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viernes, marzo 27, 2015

Fidelidades familiares Invisibles - Códigos que te impiden ser lo que eres.

Alejandro Jodorowsky

Son una especie de “códigos” que están situados en lo más profundo de tu mente en forma de creencias y de todo tipo de inhibiciones que te paralizan.

Cuenta Marianne Costa que en un momento de su vida escribió en un papel de pergamino: “soy una fracasada”.Después lo firmó con una gota de su sangre y lo enterró.
En ese lugar plantó una bella flor y empezó a diseñar su realidad liberada de esa maldición. (Es un acto psicomágico, donde nos liberamos de esos códigos que recibimos de nuestra familia) Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio.
Pero no todos los contratos están sobre papel, ni siquiera son verbalizados, ni tampoco todos están en el plano de la consciencia. Más aún, como en el caso del nombre, hay contratos que aceptamos en desigualdad de condiciones porque se “sellan” en la más tierna infancia: el niño intuye que el incumplimiento implica no ser querido, lo que significa la muerte.

Nuestro cerebro más primitivo nos dicta la orden de obedecer cuando la amenaza es ser expulsado del clan.
Estos contratos pueden afectar a nuestros cuatro egos: Ejemplos de contratos intelectuales: Muchas de las creencias que tenemos son contratos que mantenemos con nuestro árbol genealógico, ideas que se nos han transmitido desde nuestros bisabuelos y que no podemos cuestionar. (Debemos deshacernos de cualquier creencia que no sea bella y útil)

a)“Serás abogado, como los hombres de provecho de esta familia” (En árboles donde el artista es considerado como un muerto de hambre, que en realidad no sabe hacer nada)
b) “En esta casa se habla cristiano” (No me salgas con querer estudiar lenguas…sólo hay que hablar una lengua: la materna)
c) “Eres torpe como tu madre” (Una profecía que actúa como una maldición que acaba cumpliéndose)
d) “En la vida debemos dejar las cosas igual que nos las hemos encontrado” (Señal de que el árbol se ha estancado…)
e) “Un hijo nunca debe superar a un padre” (Una locura absoluta que se conecta con la neurosis de fracaso)

Los contratos intelectuales son como las “ideas irracionales” que describe Albert Ellis, raíces de nuestras emociones perturbadas y comportamientos desajustados.
La psicogenealogía conecta con su famosa y en muchos casos efectiva RET (Terapia Racional Emotiva), en el sentido que la familia configura un esquema de creencias tóxicas que nosotros adoptamos por lealtad a ella y que se mueven en cuatro ejes fundamentales:
*Si no tienes lo que necesitas, te mueres. (“Si mi novio me deja, me muero”) La herencia tóxica es confundir la necesidad con el deseo. Si no tienes alimento, te mueres, pero si deseas a tu novio y no lo tienes, sigues viviendo…
*Esto es horrible (“Es horrible que tenga que cancelar mis vacaciones”) Se juzga en exceso. No hay nada categóricamente malo o bueno. Hay hechos que nos causan más o menos dolor. Si ordenamos los hechos dolorosos de 0 a 10 y en el 10 ponemos la muerte de un ser querido, ¿cómo valoraremos cancelar una vacaciones?
*No lo soporto (“No soporto la soledad”) Hay situaciones que matan, son insoportables. Creer que algo es el límite entre la vida y la muerte nos hace sentirnos agonizantes cada vez que eso sucede. Eso lleva a preferir un desastre de relación amorosa, la soledad está prohibida por el árbol, porque es acercarse a la muerte.
*Si sucede algo malo es que hay un culpable y tiene que ser condenado. La familia nos enseña a juzgar y buscar culpables en los que descargar la responsabilidad de lo que pase, o a culparnos a nosotros mismos.

Los acontecimientos no son una confluencia de factores, nada tiene una única causa. Si nos sentimos culpables de algo, la mejor medicina es una fórmula con tres elementos: la aceptación, la reparación y el aprendizaje de lo sucedido para evitar en lo posible repetir el mismo error en el futuro. Ejemplos de contratos emocionales: Suelen venir en formato de inhibiciones emocionales. Muy asociados a los niveles de consciencia infantiles…
a) “No crezcas” (Si se hace mayor un día abandonará a sus padres. Esta orden lo mantendrá con una edad emocional de 10 años para el resto de su vida)
b) “Aquí somos del Madrid” (Desde el primer mes de vida el niño es socio del club. Cuando crece no tiene alternativa, si no le gusta el fútbol o no es madridista, será considerado un traidor o un enfermo)
c) “No seas tonto y no te hagas novia” (Quédate con la madre…ella no te defraudará)
d) La pareja es para toda la vida (Nadie se ha divorciado jamás, en nuestra familia todos somos muy católicos)
Los contratos emocionales nos atan con fuerza al pasado y fomentan las relaciones basadas en la dependencia emocional. Disolver estos contratos es abrir al fin la puerta a la libertad de amar con un nivel de consciencia superior.
Ejemplos de contratos libidinales: Aquí están todas las inhibiciones creativas y sexuales:
a) “El teatro-la pintura-la música, son una pérdida de tiempo” (Es como decir que no debes dedicarte a cosas que no son de provecho…)
b) “Esta relación no te conviene” (Podríamos preguntarnos: ¿a quién no le conviene en realidad?)
c) “Te casarás a los 25 años y a los 26 llegará la única hija” Este podría ser un contrato inconsciente que se repite de generación en generación. Un proyecto que el árbol tiene para nosotros.
d)”La mujer que expresa deseo sexual es una fulana” (Si el sexo de la mujer es sólo un instrumento de procreación, se le prohíbe gozar con su energía libidinal y a la postre de la creación y de la vida).
Ejemplos de contratos materiales-corporales-económicos: Las inhibiciones económicas. Es necesario que encontremos los elementos que permitan separarnos de la violencia, del miedo y de la culpabilidad…
a) “Eres idéntico a tu abuelo” (Y con ello uno de los linajes toma posesión del hijo)
b) “No toques los botones que los romperás” (Cuando no te dejan tocar nada es porque no tienes espacio)
c) “El dinero es el pecado” (Si nos hacen creer que el dinero es sucio, nos generará mucha culpabilidad ganarlo)
d) “El que arriesga pierde”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Más vale malo conocido que bueno por conocer”… (Salir del territorio es una deslealtad imperdonable y tenemos un miedo ancestral a no volver a ser admitidos en el clan).

Todo esto insta a acomodarse con una pareja que ya no aporta nada, un trabajo insatisfactorio, una casa que no es un hogar y también a una ciudad, un banco, un grupo de amigos etc. Instalados en un territorio para siempre, porque nos han enseñado que arriesgarse es perderlo todo, en lugar de impulsarnos a seguir nuestros deseos como sabio camino de transformación. Los contratos se cumplen por lealtad, pero también por temor a las consecuencias.

Digamos que hay un miedo a ser castigados, a que se cumplan esas predicciones (maldiciones): “Si te divorcias, te mirarán mal”, “si te haces artista, vivirás en la pobreza”.
Un acto psicomágico para sanar este tipo de miedo al incumplimiento a lo que los padres ordenaron, consistiría en realizar metafóricamente la predicción, escenificándola delante de ellos.

Alejandro Jodorowsky nos dice en sus 10 recetas para ser feliz,“no hay alivio mas grande que comenzar a ser lo que en realidad somos. Desde la infancia nos imponen destinos ajenos.

Es conveniente recordar que no estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, si no para realizar los nuestros.

jueves, mayo 15, 2014

Contratos Familiares: Códigos que nos impiden ser lo que somos.


Son una especie de “códigos” que están situados en lo más profundo de nuestras mentes en forma de creencias y de todo tipo de inhibiciones que nos paralizan.
Cuenta Marianne Costa que en un momento de su vida escribió en un papel de pergamino: “soy una fracasada”. Después lo firmó con una gota de su sangre y lo enterró. En ese lugar plantó una bella flor y empezó a diseñar su realidad liberada de esa maldición. (Es un acto psicomágico, donde nos liberamos de esos códigos que recibimos de nuestra familia)
Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio. Pero no todos los contratos están sobre papel, ni siquiera son verbalizados, ni tampoco todos están en el plano de la consciencia. Más aún, como en el caso del nombre, hay contratos que aceptamos en desigualdad de condiciones porque se “sellan” en la más tierna infancia: el niño intuye que el incumplimiento implica no ser querido, lo que significa la muerte. Nuestro cerebro más primitivo nos dicta la orden de obedecer cuando la amenaza es ser expulsado del clan.
Estos contratos pueden afectar a nuestros cuatro egos:

Ejemplos de contratos intelectuales:
Muchas de las creencias que tenemos son contratos que mantenemos con nuestro árbol genealógico, ideas que se nos han transmitido desde nuestros bisabuelos y que no podemos cuestionar. (Debemos deshacernos de cualquier creencia que no sea bella y útil)
a) “Serás abogado, como los hombres de provecho de esta familia”
(En árboles donde el artista es considerado como un muerto de hambre, que en realidad no sabe hacer nada)
b) “En esta casa se habla cristiano”
(No me salgas con querer estudiar lenguas…sólo hay que hablar una lengua: la materna)
c) “Eres torpe como tu madre”
(Una profecía que actúa como una maldición que acaba cumpliéndose)
d) “En la vida debemos dejar las cosas igual que nos las hemos encontrado”
(Señal de que el árbol se ha estancado…)
e) “Un hijo nunca debe superar a un padre”
(Una locura absoluta que se conecta con la neurosis de fracaso)
Los contratos intelectuales son como las “ideas irracionales” que describe Albert Ellis, raíces de nuestras emociones perturbadas y comportamientos desajustados. La psicogenealogía conecta con su famosa y en muchos casos efectiva RET (Terapia Racional Emotiva), en el sentido que la familia configura un esquema de creencias tóxicas que nosotros adoptamos por lealtad a ella y que se mueven en cuatro ejes fundamentales:
*Si no tienes lo que necesitas, te mueres. (“Si mi novio me deja, me muero”)
La herencia tóxica es confundir la necesidad con el deseo. Si no tienes alimento, te mueres, pero si deseas a tu novio y no lo tienes, sigues viviendo…
*Esto es horrible (“Es horrible que tenga que cancelar mis vacaciones”)
Se juzga en exceso. No hay nada categóricamente malo o bueno. Hay hechos que nos causan más o menos dolor. Si ordenamos los hechos dolorosos de 0 a 10 y en el 10 ponemos la muerte de un ser querido, ¿cómo valoraremos cancelar una vacaciones?
*No lo soporto (“No soporto la soledad”)
Hay situaciones que matan, son insoportables. Creer que algo es el límite entre la vida y la muerte nos hace sentirnos agonizantes cada vez que eso sucede. Eso lleva a preferir un desastre de relación amorosa, la soledad está prohibida por el árbol, porque es acercarse a la muerte.
*Si sucede algo malo es que hay un culpable y tiene que ser condenado. La familia nos enseña a juzgar y buscar culpables en los que descargar la responsabilidad de lo que pase, o a culparnos a nosotros mismos. Los acontecimientos no son una confluencia de factores, nada tiene una única causa. Si nos sentimos culpables de algo, la mejor medicina es una fórmula con tres elementos: la aceptación, la reparación y el aprendizaje de lo sucedido para evitar en lo posible repetir el mismo error en el futuro.
Ejemplos de contratos emocionales:
Suelen venir en formato de inhibiciones emocionales. Muy asociados a los niveles de consciencia infantiles…
a) “No crezcas”
(Si se hace mayor un día abandonará a sus padres. Esta orden lo mantendrá con una edad emocional de 10 años para el resto de su vida)
b) “Aquí somos del Madrid”
(Desde el primer mes de vida el niño es socio del club. Cuando crece no tiene alternativa, si no le gusta el fútbol o no es madridista, será considerado un traidor o un enfermo)
c) “No seas tonto y no te hagas novia”
(Quédate con la madre…ella no te defraudará)
e) La pareja es para toda la vida
(Nadie se ha divorciado jamás, en nuestra familia todos somos muy católicos)
Los contratos emocionales nos atan con fuerza al pasado y fomentan las relaciones basadas en la dependencia emocional. Disolver estos contratos es abrir al fin la puerta a la libertad de amar con un nivel de consciencia superior.
Ejemplos de contratos libidinales:
Aquí están todas las inhibiciones creativas y sexuales
a) “El teatro-la pintura-la música, son una pérdida de tiempo”
(Es como decir que no debes dedicarte a cosas que no son de provecho…)
b) “Esta relación no te conviene”
(Podríamos preguntarnos: ¿a quién no le conviene en realidad?)
c) “Te casarás a los 25 años y a los 26 llegará la única hija”
Este podría ser un contrato inconsciente que se repite de generación en generación. Un proyecto que el árbol tiene para nosotros
d)”La mujer que expresa deseo sexual es una fulana”
(Si el sexo de la mujer es sólo un instrumento de procreación, se le prohíbe gozar con su energía libidinal y a la postre de la creación y de la vida).
La prohibición de la homosexualidad y de prácticas sexuales no existentes en el repertorio del árbol, también son contratos que al incumplirlos nos bloquean la libido o nos sentimos culpables y merecedores de castigos si “nos salimos del tiesto”.
Ejemplos de contratos materiales-corporales-económicos:
Las inhibiciones económicas. Es necesario que encontremos los elementos que permitan separarnos de la violencia, del miedo y de la culpabilidad…
a) “Eres idéntico a tu abuelo”
(Y con ello uno de los linajes toma posesión del hijo)
b) “No toques los botones que los romperás”
(Cuando no te dejan tocar nada es porque no tienes espacio)
c) “El dinero es el pecado”
(Si nos hacen creer que el dinero es sucio, nos generará mucha culpabilidad ganarlo)
d) “El que arriesga pierde”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Más vale malo conocido que bueno por conocer”…

(Salir del territorio es una deslealtad imperdonable y tenemos un miedo ancestral a no volver a ser admitidos en el clan).
Todo esto insta a acomodarse con una pareja que ya no aporta nada, un trabajo insatisfactorio, una casa que no es un hogar y también a una ciudad, un banco, un grupo de amigos etc. Instalados en un territorio para siempre, porque nos han enseñado que arriesgarse es perderlo todo, en lugar de impulsarnos a seguir nuestros deseos como sabio camino de transformación.
Los contratos se cumplen por lealtad, pero también por temor a las consecuencias. Digamos que hay un miedo a ser castigados, a que se cumplan esas predicciones (maldiciones): “Si te divorcias, te mirarán mal”, “si te haces artista, vivirás en la pobreza”. Un acto psicomágico para sanar este tipo de miedo al incumplimiento a lo que los padres ordenaron, consistiría en realizar metafóricamente la predicción, escenificándola delante de ellos.
Alejandro Jodorowsky nos dice en sus 10 recetas para ser feliz, “no hay alivio mas grande que comenzar a ser lo que en realidad somos. Desde la infancia nos imponen destinos ajenos. Es conveniente recordar que no estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios.

lunes, junio 24, 2013

La Maldición...

La historia que voy a contar, quizás de origen turco, es de una gran sabiduría:
En una pequeña y pacífica aldea, vive un sabio. Un día, de pronto, todas las gallinas caen muertas. Entonces los aldeanos van a ver al sabio y le preguntan:
-¿Qué dice usted de esto, es una maldición?
-No -responde el sabio- es algo bendito. No puedo decirles por qué, pero es para nuestro bien. Los aldeanos se van refunfuñando, diciendo que el sabio ya envejeció demasiado…. Al día siguiente todos los perros se desploman, paralizados. Los aldeanos regresan a ver al sabio.
-¿Y ahora, díganos, esto es bueno o es malo?
-¡Es bueno!
Al tercer día, todos los fuegos se apagan. No funcionan las cocinas, ni los hornos para el pan, ni las calefacciones, no pueden encender una antorcha. Corren otra vez a la choza del sabio.
-¡Ahora sí que es verdaderamente una maldición!
-¡No, es para nuestro bien!
- ¿Cómo puede decir que es bueno que nuestras gallinas mueran, los perros se paralicen y los fuegos se apaguen? ¡Se ha vuelto loco, ya no creemos en usted! En ese momento una banda de bandidos pasa cerca de la aldea. Todos los aldeanos se aterran pensando que serán robados. Se ocultan reteniendo lo más que pueden su respiración. Pero el jefe de los ladrones observa las calles vacías y dice: “No hay gallinas, no hay perros, no sale humo de las chimeneas, aquí no vive nadie. Vámonos”…. Y es así como los aldeanos se salvan de una muerte segura.
A veces nos suceden cosas que sentimos como una catástrofe.
Sin embargo, cuando tienes una gran pérdida, el mundo te da un bien mayor que no esperabas. La perdida y lo obtenido se equilibran. Pero, si no estás en la vía espiritual, todo lo que te sucede te parece totalmente nefasto, a semejanza de los aldeanos del cuento.
Si te privan de algo, pregúntate si no eres tú quien ha provocado esto, y dirás que, quizás eso sea para tu bien.
Así como los aldeanos pierden a sus animales y su fuego, nosotros, que vivimos en una época difícil, estamos perdiendo antiguas amarras que nos daban la seguridad. Estábamos atados a unas costumbres, a una moral religiosa, a una cultura, a unas ideas políticas, a un sistema económico. Todo esto nos ha decepcionado. El mundo ha entrado en crisis. Y los individuos también. El mundo, con sus leyes caducas, no nos pide nuestro parecer. Quienes acaparan el poder, no nos dejan ser lo que somos, nos obligan a ser lo que ellos quieren que seamos. Debemos luchar y trabajar para enriquecer a las grandes multinacionales. ¿Es esto una maldición? ¡No, es para nuestro bien!
Así como el gusano se retuerce para dar origen a una mariposa, la situación actual, donde hasta el planeta se menea, nos propulsa hacia un despertar inminente de la conciencia.
Aprendemos a ser libres, a desprendernos de todo lo que no es auténtico: osaremos demoler los límites inculcados en nuestra mente por culturas que durante siglos han vivido impidiendo el cambio, la mutación, para así, en nombre de la tradición, intentar esclavizarnos. Entre la dispersión subjetiva, pensar una cosa, amar otra, desear otra y hacer otra cosa, elegiremos la unidad, para así gestarnos a nosotros mismos, aprendiendo a amarnos liberados del Yo, reconociendo que somos una obra divina. Entonces, sin jefes bufones, seremos dueños de nosotros mismos, con confianza total en nuestro destino, en la unión con todos y en la aceptación como única patria al Planeta Tierra.
Alejandro Jodorowsky

viernes, abril 26, 2013

21 Mensajes para Transmitir a cada Miembro de la Siguiente Generación.

Alejandro Jodorowsky

1.-Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo lo quiso.
2.-Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.
3.-Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de todo el Universo.
4.-Aprende a no pedir amor, simplemente ama.
5.-Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.
6.-Cada día, haz un acto generoso con alguien cercano.
7.-Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.
8.-Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.
9.-No contamines tu cuerpo con tóxicos o una mala alimentación.
10.-En cuanto puedas, sé independiente. Trabaja utilizando tu creatividad y hazte adulto.
11.-Escribe un poema cada día.
12.-Busca y provoca situaciones que te hagan reír.
13.-Tiende a compartir, a colaborar a ser solidario.
14.-Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.
15.- Siente GRATITUD por todo lo que te regala el Universo.
16.- Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.
17.-Lee, estudia, conoce… experimenta por ti mismo.
18.-No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas.
19.-Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.
20.-Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, arte y salud.
21.-Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad… el planeta y el Universo.

lunes, diciembre 01, 2008

El Pato Donald y el Budísmo Zen


Alejandro JODOROWSKY


A veces, leyendo distraídamente un libro, somos sorprendidos por unas líneas que nos sumergen en una especie de benéfico terror.
Parece se que sólo podemos comprender lo que ya conocemos...
Gurdjieff dijo que las ideas necesitaban tiempo para ser comprendidas. La conciencia las guarda como un estómago de rumiante y poco a poco las va digiriendo hasta que las nuevas
concepciones penetran el total del individuo. Pero, también, a veces,
nos meten un “gol psicológico”. Algo nuevo irrumpe bruscamente en
nuestro ser saltando toda clase de defensas. Y como toda nueva idea
asimilada produce necesariamente un cambio, (“Cambio” igual a “muerte”) por inercia, nos aterramos.

Estos últimos días sentí ese terror de comprensión dos veces. La primera, leyendo “Toutankhamon”, de Cristiane Desroches- Noblecourt, (Hachette). La autora, después de dedicar todo un capítulo a desmitificar las leyendas de “venganzas de faraones” que periodistas venales inventaron, termina reconociendo que sólo dos acontecimientos podrían merecer el nombre de “sobrenaturales”. El primero se refiere al apagón que sumió en la oscuridad a todo El Cairo en el mismo instante en que murió Lord Carnavon, el mecenas que protegió al descubridor de la tumba de Tutankamón. Una
encuesta llevada a cabo no pudo explicar esta extraña pana de corriente. (La palabra “casualidad” afloró a mi mente. Un hecho fortuito y poéticamente bello, eso es todo, me dije. Pero el segundo hecho me erizó los cabellos). “En Inglaterra, en el momento exacto de la muerte de Lord Carnavon, tomando en cuenta la diferencia de horarios, el perro favorito de éste se puso a aullar sin que nadie pudiera callarlo, hasta que cayó muerto”. Los acontecimientos son reales. Cualquier persona puede verificarlos consultando el libro que mencioné. Si la mente de un perro tiene el poder de viajar de Inglaterra a Egipto y enterarse de la muerte de su amo, ¿qué no podrá el cerebro humano? ¿He empleado bien la palabra “cerebro”?
Responder a mi última pregunta implica relatar cómo sentí el “Terror
benéfico” por segunda vez:
Estos últimos días mis lecturas se han concentrado en el libro “Woumen-
kouan” (48 koans clásicos del Budismo Zen) y en una selección del Pato Donald. La historieta del “Pato Bombero” corresponde exactamente al mensaje de los koans 42 y 44.

Comencemos por el Pato Donald. He aquí el resumen del cuento: el jefe de los bomberos invita al Pato Donald a formar parte del cuerpo de voluntarios. Se lo cuenta a sus sobrinitos. Estos también quieren participar, pero su tío, considerándolos unos bobos, los obliga a
quedarse en casa. Le dan un equipo con la condición de que al escuchar la alarma salga inmediatamente con él hacia el incendio. Si llega puntualmente recibirá una medalla de cobre. El pato, orgullosamente, vacía un cofre diciendo que le servirá para guardar las medallas que va a ganar. Esa noche suena la bocina pero el pato no se despierta. Sus sobrinos lo sacan del sueño. El pato se lanza hacia el incendio olvidando el casco, luego el hacha, luego los pantalones. Cuando logra equiparse ya es tarde. La casa que quería apagar es un montón de escombros y los bomberos ya se han marchado. Al día siguiente lo llama el jefe y le da un puesto menos
importante. Le han quitado el hacha y en su lugar le encargan un pequeño extintor. En la noche vuelve a sonar la alarma y el Pato vuelve a quedarse dormido. Lo despiertan sus sobrinos. Esta vez se viste con mucho cuidado pero en su apresuramiento, en lugar de tomar el extintor, agarra una bomba de insecticida. Al tratar de apagar el fuego hace que éste se extienda más. Al otro día el jefe lo rebaja aún de categoría. Ahora apagará el fuego con un costal. Sus sobrinos para ayudarlo deciden organizar en la calle un pequeño incendio para que el tío no se sienta tan deprimido y trabaje. El Pato, mientras tanto, encuentra un paquete de cohetes y los guarda en un bolsillo por estimarlos peligrosos. “Tío, ¡hay un incendio en la calle, debes tomar tu costal y salvar la ciudad!”. El Pato apaga la pequeña fogata pero se le incendia la chaqueta. Corre a su casa. Estallan los cohetes. El salón comienza a incendiarse. Los niños traen una
manguera y apagan el fuego. Llega el Jefe de Bomberos y los admite en la compañía. Esa noche al sonar la alarma, los niños se despiertan y gritando “¡Hay que ir deprisa!¡Ningún obstáculo nos detendrá!” parten hacia el incendio en un modernísimo carro equipado con todos los adelantos, mientras de pie, en la calle, con su miserable costal en la mano, el Pato Donald los ve alejarse, murmurando “¡Tienen mucha suerte!”.

En esta fábula se presentan muchos temas, desde el héroe que se duerme, hasta la lucha contra el fuego prometeico, pasando por la eliminación de objetos como camino de llegar al Yo original.
Quisiera citar la epopeya de Gilgamesh. En la tableta once un inmortal, para probarle Gilgamesh su propia debilidad, le recomienda que trate de no dormir durante seis días y siete noches. Gilgamesh cierra levemente los ojos y se duerme. El Inmortal dice a su mujer:
“Mira a este hombre que quiere vivir eternamente y que no es capaz ni siquiera de liberarse del sueño. Cuando se despierte, va a negar que se ha dormido porque todos los hombres son mentirosos. Tú le proporcionarás la prueba de lo contrario. Cada día fabrica un pan y ponlo al lado suyo”. Al séptimo día, el Inmortal despierta a Gilgamesh. Este dice furioso: “¡Cómo, apenas entrecierro los ojos un momento y ya me empujas para despertarme!”. Pero cuando le muestran los panes, el primero más podrido que los recién
fabricados, Gilgamesh se da cuenta que ha dormido seis días y siete
noches...

Este mentirse a sí mismo lo describe magistralmente Dostoyewski en “Crimen y Castigo”. Un preso condenado a muerte, quiere dormir toda su última noche. Se despierta un minuto. En ese minuto se despierta también un perro que ladra un minuto. Ambos se duermen.
Horas más tarde pasa lo mismo: El preso se despierta un minuto al mismo tiempo que el perro ladra un minuto. Al amanecer sucede lo mismo por tercera vez. El preso se despierta en la mañana diciendo que no pudo dormir porque toda la noche ladró un perro.
A juzgar por los textos mesopotámicos, la más antigua preocupación de los hombres es “despertar totalmente”. Todas las doctrinas esotéricas subrayan esta “maña” del hombre que le hace unir sus pequeños estados de conciencia, como el prisionero de Dostoyewski, y olvidar que entre ellos hay grandes lagunas de sueño. La totalidad del Budismo Zen está basada en este despertar o iluminación llamada “Satori”. “No hay Zen sin Satori que es el alfa y el omega del Budismo Zen. El Zen desprovisto de Satori es como un sol sin luz ni calor... El satori puede ser definido como una mirada intuitiva en la naturaleza de las cosas en contraste con la comprensión lógica o analítica. Prácticamente significa el descubrimiento de un mundo nuevo, desapercibido hasta ahora a causa de la confusión de un
espíritu formado en el dualismo. Al alcanzar el satori, todo lo que nos
rodea es visto bajo un ángulo de percepción hasta ahora desconocido. Para los que obtienen el satori, el mundo cambia.... (“Essais sur le bouddhisme zen” D. T. Suzuki, Editions Albin Michel). Pasemos al Koan 44: “El bastón de Pa-Tsiao”. El maestro Pa-Tsiao dice a los monjes en su sermón: “Si tenéis un bastón, os doy el bastón. Si no tenéis bastón, os quito el bastón”.

Estas mismas frases se encuentran casi idénticas en el Nuevo Testamento. “Porque se le dará a aquel que tiene y tendrá abundancia; pero a aquel que no tiene se le quitará incluso lo que tiene”. (San Mateo, 13, 12; 25, 29). “Cuidado con la manera con que escucháis, porque a aquel que tiene se le dará y a aquel que no tiene incluso lo que crea tener le será arrebatado”. (San Lucas, 8, 18; 19, 26).

Analicemos estas frases a la luz del Pato Donald. Nuestro personaje recibe un “llamado” pidiéndole que apague el fuego. Se le da un bastón sagrado en forma de un hacha. (Todos los maestros budistas zen usan en sus sermones este bastón que tiene su raiz en el Tao. El Taoísmo elige este símbolo extrayéndolo del reloj de sol. Se enterraba una varilla en la tierra y siguiendo el cambio de la sombra se podía ver la hora, el cambio de día en noche, de verano en invierno. El bastón estaba en medio de la luz y la sombra ya a través de su presencia las dos poderosas fuerzas del Universo, Yin y Yang se manifestaban. El bastón entonces venía a significar el Yo original. Un bastón que por más que se alargue nunca llega a la sobre
abundancia; por más que se ale acorte nunca se agota. Como dice
Nicolás de Cues, el “Máximo absoluto y el Mínimo absoluto coinciden”...). Al recibir el llamado místico, el Pato Donald peca por orgullo. Rompe la ley: “Piensa en la obra y no en fruto” (Bagavadghitta). Se pavonea con los frutos que va a obtener: un puesto de gran responsabilidad del que su yo narcisístico sacara caricias y una medalla de bronce. (Si fuera un verdadero valor, la medalla sería de oro). Piensa además guardar estos premios en un baúl, símbolo de su ego cerrado. La idea del premio ha aterrado a todos los santos. Siempre piden que se les dé el infierno por miedo a amar a Cristo sólo por deseo de obtener el paraíso y no por Él mismo.
Los sobrinos que encarnan la lucha generacional, - son los nuevos ejemplares de hombres, jóvenes, asociados en grupo- (“mejores son dos que uno, porque si uno cayere ¿quién lo levantara?” “Un haz de varillas no presto se rompe” Eclesiastés)- representan al moderno pensamiento colectivo, a la gestalt, a la realización social antes que individual. Ellos son tres y a la vez uno. Hablan una frase dividiéndose las palabras. Así: A.-“Suena la alarma... B.- ... y el tío debe... C.- estar dormido”. Estos sobrinos relegados por el pensamiento ególatra son los que despiertan al sonar de la alarma.
Son los que se preocupan de apagar el fuego anónimamente, son los que piensan en la obra y, por último, son los que tratan de ayudar al Otro. Ellos “tienen” y por eso se les da el mejor carro de bomberos. El pato Donald “no tiene”. Por eso mismo se le va quitando. Al final ni siquiera puede apagar el fuego que hay en él mismo. Este fuego interior pide agua, ¿qué significa esto?

Tellarhd de Chardin nos da la respuesta: “El fuego, este principio del ser... Al comienzo había el Verbo... no había el frío ni las tinieblas; había el Fuego... y por la virtud de su inmersión en el seno del Mundo, las grandes aguas de la materia, sin un temblor, se cargaron de vida. Nada tembló, en apariencia, bajo la inefable transformación. Y sin embargo, misteriosa y realmente, al contacto de la sustancial Palabra, el Universo, inmensa Hostia, se hizo Carne.
Toda materia está desde ahora encarnada, Dios mío, por tu encarnación”.

El llamado de la Palabra-Fuego Divino necesita del Pato Donald para que este la riegue el agua de su materia. El Pato, al dormirse, no deja que se provoque la comunión y al no apagar el fuego, la divinidad no puede encarnarse en él.
Pasemos al Koan 42. “La mujer sale de su concentración”. Una mujer cae en concentración junto a Buda. Otros santos se quejan porque ella merece este honor de estar junto al Buda. Ese les dice que la saquen de su meditación. Ninguno puede. Llama al buda a “Ignorancia”. Este se acerca a la mujer, hace su sonar sus dedos y ella se despierta inmediatamente.

El contenido es muy claro: ni la ciencia no la discusión ni la investigación pueden dar el Satori. Sólo la Ignorancia, sin forma, lo
encuentra. Houang-Po dice en su “Esencia de la ley que se transmite por el espíritu”: “Incluso si todas las divinidades pasan sobre las arenas del Ganges, estas no son felices. Incluso si todos los corderos, insectos y hormigas pasan hollándolas con sus pies, las arenas no se encolerizan. Las arenas no desean ni envidian tesoros maravillosos y perfumes refinados. Las arenas tampoco odian las carroñas ni las basuras malolientes. Este espíritu es el espíritu sin conciencia”.
El Pato Donald, moderno Prometeo, recibe el llamado para que apague su pequeña hoguera mental, producto de unos cuantos cohetes, y se sumerja en el gran fuego-inconsciente-universal. Es evidente que la anormalidad del exceso de pensamiento dualístico, hace sufrir al hombre. He aquí por qué el Pato chilla cuando se le comienza a quemar la casa. Necesita el satori, pero le teme. Deja la oportunidad y tristemente, aferrado a su costal filosófico, ve alejarse a las nuevas generaciones diciendo para consolarse: “¡Tienen mucha suerte1”. Creyendo que ellos no obtuvieron por un trabajo interior constante que respondía a todas las llamadas, sino que sin trabajar les dieron.

¡Pobre Pato Donald! Todo se le irá quitando, porque, aferrado a sus concepciones mentales anquilosadas, espera que le den, sin trabajar por lograrlo.

¿Y cómo lograr? El camino para el Pato Donald está trazado en el cuento: debe dedicarse a limpiar su baúl, arrojando de él todas las medallas de cobre.

viernes, noviembre 07, 2008

10 Recetas para ser Felíz


Alejandro Jodorowsky

¿Como podría definir en términos positivos la felicidad?

Ese concepto, abstracto hasta la médula, es imposible de ser descrito directamente. Para hacerlo tengo que dar un rodeo por su sombra. Vaya entonces la definición: "Felicidad es estar cada día menos angustiado".
Para lo cual puedo intentar dar algunos consejos sin ser tachado de iluso.

1. Cuando dudes de actuar, siempre entre "hacer" y "no hacer" escoge hacer. Si te equivocas tendrás al menos la experiencia.

2. Escucha mas a tu intuición que a tu razón. Las palabras forjan la realidad pero no la son.

3. Realiza algún sueño infantil. Por ejemplo: si querías jugar y te hicieron adulto antes de tiempo, ahorra unos 500 euros y ve a jugarlos a un casino hasta que los pierdas. Si ganas, sigue jugando. Si sigues ganando, aunque sean millones, sigue hasta que los pierdas. No se trata de ganar sino de jugar sin finalidad.

4. No hay alivio mas grande que comenzar a ser lo que se es. Desde la infancia nos endilgan destinos ajenos. No estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios. Si eres cantante y no abogado como tu padre, abandona la carrera de leyes y graba tu disco.

5. Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.

6. Una vez por semana, enseña gratis a los otros lo poco o mucho que sabes. Lo que les das, te lo das. Lo que no les das, te lo quitas.

7. Busca todos los días en el diario una noticia positiva. Es difícil encontrarla. Pero, en medio de los acontecimientos nefastos, siempre, de manera casi imperceptible, hay una. Que se descubrió una nueva raza de pájaros; que los cometas transportan vida; que un nene cayo desde un quinto piso sin dañarse; que la hija de un presidente intento suicidarse en el océano y fue salvada por un obrero del cual se
enamoro y se casaron; que los jóvenes poetas chilenos bombardearon con 300.000 poemas, desde un helicóptero, a La Moneda, donde fue eliminado allende, etc.

8. Si tus padres abusaron de ti cuando pequeño/a, confróntate calmadamente con ellos, en un lugar neutro que no sea su territorio, desarrollando cuatro aspectos: 'Esto es lo que me hicieron. Esto es lo que yo sentí. Esto es lo que por causa de aquello ahora sufro. Y esta es la reparación que pido'. El perdón sin reparación no sirve.

9. Aunque tengas una familia numerosa, otorgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.

10. Cesa de definirte: concédete todas las posibilidades de ser, cambia de caminos cuantas veces te sea necesario.


"Tu destino es las estrellas no hagas un nido en la cama decide quebrar las anclas desaloja la escalera no trasquiles crea lana abre el ojo que no sueña pierde la carne y las venas deja desnuda a tu alma haz de tu nombre una hoguera y dila a tu cojo anda y dile a tu avaro ama ¡Corónate de una cresta!"