domingo, diciembre 18, 2022

Plan Cósmico - La Verdadera Historia de la Creación

Sixto Paz Wells

“El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en la tolerancia y se alimenta en la comprensión y la caridad. No hay amor sin misericordia, y todo ello nos lo está confirmando la esencia de esta humanidad terrestre.”

El Plan Cósmico es un proyecto alternativo de la actual Creación Universal que busca que a través de una nueva humanidad (como la nuestra) se logre el desestancamiento evolutivo en el que ha caído dicha Creación. La llave para activar nuevamente este proceso progresivo está en nuestras manos, y es el Amor. Sí, es el ser artífices de trascendentales actos de amor espiritual.

Lo expresa así, el Guía Sampiac:

“Vuestro papel es un rol en el que se descubrirán portadores de la llave de un “umbral secreto” al que sólo ustedes pueden acceder primero, para que los demás (sus hermanos del cosmos) aprendiendo humildemente de su esfuerzo puedan a continuación, ubicarlo y atravesarlo también.”

“Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia diferente del amor. Porque para las civilizaciones más avanzadas en esta última Creación, el amor ha significado el bien común. Como una medida de convivencia y elevación, pero que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos observado durante mucho de vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las respuestas de lo que hemos aguardado; y que sí es posible a través de vuestra participación, que podamos aprender todos nosotros alternativas nuevas de evolución; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto hemos experimentado y de cómo lo hemos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto es porque nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el amor, en donde cada día se plantea una experiencia nueva y enriquecedora.”

Los Trazos del Plan

El Plan Cósmico en un principio, centró su atención en ocho planetas con una característica particular (planetas Clase Ur; la Tierra es uno de ellos) en los cuales se pudieran albergar civilizaciones que eventualmente fueran capaces de dar saltos evolutivos rápidos y sin iguales, transformándose sus habitantes con el pasar del tiempo, en maestros de sus propios maestros.

El parámetro central para estas humanidades era que los seres que conformaran dichas civilizaciones pudiesen por su propio esfuerzo y sólo con una mínima guía de sus hermanos mayores, alcanzar a través de la FE a reconocer sus potencialidades y su lugar en el Cosmos, para que tomando la posta de Luz que le corresponde, asumiese su función de puente uniendo planos, dimensiones y universos, y de guía para todos aquellos que le esperan, y para los que no, los disidentes del Plan, por medio de un amor infinito desarrollado en su propia esencia, se les tendiese una mano compasiva mostrándoles el camino de la misericordia y el perdón.

Actualmente, sólo la Tierra, ha alcanzado a desarrollar los parámetros o requisitos al comienzo esbozados. En los otros siete, por diferentes motivos, ya sean atribuidos a la asechanza o al mal manejo de los vigilantes del proyecto, los pobladores y sus hogares han desaparecido o han generado una inadecuada dependencia.

La Tierra y sus habitantes, sin querer queriendo, han terminado siendo protagonistas de esta gran “obra teatral cósmica”, la cual encamina su escenario natural a un acto último aún no escrito, pero que deslumbra un final feliz, ya que existe una esperanza grande en que sus actores, que andaban a mitad de función tomando expectativas particulares y posiciones partidistas, puedan unirse y llevar a cabo el designio emanado en principio, por medio de la renuncia y el desprendimiento, de la colaboración y el respeto, del trabajo y la alegría, y del amor y el perdón.

“Alégrense porque en vuestro mundo se están dando las condiciones favorables para que el nivel vibracional se vaya acercando a la cuarta dimensión de conciencia. Ustedes con su esfuerzo personal y grupal están haciendo posible que la ayuda se dé como estaba establecido en el Plan Cósmico, por una parte de la Hermandad Blanca de la Estrella y por otro de la Hermandad Blanca de la Tierra, que juntas con los obreros de la obra representados por vosotros, servidores de la luz, se está logrando concretar lo positivo que estaba escrito para que se cumpliera en los tiempos del cambio en este planeta de experimentación y, a la vez, se están escribiendo muchas nuevas cosas cargadas de esperanza, que harán que muy pronto vuestro mundo se sume a los planetas de la Confederación para formar parte de la ayuda a otros mundos”.

LA ESTRUCTURA DEL COSMOS

CAPITULO 1

A través de nuestra experiencia de contacto hemos aprendido que existe una cosmogonía extraterrestre, un Plan Cósmico que nos narra cómo empezó todo. Ellos dicen, a grandes rasgos, que el Cosmos está dividido en tres grandes universos, uno contenido dentro del otro. El Universo Material, el Universo Mental y el Universo Espiritual.

El Universo Material

Vivimos en un Universo Material de siete dimensiones. En dicho universo, los seres humanos tenemos siete cuerpos para actuar en estas siete dimensiones. Aparte del Cuerpo Físico, denso, material, tenemos un Cuerpo Astral que es el cuerpo de las emociones, de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía, llamado el Cordón de Plata. También nos habla que hay un tercer vehículo que es el Ego Inferior, el carácter, la personalidad. Cuando una persona muere, muere su cuerpo físico. Lo normal es que al cabo de tres días muera su cuerpo astral y su ego inferior. Todos ellos mueren con uno, y el Ser pasa a la cuarta dimensión, al Mental Superior o al ego superior. Esto es que el ser humano es como un actor de una obra de teatro que terminada la obra, se quita el maquillaje, se quita el vestuario, deja atrás la escenografía, deja atrás el guión y sale a la calle como el actor que es y no como el personaje. Qué problema sería que terminada la obra, el actor se creyera el personaje que le tocó actuar y se confundiera con él.

Dejamos al lado al personaje pero asumimos toda la experiencia acumulada en esa encarnación. Los extraterrestres hablan de las vidas sucesivas, de la reencarnación. Pero ellos no la explican como la plantean ciertas religiones orientales que dicen que una persona puede encarnar en un animal. No hay involución. Es como si a una persona le fuera mal en la secundaria o en la universidad, y lo devolvieran al jardín de infantes. Uno tendrá que repetir cuantas veces necesite el grado para pasar al nivel inmediatamente superior, más nunca será degradado de nivel. Ellos aseguran además, que el género es circunstancial. Que en algunas vidas somos hombres, en otras mujeres; vamos pasando por todas las experiencias humanas teniendo a los planetas como planos de evolución. Cuando ya nuestro nivel de evolución sea lo suficientemente elevado, no reencarnaremos en este planeta. Ellos dicen que los seres que vivimos en este mundo, en el planeta Tierra, somos seres de 3:3. Seres que estamos en una tercera dimensión física y en un tercer nivel de conciencia.

El cuarto vehículo es el Mental Superior. Este es el cuerpo de las facultades síquicas, cuerpo de la intuición. Luego viene el vehículo del Alma que es la catedral del espíritu donde se acopian las experiencias de nuestras vidas anteriores, el maestro interno, el real ser de cada uno. Un vehículo más es el Espíritu que es la conciencia acumulada y finalmente el Cuerpo de la Esencia. Siete cuerpos para actuar en las siete dimensiones del universo material.

Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, existen siete centros de energía, los llamados siete chakras que se estimulan a través de la respiración.

Nosotros por medio de la respiración no solamente nos oxigenamos. También con ella nos cargamos de electrones, nos cargamos eléctricamente y esa energía de alguna manera se aloja en el sistema nervioso y emite luz. Esa luz al atravesar nuestro cuerpo, como una luz atravesando un prisma, forma una especie de arco iris de colores que no puede ser percibido a simple vista, sino con la mente. A simple vista lo que vemos es un halo. Eso es la cantidad de energía que una persona tiene. En la mañana más que en la tarde o en la noche. Pero la calidad de esa energía es lo que nosotros conocemos como El Aura. El aura es ese cuerpo bio-plasmático, cinturón electromagnético que todo ser humano tiene que forma una barrera inmunológica o campo de protección. Aprender a respirar es clave para ir activando estos centros que nos van a permitir desarrollar concientemente cada uno de estos siete vehículos.

El Universo Mental

Ahora, más allá de la Séptima Dimensión, como en la música, en una octava superior, hay un universo paralelo a este. Es el Universo Mental. Los seres que proceden de allí ya no son extraterrestres, ni terrestres, ni intraterrestes. Son Ultraterrestres. Lo que llamaríamos Ángeles, Arcángeles, Tronos, Principados, Serafines, Querubines, todo este tipo de entidades pertenecen a este universo de octava, novena y décima dimensión.

Son conocidos también bajo el nombre de “Helell” o “Resplandecientes”. Seres de energía pura, mental, que habrían sido los responsables de las creaciones materiales. Sobre este punto, los Guías nos han enseñado que se han dado diversas creaciones en el Universo Material como parte de una “emanación” del Universo Mental o “Eternal”, por cuanto en él, el tiempo, sencillamente, no existe.

Dentro de las entidades mentales que moran en este Universo nos encontramos con los Padre Creadores responsables de la aparición de lo “Físico” en el Universo Material y los Guardianes del Destino, conocidos en el ámbito esotérico como “Los Señores del Karma“, entidades que regulan el tránsito de aprendizaje de las esencias que viven en el plano material, creciendo en conocimiento y conciencia a lo largo de vidas sucesivas.

El Universo Espiritual

Más allá habría otro universo, entre la décimo primera y décimo segunda dimensión que ellos denominan el Universo Espiritual o Interno. Tres universos, uno contenido dentro de otro.

Para comprender esto en su relación con la vida humana, por ejemplo, los primeros tres vehículos del hombre: el Cuerpo Físico, Astral y el Mental Inferior, constituyen el plano de la conciencia material y nos conectan con el universo material. El Cuerpo Mental Superior más el del Alma y el del Espíritu constituyen el plano de la conciencia mental y nos conectan con el universo mental. El séptimo vehículo, el de la Esencia, nos conecta con el tercer universo que es el espiritual.

Por esta razón al Universo Espiritual se le llama “Interno” o “Esencial”, por cuanto es el propio origen de las cosas, por llamarlo de alguna manera, ya que ni siquiera lo podemos medir o comprender, pero sí “sentir”.

¿Dónde queda el concepto de Dios en todo esto? Dios, la divinidad suprema, mora en cada una de estas dimensiones o manifestaciones de Su Conciencia Cósmica, por cuanto toda la creación, forma parte de sus latidos estelares.

Esta es la visión extraterrestre del Cosmos. Y es importante conocerla para comprender la crisis que empezó a afectar al Universo Material.

CRÓNICA DE UN ESTANCAMIENTO ESTELAR

CAPITULO 2

Entendiendo esto, pasamos a explicar que este Universo Material ha tenido muchas creaciones. Es un universo que tiene principio y por ende tendrá fin. Ahora, es un universo finito pero sin límites. Como una esfera. Las primeras civilizaciones que surgieron en esta última gran creación fueron teledirigidas, fueron guiadas por seres ultraterrestres del universo mental. Estas entidades actuaron como apoderados de estos entenados, de estos instruidos que eran los primeros en aparecer en este universo material. Estas primeras civilizaciones comenzaron a ayudar a otras que venían detrás y así sucesivamente en una larga cadena de solidaridad.

Aclaremos que los seres del universo mental, como los ángeles, no tienen una evolución como la nuestra. Su evolución no es por mérito como el caso nuestro, sino por tiempo de servicio. Como son seres que han sido creados dentro del universo mental son seres muy mentales que saben por conocimiento de adónde viene la cosa y para dónde va. O sea, no pueden desviarse ni a derecha ni a izquierda. Por así decirlo, diríamos que son seres un tanto cuadriculados o enmarcados que para evolucionar requieren que el universo material evolucione y los ayude o los promueva a alcanzar niveles superiores, como el universo espiritual.

Consecuencia de un orden mental

En un momento dado de la creación, estas civilizaciones del universo material que recibieron el apoyo de seres del universo mental, alcanzaron niveles de evolución tan elevados que no pudieron evolucionar más. Aquellos que alcanzaron la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta dimensión de la conciencia que iban ayudando a otros a pasar de tercera a cuarta, de cuarta a quinta, de pronto… se estancaron. Como dice el dicho, “partida de caballos, parada de borricos“, pues empezaron muy rápido, con mucho entusiasmo, con un desarrollo muy auspicioso, pero precisamente, por haber recibido tanto en tan poco tiempo y sin mucho esfuerzo ya que siempre fueron guiados y teledirigidos, no pudieron por sí solos llegar a ser mejores de lo que eran produciendo un estancamiento en la evolución. Un estancamiento en un universo dinámico como el nuestro, en donde todo siempre está en movimiento, era algo bastante peligroso. Esto obligó a que los seres del universo mental se reunieran en una especie de concilio y trataran de discernir en qué ellos habían fallado.

EL CONCILIO DE LOS HELLEL

CAPITULO 3

Una vez los ultraterrestres reunidos en el “concilio”, uno de ellos, el legendario Lucifer, Lug o Luzbel, planteó que el problema era haberle dado demasiada información, haber facilitado demasiado el acceso al conocimiento en muy poco tiempo a civilizaciones del Universo Material.

El error había sido precisamente que se les había instruido de acuerdo a la mentalidad de estos seres del Universo Mental. O sea, muy mentales, lo cual hizo que ninguna civilización alcanzara la séptima dimensión de la conciencia. El séptimo vehículo que todos tenemos es la Esencia. Entonces, para llegar a tener contacto con la Esencia, con el plano de la conciencia espiritual, se tendría que acceder a través de una actitud muy espiritual que no la habían podido enseñar los seres del Universo Mental por ser muy mentales. Más bien es todo lo contrario. Ellos tienen que aprenderlo de nosotros, porque no hay nadie por muy sabio que sea que no tenga algo que aprender, y nadie por muy humilde que sea que no tenga algo que enseñar.

Haber recibido directamente el conocimiento, abundante información, volvió a ciertas civilizaciones del Universo Material, como los oriones, muy apegados al avance tecnológico y filosófico que habían conseguido, al punto de volverse agresivos y violentos si se sentían amenazados, tanto ellos como sus principios o sus logros científicos; este excesivo celo, sería más tarde el caldo de cultivo para que se generasen violentos enfrentamientos estelares o batallas cósmicas extraterrestres.

El proyecto de Libre Albedrío

Sobre la base de todo esto, y ahora en marcha el proyecto de crear una humanidad nueva que por mérito propio pudiese alcanzar lo que sus hermanos mayores no consiguieron, el Concilio de los Helell pensó que sería oportuno colocar un grupo de entidades mentales en el universo material que actuaran como entidades disociadoras, dificultando al máximo el acceso a información. Estas entidades, llamadas “demonios”, tendrían esto como función; no eran ni buenas ni malas. Solamente vendrían a fastidiar la vida, a complicar las cosas y a mayor complicación, habría mayor esfuerzo por parte de las civilizaciones materiales y esto reestablecería la dinámica interrumpida.

No obstante, otros seres del Universo Mental consideraron que no se podían cambiar las reglas del juego el libre albedrío en discusión por ser aplicado a una “humanidad nueva” y no en las ya existentes civilizaciones extraterrestres cuando ya el partido está comenzado. Imaginemos, por ejemplo, qué pasaría si faltando quince minutos para que termine el juego, el árbitro decide que no se juegue más con arqueros porque el partido está empatado o, si a un alumno de una escuela militar que tiene una disciplina rígida, una estructura mental muy limitada, en un claustro que no es mixto, faltando un año para graduarse lo sacamos de ahí y lo mandamos a un colegio mixto, que no es internado, que no tiene nada de disciplina…, lo más probable es que naufrague.

Si se han de cambiar las reglas del juego, si se ha de experimentar buscando alternativas nuevas, se tenía que experimentar sobre civilizaciones nuevas que todavía no habían surgido o que recién habían comenzado. Eso fue lo que sugirieron otros seres del Universo Mental. A Lucifer o Luzbel no le satisfizo esta modificación o contrapropuesta porque significaba dejar de lado a sus entenados como los seres de Orión , a aquellos que habían recibido la instrucción de parte de ellos para darle la oportunidad a unos advenedizos, a civilizaciones nuevas, para que de pronto en muy poco tiempo alcanzaran niveles de evolución muy elevados que no solamente se equipararan a los alcanzados por los que ellos habían entrenado, sino, que incluso podrían superarlos, marcarles la pauta y enseñarles.

La Rebelión de Luzbel

Nos preguntamos ante esto, ¿cómo seres del Universo Mental, de una dimensión tan elevada, podrían caer en ese juego de la soberbia, de la falta de humildad?

Es cierto, cuando uno más alto está, difícilmente se cae. Pero si se cae, se cae y “aporrea” fuertemente. Así, a Lucifer no le agradó la contrapropuesta y no le agradó, de ninguna manera, que se llevara esto a cabo. Al rebelarse contra la idea, Luzbel se distanció del Plan propuesto por los otros y sin querer se convirtió en ese “demonio” que se buscaba para generar las trabas que dificultaran el acceso a la información para las nuevas civilizaciones, que se crearían como alternativa o puente de rescate para las estancadas.

Parte de este drama cósmico, sintetizado de alguna u otra manera en la rebelión de Luzbel ante la decisión del Concilio de los Helell que no compartía, llevaría a “El que porta la Luz” significado latín de “Lucifer” a influenciar a civilizaciones extraterrestres del Universo Material en contra del Plan Cósmico y, como consecuencia, en contra de la humanidad nueva que muy pronto aparecería..

EN BUSCA DEL PLANETA UR

CAPITULO 4

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene alrededor de cuatrocientos mil millones de estrellas o de soles como el nuestro. Hay estrellas azules, estrellas rojas, amarillas, o blancas. Estos colores dependen de su antigüedad y de su composición. La mayoría de los sistemas son binarios y trinarios, o sea, la mayoría de los sistemas solares no tienen una sola estrella como el nuestro, sino que tienen dos o tres soles. Así pues, sistemas solares como el nuestro en la Vía Láctea son aproximadamente cien mil millones y galaxias como la nuestra han sido calculadas por los astrofísicos en unas cien mil millones de galaxias. Cien mil millones de galaxias por cien mil millones de sistemas solares… pensar que solamente hubiera vida en nuestro planeta…

Nuestra galaxia no es una galaxia principal. Es una galaxia satélite. Así como nuestro planeta Tierra gira en torno al sol, todo el sistema gira en torno al centro de la galaxia. La rotación alrededor del centro de la galaxia gira cada 260 millones de años. Decíamos que nuestra galaxia es una galaxia satélite, que gira junto con otras siete más en torno a una galaxia principal que es la M31 o más conocida por todos, como Andrómeda, que se encuentra a dos millones de años luz de distancia de nosotros (Un año luz son 9614 billones de kilómetros). Científicamente, los astrónomos involucran un grupo de 20 galaxias aproximadamente en torno a Andrómeda como parte del llamado “Grupo Local”. Sin embargo, lo extraterrestres tienen en cuenta ocho galaxias en torno a Andrómeda para definir el sector estelar que compromete el desarrollo del Plan Cósmico.

Fue precisamente este grupo local el seleccionado para llevar a cabo el proyecto donde surgiría una humanidad en un tiempo diferente, en un tiempo desfasado, una humanidad con un potencial psíquico capaz de abrir puertas hacia otras dimensiones; una humanidad con un potencial de Amor y de Fe que le permitiera abrir la puerta hacia el plano de la Conciencia de la Esencia o Espiritual y que sirviera como un puente de comunicación entre el Universo Material y el Universo Espiritual, todo ello representado en la estrella de seis puntas, que simboliza que así como es arriba, así es abajo; la síntesis entre lo espiritual y lo material.

Mundos de un aura azul

Entonces, en este Grupo Local, cuatro de las nueve galaxias fueron seleccionadas. Dos planetas de cada una de esas cuatro galaxias. A esas galaxias llegaron seres de este Universo Material y de alto grado de evolución para llevar a cabo la propuesta emanada del Universo Mental. Seleccionaron a ocho planetas de categoría UR que sólo se presentan en los sistemas solares de una sola estrella. La Tierra es un planeta UR. Esto significa que son planetas inestables, sensibles, que su misma inestabilidad hace que los seres que vivimos en él, seamos tan inestables como el planeta mismo, pero también si nosotros logramos estabilizarnos o equilibramos, podemos equilibrar y armonizar al planeta. Entonces, la Tierra es un planeta UR de aura azul; un planeta inestable pero con un potencial para un desarrollo superior que permite una variedad de vida, de mega flora y de fauna inigualable. En otras palabras, la Tierra era uno de los ocho escenarios para que creciera una humanidad corregida y mejorada de los autores. En La Biblia, en los Salmos, se afirma: “porque el Hombre fue creado poco menos que un ángel para sentarse al lado de Dios“, cosa que a los ángeles no les resulta tan fácil lograr antes que lo consiga el Hombre.

Desde el momento en que el planeta estaba en enfriamiento ya venían los seres extraterrestres, por cuanto el tiempo para ellos no está pasando de igual manera que para nosotros. Para nosotros, pasan cientos de años, y para ellos fue “el año pasado”. Estarían presentes en la Era Primaria, en la Era Arcaica, en la Era Secundaria, cuando la Tierra tenía una corteza muy frágil y se hallaba en pleno desarrollo. Pero, ¿quiénes eran aquellos visitantes? ¿Cómo estaban organizados? ¿Quién les dirigía?

LA JERARQUIA GALÁCTICA

CAPITULO 5

Los extraterrestres nos dicen que nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene un gobierno compuesto por 24 seres a los que ellos llaman Los 24 Ancianos de la Galaxia. Esos 24 seres no representan a 24 civilizaciones sino a la evolución misma. Todos los mundos más evolucionados en capacidad de ayudarse a sí mismos y a ayudar a otros que están en vía de evolución se encuentran regidos bajo la supervisión de estos 24 seres. Ellos son:

Los 24 Ancianos tienen participación en el Consejo de los Nueve de Andrómeda, formando así una especie de Concilio de 33 miembros que representan a la “Gran Hermandad Blanca de la Estrella”.

El Consejo de los Nueve, constituido por un representante de cada una de las nueve galaxias de nuestro Universo Local, está formado por:

Alcim, Gonamar, Leteon, Olmax, Oracel, Ralbot, Sagñac, Sullantes y Sumesla.

Por debajo de la Gran Hermandad Blanca de la Estrella se encuentran:

Los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida

En La Biblia se les denomina, Elohim. Son razas extraterrestres la mayoría de ellas concentradas en las estrellas pléyades que tienen un avance tecnológico asombroso, y que les permite actuar como “Arquitectos de Planetas” o como sembradores de patrones de vida, teniendo la facultad de modificar físicamente la estructura de las criaturas. Poseen también la facultad científica de manipular concientemente el concepto de “tiempo”.

Los Guardianes y Vigilantes

Constituyen el “brazo derecho de la Confederación”. Se encargan de velar por la protección de mundos que se encuentran en vías de evolución, como la Tierra, evitando la intromisión de civilizaciones extraterrestres que esgrimen intenciones bélicas o de colonización, o, inclusive, estudios científicos no autorizados por el orden establecido desde la Confederación de Mundos de la Galaxia. Generalmente, los Guardianes y Vigilantes poseen bases orbitales próximas a los planetas en observación o bajo “cuarentena”, siendo el caso propio de la Tierra, que es vigilada desde una estación espacial denominada “Celea”, y que se encuentra oculta tras la Luna.

Los Instructores o Guías

Son los que están más cerca de nosotros. Su función es orientar misiones de ayuda planetaria, como la Misión RAHMA, para motivar el despertar de conciencia de la raza humana y prepararla para el Tiempo Nuevo.

Los Guías pasarían por un periodo de adiestramiento para comprender la forma de vida que asistirá. Esta preparación, involucra un estudio profundo de la cultura-objetivo, y la forma más adecuada de llegar a estas razas. En el caso concreto de la Tierra, los Instructores se formaron en una suerte de “universidades espaciales”, donde no sólo profundizaron los conceptos de la cultura terrestre, sino que estudiaron también el mecanismo más viable de comunicación, y que motivaría el despertar progresivo de facultades dormidas en el hombre: la telepatía. Por ello, los Instructores o Guías, a pesar de ya poseer esta facultad, fueron entrenados como Doctores Mentales, y así poder operar efectivamente en un mundo de energías movilizadas como la Tierra.

Todos ellos los seres del Universo Material fueron los que recibieron el encargo de venir a acelerar el proceso de la vida para que se crearan las condiciones para que con el tiempo surgiera vida inteligente en nuestro planeta.

PRIMERA HUMANIDAD

NUESTRO ORIGEN ANTÁRTICO

CAPITULO 6

Los primeros seres del Universo Material que vinieron a la Tierra se instalaron en bases submarinas muy cerca de la Antártida, cuando ésta se hallaba en el ecuador, en un escenario planetario donde los mares eran ácidos. Aquellos visitantes provenían de un sistema planetario de la Constelación del Cisne, a 6.000 años luz de nuestro Sistema Solar.

Ellos sembraron esporas en nuestro mundo, hace unos 3.000 millones de años, para cambiar la acidez de los mares y convertirlos en alcalinos, y así modificar las condiciones químicas del planeta. A esta primera humanidad o civilización extraterrestre se le conoce como la Antártica, o los “Padres Antiguos”.

Sembrando los patrones de vida

Los visitantes científicos extraterrestres, al igual que los Ingenieros Genéticos de las Pléyades, estaban capacitados para estimular la vida en un planeta. En este caso, ellos sembrarían patrones de vida provenientes de Orión, la civilización más emblemática del Universo Material para desarrollar el Plan, por cuanto eran sinónimo del estancamiento cósmico, al haber seguido una línea de comportamiento excesivamente mental heredada de los Resplandecientes y que les llevaría, inclusive, a conducir equivocadamente el conocimiento alcanzado a través de guerras y enfrentamientos estelares.

Así, los científicos extraterrestres depositaron en la Tierra una molécula auto-replicante, que derivaría más tarde en el desarrollo de formas de vida complejas.

El poseer un origen foráneo Orión en este caso procuraba observar a una humanidad nueva, terrestre, pero con las mismas influencias u obstáculos que afrontaron las civilizaciones extraterrestres que las precedieron.

Cómo era la Tierra

Antes de la visita de los científicos del Cisne, en la Tierra primitiva no había aún ningún ser vivo. El modelo que actualmente manejan muchos científicos nos presenta una corteza bastante caliente, compuesta de roca primitiva bañada por mares en continua ebullición y en equilibrio con nubes cargadas de lluvia y electricidad estática, que se descargaban en forma de violentas tormentas con rayos y centellas.

A medida que descendió la temperatura, poco a poco se fueron formando al “azar” según la opinión de la ciencia otras sustancias necesarias para la eventual formación de las primeras moléculas capaces de auto-reproducción: formato, aspartato, lactato, glicina, ribosa, adenina y glucosa.

¿Por qué se pueden formar estas moléculas? Todo ello, desde luego, no fue fruto del azar, sino de la propia intervención extraterrestre y la “siembra” de los patrones de vida, que se basaba no sólo en un inimaginable conocimiento químico, sino también de su íntima y secreta relación con la geometría. Por ejemplo, el empleo del “tetraedro“. Es interesante saber que tanto el carbono como el nitrógeno y el oxígeno son fundamentalmente tetraedros, que de alguna manera buscan asumir esa geometría de manera tal que tendrán la mayor estabilidad cuando en los cuatro vértices del tetraedro se encuentren dos electrones con espín opuesto. Esto es importante, por cuanto cualquier otra estructura será menos estable y susceptible de reaccionar con otros átomos. Por supuesto, los seres del Cisne sabían todo esto.

Desde 1990, Christopher Chyba del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre propuso que el agua y los gases de la atmósfera terrestre provienen de la colisión con cometas, meteoritos, etc. que no sólo trajeron agua y gases sino aminoácidos y otras moléculas orgánicas. Evidencia de que esto pudo haber sido, así es que en los Cometas Halley, Hale-Bopp y Hijakutake se detectó la presencia de querógeno, etano y metano. Hoy por hoy esta teoría, llamada “panspermia” por los científicos que la apoyan, señala la Nebulosa de Orión como el posible origen de las primeras moléculas en la Tierra.

La presencia de los científicos del Cisne explica cómo llegaron esas moléculas. Y como hemos visto anteriormente, por qué se escogió Orión como modelo de “siembra”.

SEGUNDA HUMANIDAD

LA CONSOLIDACIÓN HIPERBÓREA

CAPITULO 7

Posteriormente, en la era secundaria, millones de años después, llegan a nuestro mundo un grupo de colonos extraterrestres que se van a instalar en la parte norte de Europa y Groenlandia -la mayor isla de la Tierra en la región polar ártica-, fundando así la mítica Hiperbórea, con su capital Tule o Tollán.

Groenlandia, Islandia y las islas de Spitzberg serían los vestigios geológicos de ese fabuloso continente hiperboreal, que disfrutaba de un clima tropical, con una vegetación extraordinaria. Los importantes yacimientos de carbón fósil bajo el hielo de estas islas, demuestran que allí creció hace mucho tiempo una exuberante vegetación. Irónicamente, Groenlandia significa “tierra verde“.

Este sería el lugar elegido por los cosmonautas extraterrestres, en donde edificarían una portentosa ciudad que las leyendas, aun hoy en día, recuerdan.

Los Vigilantes de Alfa Centauro

Aquellos visitantes eran viajeros estelares, de la categoría de Guardianes y Vigilantes, altos y corpulentos, de tez blanca y de cabello claro que les caía por detrás de los hombros.

Provenían de Alfa Centauro, una de las estrellas más próximas a la Tierra (4.2 años luz), aunque, en realidad, se movilizan continuamente por el espacio visitando pacíficamente los diversos mundos que esgrime nuestro Universo Material.

Precisamente, por la experiencia que poseían en diferentes planetas, llegaron a nuestro planeta, en plena Era Secundaria, para establecer una base temporal que confrontara, como si se tratase de un “test“, cómo una civilización podría adaptarse a un mundo que resultaba impredecible por sus características UR y, también, peligroso, por el mismo hecho de ser inestable y en continua formación.

El Impacto Cósmico y la Extinción Masiva

El problema de los planetas Ur es que como son tan sensibles, tienen una gran fuerza magnética por llamarlo de alguna forma que atrae asteroides, cometas, o aerolitos que pueden fácilmente destruirlos. Y ello fue lo que sucedió.

Un impresionante impacto en la Tierra puso en jaque la vida que hasta entonces se había desarrollado, como los dinosaurios, especie gigante de criaturas que, de haber sobrevivido y en este punto muchos científicos concuerdan millones de años más tarde podrían haber evolucionado a un tipo de vida inteligente, quizá humanoide, pero con aspecto de “reptil“, muy similar a una de las civilizaciones que habitan en Orión. Este detalle, obviamente, no es casual, por cuanto los patrones de vida que se “sembraron” en el planeta, como vimos anteriormente, provenían de la mismísima Nebulosa de Orión.

El accidente cósmico afectó considerablemente la Tierra. Ello habría ocurrido hace unos 65 millones de años; y la huella del espantoso impacto, aun puede apreciarse bajo las aguas, frente a la Península del Yucatán.

Según la ciencia, a lo largo de la historia terrestre se han registrado unas 14 destrucciones masivas, y en donde operaron diversos factores que las precipitaron causas biológicas, cambios en la dinámica del planeta, impactos de asteroides pero ninguna fue tan terrible como la que acabamos de mencionar.

Para que tengamos una idea de lo que fue este impacto: El asteroide, de 9.5 kilómetros de diámetro basándonos en los estudios científicos más rigurosos se estrelló a 100.000 kilómetros por hora, liberando una energía equivalente a 100 millones de bombas de hidrógeno. Todo quedó totalmente destruido en 180 kilómetros a la redonda. El impacto pulverizó billones de toneladas de roca que quedaron en suspensión en la atmósfera, impidiendo el paso de la luz solar. Una vez se depositó todo el polvo, el CO2 acumulado en la atmósfera uno de los responsables del efecto invernadero produjo un incremento de temperatura. Los glaciares se derritieron, el nivel de los mares subió y se modificaron los ecosistemas, extinguiéndose una gran cantidad de especies. Se estima que las especies marinas extinguidas alcanzaron un total del 76 por ciento.

Los visitantes de Alfa Centauro, ante este panorama, huyeron, utilizando una especie de puerta interdimensional que hasta hoy en día registra cierta actividad, en el extremo norte del planeta. Sólo unos pocos se quedaron en nuestro mundo, logrando sobrevivir en sus refugios subterráneos.

A esta civilización no olvidemos de origen extraterrestre es a la que se refieren las leyendas germánicas como “Hiperborea” o “Asgard”. Y por si fuera poco, el episodio del impacto que hemos detallado y la huida del mayor grupo de los Vigilantes es recordado, también, por la tradición de los países nórdicos bajo el nombre de “Ragnarok“, que curiosamente significa: “El Ocaso de los Dioses“.

Este impacto cósmico que no pudo ser evitado hizo que la Tierra fuera el primer planeta de los ocho seleccionados que fuera desestimado y declarado fuera del plan.

Tiempo después, cuatro de los siete restantes se destruyeron totalmente. No quedó nada de ellos. Por lo tanto restaban solamente tres planetas. Así, los encargados de vigilar el Plan se acordaron de nuestro globo y decidieron regresar dándose cuenta que en la Era Terciaria, la vida se había comenzado a recuperar casi “por sí misma”, basada en la gran fuerza vital que poseía la Tierra.

LA CREACIÓN DEL TIEMPO ALTERNO

CAPITULO 8

Hay un punto de vital importancia que no debemos pasar por alto.

Quienes observaban y dirigían el proyecto de vida en la Tierra, decidieron enviar a un grupo de seres extraterrestres, verdaderos experimentadores interplanetarios, que “viajarían” a través de pliegues cósmicos o puertas estelares al “pasado”, en un espacio contenido dentro del Gran Espacio, siguiendo una especie de ruta cósmica que se basa en la figura del espiral, “La Rueda del Tiempo” o el ciclo natural de evolución en el Universo. De esta forma, crearon una suerte de “desfase temporal” en nuestro planeta, dándole así una vida paralela en un tiempo alternativo, que nos acompañará a lo largo de miles y miles de años hasta que volvamos a reconectarnos con el Real Tiempo del Universo.

Operadores del Tiempo

El tiempo es una forma mental que procura definir la duración de las cosas, una ilusión basada en el movimiento del Universo en el espacio. La idea de tiempo va en relación con la conciencia del ser, si su percepción se limita a una tercera dimensión, el tiempo lo concibe como algo lineal, como una continuidad; pero cuando descubre su naturaleza multidimensional e ingresa en una cuarta dimensión, se da cuenta que el tiempo se mueve en una espiral y que no existe más allá de su conciencia; y que simultáneamente hay varios espacios dentro de un espacio mayor que podríamos llamar el Real Tiempo del Universo.

Como el Proyecto-Tierra requería de ciertas condiciones para el Plan Cósmico entre ellas, la aparición del ser humano los “Operadores del Tiempo” establecieron esta “paradoja” para poder crear aquellas civilizaciones con condiciones específicas que permitan una evolución acelerada, como es el caso de la raza humana.

Esta paradoja espacio-tiempo habría dado como consecuencia una “aceleración” del tiempo en algunos sectores del universo donde sería posible que estas razas evolucionen a una velocidad mayor que la “normal”. Esto nos recuerda aquel pasaje de La Biblia que dice “y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados…” (San Mateo 24:22).

La Máquina del Tiempo

La instauración del tiempo alternativo habría tenido dos fases. La primera se realizó cuando la Tierra fue ubicada como planeta UR. A través del mecanismo del viaje en espiral que mencionamos, aquellos Operadores del Tiempo crearon el desfase, con la intención de modificar el futuro nefasto de planetas inestables como la Tierra. De lo contrario, tarde o temprano nos hubiésemos destruido.

No obstante, no fue suficiente. La extinción masiva en la Era Secundaria demostró que faltaba algún mecanismo que ajustara la Tierra en su propia dinámica de tiempo y supervivencia. Así, la segunda fase y definitiva fue llevada a cabo por seres provenientes de las estrellas Pléyades, Ingenieros Genéticos y Arquitectos de Planetas, quienes instalaron una especie de “máquina” en lo que más tarde sería una imponente civilización humana, y desconocida por muchos: Kayona. Esta se ubicaba en la actual Sudamérica, en una región tropical, más los cambios del planeta desviación del eje y desplazamientos de la corteza la sepultaron bajos los hielos de la hoy llamada Antártida.

La máquina en mención, es como el “estabilizador de voltaje” por describirla de alguna manera del planeta y su tiempo “artificial”. En ella está todo el conocimiento de cómo estos seres dominan el concepto de Tiempo. Aquella tecnología, ante nuestros ojos mágica, habría sido instalada en nuestro mundo hace 100 millones de años, en un nuevo viaje al pasado, por cuanto tenía que hallarse en funcionamiento antes del gran impacto…

TERCERA HUMANIDAD

LEMURIA Y LA APARICION DEL HOMBRE

CAPITULO 9

Nos encontramos en la Era Terciaria, inmediata a la Era Secundaria es decir, hace unos 65 millones de años.

El equipo de extraterrestres de las Pléyades, luego de “reparar” la depredación del planeta a consecuencia del gran impacto, se establecieron con su gran nave laboratorio un portento tecnológico de 50 Km. de diámetro que funcionaba, además, como un invernadero en un continente ahora desaparecido, aquel que el zoólogo inglés Philip R. Slater denominara Lemuria (un puente terrestre entre África y Magadascar).

La misión científica extraterrestre estaba integrada por un equipo de siete Ingenieros Genéticos o Elohim. Su principal misión era preparar la aparición del primer ser humano.

El Andrógino y la aparición del Hombre

El primer paso fue intervenir a un grupo de proto-homínidos remotos antepasados del hombre que llevaron al interior de la gran nave. Así, fruto del experimento, los Elohims consiguieron una variedad de andróginos; es decir, seres que poseían ambos sexos. Sin embargo, y a pesar que el proyecto inicial fue todo un éxito, los andróginos no se adaptaron a la densidad del plano, por lo que se podía prever que no sobrevivirían al ser tan frágiles y sensibles frente a la agresiva dinámica de cambio que imperaba en aquel entonces en nuestro planeta.

Ello originó que los científicos espaciales realizaran una variación en el proyecto genético, interviniendo nuevamente a los andróginos para transformarlos, a través de alta cirugía, en seres de un sólo un sexo. Es decir, que fueron convertidos en machos y hembras. El resultado fue un grupo de Adanes y Evas de raza negra la original del planeta que pronto se diseminarían por todo el globo. Hay que aclarar, que los extraterrestres afirman que fue de una Eva que surgió un Adán y no viceversa.

Según los científicos de la actualidad, el hombre habría aparecido hace aproximadamente unos tres millones de años, y no hace unos 60 millones como sugieren las informaciones que hemos recibido en la experiencia de contacto. No obstante, la ciencia no ha podido explicar una serie de contradicciones de “tiempo” que señalan una antigüedad muchísimo mayor para la aparición del hombre.

Por ejemplo, en el parque nacional Dinosaur Valley (Texas – USA), en el lecho del Río Paluxy y en la meseta rocosa de la orilla se han encontrado innumerables huellas humanas petrificadas. Lo más sorprendente, era que las huellas se ubicaban en capas geológicas muy superiores. En principio, el agua del río debería haber erosionado rápidamente las huellas dejadas por los animales prehistóricos hasta hacerlas desaparecer, pero en realidad se observa, perfectamente, unas huellas que tenían como mínimo 60 millones de años. ¿Quiénes eran aquellos seres humanos?

Por otro lado, en 1977, el genetista Suante Päävo, de la Universidad de Munich, tomó un fragmento de brazo de los huesos fosilizados que se guardan como un secreto de estado y estudió por primera vez el ADN del hombre de Neandertal. La comparación del patrimonio genético reveló claras diferencias entre el hombre primitivo y el hombre moderno (Homo sapiens). Para ir al grano, en las mitocondrias se localizaron 27 diferencias, mientras que en todas las razas que existen en la actualidad se observan como máximo ocho diferencias (!). La explicación a aquel “eslabón perdido” es la intervención extraterrestre.

Definitivamente hay muchas contradicciones en la evolución. Si los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años como se ha demostrado, y nuestra humanidad existe, supuestamente, sólo desde hace tres millones de años y como mucho es imposible que haya representaciones gráficas de animales prehistóricos. Si la idea que se tiene hoy en día de la evolución es correcta, ningún hombre podría haber visto nunca un dinosaurio y, por tanto, tampoco podría haberlo dibujado en una caverna.

Volviendo a la historia, una vez creada la base de la primera humanidad terrestre, estos siete Ingenieros Genéticos se reúnen con los grupos de Adanes y Evas en la nave laboratorio, y les dicen que de todo pueden alimentarse no olvidemos que el gigantesco vehículo extraterrestre funcionaba como invernadero menos de ciertas plantas que están reservadas en una zona especial, que tienen propiedades alucinógenas y que al consumirlas verán acelerar sus facultades psíquicas de una forma descontrolada, neutralizando toda posibilidad futura de desarrollar dichas facultades, afectando las neuronas del cerebro e iniciando así, un proceso irreversible de muerte que ni ellos podrían detener, lo que llevaría a abortar el proyecto humanidad.

Gadreel, un Elohim contaminado

Los Adanes y las Evas aceptaron muy disciplinadamente la recomendación de no acercarse a estas plantas dañinas, pero uno de los siete Ingenieros Genéticos, un médico extraterrestre llamado Gadreel, identificado con el símbolo de la serpiente, símbolo del caduceo de mercurio, de la medicina, se reunió aparte con nuestros antepasados y les dijo que sus colegas junto con él, necesitaban observar el comportamiento de ellos bajo el efecto de estas plantas alucinógenas. Los avaló a escondidas auspiciando la primera experiencia de consumo de drogas por parte de la humanidad.

Los Adanes y Evas la pasaron muy mal, se les bajó la presión, sintieron frío, y cuando los demás ingenieros se dieron cuenta del problema, pensaron que definitivamente “los humanos” eran seres impredecibles, que la curiosidad de ellos era muy peligrosa y que inclusive podía poner en peligro la seguridad de ellos mismos. Así, deciden abortar por segunda vez el proyecto Tierra y se marcharon en su gigantesca nave.

Gadreel nombre arameo que significa “Dios es quien me ayuda” era un ser extraterrestre que se había unido en secreto a Luzbel, y siéndole fiel a sus intereses, buscó la forma de boicotear el programa induciendo a los primeros seres humanos a usar estas plantas prohibidas. Esta escena protagonizada por el Elohim, va de la mano con los conceptos que esgrime la “angelología”, donde se le describe como “la Serpiente del Jardín del Edén”.

Esta primera raza, originaria del planeta, la base de todo, es lo que se conoce como la Humanidad Lemuriana.

El planeta fue abandonado a su suerte. Fue el primero de los ocho planetas seleccionados que fue descartado.

El Sembrador Gadreel fue castigado siendo deportado refugiándose en el mundo intraterrestre, sembran dicho mundo con seres de su creación los cuales seguirían induciendo al ser humano el consumo de toda clase de plantas alucinógenas, como vía de protección a toda clase de acechanzas , y para facilitar su contacto con estos seres y lograr de ellos sus favores, los cuales serían siempre cobrados a muy alto precio: la dependencia, el bloqueo natural de facultades y la autodestrucción posterior. Surgió así una variedad peligrosa de mal llamados elementales o espíritus de la naturaleza, distintos a los naturalmente existentes producto de la evolución espontánea de la energía y de la consciencia planetaria.

Al poco tiempo del abandono y del olvido a la que fue sumida la Tierra, llegaron naves al planeta ,declarándolo tierra de nadie, lo cual les permitía extraer una variedad de metales, entre ellos oro. Pero el oro de la tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12 discos a manera de espejos metálicos que, conectados entre sí, y con un treceavo, que era mayor , y que los ensambla a todos, debían ser ubicados en puntos estratégicos, pudieran plasmar un rumbo de conexión con la puerta cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo. Por ello se requirió de las combinación de varios metales, siete precisamente. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación interviniera la combinación de voces, mentes y corazones del planeta y de éste tiempo alternativo.

Los interventores del Plan Cósmico que se centró sobre ocho planetas de categoría UR, de cuatro galaxias escogidas de un grupo local, al ingresar a través de pliegues cósmicos en un Tiempo Alternativo, que se iba creando en la medida que iban entrando en él, iban dejando atrás una puerta que rápidamente abrió otras convirtiéndose en varias, llegando a ser siete en el cosmos , y no menos de doce en la tierra, confundiéndolos y arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el portal equivocado. Porque solo una es la correcta para volver a su tiempo y momento.

Los Veinticuatro Ancianos de la Galaxia y los Nueve de Andrómeda, sabían lo que esto significaba, y a propósito lo previeron para que quienes vinieran no pudieran echarse atrás, no pudieran volver de inmediato sin completar su tarea y tuvieran el debido interés de que el proyecto tuviera éxito. Por ello los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores pagaron el precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que llamaríamos desorientación.

Los Mayores y Mentores no tienen corporeidad física, y se proyectan al Tiempo Alternativo, pero no están en él.

Las siete puertas son como los siete sellos, para ubicar a la puerta correcta había que usar a la humanidad o dejarse guiar por ella de regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a entenderlo mucho tiempo después los interventores.

Originalmente no se uso a los seres humanos de la tierra para el trabajo de las minas ,pero posteriormente algunos grupos humanos como los conocidos como Neandertales y luego otros fueron empleados, o mas bien diríamos esclavizados .

Paralelamente a todo esto la humanidad en contacto con lo intraterrestre y con los elementales avanzó pero de una manera desordenada , conectando fácilmente con distintas esferas y planos. Desde hace unos 80,000 años la raza negra originaria del planeta, llamada Lemuriana empezó a refinarse y destacar siendo capaz rápidamente de construir una escalera al cielo, físicamente a través de una civilización con cultura propia, mentalmente con un entendimiento de las cosas y espiritualmente con la percepción de la existencia de los universos paralelos, planos y dimensiones . En aquel entonces los humanos se conocían a si mismos, y se entendían entre ellos mentalmente, como en un solo idioma y también se comunicaban usando el lenguaje de las aves, sonidos a manera de silbidos, imitando el canto de las aves. Todo esto aunado al final de un ciclo cósmico que creaba las condiciones ideales para hacer la sincronización de los tiempos, puso en alerta a quienes dirigían el Plan Cósmico.


El siguiente paso que se tomo fue el de retomar la Tierra como parte activa del proyecto porque de los otros siete planetas ,tres se destruyeron totalmente y cuatro se estancaron por el exceso de cuidados y dependencias. El único planeta en el cual los experimentadores habían perdido el control sobre el experimento, y las posibilidades estaban dadas para lograr un buen resultado, era la tierra.

Hace veinticinco mil años dos grandes civilizaciones fueron enviadas en calidad de Guardianes y Vigilantes. Unos procedían de Orión y otros de las Pléyades. El jefe de los oriones se llamaba Satanel, y su aspecto era reptiloide. Pero no todos los oriones son así, porque es una constelación que abarca varios planetas y civilizaciones, muchos de ellos de aspecto muy humano.

Hubo un momento en que Satanel consideró que como la humanidad era impredecible, resultaba peligrosa y que podía poner el peligro el orden establecido, por lo que se debía usar a la humanidad . Satanel pertenece al linaje de los llamados “Serpiente”, un linaje de las estrellas que se consideran a si mismos con derecho a gobernar el proceso de éste planeta, al cual también están atados. Las actitudes de éste Orión y de un grupo de sus seguidores llevó a la Confederación de Mundos a una tensión tal que se desató una verdadera guerra, cuyos ecos aún resuenan en ésta parte del universo. Los disidentes fueron sometidos , y remitidos a la Tierra como deportados. Todo esto no hacía otra cosa que asegurar más la posibilidad de reconexión entre los tiempos. Por ello se permitió. Además, originalmente se había previsto que hubiese toda una situación de fuerte presión sobre las civilizaciones escogidas para el experimento cósmico.

Aunque no todos los oriones participaron de la disidencia, los que se mantuvieron fieles al Plan Cósmico y a la Hermandad Blanca del Universo, se les reemplazó por seres de Sirio, de Can Mayor quienes junto con los Pleyadianos quedaron como Guardianes y Vigilantes.

Los oriones desde la Tierra consiguieron afectar la sensualidad de los pleyadianos quienes cometieron la grave transgresión de tener contacto sexual con los seres humanos. Los mestizos producto de esta relación son los que conocemos como los “Atlantes”. La intención de los disidentes era poder reencarnar a través de los atlantes, sólo que el problema que se presentaba era que de encarnar en la Tierra siempre uno olvida. Y eso era un inconveniente insalvable.

El mal uso que hicieron los atlantes del conocimiento recibido de sus padres extraterrestres, los llevó a su autodestrucción, muy conveniente para aquellos atrapados en nuestro planeta. Pero la destrucción no fue total como ellos hubieran querido, pero sí afectó el último período de la Lemuria, llamado “MU” haciendo que los murianos fuesen evacuados de la Antártida donde su historia y sus adelantos quedaron enterrados bajo el avance del hielo, siendo remitidos hacia Mesoamérica, dando posterior surgimiento a la civilización Olmeca.

Una de las particularidades de la humanidad es que somos capaces de anticipar el futuro, esto es que tenemos potencialmente la capacidad de la premonición y de la precognición. Mientras que los extraterrestres que vienen a la Tierra sólo conocen el pasado , el cual ocultan.

Con el Cristo se ubicó la puerta correcta de reconexión con el Tiempo Real , sólo que su ingreso requiere un estado vibratorio superior basado en el amor incondicional a través del perdón.

Seres como el mago Merlín, que eran híbridos entre extraterrestres y humanos conocían ambas direcciones del tiempo.

LA REBELIÓN DE SATANAEL

CAPITULO 10

La influencia del ser ultraterrestre Luzbel, había puesto en peligro el Proyecto-Tierra al involucrar a Gadreel en una acción de alto riesgo. Y aquí no acabarían los esfuerzos de esta entidad del Universo Mental que procuraba sabotear el desarrollo del Plan Cósmico.

El próximo blanco sería Satanael, Vigilante extraterrestre de la estrella Rigel, en la Constelación de Orión.

Satanael era un elevado Maestro de Orión. El había contribuido a establecer la paz en aquella región del Universo luego de la llamada “Guerra Antigua”, que involucró a 33 civilizaciones extraterrestres. Esta guerra espacial, donde los seres de Orión y de la estrella Antares (Constelación del Escorpión) fueron los opuestos líderes del enfrentamiento, se suscitó debido a una acción “ilegal” de los seres de Antares al tomar muestras de la Gran Nebulosa de Orión para el estudio de las fuentes de vida. Los oriones, enojados por haberse realizado esto sin la aprobación previa de ellos, decidieron echar, violentamente, a los visitantes.

Esta guerra, que desencadenó inclusive la destrucción de mundos enteros, pudo ser peor si Satanael no hubiese logrado convencer a ambos Consejos Regentes de Orión y Antares especialmente este último en detener los enfrentamientos e instaurar la paz. Es necesario conocer todo esto para saber quién era Satanael antes que fuera influenciado por una oscura maniobra del Ultraterrestre Luzbel.

Luzbel supo convencer a Satanael el antiguo General de los Vigilantes de Orión en aquella Guerra Antigua que la humanidad de la Tierra era una “civilización prohibida“, dotada de un libre albedrío que los oriones no poseían; además, y por si fuera poco, que los seres humanos éramos sus “descendientes“, al provenir de los primeros patrones de vida que fueron sembrados con moléculas orgánicas de la Gran Nebulosa de Orión.

El levantamiento de Rigel

Las ideas y “filosofía” de Luzbel, llenaron de envidia y celos a Satanael hacia a la humanidad de la Tierra, al punto de nublarlo y hacerle simpatizar con el “boicot” del Ultraterrestre. Los oscuros argumentos del Helell, polarizarían al Vigilante extraterrestre, quien se convertiría en su leal seguidor, y uno de los principales protagonistas de la saga del Plan Cósmico.

Satanael finalmente encabezaría una insurrección en Orión. Una postura que se transformaría en una suerte de “Guerra Civil” que pudo ser cósmica, por cuanto diversas civilizaciones extraterrestres se vieron confundidas y tentadas en participar de la rebelión cuando vieron que ésta era dirigida por uno de los más emblemáticos Vigilantes de de este sector estelar.

Obviamente, Luzbel sabía hacia quién apuntar. Si lograba integrar a Satanael en su causa, era predecible que otros seres y civilizaciones extraterrestres, se vieran arrastrados.

El Plan Cósmico señalaba a dos civilizaciones extraterrestres para vigilar nuestro planeta una vez retomado el proyecto luego de la oportuna intervención de los Ingenieros Genéticos. Estas dos civilizaciones eran los oriones y los pleyadianos. Empero, como se había producido la rebelión de un sector de los oriones bajo la figura de Satanael quien iba a ser, precisamente, el jefe del proyecto Orión para vigilar la Tierra, la Confederación Galáctica dispuso reemplazarlos por seres de la estrella Sirio, ubicada a 8,6 años luz, en la Constelación del Can Mayor.

TRASGRESION DE LOS VIGILANTES

CAPITULO 11

Una vez que los Pleyadianos y los Sirios se encargaron de la vigilancia del planeta, la influencia de Luzbel se dejó sentir nuevamente, esta vez sobre un grupo de doscientos pleyadinos del comando de Semiasas, para que transgredieran el orden, dejándose llevar por la sensualidad propia de un planeta paradisíaco y de vibraciones extrañas a ellos. Así, ellos cometieron una gravísima infracción al tener relaciones sexuales con los seres humanos de la Tierra, algo que estaba estrictamente prohibido por las graves consecuencias que pondrían en peligro, una vez más, la consecución del proyecto. Esto ocurrió en el Monte Hermón.

El Libro de Enoch

Lo más inquietante de esta historia, es que se halla registrada en un libro antiquísimo, llamado “El Libro de Enoch“.

El texto en mención escrito supuestamente por Enoch, un personaje del Antiguo Testamento misteriosamente se “perdió” después del Concilio de Laodicea, en el Siglo III; sin embargo, volvió a aparecer hace unos 200 años. De las tres copias recuperadas por el famoso explorador James Bruce, cuando en 1773 retornó de su trabajo de seis años en Abisinia, existen dos traducciones al Inglés hechas R. Lawrence (1821) y por R. H. Charles (1912). En los siguientes años, salieron a la luz varias porciones del texto original en Griego, y más tarde, con el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en Qumran, aparecieron siete copias fragmentarias en texto Arameo, que están hoy en el Museo del Libro en Jerusalén, confirmando lo dicho en las copias traducidas.

La escena del descenso de los 200 Vigilantes es descrita por Enoch. Y este acontecimiento, en contra de la idea que sucedió hace unos pocos miles de años, en realidad ocurrió en tiempos más lejanos. Para tener una idea de esto, recordemos que el Génesis cita a Enoch como un patriarca longevo de una séptima generación después de Adán (Génesis 5:18); más tarde vendrían nombres muy conocidos como Matusalén, o Lamec, el padre del célebre Noe, quien, como sabemos, era un superviviente de la Atlántida.

Si Enoch pudo describir lo que pasó en el Monte Hermón, es porque se trataba de un acontecimiento antiguo.

El Pacto del Monte Hermón

El Libro de Enoch describe a “200 ángeles” que aterrizan en el Monte Hermón entre la actual Siria, Líbano y la antigua Israel y se unen a las hijas de los hombres. Eran encabezados por un ser denominado Semiasas.

“Hagamos parejas con ellas y tengamos hijos…” (Enoch, Libro de los Vigilantes 6:2)

Ante esta propuesta, el Comandante Semiasas respondió que aquello era una locura, que eran ángeles así los menciona el texto, aunque sabemos que eran en realidad cosmonautas pleyadianos y que no debían aparearse con los humanos. Les dijo: “si ustedes lo hacen, Dios me culpará a mí porque soy el Comandante y el responsable por los pecados de todos ustedes“.

Entonces juramentaron en involucrarse todos. A esto se le llamó “El Pacto del Monte Hermón“.

Y se juntaron con las mujeres, y tuvieron hijos gigantes.

Mientras tanto según prosigue el Libro de Enoch, los Arcángeles Miguel, Uriel, Rafael y Gabriel, miraron hacia abajo desde el cielo y viendo los estragos se dijeron “Debemos informar a Dios de lo que está sucediendo” (Enoch 9:1-11)

CUARTA HUMANIDAD

LA ANTARTIDA DE PLATON

CAPITULO 12

Ante todo esto, la Confederación intervino inmediatamente tratando de corregir el error de los Vigilantes, por lo que se esperó a que se produjeran los nacimientos de los mestizos, los cuales fueron concentrados en una grupo de diez islas en el Océano Atlántico la mayor de ellas llamada la isla de Undal y en donde sus padres extraterrestres se verán comprometidos a educarlos, dando lugar a la legendaria civilización de los Atlantes.

Evidencias de un Mundo Sumergido

Más allá de las columnas de Hércules afirmaba Platón en sus “Diálogos” existieron vastas tierras, tan grandes como Asia Menor y Libia juntas, hasta que, en un sólo día, este mundo que albergaba a una sociedad avanzada, sucumbió bajo las aguas del océano Atlántico; de allí el nombre con el cual se recuerda a aquella civilización desaparecida: Atlántida (Aunque esta denominación, en verdad, se pierde en el origen de los tiempos, así como su historia).

Aunque parezca insólito aceptar la desaparición de una civilización bajo el océano, algunos científicos se han venido topando con algunos indicios que sugieren la realidad de todo esto.

Por ejemplo, es interesante saber que el estudio realizado por los científicos del Observatorio Lamont (una división de la Universidad de Columbia en Palisades, New York) determinó cambios geológicos de carácter anormal hace 11,500 años en el Atlántico; estas conclusiones encajan notablemente con la fecha de la destrucción de la Atlántida.

Otro dato curioso es la existencia de una cadena montañosa que se extiende por la zona central del Atlántico; estas formaciones son conocidas por los geólogos con el nombre de dorsales. La dorsal Mesoatlántica es de por sí una de las pruebas más favorables para apoyar la existencia de tierras sumergidas. En muchos casos las crestas de la dorsal se elevan por encima del mar formando islas; allí encontramos arrecifes de coral y sedimentos propios de las aguas poco profundas, lo cual nos sugiere que, en algún tiempo remoto, estas tierras estuvieron próximas a la superficie.

Para añadir más argumentos a favor del mundo sumergido, podríamos citar que, ya en 1898, se encontró en el océano Atlántico a 700 Km. de las Azores porciones de Taquillita; es decir, lava basáltica que se enfrió rápidamente. Este fenómeno sólo es posible si la lava se encontró expuesta al aire, lo que no ocurre generalmente con las lavas enfriadas en las profundidades del mar. Al menos ello es lo que sostiene el geólogo P. Termier, del Instituto Oceanográfico de Mónaco. Termier concluye que la lava debió sumergirse en una fecha no mayor a 15.000 años. Sin embargo, también debemos decir que no siempre estos estudios son aceptados. Aún existen muchos detractores de la existencia de la Atlántida.

En los textos antiguos encontramos también evidencias no menos importantes, como por ejemplo, la clara alusión a “islas perdidas“. Recordemos la Esqueria de Homero y la enigmática Tarsis del profeta bíblico Ezequiel. Por su parte, los Mayas y los Aztecas sostenían provenir de una “isla” situada al este de México y que denominaban Aztlán. Es posible que se refieran con ello a la Atlántida de Platón. La morada de los mestizos y los Vigilantes.

LA DEPORTACIÓN DE LOS ORIONES

CAPITULO 13

La rebelión de los oriones, ocurrida hace unos 25.000 años de los nuestros, había sido controlada por la Confederación Galáctica. Aquellos seres que se plegaron a la violenta postura de Satanael serían deportados a la Tierra para apoyar el proyecto, como si se tratasen de trabajos forzados, y así contribuir en el proceso de aprendizaje de la raza humana.

Fueron enviados a nuestro planeta en grupos. No vinieron todos los rebeldes en un sólo viaje. El primero de estos grupos habría llegado a la Tierra poco antes de la trasgresión de los 200 Vigilantes en el Monte Hermón, y, el último grupo de deportados con Satanael a la cabeza llegó a nuestro planeta en los primeros tiempos de la Atlántida.

Cuerpos clonados

Un fenómeno que ya se había registrado en el primer grupo había alertado a la Confederación. Se trataba de un envejecimiento prematuro, fruto de poseer cuerpos clonados y bajo una influencia energética extraña para ellos nuestro planeta. Esto no es descabellado, por cuanto los problemas que enfrenta la clonación humana según los recientes experimentos son, precisamente, el envejecimiento acelerado.

Debido al avance evolutivo que lograron los oriones y otras civilizaciones extraterrestres al morir y encarnar nuevamente, no pierden el recuerdo de la experiencia adquirida en la vida anterior. Poseen una “conciencia lineal“. Por ello, en un procedimiento que no podemos comprender aun en la Tierra, decidieron construir sus propios cuerpos o réplicas adultas, para ser ocupadas si su vehículo material era destruido o se detectaba ya inservible. Era como cambiar de ropa.

Para comprender esto imaginemos a un ser con una conciencia de 3000 años de existencia encarnar nuevamente como bebé, y tener que vivir ese proceso, una y otra vez, hasta poseer un cuerpo adulto. En la Tierra, desde luego, esto no es así, por cuanto nos encontramos en un peldaño distinto de aprendizaje, olvidando quiénes fuimos en una existencia anterior y creciendo en distintas familias, geografías y realidades para finalmente abrazar la iluminación que nos lleva de regreso a Dios. Según los Guías, no poseemos aun la preparación necesaria para recordar todo cuanto hicimos. Si en una sola existencia, los seres humanos nos vemos afectados por las personas que nos hicieron daño, que dañamos, que amamos, que perdimos, y diversas experiencias de impacto que nos sacuden, ¿qué pasaría si recordáramos el mismo proceso pero en 20 o 50 existencias? No lo soportaríamos.

Lo que nos permitiría prepararnos para asumir ello, es la conciencia de que somos en realidad seres cósmicos.

Los Cristales-Prisión

Al envejecer rápidamente y morir en la Tierra, al provenir de Orión, las esencias de los deportados tendrían que volver a su lugar de origen. Si ello hubiese sido así, posiblemente hubiesen encarnado en los cuerpos clonados, ya adultos, que se encontraban en aquellos mundos de la gran constelación.

Los Vigilantes de las Pléyades, para evitar ello, depositaron en la Tierra unos cristales romboidales, de un color verde brillante color asociado también a nuestro planeta, y que podemos observar en la vegetación cuya parte inferior enterraban, quedando la parte superior expuesta a manera de una pirámide de base cuadrada.

No obstante, hemos sabido, en experiencias recientes, que no todos aquellos oriones cuyas esencias fueron atrapadas en otro plano dimensional por aquellos cristales, murieron por el envejecimiento prematuro.

Satanael, al ver que estaban envejeciendo rápidamente en la Tierra, logró esquivar la observación de los Vigilantes pleyadianos para instalar laboratorios subterráneos con la intención de hallar alguna cura o antídoto. Sin embargo, los Vigilantes detectaron esta iniciativa y, por orden de la Confederación Galáctica, al ver la violenta y persistente posición de los oriones deportados, amparada en esta iniciativa científica que involucraba, además, la posible creación de cuerpos nuevos para aquellos que ya habían sido atrapados por los cristales, decidieron destruirlos en una intervención bélica.

Los laboratorios de los deportados que fueron alcanzados por el ataque de los Vigilantes pleyadianos estaban instalados en lugares que hoy por hoy son conocidos en nuestra experiencia de contacto, como Paititi y Monte Shasta, entre otros. Ello explica porqué, precisamente, en estos enclaves se hallan aquellos Cristales-Prisión, y el porqué de la presencia de la Hermandad Blanca, cuya fundación en la Tierra, abordaremos en el siguiente capítulo.

Los oriones “atrapados” dimensionalmente le habían declarado una guerra psíquica a la humanidad, afectando considerablemente a los atlantes, quienes ya tenían bastante con el conocimiento heredado de sus padres los Vigilantes.

Maldek y la destrucción de Poseidonis

Los atlantes se volvieron una raza colonizadora, guerrera, expandiéndose por el planeta e imponiendo su tecnología y avance. Incluso se vieron en un enfrentamiento con una civilización autónoma de lo que había sido la antigua Lemuria y, por si esto fuera poco, una guerra interna por cuanto la Atlántida se fraccionó en dos corrientes: la que mantenía el espíritu de la luz, y aquella influenciada por las tinieblas que terminó destruyendo el archipiélago atlante las diez islas dejando sólo a tres como supervivientes, entre ellas, el centro principal, que alude a la Poseidonis de Platón.

Frente a esta situación que los Vigilantes no pudieron controlar, se pensó que si los atlantes se extendían fuera del planeta, podría resultar conveniente para reorganizar con ello el proyecto planetario, ya que con el tiempo se podría hacer que estos mestizos quedaran al margen del proceso terrestre, a pesar de que eran semi-terrestres. Esto es, que llegado el caso, la civilización atlante completa sería trasladada a Maldek planeta ubicado antiguamente entre Marte y Júpiter. Para este fin se envió a otros atlantes a Marte para establecer un puente práctico entre la Tierra y Maldek, con tan malos resultados que no mucho tiempo después de haber arribado, se produjo un abuso por parte de ellos con la civilización marciana, generando un choque terrible.

Toda la tensión generada en Marte por los atlantes, y luego en Maldek, por la ley de vibración lo semejante atrae lo semejante atrajo a un objeto sideral errante hacia el interior del Sistema Solar, pasando muy cerca de Maldek, y, por un efecto desconocido, quizá fruto del propio magnetismo del gran intruso celeste, las armas de destrucción masiva de los atlantes, que se hallaban concentradas principalmente en aquel planeta, estallaron por sí solas, destruyendo así al planeta en una violenta explosión. Las consecuencias fueron catastróficas, pues los fragmentos salieron despedidos hacia Marte impactándolo, haciendo que gran parte de su agua y su atmósfera se perdiera en el espacio, acabando con la mayor parte de la vida en la superficie del planeta rojo (Aquí debemos acotar, que en la actualidad hay vida en Marte, pero sus pobladores viven en el interior del planeta).

Pero los fragmentos de Maldek no sólo alcanzaron a Marte. Ellos también llegaron a la Tierra, estrellándose muchos contra el escudo natural del planeta que es la Luna. En ese entonces, la Tierra atrapó dos grandes trozos que estuvieron orbitando durante un cierto tiempo alrededor del mundo, por lo que podemos afirmar que hubo una época en que tuvimos tres lunas; la actual y dos asteroides más pequeños, los cuales fueron más adelante atraídos al planeta impactando uno de ellos en el Pacífico y mucho tiempo después, el otro entre el Atlántico y el Caribe, produciendo profundas fisuras donde la corteza terrestre es bastante débil, abriéndose así, peligrosos vórtices electromagnéticos, que actualmente se conocen como el Triángulo de las Bermudas y el Triángulo del Dragón.

Tenemos que reseñar que estos fragmentos no cayeron inmediatamente en el planeta. En ese entonces, la tecnología y el poder mental de los atlantes era muy grande, de tal manera que llegaron a controlar aquellas otras “lunas”, colocando precisamente en lo que hoy corresponde al mar caribe, una estructura piramidal llamada por los atlantes “Tagmatrón” con una gran esfera de cristal en la punta a manera de una inmensa máquina energética que proyectase un haz de luz al espacio, y sostuviese la presencia de cada uno de esos cuerpos.

Igualmente, se trabajó en una estructura similar en el Pacífico, en lo que alguna vez correspondió a la ubicación de Mu continente desaparecido cuyos restos se pueden asociar con la enigmática Isla de Pascua, en el mar de Chile. Estas pirámides concentraban una energía extraordinaria, como jamás hubiésemos imaginado. Pero la crisis interna de la sociedad atlante llegó a niveles incontrolables, como describimos líneas tras, por la influencia satánica, que pretendió utilizar el poder desarrollado para liberar a sus compañeros y atacar a la mismísima Confederación Galáctica; ello terminó revirtiendo el poder de dichas pirámides, atrayendo aquellos cuerpos siderales que debían mantenerse a la distancia, haciéndoles impactar y creando, no sólo grandes abismos oceánicos, sino también hoyos interdimensionales que comunican con otro tiempo y espacio. Estos agujeros no están abiertos todo el tiempo, sino cuando aquellas pirámides, hoy sumergidas, concentran gran cantidad de energía, liberada a su vez, por las tormentas que en la zona se producen frecuentemente.

La Guerra Psíquica

Todo esto y más hicieron la oscuridad en contra del proyecto. El planeta registraba por ese entonces, graves problemas debido a los desequilibrios provocados por los inmensurables impactos.

Los oriones estarán allí atrapados hasta que se cumpla el plan redención. Es decir, o ellos se arrepienten y cumplen con ayudarnos, o si no, de ahí no salen. Por eso aquellos seres le han declarado una guerra psíquica a la humanidad, y como ya vimos, desde la Atlántida, en donde casi lo consiguieron, han hecho todo lo posible por destruirnos.

Recordemos que esta guerra psíquica no es solamente referida por los extraterrestres hacia nosotros para que estemos alerta de cómo la asechanza intenta manipularnos. El apóstol Pablo ya lo mencionaba en una de sus cartas a los Efesios (Ef. 6, 11-12) cuando dice:

“Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes“.

Como ellos no pueden manipular a todos los seres, manipulan a unas cuantas personas vinculadas a la política, a la religión, a la economía, a los mandos militares, y a través de ellos mantienen el caos mundial de desesperanza, angustia y desequilibrio. Son ellos, los satánicos atrapados y sus servidores los que conforman y mantienen un Gobierno Interno Negativo en nuestro planeta, que basa su poder en la ignorancia. Todos los grandes archivos de la humanidad han sido sistemáticamente destruidos desde la Gran Biblioteca de Alejandría hasta los registros del Cusco, desde los códigos mayas y aztecas hasta la barbarie del fascismo alemán. Todo aquello que pudiera darnos luz, que pueda llevarnos a recordar que somos parte de un proyecto cósmico ha sido silenciado de una u otra forma, y que quede claro que no somos “ratas de laboratorio”, en realidad, somos bebés de probeta; nuestro mundo no es una granja donde nos están cebando para luego incluirnos en su dieta alimenticia, sino, más bien, somos una especie de “casa cuna” de donde los maestros esperan aprender de los discípulos a través de nuestras propias vivencias.

LA INSTAURACIÓN DE LA HERMANANDAD BLANCA

CAPITULO 14

Después de la destrucción de la Atlántida, hace doce mil años, una fuerza interplanetaria de paz llegó a la Tierra para fundar lo que sería la Gran Hermandad Blanca de nuestro mundo; de esta forma se conseguiría el equilibrio necesario para que el ser humano pudiera continuar con su proceso de evolución.

Estos 32 Maestros extraterrestres no treinta y tres por cuanto quien debió representar a Orión, Satanael, se había polarizado a la oscuridad se ubicaron en galerías subterráneas en una región secreta del desierto de Gobi, en Asia, fundaron así la mítica Shambhala, centro matriz del mundo intraterrestre de Agartha. Desde allí, velarían por la quinta humanidad. Cada uno de ellos representaba una determinada civilización del espacio; su honda sabiduría y profundo amor por la vida los calificaba como los más aptos para llevar a cabo la misión de incorporar en nuestro mundo la semilla de la Luz.

Shambhala y el Mundo Subterráneo

Hablar de una supercivilización habitando en las profundidades de nuestro planeta podría generar serios cuestionamientos en el lector escéptico, posiblemente porque en estos seres recae la misión de ayudar al hombre en su trayecto hacia el infinito.

Quizá una de las experiencias más célebres en relación a Shambhala sea la de Nicolás Roerich, explorador y artista ruso que emprendió en 1925 una expedición al Tibet y al Asia Central. Allí fue invitado a conocer el reino subterráneo. Ese año, Roerich contempló en pleno día un disco brillante ¿un OVNI? surcando el cielo de Karakorum y los lamas que le acompañaban aseguraron que se trataba de un signo de ¡Shambhala!

Nicolás Roerich, junto al sueco Sven Hedin y su antepasado Ruso Nikolai Przhevalsky, fueron los primeros occidentales después de Marco Polo en adentrarse en la cultura de Oriente.

En la historia de diferentes pueblos de la Tierra encontramos claras insinuaciones a ese mundo interior, un lugar secreto donde se reúnen los grandes sabios, los Rishis o Mahatmas, que sólo permiten el ingreso a su mundo a los que han sido llamados. Es pues, en oriente, donde existen mayores referencias al reino subterráneo.

A estos Maestros de Luz intraterrenos se habría referido Thot el Atlante en “Las Tablas Esmeralda” cuando menciona:”Treinta y dos están allí de los hijos de la luz, quienes han venido a vivir entre la humanidad buscando cómo liberar de la esclavitud de las tinieblas a los que estaban atrapados por la fuerza del más allá…”

En verdad, como ya adelantamos, la nave estelar que trajo consigo a 32 seres extraterrestres para fundar Shambhala en el Gobi, se hallaba diseñada para 33 Maestros Cósmicos. Cada Maestro representaría a una civilización distinta en el Universo, pero, como la civilización 33, que corresponde a la Constelación de Orión, protagonizó una guerra espacial, no se permitió que viniese un representante de aquel cúmulo de estrellas Satanael quedando al ser humano reemplazar a Orión como la civilización número 33, teniendo en cuenta que, en cierta medida, somos “hijos de Orión”.

“Los dioses aparecieron en sus respectivos vehículos voladores para presenciar la batalla entre Kripakarya y Arjuna. Incluso Indra, el señor del cielo, llegó montado en un vehículo volador especial con capacidad para treinta y tres seres divinos“. (Bhagavata Purana, Texto antiguo de la India).

No en vano, el número 33 se encuentra inmerso en la vida del hombre, desde su ubicación en la galaxia, a 33.000 años luz del Sol Central, al maná que cayó del cielo para asistir al pueblo hebreo por 33 días quizá de allí provenga la denominación “manásico” para el Sol Central. Además, esta clave numérica se encuentra también en las 33 vértebras de la columna humana que se pueden apreciar claramente en los primeros años de vida, más tarde, con el crecimiento humano algunas de ellas se unen a otras que funciona como antena energética. También es sugerente apreciar que en diversas escuelas esotéricas, como la Rosacruz y la Masonería, la principal jerarquía es el grado 33. Y para pensar un poco más, el Maestro Jesús murió y resucitó según algunos estudiosos a los 33 años de edad, y en relación a la mítica huída inca al Paititi, ésta se habría producido en el año 1533.

Una vez que los Mentores de la Luz se establecieron en el Gobi, en sus Salones de a Amenti templos intraterrestres que ya habían sido acondicionados por seres procedentes de Sirio, construyeron un impresionante disco metálico, hecho con una extraña aleación de minerales extraterrestres y de nuestro planeta.

La Creación del Gran Disco Solar

Se trataba pues, del Disco Solar, una llave que abre las puertas entre las dimensiones y que puede “llevar” al planeta entero al Real Tiempo del Universo. Así mismo, el Disco representaba al Sol Central de la galaxia, fuente importante de energía que llega a toda nuestra Vía Láctea, bañándola con la transmutadora fuerza de la Luz Violeta. Está de más afirmar que las radiaciones solares o energía Cilial de nuestro propio Sol, son también canalizadas por el poderoso Disco de los Maestros. En los mundos evolucionados se aprovecha al máximo el poder de las estrellas. El Disco Solar se constituiría en el santo emblema de la Hermandad Blanca, representado gráficamente con la figura de tres círculos concéntricos: los tres planos, los tres universos, la trinidad sagrada y la Ley del triángulo.

No obstante, la Jerarquía venida del espacio sabía que no podría prolongarse indefinidamente en sus cuerpos físicos. Fue entonces que los 32 Mentores de la Luz vieron en los Estekna-Manés, mestizos mentores, que habían sobrevivido en bases subterráneas a la destrucción de la Atlántida, el reemplazo perfecto.

Muchos de ellos, sabios sacerdotes que trabajaban por la luz, habían emigrado a diferentes regiones del mundo, evitando perecer ellos y sus sagrados archivos del conocimiento en el holocausto atlante. Llegaron a América Central, a Sudamérica, a África, India y Europa; desde allí y en su interior, junto con los Guías o Instructores, comenzaron a sembrar la semilla de acuerdo a los designios heredados de los 32 Mentores para rescatar el proceso del despertar de la conciencia humana y así, acercarle a los Hombres el conocimiento, su verdadera historia, la cual ellos ahora custodian.

Uno de los primeros grupos en ser instruido después de la destrucción de la Atlántida o “el diluvio universal” fue el Sumerio.

EL ARRIBO DE LOS 144 INSTRUCTORES

CAPITULO 15

Como parte de este plan, ciento cuarenta y cuatro instructores extraterrestres aterrizaron en Mesopotamia, para reunir gente de los montes Zagros y del Cáucaso, y comenzar a trabajar con todos ellos que representaban diferentes tipos de razas. A esta acción programada se le llamaría Proyecto Sumerio.

El Legado de Sumer

Es así que pronto, nos encontramos con que los hombres viven en ciudades, y para pensar más, al poco tiempo, ya manejaban avanzadas matemáticas, astronomía y metalurgia. Sumer fue la “primera civilización” del mundo que nació “después del diluvio”.

Debido al cuidado que se tenía que tener para evitar las dependencias, se escogió a unos emisarios del pueblo, los Enci o Patesis, para ser los únicos que tendrían contacto con los Instructores Planetarios, quienes les transmitirán todo este conocimiento. Echemos una mirada a esta civilización antigua:

Mesopotamia (en griego, ‘entre ríos‘), es una región que se convirtió en uno de los primeros centros de civilización urbana, situada entre los ríos Tigris y Éufrates, en la zona que en la actualidad ocupan los estados de Irak principalmente Irán y Siria.

La riqueza natural de Mesopotamia siempre ha atraído a pueblos procedentes de las regiones vecinas más pobres, y su historia es la de continuas migraciones e invasiones. La lluvia es escasa en la mayor parte de la región, pero cuando el fértil suelo se riega a través de canales produce abundantes cultivos.

La necesidad de autodefensa y riego llevó a los antiguos mesopotámicos a organizar y construir canales y asentamientos fortificados. Desde el 6000 a.C. los asentamientos aumentaron, convirtiéndose en ciudades en el IV milenio a.C. aproximadamente. El primer asentamiento de la región fue probablemente Eridú, aunque el ejemplo más destacado es Uruk la Erech bíblica al sur, donde los templos de adobe se decoraron con fina metalurgia y piedras labradas. El desarrollo de una administración también estimuló las ciencias y las matemáticas. Floreció el arte y la arquitectura, la artesanía y el pensamiento religioso y ético.

El sumerio se convirtió en el principal idioma de la zona y sus habitantes inventaron el sistema cuneiforme de escritura, originalmente pictográfica, que poco a poco se estilizó. Esta escritura se convirtió en el medio básico de comunicación escrita del Oriente Próximo durante unos 2.000 años. Los sumerios probablemente fueron responsables de esta primera cultura urbana que se extendió hacia el norte del Éufrates. Otros asentamientos importantes de Sumer fueron Adab, Isin, Kis, Larsa, Nippur y Ur.

Los sumerios sabían hace miles de años que la Tierra daba vueltas alrededor del Sol, y que los planetas se movían mientras que las estrellas permanecían en el cielo, al menos como una referencia visual. Todo ello contrasta notablemente con el período de patinazos intelectuales que va de Tolomeo a Copérnico. Pero además del interés que mostraron por la astronomía, los sumerios crearon el primer sistema matemático del mundo.

A diferencia nuestra, que utilizamos actualmente un sistema numérico decimal, el sistema sumerio era sexagesimal; es decir, en vez de un sistema de base 10, el de ellos era de una base 60. Aunque ante un primer razonamiento este sistema pareciera poco flexible, debemos decir que el mismo permitía a los sumerios dividir en fracciones y multiplicar en millones, calcular raíces o elevar números a varias potencias.

En muchos sentidos, el sistema sumerio es superior al de base 10 que se usa hoy, debido a que 60 es divisible por diez números enteros mientras que 100 es divisible sólo por siete. Y he aquí la primera pista que lanzamos al lector atento: este sistema sexagesimal sumerio, es el único “sistema perfecto” para la Geometría. ¿Por qué? No olvidemos que actualmente, en lo que concierne a Geometría, se maneja este sistema sexagesimal. De ahí los 360 grados de un círculo.

Pocas personas saben que el sistema de base 60 de los sumerios no sólo ha influido en nuestra Geometría, sino en nuestra forma de medir el tiempo: el origen de los 60 minutos y 60 segundos es una prueba concreta. Y aquí deberíamos añadir las 24 horas del día, los 12 meses del año, las 12 pulgadas de un pie y la docena como unidad. Si rastreamos estos conocimientos desde sus orígenes, nos topamos inevitablemente con Sumer. Y lo más inquietante: Su tradición enseña que los “dioses” les enseñaron todo esto al bajar de sus “shems” o vehículos estelares en la antigua Mesopotamia.

Que los sumerios hayan manejado este acervo de conocimientos antes que los egipcios no deben sorprendernos. Hoy en día es por demás conocido que el ciclo procesional de 25.920 años dividido en 12 partes de 2160 años las denominadas “casas del Zodíaco” es un aporte innegable de ellos. Hay que comprender esto porque buena parte de las informaciones que manejamos, encuentran su cimiento en este legado que, desde las estrellas, iluminó Sumer hace seis mil años, o más…

Sin embargo, lamentablemente el Proyecto Sumerio no se llevó a cabo como se había planeado, ya que se les otorgó a ellos demasiado conocimiento en poco tiempo, creando una dependencia con los seres que “venían del cielo”. Al suceder esto, los Instructores dejaron de venir, buscando así romper el cordón umbilical que se había creado, cosa que fue aprovechada por los del Gobierno Negativo, que de inmediato aparecieron haciéndose pasar como dioses para que los adoraran, y esta civilización, Sumer, aunque muy avanzada tecnológicamente para la época, fue conquistada por otras muy violentas como la Acadia, acabando con la esperanza de evolución de conciencia que se tenía.

Al fracasar el proyecto de trabajar sobre un colectivo de personas o pueblos, los extraterrestres decidieron trabajar entonces, sobre una élite de individuos. Así surge el Proyecto Egipcio. Aunque estas tierras, como veremos más adelante, ya habían sido escenario de visitas extraterrestres…

LA MISIÓN RAHMA

CAPITULO 16

Mientras se había estado desarrollando el Proyecto Sumerio, en el 4.200 a.C. se crearía una misión cósmica de ayuda al planeta, para ser insertada en un futuro en el mundo. Esta misión, llamada RAHMA, fue una iniciativa del Consejo de los 24 Ancianos de la Galaxia.

La Misión Rahma sería una de varias misiones de alerta que forman parte del Plan Cósmico.

Como hemos venido aprendiendo, a través de este puente de contacto, los Guías y Maestros buscan llevar a la Humanidad a un despertar de conciencia, en donde el Hombre salva al Hombre por medio de una transformación en sí mismo y en nuestro mundo. La fuerza o energía capaz de lograr dicha transformación, es el AMOR. De ahí, que expresemos que Rahma es Amar.

La Misión Rahma decimos, es una labor de contacto contacto consigo mismo, con la familia, con el grupo, con la Humanidad, con los Guías, con Dios, en la cual, hermanos de otros mundos, ayudan al Hombre a tomar conciencia de su misión, sugiriendo para ello, una preparación integral a nivel físico, mental y espiritual, que a través de una actitud de constancia y disciplina logren el cambio, proyectándose así, como verdaderos Soles que irradian Luz y Amor a la Humanidad. Es por eso que la palabra Rahma, en uno de sus aspectos más conocidos significa Sol en la Tierra (RA=Sol, MA=Tierra); es decir, iluminar o irradiar Luz en el planeta.

Los Objetivos a Futuro de la Misión RAHMA en la Tierra

La Misión Rahma procura la activación de un programa de contacto, el mismo que ha venido desarrollándose en la Tierra desde hace millones de años. Mantenernos firmes y perseverantes en los objetivos natos de Rahma sin desviar nuestra atención, sería la elección correcta para culminar lo que fue dispuesto por los Mayores.

Las misiones en nuestro planeta, desde luego, son varias, difieren en forma y en objetivos; pero en lo que a Misión Rahma respecta, los objetivos son los siguientes:

La Comunidad de Base: Se refiere a crear grupos de sintonía y afinidad, que trabajen generando un estado mental positivo. Esta común-unidad no señala únicamente a un grupo físico de personas, la unidad se da también a niveles mentales, todos visualizando un mismo objetivo.

El Despertar de Conciencia: Consiste en activar la Clave del Recuerdo que nos aclara el momento que estamos viviendo. Empezar a comprender la existencia de un Plan Cósmico que reserva un destino de gran trascendencia para el ser humano. Este Despertar de Conciencia se debe iniciar en uno mismo e irradiarlo al prójimo.

Preparación para la posible Catástrofe: La que no se refiere exclusivamente a un cataclismo, sino a una catastro – fe o evaluación de nuestra FE frente a situaciones de duda y caos. La gran cantidad de nueva información cuestionará el desarrollo humano en todos los campos. Sólo la voluntad férrea de una persona decidida se transformará en la antorcha que separa las tinieblas de la confusión, y es que, si antes había desinformación, ahora existe información en abundancia que no necesariamente es correcta. Muchos se extraviarán por esta clase de información al encontrarla atractiva y acorde con expectativas personales.

Concretar el encuentro con la Gran Hermandad Blanca de los Retiros Interiores: El que ocurrirá durante el momento final de la Misión. Este encuentro simbolizaría el ingreso de la Humanidad como la Civilización número 33. Con este encuentro, nosotros pasaríamos a ser discípulos de la Gran Hermandad Blanca para luego consolidarnos como los Instructores del Nuevo Tiempo.

Recepción del Libro de los de las Vestiduras Blancas: Este es el objetivo supremo y final de la Misión Rahma, que la Humanidad reciba la verdadera historia de la Tierra. Así, este conocimiento nos liberaría de la dependencia cíclica al error. Este objetivo, por su connotación de “retorno de lo sagrado”, señala además el advenimiento del Cristo Cósmico.

El plan para elaborar la Misión RAHMA involucraría la observación de espíritus potenciales en la Tierra, que miles de años más tarde serían integrados a ella para trabajar por el bien y transformación de la humanidad.

EGIPTO Y EL RECUERDO DE ORION

CAPITULO 17

Al haber fracasado el Proyecto Sumerio, los Instructores Planetarios decidieron trabajar sobre una elite de individuos en la actual meseta de Gizeh. Así surge el proyecto Egipcio, en un escenario que ya había sido inquietado por visitas de Vigilantes extraterrestres, en tiempos de la Atlántida.

Antes de la presencia del “primer faraón”, Menes, que habría aparecido en escena hacia el año 3100 a.C., en Egipto vivían los “dioses”. Al menos eso es lo que se rastrea en el país del Nilo, en una época que era llamada Zep Tepi y en donde habitaba una raza de seres hermosos llamada Neteru y que literalmente significa “Vigilantes”. También se habla de una suerte de híbridos o mestizos entre los dioses y los seres humanos en aquellos tiempos. Nos referimos a los Shemsu-Hor o los “Hijos de Horus“, ¿los atlantes? mencionados a todas luces en el conocido Papiro de Turín. Sin embargo, este relato es tomado por los historiadores tan sólo como un mito ya que los copistas hacen clara omisión en sus escritos de aquellos primeros tiempos donde los dioses se mezclaban con los hombres. Afortunadamente sabemos al menos, que los “dioses” venían de un lugar específico: Orión.

El Misterio de Orión

Orión es tal vez la más bella y la más impresionante constelación de todo el cielo. Los científicos terrestres la ubican entre unos 300 y 1500 años luz de distancia. De manera clarísima, se levantan las dos estrellas de los hombros, Betelgeuse y Bellatrix, las tres estrellas del cinto, Al-Nitak, Al-Nilam y Mintaka conocidas como las Tres Marías o los Tres Reyes Magos, y las dos estrellas de los pies, Saiph y Rigel.

El objeto más precioso de la constelación de Orión es la famosa Gran Nebulosa de Orión. Tiene la denominación del catálogo Messier M42 y se halla a unos 1.500 años-luz de distancia.

A pesar que la constelación se encuentra a tantos cientos años luz, no tenemos que emprender un viaje tan largo para comprender el enigma que esconde tras ella. La respuesta la encontramos en nuestro mismo suelo ya que podemos rastrear sus huellas en los emplazamientos arqueológicos de las más remotas civilizaciones que, poseedoras de un sospechoso conocimiento astronómico, alinearon sus templos y obeliscos hacia las estrellas de donde venían sus “dioses”. Una clave para comprender las visitas extraterrestres a nuestro planeta y su conexión con la dinámica del Plan Cósmico.

Volviendo a Egipto, vemos que en los “primeros tiempos”, en la época denominada Zep Tepi como decíamos cuando esos “dioses” vivían en la meseta de Gizeh se guardaba un conocimiento “llave” que hoy en día se puede olfatear en las tres pirámides que se alzan como testigos silentes de un pasado cósmico. Quizá, no tan mudos que digamos si es que sabemos escuchar.

Ya en 1994, Robert Bauval, un ingeniero belga aficionado a la astronomía, lanzó una certera pedrada a la frente de la egiptología ortodoxa al demostrar que las tres pirámides de Gizeh están alineadas con el cinturón de la constelación de Orión, en el año 10.500 a.C. Y aunque tirios y troyanos se rasgaron las vestiduras, la tesis de la correlación de Orión ha venido ganando mayor terreno en el ámbito científico.

¿Porqué apuntar las pirámides a Orión? ¿Quiénes estaban mirando a los cielos hace 12.000 años? ¿Cómo pudieron ser construidos estos gigantescos monumentos con tal precisión si se supone que por esta época no existían civilizaciones representativas?

El Rostro de Marte, Maldek y Orión

Hace algunos años, por la década de los ochenta se puso de moda una imagen que tomó la sonda estadounidense Viking (1976), en su misión a Marte. Esta imagen muestra lo que parece ser un rostro humano, o por lo menos, casi humano. Muchos argumentaron que era simplemente un juego de luces y sombras lo que hacía que se diera o se reflejara esta supuesta similitud en el suelo del planeta rojo. Hacia finales del siglo XX, para asegurarse si esto era de verdad un rostro o una coincidencia del momento de la captación de la imagen, el Mars Global Surveyor, tuvo como encargo volver a fotografiar de una manera profunda esta región identificada como Cydonia. Los resultados fueron concluyentes al demostrar que sí, que un gran porcentaje de los rasgos de la llamada “cara” se daban debido al juego de luces y sombras, lo cual desbarataba cualquier insinuación de una construcción deliberada o simbólica. A menos ello es lo que la NASA pretendió hacer creer al mundo y liberarse así del molesto rostro marciano.

Lo que no se dieron cuenta los científicos en ese momento, fue que de tanto tomar fotos a esta determinada zona, ellas nos revelarían algo aun más sorprendente. A primera vista parece ser una región más del rocoso planeta pero al prestar atención a diferentes “yacimientos” que aparecen dispersos sin ninguna relación aparente, se ha podido encontrar que estos “puntos” encajan perfectamente con la representación la Constelación de Orión y de sus vecinos de Can Mayor (Sirio) y Can Menor.

¿Acaso de la misma forma como fueron ubicadas las pirámides en Egipto, “alguien” las ubicó en Marte? Recordemos que los Guías nos han dejado saber que colonias Atlantes lo poblaron, así como a Maldek, y ¿si en nuestro mundo las construimos como estabilizadores luego de la destrucción del quinto planeta, por qué no pensar que en Marte, vecino directo de Maldek, no pudieron haber hecho lo mismo?

Las Pirámides

Sea como fuere, resulta curioso observar que los egipcios llamaban a las pirámides “IKHET”, que significa Luz Gloriosa. Para los Mayas sus pirámides se denominaban “PIRHUA AMENCO”, que se traduce como Revelador de Luz. En Sumer, sabemos que los zigurats o pirámides escalonadas se les llamaba “ESH”, que significa Fuente de Luz. Quizás por ello, la palabra pirámide (PIRA = Fuego o Luz; MIDE = Medida) también significa “Medidor de Luz o energía“.

Las pirámides egipcias, habrían sido construidas por el pueblo bajo la supervisión de los atlantes, entre ellos, Hermes Trismegisto, o Thot, aproximadamente hace unos 12.000 años y no como lo asegura la ciencia actual, alrededor del 2.500 antes de Cristo. Ellas tenían como función la de estabilizar el planeta debido a los desfases de su eje y los impactos ya mencionados. De ellas se necesitaban como un condensador de energía. Las pirámides tenían inicialmente puntas de Cristal de Roca.

Ahora bien, pese a todo este legado de informaciones y asistencia cósmica, el Proyecto Egipcio, finalmente, no prosperó. Los intermediarios o sacerdotes empezaron a manipular el conocimiento que, con el transcurrir del tiempo y ya con la ausencia de los extraterrestres instructores se fue perdiendo y deformando.

Ello se refleja, inclusive, en las propias construcciones egipcias. Por ejemplo, las que corresponden a las épocas más antiguas lucen ciclópeas y perfectas. Sin embargo, las edificaciones más tardías, en vez de denotar una evolución, parecen un burdo remedo del pasado estelar y atlante de Egipto estelar por la presencia extraterrestre y atlante porque fue fundaba por supervivientes de la Atlántida. Y por si todo esto fuera poco, en el remoto pasado de Egipto se habría producido, también, una influencia de las fuerzas oscuras, procurando utilizar el poder de las pirámides para tratar de liberar a los deportados que yacen atados a la Tierra por los Cristales-Prisión. Y, aunque ello no llegó a concretarse, fue un episodio oscuro que enfrentó la civilización egipcia.

El Proyecto Egipcio sería finalmente abandonado, y la Confederación Galáctica creyó oportuno cambiar el modo operante de instrucción y asistencia a la humanidad de la Tierra. Ahora no se trabajaría sobre un grupo dirigente de humanos, sino sobre un individuo. Un ser humano sensible y especial.

ABRAHAM: UN PROYECTO, UN INDIVIDUO

CAPITULO 18

Tres mil años antes de Cristo, el pueblo semita emigró de Arabia Saudita debido a los cambios climáticos operados en esa zona, instalándose una serie de clanes a lo largo de la media luna fértil que iba desde Canaán hasta Caldea.

La familia de Abraham era uno de dichos clanes, semita del clan de Eber, de los Hebreos, el cual se instaló en lo que hoy corresponde a Siria, en la región de Arampadam, en el pueblo de Harán. Posteriormente, Taré, padre de Abraham, emigra hacia Ur de los Caldeos, metrópoli de aquel entonces. Una quiebra “económica” que se menciona en el Talmud en forma anecdótica, llevó a Taré a regresar a Harán, en donde a su muerte, su hijo es conectado para que de desplace hacia Canaán, zona programada para llevar a cabo algo…

Abraham: La programación de un Pueblo

Ese “algo” era aceptar ser programado y es así como Abraham permite ser seleccionado para que en él se multiplicaran las cualidades de guía espiritual y luego, a través de su descendencia.

Abraham era una persona muy inteligente que aceptó la idea que los Instructores extraterrestres le transmitieron acerca de un Dios incomprensible, inconmensurable, inabarcable e in manifestado. Entendamos que no se trataba de un “dios extraterrestre” que vivía en otro planeta, sino, un Dios como un origen de todo. Justamente es, 3800 años después, ésta la idea que la humanidad tiene de Dios. Pero en aquel entonces era todo lo contrario ya que existían miles de templos y miles de dioses a quienes se les pagaba tributo y adoración.

Abraham capta este mensaje y lo asume. Él, una persona algo sin igual, ya que contaba con un buen desarrollo de la telepatía y la percepción extra-sensorial, lograba contactarse con los Guías o Instructores sin necesidad de acercamientos de naves o cosas por el estilo. Entonces, una vez aceptado su rol, a Abraham se le programa genéticamente, para que a través de él, se cree un grupo humano que pueda orientar espiritualmente al resto de la humanidad, actuando como guías para el resto, pero no para que se crean mejores, sino para que estén al servicio.

Hay que anotar, que según lo que nos han transmitido los Guías, la Tierra y la humanidad son el pueblo seleccionado, mas no así un pueblo en particular de ella. El caso de Israel no es el del pueblo elegido, sino más bien, en un principio, una selección individual y de relación directa con la persona de Abraham y su descendencia para que conscientes de su misión, sirvieran como guías espirituales y ejemplo de vida. Pero como con el paso del tiempo se hizo caso omiso a las recomendaciones, el mensaje transmitido con base en actitudes, perdió la fuerza de su universalismo, desuniendo a los hombres, alentando mayores diferencias y elitismos.

La idea de ubicar a Abraham en Canaán es porque este sector es un puente natural entre Asia y África. Un lugar de tránsito por el cual muchos pueblos en el futuro iban a tener que utilizarlo como fue el caso de los egipcios, los hititas, con los sirios, los babilónicos y los persas, entre otros. Inclusive tiempo después, los griegos y los romanos terminaron cruzando por este “obligado” sector de la geografía. ¡Qué mejor lugar para colocar a alguien o a un grupo humano que tuviera tan arraigado sus principios éticos, morales y espirituales que pudieran contaminar al resto de la humanidad con ellos!

El Encuentro con Melquisedec

Abraham no solamente estuvo guiado por Instructores extraterrestres, sino que también por miembros de la Gran Hermandad Blanca intraterrena.

Un día que regresaba de una batalla en la que había derrotado a una coalición de reyes, Melquisedec, uno de los miembros del Gobierno Interno Positivo y rey de Salem (nombre antiguo de Jerusalén, pero a decir de ciertos investigadores, es uno de los nombres secretos de Shambhala, la morada del Rey del Mundo) le salió a su encuentro y lo bendijo; entonces Abraham le dio la décima parte de todo lo que había ganado en la batalla. De esta manera, también se supervisaba el proyecto y se daban las recomendaciones a seguir.

Una de las recomendaciones era que se cuidara la sangre, que no se mezclara ésta para no alterar el programa genético. Abraham no podía tener hijos con Sara, sin embargo ella concibe con la ayuda de los extraterrestres que la visitan teniendo a Isaac. Isaac se casa con Rebeca, quien tampoco podía tener hijos hasta que con la ayuda de “lo alto”, concibe a Esaú y Jacob. Jacob se casa con Lea, su prima, y luego con Raquel, a quien realmente amaba pero ella tampoco podía darle hijos. Mas, nuevamente, con la mano de los del cielo, tiene a José, el de los sueños premonitorios, el del don de la profecía. Como podemos ver, demasiados nacimientos de “madres estériles”, demasiados hijos programados…

Esta especie de hijos programados muestra el seguimiento y la continuidad que se le quería dar al proyecto, procurando que no se desviara o se interrumpiera en el camino más de la cuenta. Era la mejor manera de supervisar que la programación genética se mantenía, asegurándose que al final, podrían darse las condiciones como para que se manifestara y materializara a través de estos pueblos, la Conciencia Crística en un ser iluminado y altamente evolucionado terrestre que estuviese dispuesto a brindar sus siete cuerpos como para que se incorporara en su momento, un ser de la categoría de Hijos de Dios procedente del Universo Mental.

MOISÉS Y EL ARCA DE LA ALIANZA

CAPITULO 19

El Proyecto Hebreo, aunque se centraba en la persona de Abraham, también contó con la participación de un personaje de suma importancia: Moisés.

El papel que jugó en la liberación del pueblo hebreo fue trascendental. Y todo cuanto hizo, como otros apartes de la historia humana que hemos venido repasando, contó con la ayuda de los “visitantes del cielo“, incluyendo, la construcción de la enigmática Arca de la Alianza, que guarda una estrecha relación con los objetivos más profundos del Plan Cósmico. Echemos una mirada a todo esto

El Monte Sinaí: La Montaña de los Vigilantes

El Monte Horeb, a la distancia, corta el aliento al ver su impresionante macizo rojizo contrastando con un cielo azul limpio de nubes; el paisaje resulta atrapante.

Desde cierto ángulo, el Horeb cobra la apariencia de aquella celebre montaña de la película “Encuentros Cercanos en la Tercera Fase”.

Y no estaba muy lejos de ser vinculado con el fenómeno OVNI, si recordamos las alucinantes escenas que nos ofrece la Biblia al describir a Moisés subiendo a la cima de la montaña para “hablar” cara a cara con Jehová, quien se hallaba envuelto en una extraña nube que más tarde protegería al propio Moisés y al pueblo hebreo durante la huída a través del Mar Rojo, mostrándose como una columna de humo por el día, y de noche como una columna de fuego.

Una forma muy didáctica aun más para aquel tiempo para describir las maniobras de una nave madre, que generalmente presenta aquella forma cilíndrica o tubular.

Los Guías extraterrestres ya habían explicado que Moisés, en realidad, tuvo un encuentro cercano con seres de las pléyades. Ellos serían entonces los autores de las reales indicaciones para construir la misteriosa Arca de la Alianza.

Quién fue Moisés

La liberación del pueblo hebreo, y el cuidado del mismo como parte de un proyecto genético que halla su punto desencadenante en el nacimiento de Cristo, es un episodio del Plan Cósmico que los Guías nos han descrito en anteriores experiencias y mensajes. No obstante, la relación que existe entre muchos de los “personajes llave” de la historia humana con nuestra experiencia de contacto, aun, sigue siendo un misterio.

Por ejemplo, hoy sabemos que muchos de los apóstoles de Jesús encarnarán más tarde como seres extraterrestres que serán incluidos en el plan de ayuda a la Tierra. El propio Guía de la Misión RAHMA, Oxalc, habría sido el profeta Samuel, quien nació en la ciudad de Ramá, ubicada, para pensar un poco más, en el paralelo 33. Y resulta más interesante leer en el Antiguo Testamento cómo Samuel despierta al llamado de Dios cuando se hallaba durmiendo, precisamente, en el Tabernáculo donde se protegía el Arca de la Alianza.

La persona de Moisés es particularmente inquietante. Misteriosa. Pero, como decíamos, vitalmente trascendente.

Aparentemente, sólo la Biblia asegura su existencia; ni las inscripciones siropalestinas, ni los textos cuneiformes o los archivos egipcios lo mencionan.

Nacido, según los estudiosos, en el año 1570 a.C., Moisés será educado en Egipto como recordamos, al ser rescatado del Nilo cuando era sólo un bebé abandonado en una cesta de junco con todas las influencias que ello supone, aunque su corazón nunca dejó de sentir como hebreo. A la edad de los 120 años, en la cumbre del Monte Nebó, el corazón de Moisés dejaría de latir, luego de contemplar la tierra prometida que no pisaría, pero sí su gente.

Muchos asocian el concepto divino de un único Dios que transmitió Moisés el mismo mensaje que manejó Abraham con la herejía de Amenofis IV o “Akenatón”, quien modificó las tradiciones religiosas de Egipto, creó una nueva capital, y hasta intentó organizar una sociedad diferente, basando todo su esfuerzo en la existencia de un solo Dios. Todo esta aventura en tan sólo 17 años.

Al igual que Moisés, Akenatón fue inspirado por su encuentro extraterrestre con el “disco Atón“, desarrollándose su experiencia en un desierto como ocurriría miles de años más tarde, en 1974, con la Misión Rama, que en su parte exterior culminará también a los 17 años de haber sido iniciada. El número 17 representa la “muerte”, el “cambio”, la “transformación”. Es la transición de una etapa a otra.

Si analizamos profundamente la importancia de todo cuanto hicieron hombres como Abraham, Moisés, Akenatón, entre otros tantos “programados“, hallaremos un entramado que finalmente nos llevará a la esencia misma del Plan Cósmico.

Sin duda, el mayor misterio que nos dejó Moisés, es el Arca de la Alianza, un extraño objeto que fue construido bajo instrucciones celestes. ¿Por qué?

El Arca del Pacto Celeste

Desaparecida súbitamente del Templo de Salomón en el Siglo IX a.C. ante la violenta invasión de Nabucodonosor el Arca de la Alianza se constituye sin lugar a dudas en uno de los objetos sagrados más importantes y sobrenaturales mencionados en la Biblia. Según la tradición, en su interior descansan las tablas de piedra “Los Diez Mandamientos” grabados en ellas que recibiera Moisés en lo alto del Monte Horeb. No obstante, al margen de lo que podría ocultar en realidad, el misterio que encierra y su vedada ubicación ha catapultado a los más dispares arqueólogos e investigadores en pos de su secreto. Desde las hipótesis más peregrinas a las alternativas más racionales, nadie aún ha encontrado el Arca sagrada. Algunos sostienen que se encuentra en Etiopía; otros en una caverna del Monte Nebó en Israel; y no pocos la sitúan en el sur de Francia.

¿Será posible que ante la destrucción del Templo de Salomón el Arca de la Alianza haya sido protegida por la Hermandad Blanca, siendo llevada a aquel lugar donde se dieron las “instrucciones” para su construcción: el Monte Sinaí? No debería sorprendernos, por cuanto una escena similar ocurrió con el “rescate” del Disco Solar del Cusco para ser llevado al Paititi, antes que la sagrada herramienta cayese en manos de la conquista.

El Arca de la Alianza, construida en madera de acacia al pie del Sinaí por instrucción de aquellos que contactaron a Moisés, sería revestida de oro, por dentro y por fuera, creando así una suerte de aparato especial que pudiese constituirse en el depositario de “La Alianza”, por cuanto fue en estos términos en que el Arca fue construida.

Ahora bien, si el Arca fue hecha para condensar en su interior una posible fuente de poder o almacenarla en el futuro, ello explicaría las mortales descargas que a manera de “rayos” se manifestaban en presencia de los sacerdotes, ocasionando incluso la aparición de tumores, lo cual nos sugiere un efecto radiactivo. Recordemos tan sólo la fatal experiencia de Nadad y Abiú, hijos de Aarón, quienes al ingresar en el sancta sanctórum del Tabernáculo con incensarios de metal, desobedeciendo así las instrucciones, una “llamarada” del Arca se disparó hacia ellos, ocasionándoles la muerte.

¿Pero cuál era la “alianza” que se le advirtió a Moisés sería custodiada dentro del Arca de la Alianza?

La Conexión con Jesús

“Yo os daré mi sangre, sangre de la Alianza Nueva y Eterna, que será derramada por vosotros…” Dijo Jesús en la última cena.

La Tradición cuenta que José de Arimatea, discípulo secreto de Jesús, había recuperado el Santo Grial con el cual bebió el Maestro en aquella sentida cena con sus apóstoles. Y en el momento más dramático de la crucifixión, cuando el centurión romano Longinos clava su lanza en el costado de Jesús, José extiende la copa para llenarla con la sangre sagrada que era derramada desde el corazón abierto aquí también hay un símbolo del Señor del Tiempo.

Pero, ¿por qué hizo esto José?

Algunos investigadores han sugerido diversas teorías para explicar dónde habría terminado el Santo Grial y, lo más intrigante, la sangre de Cristo. No obstante, en el Sinaí percibimos que José habría visitado el Horeb para encontrarse con emisarios de la Hermandad Blanca, quienes finalmente pondrían la sangre en el interior del Arca sagrada que sobrevivió a la devastación y saqueo del Templo de Salomón, y que ahora se halla protegida en una cámara secreta bajo el Monte Sinaí.

Y es interesante descubrir que el Horeb, al margen de la historia de Moisés, ya era un punto de contacto conocido por los iniciados. Incluso se cuenta que Elías pasó un tiempo viviendo en unas cuevas secretas en la mismísima montaña.

Asociar la sangre de Cristo con el Arca de la Alianza no es del todo descabellado. Ya importantes arqueólogos como Ron Wyatt sugirieron la conexión Arca-Sangre de Cristo.

La sangre de Jesús, según los Guías, constituye el archivo de información más importante que protege la Hermandad Blanca.

Comprender ello será difícil si antes, no hablamos de quién fue Jesús, porqué vino y en qué consistió su Misión..

JESÚS, EL HOMBRE

CAPITULO 20

Jesús fue una persona de nuestro planeta, no un extraterrestre, mas bien un terrestre extra, que a través de múltiples encarnaciones alcanzó un alto nivel de evolución. Ya no necesitaba encarnar, sin embargo, por amor a la humanidad aceptó volver, como el “Maitreya” o Buda de la compasión, para compartir su iluminación y guiar a la humanidad hacia la paz y la verdadera felicidad del amor y servicio.

Era muy importante que alguien de ese nivel viniese y nos recordara la gran expectativa a nivel cósmico que pesa sobre nuestro planeta. Por ello él vino una vez más, dejando atrás su lugar como Gran Señor de Shambhalla, ya que se encontraba espiritualmente dirigiendo a la Gran Hermandad Blanca de la Tierra en el intramundo.

Jesús era un ser humano extraordinario que progresó con gran esfuerzo a través de sus diversas existencias en nuestro planeta. El Mesías llegó al nivel de no sólo aceptar volver, sino prepararse para sufrir en carne propia lo que es la purificación planetaria mediante pruebas muy duras en lo material, moral, psíquico y espiritual. Las máximas pruebas a las que estuvo sujeto se canalizaron por medio de la inconciencia, la incomprensión, el egoísmo, la ignorancia y la necedad de los demás, que en resumen no es otra cosa que el miedo al cambio y la transformación. Pero sólo así se podía sacar a la humanidad del error y hacerles recordar su responsabilidad colectiva, mostrando como alternativa el ejemplo de compresión y de amor sintetizados en el perdón, que llega a ser una fuerza tal, que supera incluso la muerte física y da poder espiritual sobre la materia.

Él tenía que conmover a otros iniciando una reacción en cadena de espiritualidad, motivándonos con su ejemplo y actitud a intentarlo también, trascendiendo los esquemas y perjuicios, los dogmas y todo aquello que resta libertad a la mente, al alma y al corazón. Además la vida de Jesús fue una lección de sencilla y práctica espiritualidad, en donde la enseñanza más profunda fue recordarnos nuestro lugar; aquel sitial que nos ha sido asignado por las Jerarquías en el Plan Cósmico.

La Tierra, como ya sabemos, se encuentra en un tiempo alterno respecto al Real Tiempo del Universo, por lo cual, la presencia de Jesús o también llamado el Señor del Tiempo, por su dominio y autoridad sobre la cuarta dimensión producto de su avance espiritual permitió comenzar a reconectar los dos tiempos, asegurando con ello una continuidad en el proceso, ya que los acontecimientos presentados en nuestro mundo estaban complicándose cada vez más, escapando de cualquier control u orientación posible de parte de los extraterrestres vigilantes. Así las posibilidades de un reencuentro disminuían lo que podría ocasionar una paradoja espacio-temporal que llevaría a la inmediata supresión del tiempo y proceso terrestre. De ahí que en los planos elevados se solicitara un voluntario para encarnar como misión a la humanidad, al Plan y a la conexión cósmica, señalando el camino a seguirse. Y ése fue el real ser de Jesús.

María, la Virgen

María era un espíritu nuevo, condensado de lo más precioso del estanque cósmico donde se destilan las energías de los reinos de la naturaleza para constituir un espíritu o esencia humana ; una síntesis del espíritu planetario; alguien que por su elevada fuerza y sencillez estuviera dispuesta humildemente a aceptar ser parte de los designios de lo Alto. María, simbólica y efectivamente, representó la parte femenina, incorporando en ella la energía y el espíritu planetario que se expresa en la naturaleza o en lo que llamamos “la Madre Tierra”. Ella representó la Tierra, y Jesús al Cielo o al Cosmos, porque él se preparó durante una buena parte de su última existencia material para incorporar a lo largo de los tres años de vida pública a un ser de otra dimensión; una entidad exterior con quien coexistió durante la parte final de su vida misionera. Y luego, esa misma entidad lo dejó solo delante la prueba en el momento de la cruz, para que sellara su misión por propio mérito.

El caso de María, la Virgen, es, desde sus remotos antepasados y especialmente desde sus padres, Joaquín y Ana, también el de una persona programada. Sus padres, estériles, eran seres de un alto grado de conciencia y espiritualidad, que se comprometieron a crear las condiciones como para que viniera a través de ellos un ser especial que pudiera servir para un plan mayor. Por eso desde niña fue una virgen ofrecida y dedicada al templo, por lo que en su caso jamás tendría relaciones sexuales con algún hombre.

Tras la resurrección de Cristo, María fue el elemento cohesionador de toda la comunidad cristiana, y al morir fue elevada a dimensiones superiores, encarnando en otros planetas y volviendo en los últimos siglos en naves interdimensionales de la Confederación para guiar el despertar colectivo.

Pero volvamos a sus comienzos, diciendo que cuando José se desposó con ella, era un anciano y viudo. Tenía varios hijos, algunos de ellos mayores en edad que María. Él pertenecía a la tercer orden de los Esenios que la constituían los matrimonios, por lo cual tenía una formación religiosa muy profunda y aceptó, muy a pesar de las críticas de los sacerdotes esenios del templo, la solicitud y las recomendaciones de los aislados para que desposara a María bajo condiciones distintas a las usuales. Mas en el templo, una serie de sucesos paranormales, así como presencias angélicas llevaron a los sacerdotes a percibir que aquella niña había venido con una misión especial, por lo que su matrimonio lo aceptarían como sólo una apariencia, y que debía darse para protegerla hasta que se aclarara para lo que estaba destinada.

Por vía astral o de los sueños, José, hombre justo y sabio, fue advertido que el embarazo de María era algo programado desde lo Alto, por lo que su parte en el Plan era de darle cobijo, orientación y ayuda. Sólo así se podía dar cumplimiento a lo que estaba previsto. Entonces quedemos claros que más que un matrimonio, fue una suerte de adopción.

Su embarazo se llevó a cabo por medio de una inseminación artificial a distancia disponible a través de una tecnología como para efectuar una transmisión electromagnética. Y reiterando su naturaleza humana, el semen utilizado correspondía a un banco de esperma que contenía los aportes de los más importantes representantes de la historia bíblica como Abraham, Isaac, Jacob y Moisés entre otros. De entre todos ellos se seleccionó uno adecuado, porque tenía que ser un cuerpo muy especial que resistiera esa entidad y energía que a través de él debía actuar.

Llegando a Belén

Era la tercera semana del mes de marzo del año 7 antes de nuestra era en la región de Judea. Empezaba a calentar el ambiente, y ya los pastores sacaban su rebaño de noche aprovechando el alejamiento de los fríos invernales. Hacía tan sólo unas horas que toda la familia de José se había refugiado al amparo de una gruta utilizada para resguardar el ganado del viento.

María acababa de cumplir sus catorce años y ya estaba esperando un hijo cuya concepción estaría envuelta en el misterio para todos, pero no para ella que había aceptado ser fecundada a distancia por una insólita luz. El cansancio y los dolores de parto se estaban intensificando lo que había apurado a aquel pequeño grupo emparentado por las circunstancias, a buscar refugio para recuperar fuerzas. El haberse detenido les había impedido alcanzar la cercana población de Belén, cuna del Rey David. La noche ya estaba cayendo y era peligroso continuar.

Angustiado por los requerimientos de atención de la joven, José, envió a algunos de sus hijos a buscar una partera a Belén. Pasó un largo rato y como no volvían, la urgencia lo hizo que enviara al resto para acelerar la llegada de la comadrona. Se quedó así solo con la parturienta, solo para ser testigo de eventos extraordinarios…

En su desesperación, aquel hombre justo que había tenido que soportar todo tipo de habladurías y hasta el juicio de los sacerdotes por hacer caso a una visión en sueños donde se le pidió aceptar un Plan Superior en torno a la extraña concepción, salió de la cueva y se puso a mirar a la distancia, y luego, ligeramente más relajado, al cielo. Allí contempló la presencia de un hermoso lucero en el luminoso firmamento estrellado. Pero éste lucero no se mantuvo quieto, sino que empezó a hacer toda suerte de movimientos en zig-zag; y luego se colocó en la vertical donde él se encontraba, empezando a descender vertiginosamente acompañado de una explosión, liberando un extraño vapor a manera de niebla, transformándose rápidamente en una nube, pero clara y brillante.

El nacimiento del Mesías

La caída de aquel cuerpo celeste fue demasiado para José, que huyó sin rumbo fijo, alejándose del lugar, llegando precipitadamente a unas colinas cercanas donde había divisado un fuego encendido. Allí se encontraban un grupo de pastores cerca de sus animales. En su angustia ni siquiera se presentó, sólo quería llamar su atención para que vieran como la nube había descendido sobre el improvisado albergue de la gruta. Aún no había recuperado el aliento ni se había calmado del primer susto cuando al hablarles a gritos a aquel grupo de hombres rudos, observó que las flamas del fuego estaban quietas, el viento se había calmado, los pastores estaban estáticos, inmóviles y el ganado tenía la hierba en la boca pero no la estaba comiendo, ni se movía.

Era como si el tiempo se hubiese detenido para dar cabida a una nueva realidad, la de la esperanza. Se había formado un portal hacia la cuarta dimensión. En ese instante era como si el universo hubiese descendido en la Tierra como comprimiéndose sobre su cabeza y dejando a continuación sólo una ventana hacia la nada o hacia el todo. El susto fue mayúsculo para José que inmediatamente recordó haber dejado sola a María, por lo que volvió por donde había venido tan rápido como se lo permitían sus cansadas piernas.

Al irse acercando pudo contemplar cómo de la nube que se mantenía a unos diez metros por encima del suelo, pero cubriendo la mayor parte de la cueva, descendió un haz de luz azul brillante y a través de él, bajaron tres seres luminosos de apariencia humana, pero muy altos en comparación de los extranjeros que solían venir por los caminos de aquella provincia romana. Aquellos hombres de resplandecientes túnicas blancas se dirigieron directamente hacia el interior de la cueva, y José, venciendo sus miedos, fue detrás de ellos. Dentro estaba María acostada sobre la paja que servía de granero al ganado. Ella recibió con expectación y alivio a aquellos enviados del cielo. La carga de la responsabilidad y de la incomprensión de los demás a lo largo de los meses después de que se conoció su embarazo había sido insufrible. Pero ella confiaba que llegado el momento sería reconfortada.

Dos de los luminosos seres se colocaron al lado de la joven, mientras que el del medio se mantuvo frente a ella. Inmediatamente los tres visitantes se inclinaron ante María en señal de respeto y reconocimiento de su persona y su sacrificio. Ella estaba representando y a la vez encarnando a la nueva mujer, a la nueva Tierra, a la madre cósmica.

Aquellos que se encontraban en los laterales extendieron sus manos a cierta distancia por encima del vientre de ella, mientras que aquel que se encontraba al frente lo descubrió respetuosamente. Luego alzó sus manos, juntando las palmas y separando los dedos. En ese momento una poderosa energía a manera de esfera de luz se concentró entre las manos y al descender con ellas hacia la joven postrada, efectuó una cesárea totalmente aséptica, extrayendo del interior de la madre al niño predestinado; cortando de inmediato con la misma energía movilizada el cordón umbilical y procediendo de inmediato a limpiarlo, lo depositaron en los brazos de la madre. Luego, aquel que llevó a cabo la operación selló la herida con la luz, de tal manera que María, la virgen del templo, fue virgen antes, durante y después del parto. Era un 19 de marzo.

Recordemos que fechar el nacimiento de Jesús años antes de lo que tradicionalmente se supone es un hecho que está sustentado por diversos antecedentes históricos. Ello se ha determinando a partir de dos supuestos errores detectados en los documentos en donde se asientan los acontecimientos.

El primer error se cometió cuando el emperador Carlomagno dispuso la modificación del calendario con el fin de no tomar como referencia la fundación de Roma, sino el nacimiento del Salvador, fecha que hizo coincidir con la muerte de Herodes el Grande, siendo que ésta tuvo lugar cuatro años después que Jesús llegase al mundo. El segundo error data de la época del Papa Gregorio. En este caso el calendario sería modificado sin tener en cuenta el censo que Octavio Augusto mandara a realizar en Judea, por lo cual se añadieron tres años a la ya desfasada fecha.

Jesús tampoco nació en diciembre. La confusión viene que el día 25 de diciembre se celebraba en Roma la fiesta pagana del Sol, ocasión en que se hacían regalos a los niños. Al convertirse el imperio romano al cristianismo, para no perder la costumbre de celebrar esa fecha y al desconocer el día exacto del nacimiento de Jesús, éste se sobrepuso quedando estrechamente relacionado con aquella fiesta popular.

Y volviendo al relato, fueron entonces estos seres estelares, los primeros en rendirle homenaje a aquel que, teniendo el mismo nivel que ellos, venía a la Tierra, para llegar a ser más que ellos.

Los reyes de la Hermandad

Pasaron dos años en que la familia debido al portento vivenciado en el lugar se había radicado en Belén. Fue entonces que llegaron a Judea los llamados magos de oriente, miembros de una secreta orden mundial positiva conocida como la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores.

Ellos venían siguiendo una misteriosa estrella, que no era otra cosa que una nave portadora de los mensajeros del cielo, de los ángeles de antiguo, la que terminó deteniéndose sobre el lugar donde la familia vivía. Hasta allí fueron aquellos hombres santos que habían partido hacía dos años desde Mesopotamia después de haber realizado toda suerte de cálculos astrológicos. Venían trayéndole al niño objetos que le habían pertenecido en su vida anterior, los cuales él pequeño Yeshua ben Juseff, tal era su nombre, pudo reconocer sin dificultad de entre otros más atractivos. Fueron suficientes los cálculos y las sincronías para saber que él era el enviado, el liberador, el Mesías esperado; aquel ungido desde antiguo para sacar a la humanidad del único original pecado que arrastra, que es la ignorancia. Los Magos Maestros a continuación entregaron a la familia recursos económicos para que se pudieran radicar en Egipto durante algunos años, para preservar así la vida del niño. Después de esto, alabaron a Dios y se regresaron por otro camino concientes que se había iniciado un Tiempo Nuevo lleno de esperanza, y que algún día la humanidad lo entendería y asumiría el reto de su propia cristificación.

Como un dato adicional, para comprender mejor la Misión de Jesús, debemos recordar que vivimos en un Universo Material de siete dimensiones, por lo cual poseemos siete cuerpos para actuar en aquellas dimensiones. La mayoría de los individuos que habitan nuestro mundo son seres de 3,3 lo cual significa que se mueven dentro de la tercera dimensión con sus tres primeros vehículos: el cuerpo físico, el astral y el mental inferior, que es el carácter y la personalidad. Pero Jesús era un 3,6 habiendo llegado ha desarrollar en vidas anteriores su conciencia espiritual que es el 6. Mientras que los extraterrestres que nos visitan son seres de 4,4 y 4,5 esto es, que se mueven en una cuarta dimensión viajando a través del tiempo y del espacio, y con una conciencia de su potencial psíquico en adelante. Los que asistieron el nacimiento del Maestro Jesús eran 6,6.

Después de su resurrección, Jesús pasó a ser 4,7 nivel éste de séptima que nadie había alcanzado hasta ese momento, abriendo la puerta a realizaciones mayores de la propia humanidad. Veamos esto en las siguientes líneas.

El niño, el Hombre y el Cristo

La familia abandonó sigilosamente Belén y la provincia, trasladándose a Alejandría en Egipto, ubicándose al lado de los esenios alejandrinos conocidos como los terapeutas, donde permanecieron hasta que el niño cumplió los cinco años de edad, considerando entonces el momento de volver y estableciéndose por espacio de un año en una tienda de beduinos al lado del monasterio de Qumrán a orillas del Mar Muerto, recibiendo así la familia, especialmente el niño, una educación y orientación especial basada en la búsqueda de la verdadera pureza, la perfección y la bondad.

La historia de los Esenios data de 200 años antes de Cristo. En ese entonces se les conocía como nazarenos, del árabe nasrani o Guardianes de la Alianza, y formaban pequeñas comunidades asentadas a orillas del mar muerto y cerca de las grandes ciudades como Tiberíades y Caná, donde vivían observando fielmente los mandamientos de la Ley mediante votos de pureza, celibato y servicio a Dios.

Entre los años 175 y 150 antes de Cristo, la secta se estableció en las ruinas de un fuerte construido por los reyes Ezequías y Josías. Hacia el 137 a.C. arribó un segundo grupo, los llamados “sacerdotes de Sadoc“, procedentes de Leontópolis, Egipto, donde se había establecido una colonia judía en el año 154, bajo la protección Onías III. Este grupo se consideraba sucesor en línea directa del sumo sacerdote Sadoc y se sabe que los manuscritos bíblicos que obraban en su poder sirvieron de patrón para los trabajos de los copistas de Qumrán. El fundador del movimiento espiritual fue Moreh Sedeq, el Maestro de la Justicia, quien fue el restaurador de la Ley de Israel y fundador de la Comunidad de la Alianza, cuya misión era recuperar la esencia de la doctrina a través de una vida espiritual.

Posteriormente, José y su familia, se instalaron en forma definitiva en lo que conocemos como Nazareth, en donde existía una pequeña aldea de familias esenias que tenía talleres y atendían con sus servicios profesionales a otros pueblos y aldeas cercanas; entre esos talleres estaba el de carpintería y ebanistería de José. Allí Jesús trabajaba al lado de sus hermanastros, y desde ese lugar realizó algunos de sus viajes de preparación recordando con ellos iniciaciones pasadas. Desde los diecisiete años, él alternó temporadas de trabajo en la carpintería con esporádicas convivencias con los esenios, algunos viajes con caravanas a Mesopotamia, Persia, Afganistán, El Himalaya y la India. Durante ese tiempo tuvo repetidos contactos y encuentros cercanos físicos con los Vigilantes y Guardianes extraterrestres, la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores, maestros de diversas religiones y escuelas, pueblos exóticos y realidades crueles y duras, así como innumerables experiencias a niveles astrales y espirituales que lo prepararían para enfrentar su misión y la tentación intrínseca que ésta llevaba.

La tentación del falso reino

En sus cuarenta días de aislamiento en el desierto, durante los cuales ayunó y se preparó para lo que sería su misión pública, Jesús es tentado por los demonios, por las fuerzas oscuras del planeta que le dicen que si tiene hambre, por qué no convierte las piedras en panes, mas él les contesta que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra salida de la boca de Dios, dándoles a entender que uno puede dejar de comer, pero no de respirar, porque la Palabra es el aliento…, el aliento es la respiración.

Lo lleva a la cornisa del templo y le dice que se arroje, ya que si va a empezar una misión tan peligrosa como la que tiene programada, es mejor que sepa desde ya, qué tan cerca realmente está Dios de su vida. Jesús le contesta, “escrito está no tentarás al Señor, tu Dios“. No le está diciendo, “no me tientes a mí, yo soy tu Dios”, sino que no va a caer en el juego de tentar a Dios que le demuestre lo tan cerca que está de él.

Después lo lleva a lo alto de una montaña y mostrándole todo lo que tiene debajo, le dice que todo eso le dará si se postra a él y lo adora. Jesús vuelve a contestarle diciendo, “escrito está que sólo ante Dios te postrarás y sólo a Él adorarás“. No le está diciendo “nooo, adórame a mí“. Naturalmente esa era la respuesta de un ser como él que no iba a caer en el juego de la vanidad o de los egos, teniendo por ese entonces ya mucho más claro el rol al cual se había comprometido.

Miguel: El Resplandeciente que convivió con el Hijo del Hombre

No fue precisamente en el momento en que Juan lo bautizó en el río Jordán en que se incorporaría el Hijo de Dios en el Hijo del Hombre. Esto sucedería gradualmente después cuando comenzó a reunir a sus discípulos. Jesús brindó sus siete cuerpos para que en un octavo superior, un ser ultraterrestre procedente de la octava dimensión en adelante, contribuyera a marcar el camino de la humanidad.

El Cristo Cósmico señala a aquella entidad del Universo Mental que asumiendo su parte en el Plan, convivió los tres años de la vida pública de Jesús, con él y en él. Ese ser es aquel que todos conocemos como el Arcángel Miguel, uno de los Resplandecientes Padres Creadores de universos, que no es Dios, sino una manifestación de Él, como lo somos cada uno de nosotros también.

Además, para Jesús, por muy espiritual y evolucionado que fuera, naturalmente le resultaba difícil convivir con el conocimiento de la trama final de su existencia, por lo que esta entidad superior lo apoyó para que pudiera vivir con ese conocimiento y así poder enfrentarlo.

Antes, durante la etapa de preparación, Jesús tenía una idea de lo que sería su proceso, pero al iniciar su vida pública, llegó la información exacta y el detalle de cuanto le iba a acontecer. Era como una visión tenebrosa que producía una carga angustiosa excesivamente pesada. De allí la solidaridad manifestada en Miguel, quien también requería sentir esta dimensión y todo cuanto aquí se han gestado. Recuerden que lo bueno y lo malo ha procedido de los mismos Padres Creadores Universo Mental, que por haberse acercado mucho a su creación, hoy se encuentran divididos y enfrentados.

El amor de ser vivenciado en su real dimensión y magnitud, es capaz de conectar universos paralelos y proyectarlo a uno mismo a dimensiones superiores, transformándolo. Esta conciencia se manifiesta también, cuando un ser eleva su vibración a tal punto, que despierta sus potencialidades, descubre su capacidad de actuar a través de sus siete cuerpos, de sus planos y de dimensiones de conciencia. Y siempre esa actuación es en función del servicio a los demás.

Durante sus tres años de vida pública, Jesús transmitió un mensaje de liberación a través del Amor y la Verdad. Hablaba que el Reino de los Cielos es un estado de conciencia al que se puede acceder por medio de la Voluntad y la Fe para sobrevivir a la muerte mediante una nueva alianza de lo eterno y lo interno.

El desenlace y la victoria

Jesús pudo soportar la inmisericorde flagelación así como toda la angustia, el desaliento y miedo por cuanto no estaba solo, pero no por ello dejaba de sentir o sufrir, si no sería menos meritorio su sacrificio. Pero Miguel sí dejó al Hijo del Hombre, separándose de él en el momento de la cruz. Es durante la agonía de la crucifixión que Jesús expresó su inquietud porque se sintió solo y abandonado, pero era necesario que así fuese para que el ser material pudiese morir y él mismo, procurase con gran esfuerzo y supremo mérito, sellar su gran triunfo espiritual alcanzando la séptima dimensión de la conciencia en un acto de amor de inigualable repercusión cósmica. La expresión violenta de su muerte era porque la humanidad debe conmoverse frente a la injusticia, aprendiendo a ser solidario y porque muchas veces se puede medir el valor y la importancia de las cosas en función del rechazo y la contradicción que producen.

Cuando pudo haber maldecido a sus captores o a quienes le abandonaron y traicionaron, Jesús aprovechó e intercedió el perdón por todos ellos en un trascendental y definitivo acto de amor. Este triunfo sobrehumano le dio tal fortaleza espiritual, que posteriormente, vivió una resurrección física y posterior elevación en las naves de la Confederación hacia el centro del grupo local de galaxias. Allí fuera de nuestro tiempo, pero representándolo, conectó con el real tiempo del universo.

Jesús predicó la doctrina del amor durante tres años, llevando su mensaje hasta las últimas consecuencias, transformando su martirio en un triunfo espiritual de insospechadas consecuencias para la humanidad. Así, el Maestro marcó el camino y ahora es responsabilidad de todos, encontrar la vía para aplicarlo en nuestras relaciones y en lo cotidiano de nuestras propias existencias.

Después de su triunfo, Jesús fue llevado por José de Arimatea, Juan, Nicodemo y algunos sirvientes hacia el huerto de Getsemaní, que colindaba con una caverna en donde José había hecho excavar un sepulcro para él y sus descendientes. El domingo, tres días después de su muerte, y mientras los soldados romanos hacían guardia a su tumba, sucedió el portento. Su cuerpo comenzó a levitar. De cada una de sus células salió un haz de luz, como los fotones que acompañan el nacimiento de una estrella y la vibración alcanzada, que superó la velocidad de la luz, provocó el desplome de la piedra que servía de entrada al sepulcro. En ese instante, en medio de un gran resplandor, Jesús se desmaterializó proyectándose al hiper-espacio.

Los miembros del Sanedrín al enterarse de lo que vieron los soldados romanos en la tumba, se apuraron a buscar a un impostor. Buscaron entre los miles de peregrinos llegados a Jerusalén por la Pascua alguien que se pareciera lo más posible a él, y después de convencer al escogido con base a una cuantiosa suma de dinero, fue enviado en una caravana fuera de Judea, lo más lejos posible, diciendo por el camino que él era Jesús, que lo habían querido matar, pero que él se había escabullido. Este farsante se radicaría en Srinagar, Cachemira, un lugar que era un enclave caravanero y sede de una comunidad judía. Allí vivió y murió, cometiendo un pequeñísimo pero importante error como fue el de casarse… Jesús había hecho votos de celibato. Y es que conociendo el proceso llevado a cabo, hubiese sido una irresponsabilidad haberse hecho de este tipo de vínculos.

El Maestro convivió con los apóstoles cuarenta días más, como una purificación y cuarentena frente a lo que sería su misión hacia el mundo, distribuyendo roles y responsabilidades. A Juan, el llamado discípulo amado, por ser el más joven y en cierta manera el hijo espiritual de Jesús, lo dejó encargado de la Gran Hermandad Blanca de la Tierra, mientras que él se preparaba para cumplir su promesa de su regreso o gran retorno como El Cristo Cósmico.

EL REENCUENTRO EN EL TIEMPO

CAPITULO 21

Como Jesús es el Señor del Tiempo, y la Tierra será reconectada al Real Tiempo del Universo acontecimiento que guarda una estrecha relación con el Retorno de Cristo debemos mencionar aquí otros proyectos extraterrestres de civilización humana que se desarrollaron en América.

Uno de ellos, de singular importancia, fue el Proyecto Maya.

Los Mayas y el Calendario Mágico

Los Mayas fueron una de las más brillantes y poderosas culturas conocidas de Mesoamérica.

Dominaban un lenguaje escrito, eran hábiles arquitectos, arriesgados comerciantes y talentosos artistas. No constituían un estado unificado, sino que se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre sí que controlaban un territorio más o menos amplio. Tampoco hablaban una única lengua. Los grupos mayas se asentaron en un territorio continuo de casi 400,000 km2, que abarca los actuales estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo y partes de Tabasco y Chiapas, así como los países centroamericanos de Guatemala y Belize, y porciones occidentales de Honduras y El Salvador. Sobrevivieron seis veces más tiempo que el Imperio Romano, y construyeron más ciudades que los antiguos egipcios.

Los mayas eran pacíficos y vivían organizados por tribus en ciudades y pueblos que se confederaban sin un soberano común que ejerciera el poder. La tierra era propiedad común, distribuida por el cacique de la tribu. El arte maya, cuya cronología aún se discute, ofrece en todas las regiones donde se encontraban monumentales edificios de piedra, imponentes pirámides, templos y palacios recubiertos de elaborados relieves, pinturas murales, esculturas y ricas cerámicas.

Habrían aparecido en escena, según sus propias cronologías, en el año 3113 antes de Cristo, constituyéndose en una de las más avanzadas culturas de mesoamérica y el mundo. Sin embargo, todo el legado histórico sobre el pensamiento maya, es casi nulo, ya que además de su obra arquitectónica y algunas narraciones, directamente de ello sólo poseemos tres de los cientos de códices que quemó Diego de Landa, evangelizador español.

Los códices de Dresde y Tro-Cortesiano han revelado las hazañas que eran capaces de lograr, y si nos detenemos a pensar en el legado perdido, que durante siglos los sacerdotes mayas habían atesorado, es triste imaginar toda la influencia que pudo haber tenido en el “viejo mundo”.

El tiempo era meticulosamente medido por los sacerdotes mayas, y el pueblo tenía sus raíces aferradas a las creencias astrológicas. La necesidad de seguir patrones de vida regidos por sus “dioses”, según la tradición venidos de las estrellas Pléyades, los inspiró a crear el Tzolkin (cuenta de los días) que es un calendario astrológico de 260 días formados por 20 meses con 13 días cada uno. El Tzolkin regía la vida del pueblo.

Hunab Ku, es el centro de la galaxia, y a su vez, el corazón y la mente del Creador para los mayas. Si bien existían “esencias” menores, como Chac, dios de la lluvia, Hunab Ku era el centro de todo, y hacia allí y a través del sol, dirigían su mirada al estudiar las estrellas. Este conocimiento ancestral confirma lo que los Guías nos han venido transmitiendo sobre las emanaciones de energía provenientes del Sol Galáctico y su importante influencia en nuestra vida.

Así, poco a poco se descubre el legado maya, y somos más quienes nos maravillamos con estos astrónomos, matemáticos, físicos, ingenieros, constructores; que poseían en lo que en nuestra visión ingenua del mundo creemos que es una civilización un poco primitiva, pero a la luz de los números mayas y su conocimiento, debemos comprender que sabían tanto o más que nuestros actuales científicos.

Es más, sus medidas astronómicas probaron ser tan exactas, que comparándolas con las medidas tomadas por la NASA son apenas diferentes en milésimas de segundo; por ejemplo: Por ejemplo, según los mayas, la rotación completa de la tierra alrededor del Sol es de 365,2420; mientras que la NASA lo mide en 365,2422.

Sin embargo, lo más importante que han dejado los mayas, han sido sus avisos a la humanidad futura, como el que constituye la profecía de reconexión con el Tiempo Real.

Por alguna razón, en el auge de su brillante civilización, abandonaron sus ciudades, dejando atrás palacios, observatorios astronómicos, obras de arte, cientos de monumentos y estelas… y desaparecieron.

El Rayo Sincronizador

Los mayas nos dicen que desde el centro de la galaxia (Hunab Ku), cada 5.125 años, surge un “rayo sincronizador“, que sincroniza a nuestro Sol y a todos los planetas, con una poderosa emanación de energía. En la rotación completa del sistema solar en la galaxia, ellos hacían una división de dicha elipse en dos, con una fracción cada una de 12.812 años, llamando a la fracción más cercana al centro de la galaxia, Día, y a la parte más alejada de Hunab Ku; Noche, tal cual se divide en día y noche en la Tierra. A su vez, dicha elipse era partida en cinco períodos de 5.125 años: los cuales eran: Mañana, Mediodía, Tarde, Atardecer y Noche. Según los mayas, justamente en nuestro nuevo milenio, estaremos ingresando en la mañana galáctica, y es marcada por el rayo sincronizador desde Hunab Ku.

Ahora bien, en el año 1997, la NASA descubrió que desde el centro de la galaxia, comenzó a emitirse enormes cantidades de energía… ¿Será la energía del Sol Manásico que hablaban los Guías, y que puede ser canalizada por los Cristales de Cesio? Los mayas nos dicen que el período intermedio al traspaso, dura 20 años, y ellos lo llaman “El tiempo del No-Tiempo“, en donde ocurren grandes cambios. Es allí cuando debemos ser capaces de transformarnos. Esta transformación implica algo tan profundo como la elección de evolucionar. Energéticamente, concientemente, completamente.

Los datos científicos recopilados en estos años respaldan esto. Veamos algunos:

1. En septiembre de 1994, todas las líneas magnéticas terrestres sufrieron disturbios, disminuyendo y moviéndose; lo cual ocasionó que muchas ballenas encallaran, y pájaros en migración se perdieran. Incluso en los aeropuertos, debieron reimprimirse mapas, y los aviones debieron aterrizar manualmente.

2. En 1996, Soho, el satélite enviado a estudiar al Sol, descubrió que nuestra estrella ya no tenía polo norte y/o sur, se había convertido en un solo campo magnético, las polaridades se homogenizaron. En el mismo año, se produjo un “bamboleo” magnético que ocasionó que nuestro Polo Sur, en un solo día, se moviera 17º de su posición, comportándose erráticamente.

3. En 1997, ocurrieron grandes tormentas magnéticas provenientes del Sol, que incluso destruyeron satélites orbitando la Tierra. Por si esto fuera poco, según las mediciones comparadas, la Tierra se ha acelerado y ha perdido gran parte de su energía magnética, ya que en 1996, teníamos 4 Gaus, y en 1999, había disminuido a 1.5 Gaus. La aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre se demuestra en que en 1997, la frecuencia era de 7.8 Hz, mientras que en 1999 se elevó a 11.5 Hz.

La fecha clave de este proceso o el inicio del mismo es el año 2012, cuando termina el “Tiempo del No-Tiempo“. Curioso es tal vez, mencionar, que según los estudios matemáticos de Paracelso, sobre el llamado “Final del Tiempo”, nos dice que en realidad, dicha época, marcada por finales o principios, ronda exactamente en los años 2012 al 2017. Esto quiere decir, como bien nos han enseñado los Guías, que estamos viviendo un momento extraordinario, donde los tiempos han de reconectarse, como lo hizo Jesús.

La Civilización Maya recibió estas claves y he allí el legado de los mensajeros celestes, que, curiosamente, habían venido de la estrella “Maya” de las Pléyades, para enseñarles precisamente que vivíamos en un mundo con un tiempo ilusorio. No es casualidad que en oriente se llame “Maya” al mundo de la ilusión, y del cual la humanidad debe despertar.

El Proyecto Inca y la Protección del Disco Solar

Hablar de la reconexión de los tiempos, es hablar también del Gran Disco Solar, que como mencionamos, fue construido por la Hermandad Blanca del espacio que llegó hace miles de años al desierto de Gobi.

Aquellos 32 Maestros Cósmicos, actualmente se encuentran en animación suspendida, estando sus cuerpos “dormidos” y sus esencias en un estado “permanente” de astralidad, con la intención de equilibrar la pugna de fuerzas en nuestro planeta. Ellos, aun permanecen en su gran nave triangular bajo las arenas silentes del desierto de Gobi.

Para darle continuidad física a su misión en la Tierra, aquellos mentores entregarán a los sacerdotes sobrevivientes de Atlántida la posta para resguardar el conocimiento. Ello significaba también confiarles el resguardo del Disco Dorado que construyeron, y que constituye una suerte de “llave interdimensional“.

Así, el Disco Solar será colocado en un templo subterráneo cerca al actual lago Titicaca, en Bolivia.

Ciudad Eterna o la Legendaria Wiñaymarca

Este lugar era llamado “Ciudad Eterna“, la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de los sacerdotes salvados de las aguas.

Ciudad Eterna se mantuvo activa por miles de años; su maravillosa arquitectura se erguía desde las galerías intraterrenas hasta sobrepasar la helada superficie andina, mostrando sus colosales paredes y sus finos grabados en la roca. Este centro espiritual, la legendaria Wiñaymarca, que otrora fue resplandeciente en las cercanías del lago sagrado, cobijó una estirpe de sabios, herederos de un conocimiento antiguo y de una noble responsabilidad; así era Ciudad Eterna, cuyo único testimonio se ampara en las leyendas y en las ciclópeas ruinas de Tiahuanaco.

En este lugar se habría desarrollado una alta civilización de gigantes, así como lo describe Pedro Cieza de León en el año 1550, al decir que fue edificada antes del diluvio, en una sola noche y por “gigantes desconocidos“. El padre Bernabé Cobo, también hace referencia a gigantes en sus crónicas. Según su relato, un tal Juan de Vargas halló entre las ruinas los restos de unos de estos gigantes…

El significado etimológico de la palabra Tiahuanaco es: tio en aymará quiere decir dios; ti-huan, se traduciría de dios; y aKa significa esto. Entonces Tiahuanaco es igual a decir esto es de dios, un nombre que por sí solo revela para qué fue utilizada esta legendaria ciudad: como un templo sagrado.

No obstante, su conformación pacífica e inofensiva la transformaría en un blanco sencillo para los aguerridos pueblos que habían surgido como ocurrió también con otros proyectos de Civilización, entre ellos el Sumerio y el Olmeca, previo a la aparición de los Mayas.

Ante la amenaza, los Maestros pusieron a salvo el Disco Solar, y sellaron la entrada del templo subterráneo que lo albergaba. Los invasores nunca encontrarían el recinto secreto, aunque dieron muerte a varios sacerdotes de la ciudad.

Uno de los descendientes directos de Huyustus se dirigió hacia una isla del gran lago sagrado, conociendo de antemano en qué lugar la actual isla del Sol en Bolivia se encontraba un antiguo túnel que le ayudaría a escapar del peligro. Este hombre, hábil e inteligente, sería conocido más tarde como Manco Cápac o Ayar Manco.

Según nuestras observaciones, en la isla se encuentran numerosos túneles, que lamentablemente han sido tapados y enterrados por la superstición de la época feudal boliviana, tal como ha ocurrido también en Perú y Ecuador. Empero, luego de diversas indagaciones, encontramos una de las posibles entradas -tapada también por cierto- al túnel que se afirma conecta con la Isla de la Luna y, por si esto fuera poco, con Cusco en el Perú.

Cualquiera que ve esto, no podría evitar pensar que Manco Cápac y sus hermanos, viajaron al Cusco bajo tierra, salieron por las cavernas de Paucartambo, y luego caminaron hasta encontrar el lugar definitivo: el Cerro Huanacaure, desde donde se iniciaría el Imperio Inca.

Pero ante esto, en el resguardo, Manco Cápac comprobó que muchos hombres se hallaban en estado de barbarie, y lejos de sentir rechazo hacia ellos, se apiadó del ritmo tan violento que llevaban. Fue así, que guiado por una fuerza superior, decidió ayudar a aquellos pueblos, para que estos conocieran la Luz de la civilización. La Confederación Galáctica aprobaba sus intenciones y le otorgó el apoyo necesario para iniciar lo que se denominaría Proyecto-Inca.

Cabe mencionar que Manco Cápac no estaba solo. Ayudado por su hermana de sangre, quien es mencionada en las leyendas andinas como Mama Ocllo, iniciaron este proyecto de instrucción y ejemplo.

Los Hijos del Sol

Manco Cápac y Mama Ocllo, según la leyenda, bajo las órdenes del Astro Solar, emergieron del lago Titicaca para cumplir con su intención de ser la guía y orientación de los pueblos que vivían en estado de barbarie.

Estos enigmáticos personajes poseían un bastón de oro, y donde se detenían, lo clavaban en la tierra. En un determinado punto, el bastón se hundió totalmente: se había encontrado el lugar propicio para iniciar el desarrollo de una de las culturas más importantes del mundo. Así se habría iniciado el Imperio del Tawantinsuyo (Tawa significa cuatro, y Suyo, región).

Debemos mencionar que Manco Cápac y Mama Ocllo, ya desde niños, habían sido preparados previamente por los mensajeros celestes, fuera de la Tierra. Por tanto la misión que ellos tenían de sembrar las bases de una avanzada civilización en Sudamérica era parte de un proyecto que procuraba la activación del legado de la Hermandad Blanca y la futura protección del Disco Solar. Los Incas, tendrían esta misión suprema: proteger la sagrada herramienta que une los tiempos.

La relación de todo esto con el mundo subterráneo es importante.

Por ejemplo, existe otra leyenda sobre el origen de los incas en donde se habla que cuatro hermanos y sus mujeres salieron de una caverna para fundar el Imperio del Sol. Una vez más, el protagonista es Manco Cápac, quien finalmente cumple su misión. Sea como fuese, ambos relatos nos colocan ante un inicio marcado por particulares característica que le van a dar vida a esta sabia civilización.

El Imperio Inca, fue un gran imperio que en líneas generales, se extendió desde el sur de Colombia a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa. El lugar escogido para sembrar las bases de una nueva civilización fue el Qosqo (Cusco), punto magnético que reunía las condiciones para servir de escenario a esta elevada cultura. Los primeros tiempos de lo que podríamos llamar la “segunda dinastía Inca“, la primera corresponde a Tiahuanaco transcurrieron con suma felicidad, paz y abundancia.

Los incas desarrollaron una economía basada en una intensiva construcción de hileras de terrazas en las montañas, en las que consiguieron una maestría en el arte hidráulico y de irrigación de las aguas. Su civilización se congregó tanto en centros urbanos como en redes de caminos. Tuvieron una administración eficiente y manejaron con destreza las artes así como el refinamiento de metales trabajados; su arquitectura eficaz y sobria, contrastaba con una artesanía muy singular en las telas y de exquisito gusto en su acabado. También, una extraordinaria mano de obra en la alfarería complementó las diversas artes en que se expresaron.

En un ligero pero muy bien dotado repaso a la religión incaica, podríamos decir que fue en un principio “sencilla”. Sólo adoraban a Viracocha a quien ellos denominaban dios creador y unos pocos más como: Inti, Mama Quilla, Pacha Mama y Pachacamac.

Viracocha, también llamado Illa Viracocha Pachayachachi, era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos Tiahuanacos, que provenían de Titicaca. Creó el cielo y la tierra, y la primera generación de gigantes que vivían en esta zona…

El culto al dios creador suponía un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado sólo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada (!) y tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, gran sabedor de maravillosas cosas e incluso de los acontecimientos futuros.

Ya en 1977, la arqueóloga María Scholten de d’Ebneth, sacudió los cimientos de la academia al publicar por primera vez sus investigaciones sobre “La Ruta de Viracocha“. En dicho estudio, la señora Scholten demostró que diversos puntos arqueológicos de Bolivia, Perú y Ecuador -lugares que las leyendas marcan como “zonas de paso” del dios instructor Tecsi Viracocha– estaban magistralmente alineados con el uso de la geometría, poniendo así sobre el tapete los verdaderos conocimientos científicos de las antiguas culturas andinas. Esto resulta particularmente inquietante ya que lo primero que uno se pregunta es: ¿Entonces quién fue realmente Viracocha? Uno de los Instructores celestes.

De Manco Cápac a Atahualpa: De la Luz a la Oscuridad

No pasaría mucho tiempo para que Manco Cápac revelara la existencia del Disco Solar; así, antes de su muerte, le confió a Sinchi Roca, su sucesor, la entrada secreta al recinto subterráneo que se hallaba a orillas del lago Titicaca, conocido antiguamente como Mamacota o Puquinacoha (lugar de origen). El Disco fue hallado y de inmediato fue trasladado al Koricancha de Cusco, el templo de oro dedicado al astro solar.

Lamentablemente la sangre guerrera de los incas empezaría a surgir. Guiados por Sinchi Roca curiosamente Sinchi significa “guerrero”; “demasiado fuerte”, “amargo” llevaron a cabo un plan que procuraba expandir el imperio más allá de los límites conocidos. Así comienzan a transcurrir los primeros años de esta “segunda dinastía inca” en donde pasaron por gobiernos pacíficos como el del estadista y contador Lloque Yupanqui, al poderoso y conquistador de Cápac Yupanqui, quien extendió los límites de sus reinos más allá de las tierras conocidas.

Entre guerras externas e internas transcurriría gran parte de los períodos entre el séptimo Inca, Yahuar Huaca y el noveno, Pachacutec, quien también sería recordado como el mayor de los constructores no sólo de los grandes e imponentes templos, sino también, del planeamiento urbano y estratégico de defensa de sus ciudades.

Pero la cuenta regresiva del final no se hizo esperar y comenzaba a marcarse con la llegada del décimo primer Inca, Huayna Cápac. La Gran Hermandad Blanca en su retiro en la selva de Madre de Dios, al oriente del Imperio, no era ajena a los acontecimientos que estaban a punto de suceder.

Paititi, la ciudad secreta

Huayna Cápac, padre de Huáscar y Atahualpa, ascendió al trono en el año 1481, a los 30 años de edad. Era afable y muy querido por sus vasallos; se le admiraba por su valentía y prudencia, y se le temía por ser un implacable conquistador. Tuvo más de cien hijos varones y unas cincuenta mujeres. Con la hija del señor principal de Quito, engendró a Atahualpa, mientras que Huáscar nació en Qosqo (Cusco), producto de la unión con la coya Rahua Ocllo, su hermana y segunda mujer legítima, ya que la coya de mayor edad no le había podido dar descendencia.

Huayna Cápac gobernó por más de tres décadas continuando con su política de extensión territorial y fortaleciendo la organización estatal iniciada por su padre Túpac Inca Yupanqui, gran conquistador y estadista. Éste, quiso llevar a cabo una ambiciosa expedición militar de conquista hacia la zona selvática de Madre de Dios con más de 40.000 guerreros, para ensanchar las fronteras de imperio al Antisuyo. Pero está demostrado que las fuertes resistencias de las tribus aborígenes, mas la difícil geografía de los torrentosos ríos, así como las selvas tupidas e impenetrables, el excesivo clima cálido y todo tipo de parásitos y alimañas, obligó a las diezmadas huestes incas a pactar con el Gran Yaya, señor y cacique de las tribus de la región del Paititi.

Según la leyenda, testimonio de dicho convenio fue la construcción de la ciudad llamada Paiquinquin Qosqo, “ciudad gemela de Cusco“, en la meseta del Pantiacolla, como último puesto de penetración en la selva, conectada con Paucartambo por siete tambos y pucaras a lo largo del camino.

Al pie de la ciudad se construyó una laguna de forma cuadrada para asegurar los recursos hídricos. Este lugar, considerado como un santuario por los lugareños, se encontraba al lado de una gran cascada y de una montaña atravesada por profundas cavernas. No obstante, no debemos confundir esta penetración inca en la selva como la fundación real de Paititi. En realidad, el verdadero Paititi es una ciudad intraterrestre, establecida antes que la propia aparición del Imperio Inca por supervivientes de la Atlántida.

Por ejemplo, las propias leyendas cuentan que del interior de las grutas se veía salir a hombre muy altos vestidos de blanco o con trajes de color ocre. Así, la avanzada inca no solamente tuvo que solicitar autorización de los indígenas de la zona, sino también, a los habitantes de los subterráneos o los “guardianes primeros”. Se decía que estos, los Paco Pacuris, eran sobrevivientes de una civilización que se extendió por toda la región amazónica y que representaban a una humanidad intraterrestre…

El Ocaso del Tawantinsuyo

Sería el hermano secreto de Huascar y Atahualpa quienes peleaban por asumir la conducción del Imperio Choque Auqui, un hombre joven, de mediana altura y buen ver, intuitivo e inteligente, quien culminaría la misión de los Incas, que se vio afectada por el mal uso del poder. Conquistaron desmedidamente, y por ley de causa y efecto, terminarían conquistados.

Desde el centro principal de la Jerarquía, construido bajo tierra en las selvas de Madre de Dios actual Perú, región la cual trató de conquistar como se reseño antes, Tupac Inca Yupanqui llegaron tres emisarios al Imperio, advirtiendo el desenlace fatal que se aproximaba.

Los Maestros Incas sabían que los enviados del reino intraterrestre se hallaban en lo cierto, ya que diversas señales que habían venido observando apuntaban al final del Imperio. Entonces, luego que se marcharon los emisarios, los ancianos quipumayoc escondieron todos los archivos que pudieron reunir de la cultura andina; de igual forma llevaron el Disco Solar hacia un lugar seguro. Un disco fabricado en oro puro, idéntico al original, sería puesto en reemplazo en la pared del Coricancha esto para no despertar sospechas.

Por ello, el príncipe Choque Auqui convocó en secreto a los amautas o maestros y les planteó la posibilidad de una fuga colectiva rumbo a un lugar seguro, donde los Paco Pacuris habían llevado el Disco de Oro para protegerlo, y que no cayese en manos de los conquistadores.

Para llevar a cabo esta huída, Choque contaría con la ayuda de los habitantes del pueblo, de los sacerdotes y de los mamacunas cerca del Templo del Sol. Desde allí los enviados entrarían en el Coricancha durante la noche, para ingresar en la Gran Chingana -en quechua “Laberinto”- un túnel laberíntico subterráneo que va por debajo de la ciudad hacia la fortaleza de Sacsayhuamán; luego seguirían por otro túnel cercano en dirección a Paucartambo, y de allí, finalmente en la superficie, venciendo duros parajes, hacia las selvas del Manú…

El despertar del Disco Solar

La huída de Choque Auqui y la protección del Disco Solar se habría dado en el año 1533. El Disco, hoy custodiado por los Maestros de la Hermandad Blanca del Paititi, es una suerte de herramienta cósmica que actúa como una “llave” interdimensional, pudiendo llevar al planeta entero al Real Tiempo del Universo, cuando se produzca, como vimos, la reconexión de los tiempos.

Por ello los Maestros dicen que el disco no representa en verdad a nuestro Sol, sino al Sol Central Galáctico.

El Disco Solar conformado por 12 discos menores a manera de espejos metálicos que,
conectados entre sí, debían ser ubicados en puntos estratégicos, pudieran plasmar un
rumbo de conexión con la puerta cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo. Por ello
se requirió de las combinación de varios metales, siete precisamente. Pero no era
suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación interviniera la
combinación de voces, mentes y corazones del planeta y de éste tiempo alternativo.

Estos discos están custodiados actualmente en los Retiros Interiores de la Hermandad Blanca, en lugares como Desierto del Gobi, Egipto, Camboya, Inglaterra, España, Monte Shasta (USA), El Valle de Las Siete Luminarias (México), Ciudad Blanca (Honduras), República Dominicana, Sierra Nevada (Colombia), Lago Titicaca (Bolivia), Arequita (Uruguay).

Es curioso, que para los mayas, el número 13 representaba precisamente al tiempo, y que el sacerdocio mágico estaba compuesto por un Maestro y doce discípulos, como fue con Jesús y sus apóstoles. Bajo este simbolismo, el Disco del Paititi representa a Cristo, y por tanto su Retorno como Señor del Tiempo.

No es casualidad, tampoco, que dentro de la Cosmogonía Andina se espere al príncipe Choque, el Inca Rey, que deberá volver de Paititi al Cusco, el “ombligo del mundo“, para reestablecer el orden y sellar un tiempo nuevo.

EL PLAN CÓSMICO, HOY

CAPITULO 22

En estos últimos cientos de años de historia humana, las operaciones de la Confederación Galáctica han tomado un curso más discreto y cauteloso.

Observaron que si debíamos conseguir lo que ellos no lograron, y así restituir el orden perdido en el Cosmos, no podíamos ser interrumpidos en esta tarea que debemos sellar por mérito propio. De lo contrario, ¿cuál sería el sentido del Plan Cósmico? Ello no quiere decir, que tanto los enviados celestes como la Hermandad Blanca, hayan dejado de inspirar al ser humano en sus recientes años de historia. Desde los Caballeros Templarios protegiendo los caminos sagrados a los Cátaros custodiando el secreto del Santo Grial; desde los indios Hopi actualmente afincados en una Reserva de Arizona que en cuyas tradiciones se cuida el legado de una civilización perdida anterior a ellos, al Dalai Lama, sólo por citar algunos ejemplos, han sido concientes de estas realidades. Y, sea como fuere, han contribuido con la humanidad por proteger lo más sagrado de ella.

Así, y volviendo al relato líneas arriba, los Sabios Mentores del Consejo Galáctico creyeron oportuno aplicar un protocolo de no-intervención, y evitar con ello una participación directa en el progreso de nuestra civilización.

Por otra parte, fortalecerían la llamada cuarentena planetaria en nuestro mundo, que venía funcionando con cierta flexibilidad desde la tensión atlante. Esta medida de intensificar la protección de la Tierra fue establecida a raíz de la Segunda Guerra Mundial humana y el empleo de armas de destrucción masiva.

La Cuarentena Planetaria

El desarrollo y empleo de armas destructivas podría atraer a otras civilizaciones extraterrestres de similar frecuencia vibratoria entiéndase belicosas y colonizadoras venir a la Tierra, un planeta que resulta atractivo por sus recursos naturales y energías.

Sin duda, uno de los grupos extraterrestres que más ha pretendido romper este cordón de protección de los Vigilantes ha sido el de los Zeta Reticulianos, provenientes de la Osa Mayor.

Estos pequeños hombrecillos grises, en realidad, son una raza clonada, una creación de los oriones en tiempos de la Guerra Antigua como vimos, anterior a la rebelión de Satanael para estar al servicio de esta verdadera batalla estelar.

Cuando la Guerra Antigua terminó y se estableció la paz, aquellos hombrecillos, que fueron utilizados para operar tecnología bélica y grandes astronaves, fueron desplazados a Zeta Reticuli.

Estos seres, autómatas, cayeron en el control de Satanael, quien desde su prisión astral en nuestro mundo aun ejerce influencia en ellos, motivándoles a venir a nuestro planeta para que puedan rescatar a los deportados; ello a través de la creación de cuerpos que permitan a los encarcelados dimensionales encarnar y de allí partir de regreso a Orión.

Este plan de rescate se ve reflejado en los casos de raptos o abducción aunque un buen porcentaje de ellos ha sido producto de una manipulación de hechos reales, y otros, invenciones, que procuraban utilizar material genético humano para la creación de estos cuerpos híbridos.

Los Vigilantes de la Confederación han neutralizado efectivamente la mayoría de estas intervenciones de los hoy llamados “grises“, interceptando sus naves en el espacio, y destruyéndolas.

Todo esto explica los casos de naves estrelladas en nuestro planeta, como el célebre caso Roswell en Nuevo México, EE.UU. (1947). Sin embargo, no es el único.

Entre otros episodios genuinos de naves interceptadas por los Vigilantes que cayeron a la Tierra podríamos citar:

Laredo, Texas (19 de junio de 1953), se recuperaron cuatro cuerpos; Brighton, Inglaterra (5 de mayo de 1955), se recuperaron cuatro cuerpos; Desierto de Sahara (18 de julio de 1972), se recuperaron tres cuerpos; Chihuahua, México (25 de agosto de 1974), se recuperó la nave casi intacta y un número de cuerpos no determinado. Algunos casos más como en Bolivia (1978), Afganistán (1988), Sudáfrica (1989), entre otros.

No obstante a estos incidentes “OVNI”, lo que sabemos, es poco. O casi nada.

Casi nada por cuanto existe un oscuro interés por silenciar todo aquello que nos pueda dar luces sobre nuestro rol y misión en el Universo. Esta suerte de “mano negra” proviene de las propias fuerzas satánicas, que han logrado infiltrarse en altas esferas de dirección planetaria, influyendo a líderes políticos, militares, y hasta corporaciones, todo como parte de una gran conspiración que procura ocultar al ser humano quién es realmente…

La Conspiración del Silencio

“El silencio es el arma más poderosa del mal“, decía Maurice Magré, en Le Sang de Toulose. Su pensamiento, dibuja bien el panorama.

Tan importante es la “verdad” para el ser humano, que las fuerzas oscuras han venido ejerciendo una influencia tenebrosa para impedir que el hombre conozca su misión, no en vano todo aquello que nos podía aclarar nuestro origen cósmico y el proceso seguido, se halla destruido; salvo los archivos de la Gran Hermandad Blanca.

De existir la Biblioteca de Alejandría, por ejemplo, tendríamos muchas respuestas sobre nuestro pasado -según Carl Sagan, en Alejandría se guardaba un libro titulado “La verdadera historia de la humanidad a lo largo de los últimos 100.000 años…“-; lamentablemente Julio César y sus tropas saquearon la ciudad e incendiaron sus casas, destruyendo así los archivos. César es tan sólo uno de los primeros incendiarios de la lista, ya que en nuevas ocasiones se insistió en quemar la biblioteca. En su momento ésta albergaba más de 700.000 pergaminos, reunidos de diferentes regiones y culturas; ello se logró gracias al Faraón Evergeta II, que había ordenado que todo libro que llegase a Egipto debiera ser depositado en Alejandría. Este es uno de los casos más tristes, y peor aún, no es el único que registra la historia. Antes del primer incendio de la Biblioteca de Alejandría (año 48 a.C.) encontramos otras lamentables destrucciones.

En el año 213 a.C. el Emperador chino Shi-Hoang-Ti mandó quemar todos los libros antiguos -salvo los que ordenó guardar para su biblioteca personal-; por si esto fuera poco, reunió a 460 escritores que sepultó vivos, advirtiendo a sus homólogos que correrían la misma suerte si es que tenían en su poder alguna tablilla escrita. Esta medida, sin lugar a dudas, obedecía a la ignorancia del Emperador.

Un siglo antes, en el año 330 a.C., Alejandro Magno incendia la Biblioteca de Persépolis. El fuego llegó a consumir los antiguos archivos que, si hubieran sobrevivido a tal acción, nos hubieran brindado una mayor claridad sobre la antigua sabiduría persa.

El Rey Nabonasar no se queda atrás, 747 años a.C. ordenó eliminar las crónicas de la Biblioteca de Babilonia; la misma suerte correrían numerosos documentos antiguos, siendo muy pocos los que fueron rescatados de las imprudentes destrucciones.

De seguir retrocediendo en el tiempo llegaríamos a la época de la Atlántida, donde afortunadamente buena parte de los registros fueron puestos a salvo gracias a los Estekna-Manés de entonces.

Por citar algunos casos más, podríamos citar la destrucción de: los Libros Sibilinos de los Sacerdotes de Apolo; los antiquísimos textos del Avesta; los manuscritos rúnicos de la civilización Celta; los libros de la Antigua Djudul -la Tebas de Oriente-; los libros Cataros; los sagrados códices de las antiguas culturas de Mesoamérica, como los Mayas; los Quipus o registros de información de la cultura Inca; los miles de tratados de “ciencias extrañas”, quemados conjuntamente con sus poseedores por la Santa Inquisición; libros de información en general destruidos por el Tercer Reich en 1939; el robo de los manuscritos de Qúmram, entre otros apenantes casos. Y es que, hoy en día, esta conspiración continúa, siendo dirigida o estimulada por un grupo poderoso que controla los hilos del mundo.

Este grupo decide, por ejemplo, cuándo habrá una Guerra. Qué nuevo virus humano crear. Cómo lograr la quiebra económica de un país. Cómo monopolizar los recursos naturales del mundo. En fin, sembrar las bases de un Nuevo Orden Mundial Negativo.

Ellos son conocidos bajo el nombre de “Illuminati“, nombre que, curiosamente, recuerda al Resplandeciente del Universo Mental, Luzbel o Lucifer, que en latín quiere decir precisamente: “El que porta la luz“.

Según los Guías extraterrestres, algunos de los oriones deportados habrían logrado corporizarse en la Tierra pero no para escapar, sino para dirigir esta iniciativa tenebrosa que se remonta varios siglos atrás, influyendo en la oscuridad el destino de las naciones. Esta conspiración, cabe señalar, no es patrimonio de algún país en específico. Si no de un grupo de individuos que han sabido enquistar su semilla del mal y redes de manipulación en las más poderosas naciones de la Tierra para lograr sus objetivos.

Sin embargo, pese a ello, la luz está prevaleciendo sobre la oscuridad.

El Gobierno Interno Positivo del Planeta

Así como existe esta influencia de la oscuridad, existe también una fuerza de luz que la antagoniza: La Hermandad Blanca.

Las misiones de ayuda extraterrestre en la Tierra, como la Misión RAHMA, se han concentrado en el despertar progresivo de la conciencia humana, como un aporte de luz, para comprender que no estamos solos en el Universo, que formamos parte de un Plan Cósmico, y que nuestro futuro es construido por nuestros pensamientos y acciones, interactuando continuamente en él como artífices del destino planetario.

El mensaje es claro: el mundo no se va a acabar ni destruir. Se está transformando. Y para contribuir positivamente en esta transformación debemos iniciar la nuestra propia, que involucra despertar el recuerdo de quiénes realmente somos, y qué podemos ser…

Si la oscuridad trabaja con el silencio, la conspiración, la manipulación y la ignorancia, las fuerzas de la luz lo hacen con la verdad. Por ello Jesús dijo: “Yo os daré la verdad, y ésta les hará libres…“

Esta verdad, aquel conocimiento sagrado, es el tesoro espiritual que protege la Hermandad Blanca en sus Retiros Interiores. Por ello el principal objetivo de nuestra experiencia de contacto, es precipitar la recepción de la Verdadera Historia Planetaria, llamada por los Maestros, simbólicamente, “El Libro de los de las Vestiduras Blancas“.

El Retorno

La importancia de aquel tesoro, la Historia Planetaria y Cósmica, es gravitante. Si escuchamos el verdadero pasado, por consecuencia lógica comprenderíamos el presente, y sobre la base de todo ello construiríamos un futuro diferente.

Un futuro que tiende a ser prometedor, en donde la humanidad responsabilizándose de su papel a través del conocimiento, asume con responsabilidad la tarea suprema de vibrar en Amor, y su expresión máxima el perdón, ante todo el mal a la que ha sido expuesta en esta conspiración cósmica en que nos hemos visto involucrados en medio de la ignorancia.

Si debemos asumir un encargo, tenemos que saber qué se nos ha encargado, por lo tanto si tenemos que Amar y Perdonar, debemos saber a conciencia qué vamos a perdonar. Si no fuese así, sería imposible redimir el planteamiento egoísta de los opositores.

Es por esto que es necesario el conocimiento, como una herramienta para comprender la Verdadera Historia, y así confrontar las bases mismas de aquellos que se levantaron en contra del Plan Cósmico -como Luzbel, sus seguidores de Orión y sus tentáculos terrestres- para transmutar su fuerza, su odio y su rencor en perdón, unidad y amor.

Ante este escenario, la recepción de este legado sagrado por parte de la humanidad se verá reflejada en la liberación de información a manos de las potencias del mundo, incluyendo las grandes religiones, que se sumarán a las revelaciones de importantes descubrimientos científicos y arqueológicos que irán “desempolvando” nuestra verdadera identidad. Desde luego, todo ello como parte de una influencia positiva de la Hermandad Blanca y nuestro propio trabajo que involucra principalmente una transformación interna personal como nos enseñaron los Guías desde un principio en donde el trascendental contacto es con nuestra propia Esencia, ya que solamente al identificarnos con todos los demás sin las ilusorias apariencias de la materia, que nos limita y nos separa. No es por nada que los Mayas al saludarse pronunciaban la palabra In lakesh que quiere decir “yo soy en ti“.

El reconocimiento del uno en el otro, en el Amor, el Perdón y la Fe, de saber que no estamos solos, son y serán las herramientas para consolidar este triunfo de conciencias que anuncia a gritos -para quien tenga oídos para escuchar- el retorno de la luz al mundo; el “amanecer galáctico” que hablaban los mayas; el nuevo Pachacuti que profetizaban los Incas; el arribo del Maitreya o “Buda de la Compasión” que se aguarda en oriente. Este gran retorno al margen de cuál sea nuestra convicción religiosa señala la reconexión de los tiempos, y por tanto, el propio advenimiento del Cristo Cósmico.

La Clave del Retorno, expresada numéricamente en el Activador 14, nos advierte de un acontecimiento extraordinario y positivo para el planeta.

Aquel que vino, enseñó, murió, resucitó y triunfó espiritualmente por la humanidad, está volviendo a nuestro planeta en medio de estos grandes cambios para evaluar el proceso, la semilla que El sembró.

Y viene.

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