sábado, noviembre 30, 2024

La "MAGIA" en nuestras vidas

La magia, en su esencia, es la capacidad de ver lo extraordinario en lo ordinario. Es esa chispa que enciende nuestra imaginación y nos permite soñar con lo imposible. Aunque a menudo asociamos la magia con trucos de ilusionismo o cuentos de hadas, en realidad, la magia está presente en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana.
La Magia de la Naturaleza
La naturaleza es una fuente inagotable de magia. Desde el majestuoso vuelo de un águila hasta la delicada danza de una mariposa, la naturaleza nos muestra maravillas que a menudo damos por sentadas. Los ciclos de las estaciones, el crecimiento de una planta a partir de una pequeña semilla, y el misterioso canto de las ballenas en el océano son ejemplos de la magia que nos rodea.
La Magia de las Relaciones Humanas
Las conexiones que formamos con otras personas también están llenas de magia. El amor, la amistad y la empatía son fuerzas poderosas que pueden transformar nuestras vidas. Un simple gesto de bondad puede tener un impacto profundo y duradero. Las relaciones humanas nos enseñan sobre la compasión, el sacrificio y la alegría compartida, creando momentos mágicos que atesoramos para siempre.
La Magia de la Creatividad
La creatividad es otra forma de magia que todos poseemos. Ya sea a través del arte, la música, la escritura o cualquier otra forma de expresión, la creatividad nos permite dar vida a nuestras ideas y emociones. Crear algo nuevo y único es un acto mágico que nos conecta con nuestra esencia más profunda y nos permite compartir nuestra visión del mundo con los demás.
La Magia de los Sueños y la Imaginación
Nuestros sueños y nuestra imaginación son portales a mundos mágicos. Soñar despiertos nos permite explorar posibilidades infinitas y nos da la libertad de ser cualquier cosa que deseemos. La imaginación nos inspira a innovar, a resolver problemas de manera creativa y a ver el mundo con ojos nuevos.
La Magia de los Pequeños Momentos
La magia también se encuentra en los pequeños momentos de la vida. Un amanecer, una sonrisa, el aroma del café recién hecho, o el sonido de la lluvia golpeando la ventana. Estos momentos, aunque simples, tienen el poder de llenarnos de asombro y gratitud. Aprender a apreciar y celebrar estos pequeños milagros diarios es una forma de cultivar la magia en nuestras vidas.
Cómo Cultivar la Magia en Nuestras Vidas
Para experimentar la magia en nuestras vidas, es importante mantener una mente abierta y un corazón receptivo. Aquí hay algunas maneras de hacerlo:
• Practicar la gratitud: Agradecer por las cosas buenas que tenemos nos ayuda a ver la magia en lo cotidiano.
• Estar presentes: Vivir el momento presente nos permite apreciar la belleza y la maravilla que nos rodea.
• Fomentar la curiosidad: Hacer preguntas y explorar nuevas ideas nos mantiene conectados con nuestra capacidad de asombro.
• Crear y compartir: Expresar nuestra creatividad y compartirla con los demás nos conecta con la magia de la creación.
En resumen, la magia está en todas partes, esperando a ser descubierta. Al abrir nuestros corazones y mentes a las maravillas del mundo, podemos encontrar la magia en cada rincón de nuestras vidas.

 

viernes, noviembre 29, 2024

El Camino del TAO

Descalzarse y encender varillas de incienso, juntar las manos y postrarse en silencio, desde el vacío, porque "llegamos arrastrando nubes de gloria", dice Wordsworth, mientras Hopkins señala que "la más cara frescura vive en lo hondo de las cosas". 

Pretender escribir sobre el Tao es desconocer el Tao y, sin embargo, no hay realidad fuera del Tao, por eso "quien sabe, no habla y quien habla, no sabe". Sin límites ni substancia, sin adjetivos ni definición, sin arriba ni abajo, sin adentro ni afuera, sin bueno ni malo, justo o injusto, yang o jin, la mayor felicidad consiste en no hacer nada para obtener la felicidad porque "el gozo perfecto es carecer de él". Si uno está en armonía con el Tao -el Tao cósmico, el que no puede nombrarse -, la respuesta llegará cuando llegue el momento de actuar pues uno actuará con arreglo al modo espontáneo del wu wei que, según Merton, es el modo de acción propio del Tao y es la fuente de todo bien, "hacer sin hacer" y plegarse a la naturaleza de las cosas sabiéndose uno con ellas. 

Acercarse a los textos sagrados del I Ching, o libro de las mutaciones; al Tao Te King, de Lao Tsé; a El Camino, de Chuang- Tzú; o a las obras de Li- Chi o de Lie-Tzu, es abismarse en la esencia del pensamiento taoísta que, como el sabor del té, no puede explicarse pero puede alcanzarse. Y "saber cuando detenerse". 

Algo pueden ayudar los poetas tang, Li Po, Tu Fu, Po Chu-Li o adecuar la respiración ante los paisajistas chinos en su anhelo de captar los ritmos vitales porque la estética china es animista y busca medios de unión con la naturaleza.

El Taoísmo adquiere una enorme relevancia en nuestro tiempo porque puede resolver la crisis ecológica creada por la visión de antagonismo a la naturaleza del pensamiento judeo-cristiano que pretendió "dominarla", y ayudarnos a recuperar el contacto con los ritmos de la naturaleza y con el fluir de las energías en el cuerpo. Lo que el Zen denominará "recuperar el rostro originario", la identidad perdida. 
El Taoísmo es el sistema filosófico y religioso fundamental en China. Su fundación se suele atribuir al maestro Lao-Tsé que vivió hacia el siglo V antes de Cristo y fue contemporáneo de Confucio y de Chuang-Tsé. En realidad, el Tao Te King es una recopilación de aforismos de épocas diversas atribuidos a un bibliotecario de la corte imperial de los Cheu que, hastiado de la decadencia de las costumbres, se alejó hacia Occidente montado sobre un carabao azul. Cuenta la tradición que al guardián de la frontera, seguidor suyo, le dejó como recuerdo el famoso tratado, en 5.000 caracteres, Tao Te King o Tratado sobre el Tao y el Te, o sobre el Supremo Ser inefable y sobre la virtud que hace al hombre prudente para andar el Camino. 

Algunos de sus seguidores aventuraron que el Maestro, o más bien su doctrina, se dirigió hacia la India y que su doctrina habría influido en el Budismo. Como posteriormente este llegará desde la India y, en contacto con el Taoísmo, dará lugar al Chang que, más adelante, en contacto con el Sintoísmo, dará lugar al Zen en el Japón. 

Pocas lecturas habrá superiores al Tao Te King y a El Camino de Chuang Tzú. Podría eliminarse gran parte de la literatura universal sin que la echáramos de menos si podemos gustar con la punta de la lengua la sabiduría del Tao, nada digamos si acertamos a tragarla. 

El Taoísmo, como otras profundas sabidurías, admite que lo real es, en el fondo, Uno: hay un principio de orden y de unidad que es misterioso e inefable, trascendente e inmanente, al que "por no saber su auténtico nombre, sólo lo llamamos Tao", o el Camino. "Hay algo que lo contiene todo. Es antes que el cielo y la tierra, es inmóvil, incorpóreo, en sí, inalterable, lo penetra todo, por siempre moviéndose. De modo que puede actuar como Madre de todas las cosas. Si ha de ser nombrado, que su nombre sea Grande. La grandeza significa seguir adelante, seguir adelante significa llegar lejos, y llegar lejos significa regresar." El Taoísmo es la realidad suprema que reabsorbe todas las contradicciones, es principio de liberación para quien lo capta. El hombre del Tao escapa al mundo ilusorio y alcanza la plenitud. Después de la época de los emperadores Han, se constituyó el Taoísmo religioso. Por desgracia, posteriormente se mezclaron prácticas mágicas y supersticiones populares que lo desvirtuaron. 

Pero su esencia está ahí, aquí, en el silencio, en el vacío, en el ritmo y en el caminante que se sabe Camino, Verdad y Vida. Como dirá el shivaísmo de Cachemira, "el secreto es que no hay secreto" por eso, saberse Krishna, Buda, Tao, Cristo es saberse necesario como el hueco vacío del eje en donde confluyen los radios de la rueda, o el vacío que da su ser a la olla de arcilla, o el de las puertas y ventanas que se lo dan a la casa. 

El Taoísmo excluye el concepto de Ley, tan querido para Confucio y no digamos para el Judaísmo, y prefiere el de Orden, como ritmo que armoniza una infinidad de ritmos menores. Su concepto clave es el de Estructura. Es un "pensamiento asociativo o coordinativo" que reemplaza a la idea de causalidad, como señalan Granet y Wilheim, recogidos por Needham en su monumental obra Ciencia y Civilización en China. Las cosas están relacionadas, más que causadas, "el pensamiento chino desarrolló el aspecto orgánico, visualizando el universo como una jerarquía de partes y todos, infundidos por una armonía de voluntades". 

El sabio ve todas las cosas a la luz de la intuición. Está en el centro del círculo y ahí se mantiene mientras el "sí" y el "no" se persiguen en torno a la circunferencia. "Los hombres verdaderos no tenían miedo cuando se encontraban solos en sus puntos de vista... respiraban profundamente desde los talones". 

El tao y la multiplicidad
  "La reversión es el movimiento del Tao"
     Lao Zi
 
  El Tao

Esta idea de reversión es la base conceptual del Tao en la filosofía china. Se trata de un movimiento circular, regresivo, pulsional que da origen a todas las cosas del universo. Es el Tao de las cosas, su afirmación y su negación simultáneamente. El Tao es inasequible, innominable, desde la perspectiva de poder asignarle un objeto epistemológicamente concebible; esto sería, en términos de Saussure, un significado sin significante.

En la filosofía china se concibe el que todo tiene su negación, todo tiene su opuesto. El Tao de las cosas es la cosa misma y su reversión, el ser y el no-ser; donde el ser es el opuesto del no-ser y viceversa; y ambas cosas son igualmente el Tao.    El Tao es el gran Uno. Todas las cosas emanan del Tao, desplegándose y replegándose, en un latir cuyos sonidos son Yin y Yang.    

 Es el Tao movimiento hacia adelante. Ya que adelante es relativo al observador. En la visión filosófica china suele ejemplificarse lo relativo de las cosas con ejemplos tales como: al día lo sucede la noche, al frío el calor, al cielo, la tierra. Todas ellas son lo mismo, en distinto momento. El universo se halla en constante movimiento, y la determinación del estado de un objeto en particular varía constantemente. De este modo, adelante es, adelante y no-adelante. Como ya lo habíamos expuesto, dentro de la filosofía china no hay una epistemología desarrollada, no existe división sujetoobjeto, así como tampoco se establece al objeto como contraposición al no-objeto. Cada objeto es su ser y su opuesto. Esto no quiere decir que no haya palabras y sus antónimos, pero no son más que la puesta en palabras de un estado del mismo objeto. El objeto se entiende como en movimiento cíclico, donde hay un estado de ser y uno de no-ser. Pero ambos son lo mismo. Esta idea que en el marco de la filosofía occidental recién aparece con fuerza en finales del siglo XIX era aceptada en el contexto de la filosofía china desde aproximadamente el siglo VI antes de nuestra era.

Por otra parte, tengamos en cuenta que el idioma chino no es articulado, no hay inflexiones o declinaciones. Esto no lo desarrollaremos ahora en extenso, pero por el momento, a los efectos de ayudar a la comprensión de cómo se estructura una frase en
idioma chino, vamos a hacer un pequeño ejercicio; la frase en español " la puerta alta" así como está expresada no existe en chino. En chino diríamos    (na ge gao men kou), que traducido literalmente es na = aquello , ge= clasificador de, entre otras muchas cosas, puertas, gao= altura (al mismo tiempo adjetivo y sustantivo) y men kou = puerta; o sea aquello del conjunto en el que se hallan las puertas pertenece al grupo alto. Podemos decir que al hablar de una puerta alta, sólo estamos "apoyando" las ideas entre sí. No hay, como en nuestro idioma ciertas relaciones paradigmáticas derivadas de un mismo vocablo (como ser, por ejemplo, alto – alta – altura, etc), cada palabra es, nuevamente, el singluar y el plural (hay partículas que denotan pluralidad, pero que no se forman parte de la palabra modificada, sino como idea de pertenencia a un conjunto, como ser, el de los plurales) así como toda su serie paradigmática. Desde este plano, el Tao viene a ser el paradigma de los paradigmas.
 

"Carlos Castañeda"- Las enseñanzas de Don Juan: Descubre tu corazón y utiliza tus sentidos...

La lectura veloz de “Las enseñanzas de Don Juan” nos lleva, consciente o inconscientemente, a buscar lo antes posible cuáles son los efectos y qué es lo que se siente, cuando uno ingiere los productos que el brujo maneja, es decir esos frutos naturales capaces de alterar, rápido y profundamente, las percepciones de nuestro cerebro.


Ello nos hace pasar por alto, o no prestar la suficiente atención, a verdaderas enseñanzas en las que ni el mismo Castaneda reparó, pues él estaba en ese momento con su mente puesta en otra cosa.
Por eso es que, de esta relectura analítica, vamos a ir sacando muchas conclusiones inesperadas, que seguramente nos sorprenderán porque no fueron en principio objeto de la atención de nadie, para efectuar observaciones que nos permitieran “ver” lo que hoy somos capaces de “comprender”.

Desde esta perspectiva, ya los primeros e intrascendentes diálogos entre Castaneda y Don Juan nos van brindando enseñanzas que antes, cuando hicimos las primeras lecturas, no pudimos asimilar como tales..
Una de las primeras observaciones que el nagual yaqui le hace al aprendiz de antropología es: “Debes buscar en tu corazón, porque no conoces tu corazón”. ¿Qué es lo que Carlos Castaneda tenía que buscar en su corazón? Una razón valedera para aprender lo que quería aprender. Cuando un desconcertado Castaneda le responde a Don Juan: ¿No es una buena razón nada más que querer saber? Don Juan no dudó un instante en contestarle: “No”.

Bien, primera enseñanza entonces, no sólo para Castaneda sino para todos nosotros: buscar respuestas en el corazón y conocer el propio corazón.
Tanto para los indios mexicanos, cuanto para los modernos psico neuro inmunólogos de Harvard, el corazón es el representante corporal de las emociones, de los sentimientos, de los afectos, de las pasiones. La antiquísima sabiduría de Don Juan, resumida en una frase, en el mundo de los años 2000, en los primeros pasos del Siglo XXI, ha sido motivo de un verdadero aluvión de bibliografía científica y de libros de basamento en la ciencia de lo concreto, traducidos al idioma del interés general, desde “La inteligencia emocional” de Daniel Goleman hasta “El Código del Corazón” de Paul Pearsall.




Hoy, todo el mundo interesado en los aspectos psicológicamente más profundos de la conducta humana sabe, porque lo ha leído en libros y revistas, lo importante que son las emociones, que el cerebro en su lóbulo izquierdo asienta la inteligencia racional y en su lóbulo derecho la emocional, todo eso lo sabe la gente común con una pizca de curiosidad en el tema.

Sin embargo, hace apenas quince años y lo cuenta muy bien Deepak Chopra en “Vida sin condiciones”, era ínfimo el porcentaje de cardiólogos norteamericanos que creían en la relación directa de la vida emocional de una persona con sus enfermedades o trastornos cardiovasculares.
Tuvo que ser un médico de Harvard, más famoso por sus libros de ciencia ficción que por sus aportes a la medicina, Michael Crichton, uno de los primeros que empezara a investigar tal posibilidad en los internados por crisis cardiovasculares agudas. Y la respuesta a sus cuestionarios le demostró que estaba en camino de encontrar una verdad negada por los especialistas de la materia.

“Debes buscar en tu corazón y descubrir los por qué”…le sentenciaba al pasar el indio yaqui Juan Matus al estudiante de antropología Carlos Castaneda, el 23 de junio de 1961. Y vaya qué enseñanza, insisto, no sólo para Castaneda sino para todo el mundo. Pongámonos en el momento histórico: el inicio de los años 60, cuando la Humanidad se debatía en medio de la batalla ideológica y la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, la conquista del espacio exterior a la tierra y el sueño por llegar a la luna. “Debes buscar tu corazón”…sabio Don Juan, un poco tarde este reconocimiento, muy tarde quizás, pero igual, muchas gracias.
Enseguida nomás le llegó a Castaneda otra enseñanza fundamental: “Aprende a utilizar tus sentidos y a encontrar tu lugar en el mundo”. Siempre se ha dicho y se sigue diciendo, que el ser humano utiliza una ínfima fracción del potencial de que dispone en su cerebro. Y quienes alimentan al cerebro de datos son, primariamente, los órganos de los sentidos.
Cuánta gente anda por el mundo y mira sin ver u oye sin escuchar. Gente que, seguramente, nunca sabrá distinguir entre un lugar favorable y un lugar desfavorable. Individuos a los que les da lo mismo más arriba o más abajo, más a la derecha o más a la izquierda.

Don Juan es muy preciso en cada sentencia: “Utiliza correctamente tus sentidos para captar mínimas diferencias que pueden llegar a ser muy significativas”. Una vez que se logre eso, tener la confianza suficiente en uno mismo para dejarse guiar por sus sentidos al lugar donde se desarrollará la próxima acción de la vida.

Son éstos pasos básicos de un aprendizaje elemental que debiéramos desarrollar desde niños y que sin embargo venimos a descubrir, como al pasar, al leer entrelíneas un libro en el que estábamos buscando otras cosas.

El aprendizaje es el proceso primordial o fundamental sobre el que giran todas las enseñanzas de Don Juan y el camino que conduce hacia el saber. Y sentencia el indio maestro, con esa sabiduría natural que no es simple información ni conocimiento aislado, que: “El miedo es el primer enemigo que un hombre debe derrotar en su intento por aprender”.
Le dice además a Castaneda: “Tú te ocupas demasiado de ti mismo y eso es un problema porque produce una tremenda fatiga. Te cansarás de mirarte y el cansancio te hará sordo y ciego a todo lo demás. Busca y ve todas las maravillas que te rodean”.

En cuanto a la actitud con la cual encaminarse hacia el saber, Juan Matus era categórico: “Un hombre debe ir al saber como a la guerra; bien despierto, con miedo, con respeto pero con absoluta confianza. Ir de otra forma es un error y quien lo cometa vivirá para lamentar sus pasos”.
En el proceso de adquisición de conocimiento el encontrar un aliado es un requisito de primera línea. Don Juan define al aliado, forma inorgánica de vida, espíritu, o como cada uno quiera llamarle: “Un poder capaz de llevar a un hombre más allá de sus propios límites”.

El concepto a tener en cuenta también es que los límites del aprendizaje están determinados por la propia naturaleza del aprendiz. Dentro de ese mismo contexto, los temores son algo natural que todos sentimos y no podemos evitarlos. La sabiduría de Don Juan alertaba también a Castaneda sobre ciertos aliados que podían malograr a los hombres. ¿De qué manera? Haciéndoles probar el poder demasiado pronto, sin fortificar su corazón, haciéndolos dominantes y caprichosos, es decir débiles en medio de un gran poder.

La fortificación del corazón era, para Don Juan, el paso más importante porque encerraba los secretos de la “cabeza sobria”, la cual bien usada era para el maestro yaqui “un don a la Humanidad”. Y también el indio sabio le enseñaba a quien sería su discípulo ilustrado que: “Uno se enoja con la gente cuando cree que sus actos son importantes”. Y agregaba, con toda modestia: “Yo ya no siento eso”. Con lo que el ego quedaba desplazado, primer y principal paso en el camino del guerrero que, en definitiva, no es otro que el camino del ser común que intenta conocer el verdadero sendero de su vida.

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jueves, noviembre 28, 2024

¿Cómo conocerse a uno mismo?

Conocer a uno mismo a nivel emocional y mental es fundamental para el bienestar y el desarrollo personal.
1. Autoconocimiento y Autocomprensión
El autoconocimiento implica una comprensión profunda de nuestras emociones, pensamientos, valores y comportamientos. Al conocernos mejor, podemos identificar nuestras fortalezas y debilidades, lo que nos permite trabajar en áreas que necesitan mejora y potenciar nuestras habilidades innatas.
2. Gestión Emocional
Conocer nuestras emociones nos ayuda a gestionarlas de manera efectiva. La inteligencia emocional, que incluye la capacidad de reconocer, comprender y regular nuestras emociones, es crucial para mantener relaciones saludables y tomar decisiones informadas. La gestión emocional también nos permite manejar el estrés y la ansiedad de manera más eficaz.
3. Toma de Decisiones
El autoconocimiento mejora nuestra capacidad para tomar decisiones. Al entender nuestras prioridades y valores, podemos tomar decisiones que estén alineadas con nuestros objetivos y deseos a largo plazo. Esto nos lleva a una vida más coherente y satisfactoria.
4. Relaciones Interpersonales
Conocer nuestras emociones y pensamientos nos permite comunicarnos de manera más clara y efectiva con los demás. La empatía, que es la capacidad de entender y compartir los sentimientos de los demás, se fortalece cuando estamos en sintonía con nuestras propias emociones. Esto mejora nuestras relaciones personales y profesionales.
5. Resiliencia y Adaptabilidad
El autoconocimiento nos ayuda a desarrollar resiliencia, que es la capacidad de recuperarse de las adversidades. Al entender cómo reaccionamos ante el estrés y los desafíos, podemos desarrollar estrategias para enfrentarlos de manera más efectiva. La adaptabilidad, o la capacidad de ajustarse a nuevas situaciones, también se ve fortalecida.
6. Crecimiento Personal y Profesional
El autoconocimiento es clave para el crecimiento personal y profesional. Nos permite establecer metas realistas y alcanzables, y nos motiva a seguir aprendiendo y mejorando. En el ámbito profesional, conocer nuestras fortalezas y debilidades nos ayuda a buscar oportunidades que se alineen con nuestras habilidades y aspiraciones.
7. Bienestar General
El conocimiento de uno mismo contribuye al bienestar general. Nos permite vivir de manera más auténtica y en armonía con nuestros valores y creencias. Esto se traduce en una mayor satisfacción con la vida y una sensación de plenitud.
8. Prevención de Problemas de Salud Mental
El autoconocimiento puede ayudar a prevenir problemas de salud mental. Al estar en sintonía con nuestras emociones y pensamientos, podemos identificar signos tempranos de problemas como la depresión o la ansiedad y buscar ayuda antes de que se agraven.
9. Autocuidado
Conocer nuestras necesidades emocionales y mentales nos permite practicar el autocuidado de manera efectiva. Esto incluye actividades que nos ayudan a relajarnos, recargar energías y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
10. Autenticidad y Autoaceptación
El autoconocimiento nos lleva a vivir de manera más auténtica y a aceptar quiénes somos. La autoaceptación es fundamental para la autoestima y la confianza en uno mismo. Nos permite ser fieles a nosotros mismos y vivir de acuerdo con nuestros valores y creencias.
En resumen, conocer a uno mismo a nivel emocional y mental es esencial para el bienestar y el desarrollo personal. Nos permite gestionar nuestras emociones, tomar decisiones informadas, mejorar nuestras relaciones, desarrollar resiliencia y adaptabilidad, y vivir de manera auténtica y satisfactoria.