tierra), representa una enorme dificultad el poder redordar los logros alcanzados en encarnaciones anteriores y servirse de ellos en la presente encarnación. Esta dificultad es compensada por el Amor Absoluto de Dios en forma de Ley de la Encarnación, uno de cuyos mecanismos es el de la figura del Protector. El Protector es un Ser espiritual que se responsabiliza de estar a mi lado durante todo el transcurso de mi encarnación y que, en relación constante con el Ser de Luz, me ayudará, me intuirá, me protegerá y me apoyará en mis acciones, respetando siempre mi libertad. Esta realidad es la que tendrá que hacerme sentir firmemente que nunca estoy solo y que esta compañía de mi Protector s muy importante para recibir el impulso correcto que tiene que hacerme actuar en beneficio de mi progreso. Pero no solamente me tiene que hacer sentir que no estoy solo en ningún momento, sino que me tiene que potenciar la certeza de ser parte de un Todo y de estar dentro de la Unidad de lo creado. 

4ª) Diversos Seres espirituales estarán dispuestos a prestarme su apoyo en situaciones concretas de mi vida física. La Ley de la Fraternidad, que expresa y regula, el amor que todos los Seres de los diversos planos evolutivos sienten y mueven, es la que determina las relaciones fraternas que deben cumplirse para ayudar y dar impulso a la marcha evolutiva de todo lo creado. Tendré que formar el convencimiento firme que pertenezco a una unidad que es toda la Creación y que todos los Seres son mis hermanos y desean lo mejor para mí, de manera que cuando yo tenga alguna necesidad concreta de esclarecimiento de algún concepto, de ayuda ante una necesidad o problema de la vida física, habrá Seres espirituales, capacitados en el problema que me agobia, que estrán prontos para darme su ayuda. Yo solamente tendré que armonizarme con ellos a través de mis vibraciones de amor fraterno. Para potenciar la claridad de las tres verdades fundamentales es necesario que sienta con absoluta certeza las cuatro verdades que me están influyendo, que están relacionadas conmigo y que me son imprescindibles para seguir armónicamente mi camino de progreso. 

Así que: • - Dios me ha creado y me Ama de forma Absoluta; • - Un Ser de Luz programa mis encarnaciones y mis trabajos; • - Un Protector estará siempre ayudándome; • - Varios Seres espirituales serán mis guías; todo ello hará, si lo consigo afianzar firmemente en mi Ser, que mi forma de actuar sea la que marque la dirección del Hombre Nuevo, la que me disponga a ser el canal que Jesús espera y necesita. Todo ello, es evidente, cambiará el tono de mis vibraciones, dándoles mayor sensibilidad y haciendo que mis energías sean más espiritualizadas y se aparten de la materialidad. Esta guía de trabajo debe ser aplicada diariamente y con firmeza para que dé los frutos que las Entidades Espirituales esperan de ello, así que debemos imponernos el deber de ejecutarlo cada día, con toda la disposición y entrega y no mecánicamente. 

Tomar esta disposición querrá decir que todos los días, al levantarme, después de sentir que amo profundamente a Dios y que Él me ama y me rodea con su Amor Absoluto, me dirigiré a Jesús para decirle que estoy dispuesto a servirle, a ser su instrumento y que puede impulsarme aquello que tenga que hacerse, pero tendré que conseguir decírselo como SER ESPIRITUAL y no como Ser humano, como lo he hecho hasta ahora. Cuando yo tome esta decisión cada día al levantarme y a causa de su reiteración, notaré que se va produciendo un cambio de sensibilidad en mis energías, que mis energías van recibiendo mayor influencia espiritual y se van distanciando de la influencia material y, entonces, apreciaré que el objetivo que persigue Jesús, al inducirme esta Guía de Trabajo, es conducirme a la experimentación de una de las lecciones básicas, la lección de la ENERGIA, la lección que Dios me dijo que debería aprender mi Espíritu continuamente, porque esta lección y la lección del AMOR para mi Alma, me conducirán a la sabiduría absoluta. 

El resultado concreto de aplicar diariamente la Guía de Trabajo es el de obtener información sobre la energía y sus efectos, es el de ver que, en la medida que sensibilizo mis energías, elevo su tono de pureza y, al elevarme, puedo percibir lo que antes no podía, veo lo que antes no veía, pero lo que mis energías más sensibles me permiten ver y percibir, son aspectos espirituales, no materiales, son aspectos que me capacitan para acercarme cada vez más a las condiciones del Hombre Nuevo, a las condiciones necesarias para poder dar el salto del Mundo de Expiación y Prueba al Mundo de Regeneración. Al trabajar en esta dirección del dominio de la energía estoy trabajando en el segundo ejercicio indicado por Jesús, en el ejercicio de ver de dónde salen mis energías, cómo son, qué vibración expresan y, al analizarlas, poder controlarlas y cambiarlas por energías más positivas y más armónicas con la Ley Divina. Y para conseguir que mis energías produzcan actos que sean lo más perfectos posibles, lo más correctos y más útiles, tanto para mí como para mis hermanos que se relacionan conmigo, tendré que preguntarme continuamente: AMADO MAESTRO, ¿QUÉ HARIAS TÚ AHORA EN Ml LUGAR? ¿QUÉ DIRIAS TÚ AHORA EN Ml LUGAR? y cuando intente ajustar mi acción a la acción que creo que haría Jesus, estoy en la dirección correcta, en la dirección que me convierte en el instrumento de Jesús. Éste es el objetivo de la Guía de Trabajo.