domingo, mayo 08, 2011

Los Mapas de Piris Reis


A principios de los años treinta, durante una inspección de los fondos del antiguo palacio imperial de Topkapi, en Estambul, se descubrió un viejo mapa pintado sobre piel de gacela en una polvorienta estantería de madera. Pronto se supo que el mapa en cuestión fue diseñado en 1513 por un almirante de la flota otomana llamado Piri Reis.
Este hombre, un navegante de reconocido prestigio en su época, que incluso llegó a publicar un libro – el Kitabi Bahriye- en el que describe palmo a palmo el Mar Egeo, dibujó con extraordinaria precisión las costas atlánticas de África, la Antártica, España y Sudamérica sobre aquel pedazo de piel. Y lo hizo tomando los datos necesarios de un buen número de mapas antiguos cuyo origen nunca ha llegado a esclarecerse.
De descendencia griega y cristiana y sobrino del pirata Kemal Reis. Piri Reis llegó a ser almirante de la Flota en el Mar Rojo y en el golfo Pérsico. Fue en 1.513 cuando Piri Reis, en la ciudad de Gallípoli, comenzó a confeccionar los mapas, que en 1.517 ofreció como regalo al sultán Selim I, conquistador de Egipto, durante un viaje que este realizó por el país.
Piri Reis anotó en los márgenes de los mapas que cartografió que para la confección de sus cartas de navegación había utilizado una compilación o colección de mapas que ya existan con anterioridad. En estas anotaciones, llamadas "bahriye", Piri Reis escribe: "Los dibujó el pobre Piri Reis, hijo de Hadj Mehmet, conocido como sobrino carnal de Kemal Reis, en la ciudad de Gelibolu (Gallípoli). Dios tenga misericordia de ambos, en el mes del santo Muharrem del año 919" (9 de marzo - 7 de abril 1.513).

LOS MAPAS

La colección está compuesta por 210 mapas parciales con el título genérico de "Libro de los Mares".
Los mapas encontrados en el palacio Topkapi de Estambul llevan datadas las fechas los años 1.513 y 1.528 y fueron trazados sobre piel de gacela con unas dimensiones de 85 x 60 cm pudiéndose apreciar aún sus exquisitos colores. Los mapas también contienen leyendas de las ilustraciones, los ríos son marcados con líneas gruesas y las aguas poco profundas con puntos rojos, también hay dibujos de la fauna y habitantes de las diferentes zonas.

Entre los mapas realizados por Piri Reis, el fechado en 1.513 incluye Gran Bretaña, España, África Occidental, parte de Norteamérica y Sudamérica (incluido el Amazonas y el golfo de Venezuela) y la costa de la Antártida hasta una zona por debajo de África y que al estar rasgado, se sospecha que debió contener también el resto de Europa, Asia e incluso Australia.
El mapa datado en 1.528 abarca Groenlandia, la península de Labrador, Terranova, parte de Canadá y toda la costa oriental de Norteamérica llegando a Florida.

Según las anotaciones que dejó en los mapas, Piri Reis dice que confeccionó sus mapas utilizando 20 viejos planos y ocho mapamundis confeccionados en la época de Alejandro Magno (siglo VI antes de Cristo) y que en estos aparecía la totalidad del mundo habitado, de modo que unos mapas fechados en el siglo XVI nos trasladan de golpe a otros mapas todavía mucho más antiguos.
la precisión del mapa de Reis son sorprendentes, el Almirante turco ubicó en su longitud y latitud correctas Sudamérica y África. Empresa, por cierto, nada fácil si tenemos en cuenta que hasta el siglo XVIII nuestros marineros no pudieron calcular con precisión las longitudes, al carecer de cronómetros que ofrecieran márgenes de error de pocos segundos. No obstante, y para ser ecuánimes, debe reconocerse que Piri Reis cometió ciertos "errores", como repetir dos veces el curso del río Amazonas o el de ignorar la existencia del río Orinoco. Sobre el primero, el profesor Hapgood atribuye el "fallo" a que el Almirante copió de mapas distintos dos veces el mismo río; y lo demuestra argumentando que si bien uno de esos Amazonas recoge la isla de Marajo en su delta, el otro no lo hace porque está basado en una carta de hace ¡15.000 años!, cuando todavía Marajo estaba unida al continente... En cuanto al Orinoco, Hapgood disculpa a Piri Reis argumentando que, en lugar de este río, el Almirante dibujó dos profundos entrantes en el continente que debieron transformarse en el río hace también varios miles de años.

LOS ESTUDIOS

Muchos han sido los estudiosos de estos mapas y numerosos son todavía los que pretenden desentrañar el misterio que encierran, pero los que más lejos han llegado en sus investigaciones, son Aarlington H. Mallery, Walters, Lineham, Charles H. Hapgood y Sarton.
En la década de los cuarenta, una serie de museos y bibliotecas adquirieron copias de estos fragmentos a escala ampliada.
A mediados de los cincuenta algunas de estas copias fueron a parar al cartógrafo norteamericano Arlington H. Mallery, especializado en antiguas cartas marinas desde hacía décadas. Arlington Mallery solicitó la colaboración de su colega Walters, del Instituto Hidrográfico de la Marina de los Estados Unidos.
Ya de entrada, Walters observó la exactitud de las proporciones y distancias entre el Antiguo y el Nuevo Mundo, al igual que la localización de las islas Canarias y de las Azores.
Ambos investigadores observaron también que Piri Reis no utilizó las coordenadas habituales en su tiempo, y consideró realmente que la Tierra era redonda y lo tuvo en cuenta al trazar su mapa.

Para poder estudiar más a fondo y con el máximo detalle los mapas de Piri Reis, decidieron fabricar una especie de rejilla que les permitiera leer las dimensiones del antiguo mapa y poder trasferirlas a escala a un moderno globo terráqueo.
Cual no sería su sorpresa al descubrir que no sólo los contornos de la costa americana, sino también los de la Antártida, correspondían con toda exactitud a los que hoy conocemos gracias a la ciencia moderna. En el mapamundi de Piri Reis el extremo sudamericano de la Tierra del Fuego se prolonga en una estrecha franja a modo de apéndice que casi enlaza con la Antártida, donde vuelve a ensancharse.
Milímetro a milímetro se comparó el mapa de Reis con los perfiles de tierra submarina obtenidos por los más modernos medios científicos: fotografía aérea, tomas bajo el agua con cámaras de rayo infrarrojos, sondas acústicas enviadas desde buques...
Con todos estos datos en la mano, se dedujo que unos 11.000 años antes (final de la Era Glacial), existió dicho puente continental en Sudamérica y la Antártida.

Comentar también que los perfiles costeros, islas, bahías, y promontorios del continente Antártico están representados en los mapas de Piri Reis con una exactitud de perfiles excepcional, aunque desde hace miles de años estén ocultas bajo una gruesa capa de hielo.

Durante el año 1.957, también se interesó por los mapas el padre Lineham, antiguo director del observatorio astronómico de Weston y cartógrafo de la Marina Estadounidense. Su conclusión fue la misma: los mapas (especialmente la zona de la Antártida) son increíblemente precisos, llegando a ofrecer datos que a nosotros únicamente nos constan después de las expediciones antárticas que suecos, británicos y noruegos llevaron a cabo en 1.949 y 1.952.

El gran veterano de la cartografía, profesor Charles H. Hapgood, se entregaba a su vez al estudio de los mapas de Piri Reis.
En una de las cartas recibidas por Hapgood de las Fuerzas Aéreas de los EEUU, encargadas de cartografiar la Antártida, se anotaba lo siguiente: "Las líneas costeras tuvieron que ser cartografiadas antes de que el continente quedara cubierto por el hielo. En esa región la capa de hielo alcanza cerca de una milla de espesor. No tenemos la menor idea de cómo esos datos pudieron señalarse en el mapa con sólo los conocimientos geográficos de 1.513".

El profesor Sarton, de Harvard, realizó un estudio de la escala, tomando como baremo la medida griega estadio. La escala utilizada por Piri Reis fue derivada de la medición de la circunferencia de la Tierra que llevó a cabo el sabio griego Eratóstenes (siglo III - II a.C.) y que fue calculada en estadios (1 estadio = 186 metros), y extrajo la siguiente conclusión: las distancias entre los diferentes puntos eran exactas.
Tanto Piri Reis como Eratóstenes sobrestimaron el perímetro del globo en un 4,5%, entonces, al restar esa diferencia a las escalas de los mapas de Piri Reis, la exactitud con la realidad es asombrosa.

CONCLUSIÓN

Entre todos los investigadores que estudiaron los mapas llegaron a una conclusión asombrosa, y ésta es que los mapas de Piri Reis sólo pudieron ser confeccionados basándose en fotografías aéreas, tomadas a una extraordinaria altura, desde una especie de satélite como los utilizados en la actualidad.
Pero si eso era incluso imposible de pensar en los primeros años de nuestro siglo, cómo puede ser que fueran realizados en los tiempos de Alejandro Magno, y si fue así, con qué información se contó en el siglo IV a.C. para poder confeccionar unos mapas tan perfectos sin una tecnología solo desarrollada a finales del siglo XX.

Pero las sorpresas no acaban aquí. Al observar detenidamente los mapas de Piri Reis, se puede ver que entre América del Sur y África existe una isla de gran tamaño denominada "Antillia" (que no existe en la actualidad) rodeada de otras islas de menor tamaño. Y ya que hemos visto que los mapas de Piri Reis no son fruto de la casualidad, ¿no será esta isla la famosa Atlántida de Platón?.

El Lamaísmo


El Lamaísmo (en tibetano blama, 'superior'), es la religión con mayor protagonismo en el Tíbet y en Mongolia. Esencialmente corresponde al budismo mahayana o a la escuela teística, aunque también cuenta con algo de shivaismo degenerado y ritos chamanísticos nativos.

En el 747, el monje y estudioso budista Padmasambhava, literalmente 'nacido en el loto', (c. 717-762) viajó desde el norte de la India hasta el Tíbet, donde estableció la primera orden de los monjes y lamas. Después de esto la religión se expandió rápidamente.

La actividad religiosa de los lamas consiste principalmente en recitar oraciones y textos sagrados, entonando himnos al compás de trompetas y tambores.Para esta adoración, que se realiza tres veces al día, el clero de los lamas es convocado por el tañir de una pequeña campana. Luego se sientan en filas de acuerdo con su rango monacal. Los ritos religiosos que practican los lamas implicaban el uso de rosarios, ruedas y banderas de rezos, además de reliquias santas, amuletos, talismanes y conjuros místicos que repetían frecuentemente como, om mani padme h'um (oh joya del loto, amén).

Organización
La religión de los lamas está organizada de acuerdo con una tradición jerárquica. Dentro de esta jerarquía, el escalón más alto es ocupado por dos lamas, llamados el Grande, o Dalai Lama y el Lama Panchen o Bogodo. Antes que los chinos invadieran el país en 1950, teóricamente ambos lamas tenían la misma autoridad, pero la verdad era que el Dalai Lama poseía una jurisdicción temporal mucho mayor, por lo que era considerablemente más poderoso. Siguiendo el orden jerárquico están los Hutukhtus, o dignatarios espirituales. Luego vienen los Hobilghans o bodhisattvas, quienes dominan varias disciplinas éticas y espirituales, y están encargados de crear una hermandad de Buda que permita llegar a la iluminación total. Estas tres órdenes formaban el clero más alto, cuyos miembros eran considerados las reencarnaciones de los santos budistas. Existía un clero de rango inferior, formado por hombres que pudieran demostrar su integridad y honradez en el obrar y competencia teológica. El clero más bajo está formado por cuatro órdenes: un novicio, un monje asistente, un religioso mendicante y un profesor o abad. Los miembros de todas las órdenes debían hacer el voto del celibato; la mayoría de ellos viven en monasterios.

Ritos, Festividades y Escrituras

Gran parte del ritual de los lamas se basa en el misticismo esotérico del tantra, devoción que incluye tanto el yoga como el mantra, o una fórmula mística, todas antiguas prácticas de los chamanes. Durante las fiestas especiales, los templos, santuarios y altares de los lamas son decorados con figuras simbólicas; los fieles llevan al templo leche, mantequilla, té, harina y otras ofrendas similares; los sacrificios de animales están totalmente prohibidos. Existen numerosas fiestas religiosas entre los lamas, siendo las más importantes la de Año Nuevo, celebrada en febrero, marcando el comienzo de la primavera; la Festividad de las Flores, celebrado al comienzo del verano, para conmemorar la reencarnación de Buda; y la Festividad del Agua, que se celebra en agosto y septiembre, para señalar el comienzo del otoño.

Las escrituras de los lamas están divididas en dos grandes grupos: el canon o libros sagrados, y el comentario exegético. El canon, compuesto por consejos y mandatos recopilados por Buda, de textos de la India y de China, contiene más de mil escritos, que en algunas ediciones llenan más de cien volúmenes de aproximadamente mil páginas cada uno. El comentario exegético es igualmente voluminoso, pero no posee la autoridad indiscutible del canon.

miércoles, diciembre 08, 2010

La Felicidad


por Jorge Carvajal.

Trascripción de la charla que Jorge Carvajal impartió el pasado 21 de Febrero en el Colegio de los Agustinos de Madrid, bajo el título “Creer y crear reglas para reencantar la vida”.

Podríamos callar, mirarnos a los ojos y sonreírnos. Podríamos encontrar en esos ojos una humanidad profunda y entrar en ese territorio de la magia que es el territorio de la vida. Podríamos creer que vivimos más allá de existir, a pesar de nuestro cáncer, a pesar de nuestro dolor.

A pesar de nuestras pequeñas miserias hay tanta grandeza en la semilla humana. Hay tanto en nosotros esperando para ser, para fructificar, para amar. Hay tanta humanidad esperándonos en las fronteras, tanta humanidad esperando un encuentro entre el Norte y el Sur, entre el Oriente y Occidente., para así encontrar ese sol del centro del ser humano.

Hay tanto en nosotros esperando revelarse, recrearse, fructificar. Somos semilla y a partir de ese potencial infinito, de ese océano interior podemos reencantar la vida. Podemos volvernos a crear y así divertirnos y gozar.

¿Y si de pronto pensáramos todos que el sentido de la vida es la felicidad? ¿Y si nos atreviéramos a ser felices? ¿Cómo sería eso? ¿Cuáles serían los ingredientes de la felicidad? ¿Si pudiéramos identificarnos con el ser que somos y no con la sombra, la apariencia o la dependencia?

¿Y si de repente volviéramos a ser lo que somos, auténticos, creadores de nuestros propios días? ¿Si pudiéramos entrar de lleno en ese río profundo de la vida que nos habita en cada instante, para encontrar en ese cauce corrientes de amor?.
¿Si pudiéramos despertar ese torrente amoroso que habita en nuestra sangre.? ¿Si pudiéramos reencontrar la fuerza de nuestra propia identidad y así nos completáramos los unos a los otros? ¿Si pudiéramos como Pablo Neruda decir: “Súbete conmigo a nacer, hermano”?

¿Si pudiéramos entrar en nosotros y aceptarnos reconocernos y amarnos.? Dejar de buscar a Dios en el exterior y saber que estaba allí en nosotros, esperándonos en nuestro propio corazón con su infinito potencial. ¿Si el único partido que tomáramos fuera a favor del ser humano y nuestra única religión, la religión del amor, y nuestro único método, el método de la hermandad? Descubriríamos que cada cosa, cada evento es un maestro con el alma como aprendiz.

¿Si nos bajáramos de los pedestales del orgullo, de la maestría y del materialismo de una vida repetida y nos inventáramos la vida y volviéramos a ser humildes y regresáramos a la inocencia y nuestra inocencia no fuera una inocencia ingenua, sino consciente? Entonces volveríamos a ser como niños, porque el Reino de la inocencia es el Reino de los Cielos y ese Reino está en nosotros y es un templo de relaciones.
¿Si miráramos al dolor y la enfermedad como un Maestro? ¿Si aprendiéramos la lección y más allá de la culpa y más allá de la carga pudiéramos liberar la levedad de ese aprendizaje y con esa levedad ascender?

Hay seres humanos que creyeron en imposibles y los realizaron. Ahí está Ghandi, Simón Bolívar, la Madre Teresa. Ahí están con la desnudez de su autenticidad. No tuvieron más escudo que su conciencia del amor, su corazón abierto, soñadores de imposibles que nos revelaron que los imposibles se realizan cuando creemos en nosotros. Cuando creemos en nosotros activamos el potencial de un Dios que no es externo, sino que es interior, un Dios que nos acompaña y nos da su corriente y su fuerza.

¿Es posible ser felices? Sí, es posible, a pesar del dolor, pues el dolor no es lo contrario de la felicidad. Es posible ser felices a pesar de la muerte, la muerte no es lo contrario de la vida. Es posible ser felices a pesar de la tristeza, la tristeza no es lo contrario de la alegría. La felicidad es ese sentimiento leve de compasión y de aceptación que te lleva por la vía del ser.

La felicidad es ese sentimiento incondicional en el que tú amas porque te da la gana, porque sí, porque llueve, porque hace sol; en cualquier caso sin ninguna condición. La felicidad sólo puede partir de ti. No es exterior, no depende de tu economía. La gente hoy en Europa tiene una economía dos veces superior a la de hace treinta años, pero es dos veces más infeliz. La felicidad no depende del conocimiento. El conocimiento sin corazón es totalmente destructivo, no depende de ningún reconocimiento exterior. De repente adquieres un cáncer y descubres ese estado interior desde el cuál también puedes ser feliz. La felicidad es una construcción interior, parte de un paraíso interno. El Paraíso no es ajeno, tú lo pintas y entras después en él. Tú lo creas y lo recreas.

En la felicidad no hay un Dios exterior. Tú eres a imagen y semejanza de ese Creador que habla en tu palabra, mira en tu mirada y ama con tu amor. ¿Podríamos entonces vislumbrar nuestro camino hacia la felicidad? Sí. Ese camino es un camino de retorno. Es un camino de conciencia. Es un camino que libera. No está hecho de dependencias.

Nada que te ate, nada que te amarre, nada que conduzca por la vía del placer de los sentidos, que te conduzca al poder., conduce a la felicidad. Más poder no da más felicidad, da más dependencia. Más placer no construye más felicidad. Más vivir para los sentidos hace que pierdas el sentido. La felicidad es un camino hacia el sentido, es un sendero que empieza en tu interior y termina en tu interior, cuando descubres con la física cuántica, pero también con la vivencia humana que el universo es interior. Tú eres el centro del universo cuando eres conciente de ti.
La felicidad parte de la atención y la atención es el uso fundamental de la conciencia. Cuando estás atento te centras. Cuando estás atenta eres dueña de ti misma, de tu propio potencial. Cuando estás atenta generas un láser con tu propia conciencia y en esta conciencia habitas y tienes el movimiento, la vida y el ser. Cuando estás atenta construyes un espacio interior pequeñito que te conecta con el infinito. Cuando estás atenta construyes el instante y en ese instante eres eterna. Cuando estás atenta te reconoces a ti misma y vuelves a nacer de ti misma y eres el parto y el partero, eres el Creador, porque naces de ti y regresas a tu conciencia.
La atención es el momento más importante de la conciencia, es el momento de la creación en el que descubrimos el presente, es el tiempo de la sincronicidad, el tiempo de la resonancia. Uno nace de su propia muerte. Uno nace al presente por la renuncia al pasado, al deshipotecar la vida de los condicionamientos del pasado. Tenemos la vida hipotecada con las expectativas hacia el porvenir y entonces nos perdemos el lugar de la vida que es este instante. Este instante es sagrado porque en este instante vive el ser. Allí no hay tener, allí no hay placer, allí solamente bulle el ser y ese ser es lo que somos: potencial infinito que nos habita, Dios tan inmanente como trascendente. Ese Dios Universal se interioriza en nosotros y convierte la vida en algo mágico. Ese Dios nos humaniza y nos redime. Ese Dios permite que el reino mineral cante y baile y que el reino vegetal florezca y que el reino animal pueda sentir. Ese Dios permite que el ser humano tenga las alas del pensamiento y desde las alas del pensamiento restaure la intuición, la visión de la totalidad. Desde esa visión de la totalidad nos unimos de nuevo en el maravilloso Camino de Regreso al Creador.

El primer paso a la felicidad es la autenticidad. La autenticidad es una genuina identidad, es una identidad única, original, es la identidad que nos hace íntegros. La vida es creativa cuando es única. La vida es arte, se goza, se inventa a cada momento. Cuando eres único vives la magia del amor. El amor no se gasta, no es repetitivo, el amor no se fatiga, el amor no es rutina, ni condición. Es una fuerza magnética, atractiva que te renueva a cada instante.

Cuando te puedes renovar a cada instante eres único y entonces eres una obra de arte del Creador. Cuando eres único o única te das cuenta de que eres importante, porque eres irrepetible, porque no tienes competencia posibles, porque te sales del mundo absurdo de la competitividad, porque puedes compartir, te puedes dar y entregar sin temor a perderte y en cada dar te vas a renovar, te vas a completar y además vas a completar al otro con tus ojos, con tu abrazo, con tu palabra, con tu silencio, con tu compañía, con tu presencia. Así puedes disfrutar la vida. Primera clave para la felicidad: sé como tú; no como nadie más, único, irrepetible y original.

Da tu propia nota en la sinfonía de la creación, esa nota que es necesaria. No hay dos seres humanos como tú. El Creador te necesita y tú eres una faceta única del Creador. El Creador habita en la diversidad del mundo, su unidad está hecha de diversidad. Cuando tú no pretendes ser como nadie más que como tú, entonces descubres esa corriente hermosa del Creador dentro de ti, y entras en el mundo maravilloso de tu tierra, de tu solidez, el mundo de tu raíz, de tu savia. Cuando tú no pretendes ser como nadie entras en el lugar desde el que puedes nacer. Si no tienes ese útero que te está pariendo, que es tu propia identidad, si no te aceptas, si no te amas, si no te afirmas nada podrás encontrar. Autoafírmate que tú eres ese potencial único en el que el Creador está esperando revelarse.

Autoafírmate para que me completes, para que completes el universo, para que completes como padre al hijo y como hijo a la madre y como hermano a la humanidad. Esa es la autoafirmación.

Ello no sería posible si no te hubieras perdonado. Lo más duro en el momento de la muerte es la culpa, no es el cáncer, no es el dolor. Lo más doloroso es el miedo al más allá, el infierno de esa falsa creencia de que hay un Dios castigador, el temor oculto de que Dios no te puede perdonar, de que no te va a perdonar. Pero Dios es amor y donde hay amor no puede haber juicio. Si Él ya te perdonó, tú también te podrías perdonar. El juicio está dentro de ti, el infierno está dentro de ti y tú lo has construido.

Sin embargo podrías construir un primer paraíso y punto de partida. La pregunta es: ¿cuentas contigo, te aprecias, te valoras, te reconoces? Ese es el primer paso en el sendero de la felicidad. Es un paso hacia el interior. Encuéntrate contigo, en tu centro, en tu corazón. Respira profundo y siente la maravilla de la vida. El sol brilla para ti, los pájaros cantan para ti y el aire y de la magia de la mañana soplan para ti. El universo celebra tu presencia cuando tú te presentas ante ti. Entonces descubres tu rostro, que no es otro que el del amor. Recuperas tu poder y entras en comunión.

Vives en alegría y levedad y ya no tienes el peso del cuerpo, de la culpa, del condicionamiento. Aceptas tus luces y tus sombreas. Te aceptas como un bello crepúsculo, una bella aurora. Descubres como descubría San Agustín sincerado ante el Cristo: “Muy tarde te amé, muy tarde. Estuve lejos de Ti, pero ahora me reconozco en Ti, porque Tú eres parte de mí y estás en mi interior”.

Perdimos el paraíso externo y nos fuimos por el sendero de la víctima hasta que por fin construimos una fe que ya no es externa, que se enraiza en el interior y comenzamos a confiar y confiamos en nosotros.

El punto de partida es la identidad. Sé como tú, único, original y creativo. Así vas a ser reconocido por todos, porque a todos nos vas a completar. Vas a entrar en ese universo maravilloso de sensibilidad a la necesidad. Vas a ser auténtico, vas a reconocer en ti lo esencial. Lo esencial es aquello que puedes dar, porque lo que no se da se pierde.

Vas a reconocer la nota clave de un corazón que nace y muere a cada instante. La muerte y el renacimiento del corazón es la sístole y la diástole, dura un solo segundo. En cada segundo el corazón se da entero. Si el corazón guardara una gota en cada segundo en una hora tendríamos insuficiencia cardiaca. Hermoso sería que nosotros pudiéramos atender esa ley del corazón y así en cada segundo, desde tu identidad entregar y fructificar sin medida. Ese fruto dulce de tu vida se hizo para dar.

Cuando ya tengas tu tierra y tu paraíso, multiplica tus semillas, porque así dándote se liberan y es dando como recibimos. Cuando nos damos descubrimos nuestra genuina identidad, nuestra tierra, nuestro paraíso. Cuando hay un yo aparece un tú. Entre el tú y el yo se genera un movimiento de resonancia, de comunicación coherente, de diálogo. Surge ahí una inteligencia que representa tu capacidad de adaptarte a la vida. No hay una inteligencia espiritual, separada de la inteligencia molecular. Es una inteligencia dinámica y adaptativa. Tu capacidad de adaptación a la vida.
El segundo movimiento hacia la felicidad es la adaptabilidad. Adáptate a la vida, al cambio, a la corriente. No te resistas pues produces calor, desgastas tu energía. No te recalientes. El mundo del desgaste es el mundo de la entropía. Cuando no te resistes, la vida pasa a través de ti y te refresca y te fecunda. Cuando te quedas en el territorio del yo, te limitas al crecimiento personal, al orgullo espiritual. Cuando haces mil cosas para crecer aunque nadie crezca, aunque la tierra sea un desierto, realmente vas, aunque le llames espiritualidad, por el camino del despeñadero.

Necesitas del otro para mirarte , para reconocerte para observarte en ese espejo y poder modificarte y crecer hacia un nuevo ser. Esa nueva tierra tuya ha sido fecundada por el tú, cuando el tú, cabe en el yo entonces surge la maravilla de un nosotros. Y entonces llega Él, pues ya lo dijo “Cuando estéis dos e mi nombre, allí estaré Yo”. En ese nosotros encontramos el hijo, la conciencia. En ese nosotros, en ese territorio de relación, nace la interacción.

La clave de la felicidad es un comprender. El cuerpo es un patrón de relación. Ese soporte relacional determina la calidad de tu vida. En ese territorio relacional nace la confianza. En nuestros estudios hemos comprobado que allí donde hay más confianza en los demás, en el vecino, en el de al lado, en el gobernante, en el empresario., allí donde hay más confianza porque hay más transparencia y más honestidad, hay también una mayor felicidad.

Nuestra tierra es vulnerable y puede así germinar. Nosotros somos también vulnerables y entonces nos podemos adaptar. Nuestra adaptabilidad es nuestra mejor fortaleza. Nosotros podemos airear nuestra tierra vulnerable y en ella construir el surco y en ella sembrar la semilla. Una tierra permeable se deja permear por el agua, sólo una tierra vulnerable puede dejar de ser desierto.
¿De qué esta hecha nuestra vulnerabilidad? Está hecha de flexibilidad. No tenemos que ser perfectos. Cuando somos auténticos y a la vez somos flexibles podemos germinar. Cuando la semilla de la vida, cuando el propósito del alma germinan entonces nos podemos realizar.

La segunda clave es por lo tanto humildad. La humildad es la clave del aprendizaje, sólo desde la humildad podemos abrir nuestro corazón. Sólo desde la humildad podemos sensibilizar nuestra piel, todas nuestras pieles, la piel de nuestro campo mental, de nuestro campo emocional y abrirla a la caricia del cosmos. Vulnerabilidad, humildad y flexibilidad son las claves para la nueva vida, para recuperar el poder de ser servir y de disfrutar, para convertirte en el fruto maduro de la vida. El orgullo nos impide disfrutar, porque el orgullo nos separa. El orgullo divide y destruye el territorio de la conciencia, que es el territorio del nosotros.
Dos movimientos pues hasta el presente: El yo interno que nos conduce a la autenticidad y en segundo lugar la adaptabiliad para llegarnos al tú y construir un nosotros.

Ahí viene la tercera condición para la felicidad, la más difícil de todas: la vida cambia y todo muere. No hay nada constante. Todo muere salvo el cambio. No te resistas al cambio. El cambio te introduce en una corriente de transformación y transmutación que permite al Espíritu fecundarte. El cambio es fuerza transmutadora. No temas el caos, pues es la matriz del cambio. No temas el mal, ni la sombra pues son reveladores de la luz. No temas la noche, pues sin ella no podrías reconocer los infinitos soles que la habitan. Cuando aceptamos las transformaciones y las transmutaciones en la vida, cuando no nos resistimos a cambiar, podemos ascender en la savia de la evolución, florecer y dar nuestro fruto.

Cuando nos reconocemos, encontramos la crisis aseguradora del cambio. Vivir es un proceso de cambio permanente. Cuando tenemos crisis, la vida se bifurca y no vuelve a ser la misma. Nuestra identidad no es de fundamentos, nosotros no somos un fundamento. Nosotros somos lo significativo: el lenguaje, el sueño y la esperanza. Nosotros no somos este cuerpo, pero a través de él podemos ascender.
El cuerpo es un instrumento del ser y el ser es ese proceso de cambio permanente que nos empuja en un proceso de aprendizaje continuo. Vivir es encender un fuego interior, es convertir el conocimiento en sabiduría que nos permite desenvolvernos en un proceso de cambio permanente.

Este cuerpo no es lo que creemos, es una estructura que está al borde del caos. Primero nos ramificamos. Procedemos de un solo tronco, pero un día la vida se bifurca. ¿En qué instante tu vida no volvió a ser igual? Se trata un punto crucial, donde te crucificas y mueres para nacer a una nueva dimensión.

En el presente podemos siempre aprender del pasado. Podemos cambiar la historia aprendiendo las lecciones. Hay dos tipos de seres humanos: los aprendices y las víctimas. Tú puedes optar por una u otra vía. Puedes optar por dejar de ser víctima de tus creencias. Recuerda que ellas también pueden ser dagas o cáncer, pueden ser fatales.

Tú terminas convertido en aquello que crees de ti. Tú creas el universo en el que crees. Si tú crees que eres culpable te vas a castigar de mil maneras. Si tú crees que no eres digno, te vas a enfermar también. Podrías sin embargo mirar al pasado, con ojos de presente, de presencia y de amor, no para quedarte en el dolor de tu pasado, sino para aprender la lección que dejaste de aprender.

Todas las lecciones aprendidas te ayudan a disfrutar de la Presencia que habita en tu presente. Los problemas los podemos volver a vivir desde la conciencia y no desde la culpa o el condicionamiento. Recuperamos la plenitud de la conciencia y así liberamos el fruto de la lección. Ello cambió la historia. La historia no son fechas, sino códigos de lectura que hemos de aprender.

El problema no es lo que nos pasó, el problema es cómo vivimos lo que nos pasó. Si pudiéramos dejar el rol de la víctima, podríamos resolver esos aspectos cruciales que siguen congelados en nosotros.

Si estos puntos de muerte no los vivimos desde la actitud de la víctima se produce el renacimiento. Nosotros podemos volver a nacer . El pasado ha pasado y ahora disfruta de ese punto de partida hacia la felicidad que constituye la paz. La paz la descubrimos no exteriormente, sino en el fondo del ser.
La historia no es lo que pasó, sino la lectura que haces de ella. Si no dejas pasar a las cosas, éstas se siguen reflejando en tu fisiología, en tus relaciones, en tu vida., turbando tu felicidad.

El caos nos devuelve la sensibilidad. La mujer es más sensible. En el embarazo un embrión representa un vórtice caótico de desarrollo. Podrías gozar infinitamente más de la alegría y no sentir los dolores con otra sensibilidad. Los poetas también viven en un vórtice más caótico. Aunque no nos demos cuenta y cuando hay una conjunción planetaria, una luna llena y manchas solares., todos nos volvemos un poco caóticos. Cuando no resuelvo entro de mí ese vórtice caótico, ello va a tener una repercusión en los demás, hasta el punto de que podemos entrar en un estado de violencia.

La sensibilidad nos puede liberar o nos puede matar. Tenemos dos maneras de abordarla. Desde la posición de la víctima y entonces se convierte en lágrimas de cocodrilo, en sensiblería y nos predisponemos a la manipulación. La manipulación es el terreno de la inconsciencia. Eso no es una verdadera relación humana, pues hay posesión, chantaje.

En el terreno de la sensiblería todos somos víctima. ¡Que se acabe ese territorio de la sensiblería y el chantaje emocional y asumamos nuestra responsabilidad! Cuando nos duele la vida es que nos estamos despertando. No necesitamos tantos analgésicos. De pronto necesitamos un dolor más grande para saber lo que éramos. De pronto alguien necesita ver la cara de la muerte para constatar el valor de su vida , de su mujer, de su hijo. Tal vez tengamos que vernos en la cama de nuestro hijo que tiene una leucemia, para ver qué es una enfermedad, que no sólo tiene que ver con los glóbulos blancos, sino que tiene también que ver con la forma con la que nos comunicamos. Que no sólo tiene que ver con una radiación ionizante, sino con nuestra agresividad, con nuestro desamor. No hay nada más radiactivo que las emociones contenida , retenidas y reprimidas.

Un día nos duele la vida y la vida nos dice que también es con nosotros y nos acerca un dolor que es un despertador. Un día vemos la proximidad de la muerte y ella nos enseña las lecciones más hermosas de la vida.

Un dolor nos hace sensibles, nos ablanda. Todo fruto maduro es blando. El amor deja de ser un amor duro y dominante y casi perfecto y se convierte en ternura, entonces vuelves a nacer. La sensibilidad nos hace tiernos. Los viejecitos se vuelven tiernos y les cuentan cuentos a los nietecitos. Inician el camino de regreso, el camino de regreso es la ternura.

En el seno de todo caos renacemos. En el caos existe un vórtice de sensibilidad infinita que nos permite transformarnos. El caos nos permite emerger y con el emerger llega también la felicidad.

Crear es un parto. Si en ese potencial ordenante que hay en tu interior, tú descubres esa semilla y aprovechas la turbulencia del caos para desarrollar un proceso de cambio sin precedentes, entonces puedes emerger. Emerger es volver a nacer. El estado de emergencia es un estado de alerta intenso, un estado de genuina presencia, un estado de éxtasis. Se trata de un estado en que aún con todas las perturbaciones te encuentras contigo mismo. Paradójicamente en el ojo del huracán hay una infinita paz y adquieres un potencial infinito.

El problema no es lo que ocurra fuera. El problema es lo que ocurre dentro de ti, cuando estás dentro de ti, se desarrolla todo tu potencial trasformador. Es posible. aún con toda la turbulencia. que mantengas tu serenidad. La serenidad es la paz profunda del ser, es la paz inconmovible del ser, que te permite abordar los procesos de cambio sin resistirte a ello.

He ahí la tercera vía a la felicidad: no te resistas al cambio. Aprovecha la oportunidad de cada crisis. Utiliza tu infinita sensibilidad. Aprovecha las oportunidades que te brinda la vida para acceder a un nuevo potencial. Aprovecha la bifurcación cuando la vida no vuelve a ser igual. Aprovecha la semillas que la vida siembra en tu corazón, cuando la vida te duele profundamente. Aprovecha el parto del caos para nacer a un orden superior y así recreas y reinventas tu vida, y así descubres una nueva identidad.

La cuarta vía a la felicidad es la responsabilidad. La responsabilidad es una sensibilidad humanizada. A un perro, a un gato no le podemos pedir responsabilidad, pero sí a un ser humano. Responsabilidad es una sensibilidad convertida en capacidad de responder. Tu evolución está determinada por tu grado de responsabilidad.
¿A qué respondes? ¿Respondes por tus actos, respondes por ti? ¿Respondes al dolor ajeno? La responsabilidad es una condición esencial del amor. El amor sin responsabilidad es lo más peligroso que hay en este mundo. En nombre del amor hemos cometido las mayores barbaridades.

La responsabilidad hace que el amor sea una verdadera respuesta a la felicidad. Responder en términos humanos es reconocer la necesidad. El amor es reconocer lo esencial del otro y volcarnos a satisfacer esa necesidad desde nuestra propia sensibilidad. La responsabilidad nos permite comunicarnos y corresponder. El amor nos lleva a un universo maravilloso de correspondencias.

Empiezas a liberarte cuando eres capaz de responder al hermano, al amigo, a la esposa, al hijo; cuando eres capaz de acompañar y morir en el otro y con el otro. Todo verdadero amor surge de la amistad y toda genuina amistad es reciprocidad, es una vía que va en dos direcciones. Donde hay reciprocidad hay resonancia, donde hay correspondencia hay correctas relaciones humanas. Esa es la más maravillosa lección que vinimos a aprender: correctas relaciones humanas. En ello somos todos aprendices.
Vinimos a aprender a relacionarnos. No vinimos a aprender a ser ingenieros o abogados. Esos son instrumentos para relacionarnos. El hombre es un ser relacional y vinimos fundamentalmente a aprender relaciones humanas respetuosas, responsables, liberadoras. No son relaciones sociales para retenernos, para poseernos, para chantajearnos. Lo son para liberarnos, para completarnos.

Así transformamos la ecología de la Tierra, que no es una ecología externa. Lo que le pasa a la Tierra es lo que le está sucediendo al corazón del hombre. Si yo abro mi corazón, abro la tierra dentro de mi. Si yo amo a mi hijo, amo a la tierra, al paisaje y la atmósfera. Y si amo con un amor puro no voy a contaminarme. El resentimiento es el agente contaminante.

El amor liberador existe en la reciprocidad responsable. Amar es dar y recibir. Hay más sabiduría en el saber recibir. A menudo nos negamos a recibir el regalo de la sonrisa, de la mirada del otro, por no comprometernos, por no quedar en deudas. Necesitamos infinitas deudas de amor como vía a la felicidad. La gratitud es esa habilidad que revela tu propia luz.

La quinta y última vía a la felicidad es la sencillez. Lo bello, lo bueno, lo verdadero es sencillo. Sólo lo sencillo es integro, sólo lo que es integro nos conduce a la unidad. La sencillez es transparencia, claridad, es humildad, honestidad. Nos permite bajar del pedestal y entrar en la corriente de la gente.
Conquistar el código de la sencillez en tu vida te lleva a ser feliz. No se trata de ser el gigante de tus sueños, ni el enano de tus complejos., sino de entrar en la corriente de la gente y sentirte uno con todos ellos. Conquistar el código de la sencillez en tu vida es condición para ser feliz, porque no tienes ninguna expectativa, porque así eres feliz con todo y a pesar de todo. Esa felicidad te hace entrar en comunión con tu humanidad. En esa comunión nos damos cuenta que somos la voz del Creador, que a la vez somos cocreadores, llamados a recrear la creación.
Estamos aquí para conectarnos a la gran cadena de la vida, a esa gran cadena de inteligencia cósmica, río de conciencia. Somos mediadores entre los reinos inferiores y superiores de la naturaleza.

Cuando somos sencillos somos como ella, la Amada y la Amada en nosotros es el Alma. Cuando somos sencillos reflejamos el Alma, no para la vida eterna , sino para aquí y ahora en vivo y en directo. Somos un sencillo templo de sabiduría donde oficia el Alma. El Alma oficia el ritual del amor que nos permite entrar en comunión. Ya no sólo comunicarnos, sino fundirnos por el centro, de corazón a corazón y así entrar en esa corriente de la evolución que pasa a través de nosotros para liberarse.
Jorge Carvajal 21 de Febrero de 2007 Colegio de los Padres Agustinos Madrid

Historia de un Buen Brahma


Voltaire

En mis viajes encontré un brahma anciano, sujeto muy cuerdo, instruído y discreto, y con esto rico, cosa que le hacía más cuerdo; porque como no le faltaba nada, no necesitaba engañar a nadie. Gobernaban su familia tres mujeres muy hermosas, cuyo esposo era; y cuando no se recreaba con sus mujeres, se ocupaba en filosofar.
Vivía junto a su casa, que era hermosa, bien alhajada y con amenos jardines, una india vieja, tonta y muy pobre.
Díjome un día: Quisiera no haber nacido. Preguntéle porqué, y me respondió:
- Cuarenta años ha que estoy estudiando, y los cuarenta los he perdido; enseño a los demás y lo ignoro todo.
Este estado me tiene tan aburrido y tan descontento, que no puedo aguantar la vida; he nacido, vivo en el tiempo,y no sé qué cosa es el tiempo; me hallo en un punto entre dos eternidades, como dicen nuestros sabios, y no tengo idea de la eternidad; consto de materia, pienso, y nunca he podido averiguar la causa eficiente del
pensamiento; ignoro si es mi entendimiento una mera facultad, como la de andar y digerir, y si pienso con mi cabeza lo mismo que palpo con mis manos. No solamente ignoro el principio de mis pensamientos, también se me esconde igualmente el de mis movimientos; no sé porqué existo, y no obstante todos los días me hacen preguntas sobre todos estos puntos; y como tengo que responder con precisión y no sé que decir, hablo mucho, y después de haber hablado me quedo avergonzado y confuso de mí mismo. Peor es todavía cuando me preguntan si Dios es eterno. A Dios lo pongo por testigo de que no lo sé, y bien se echa de ver en mis respuestas.
Reverendo Padre, me dicen, explicadme cómo el mal inunda la tierra entera. Tan adelantado estoy yo como los que me hacen esta pregunta: unas veces les digo que todo está perfectísimo; pero los que han perdido su patrimonio y sus miembros en la guerra no lo quieren creer ni yo tampoco, y me vuelvo a mi casa abrumado por
mi curiosidad e ignorancia. Leo nuestros libros antiguos, y me ofuscan más las tinieblas. Hablo con mis compañeros: unos me aconsejan que disfrute de la vida y me ría de la gente; otros creen que saben algo y se descarrían en sus desatinos, y todo la angustia que padezco. Muchas veces estoy a pique de desesperarme, contemplando que al cabo de todas mis investigaciones, no sé ni de donde vengo, ni qué soy, ni adónde iré, ni qué ser.
Causóme lástima de veras el estado de este buen hombre, que era el más racional, y me convencí de que era más desdichado el que más entendimiento tenía y era más sensible.
Aquel mismo día visité a la vieja vecina suya, y le pregunté si se había apesadumbrado alguna vez por no saber qué era su alma, y ni siquiera entendió mi pregunta. Ni un instante en toda su vida había reflexionado en alguno de los puntos que tanto atormentaban al buen brahma; creía con toda su alma en Dios y se tenía por la más dichosa mujer, con tal que de cuando en cuando tuviese agua para bañarse.
Atónito de la felicidad de esta pobre mujer, me volví a ver a mi filósofo y le dije:
- ¿No tenéis vergüenza de vuestra desdicha, cuando a la puerta de vuestra casa hay una vieja autómata que en nada piensa y vive contentísima?
- Razón tenéis –me respondió-, y cien veces he dicho para mí que sería muy feliz si fuera tan tonto como mi vecina; más no quiero gozar semejante felicidad.
Más golpe me dio esta respuesta del buen hombre que todo cuanto primero me había dicho; y examinándome a mí mismo, ví que efectivamente no quisiera yo ser feliz a cambio de ser un majadero.
Se propuso el caso a varios filósofos, y todos fueron de mi parecer. No obstante, decía yo para mí, rara contradicción es pensar así, porque al cabo lo que importa es ser feliz, y nada monta tener entendimiento o ser necio. También digo: los que viven satisfechos con su suerte, bien ciertos están de que viven satisfechos; y los
que discurren, no lo están de que discurren bien. Entonces, es claro que debiera escoger uno no tener migaja de razón , si el algo contribuye la razón a nuestra infelicidad. Todos fueron de mi mismo parecer, pero ninguno quiso entrar en el ajuste de volverse tonto por vivir contento.
De aquí saco que si hacemos mucho aprecio de la felicidad, más aprecio hacemos todavía de la razón. Y reflexionándolo bien, parece que preferir la razón a la felicidad, es garrafal desatino. ¿Pues, cómo hemos de explicar esta contradicción? Lo mismo que todas las demás, y sería el cuento de nunca acabar.

Medicina Bio Energética


Entrevista al Dr. Jorge Carvajal
Médico Cirujano de la UNIVERSIDAD DE ANDALUCÍA - ESPAÑA
Pionero de la Medicina Bioenergética Marzo 10, 2009

¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La Salud y Las Emociones

¿Hay emociones perjudiciales para la salud?
¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar. Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil!
Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior. Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.

Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente?
¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?,
¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora. El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama. Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo.
Si no te amas a ti, te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

domingo, noviembre 14, 2010

Consejos Mentales para tu Salúd


El resfrío se seca cuando el cuerpo deja de preocuparse.
El dolor de garganta obstruye cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las broncas no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la tristeza duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón desiste cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo se vuelve intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas se ven amenazadas.
El pecho se comprime cuando sentimos que perdimos el control.
El corazón se infarta cuando nos resistimos a aceptar lo que no nos gusta.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando queremos haber sido lo que no somos.
La fiebre quema cuando las defensas derriban las fronteras de la inmunidad.
La plantación es libre, la cosecha, obligatoria...
Preste atención a lo que está plantando, porque eso mismo será lo que cosechará.

¡¡¡Sea Feliz!!!!

Qué es el Jainismo??


Esta religión, con su símbolo antiguo de la esvástica india, fue fundada en el siglo VI a.C. por el acaudalado príncipe indio Nataputta Vardhamana, mejor conocido como Vardhamana Mahavira (título que significa “Gran hombre” o “Gran héroe”). Emprendió una vida de abnegación y ascetismo. Salió desnudo en busca de conocimiento “por las aldeas y los valles de la India central para librarse del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento” (Las religiones del hombre por John B. Noss). Creía que la salvación del alma podría lograrse sólo mediante la abnegación y autodisciplina extremadas y una aplicación rígida de ahinsa, la no violencia para con todas las criaturas. Llegó al extremo de llevar consigo una escoba suave con la cual barría a su paso ligeramente cualesquiera insectos que estuvieran en su camino.

Sus seguidores en la actualidad, en un esfuerzo por mejorar su karma, llevan una vida similar de abnegación y respeto a toda criatura.

En la actualidad hay menos de cuatro millones de creyentes de esta fe, y la mayoría está en las zonas de Bombay y Gujarat, en la India.
"El jainismo es ateísta, y a este ateísmo, por lo general, ni se intenta disculparlo ni es polémico, sino que es aceptado como una actitud religiosa natural". No obstante, los jainistas no niegan la existencia de devas, deidades, pero se considera que estos seres, como los seres humanos, están sujetos a las leyes de transmigración y decadencia, y no determinan el destino del hombre. Los jainistas consideran que las almas son individuales e infinitas. No son parte de un alma universal. Las almas y la materia no son ni creadas ni destruidas. La salvación se logrará liberando al alma de elementos extraños (karmas) que la oprimen, elementos que logran ingresar al alma por los actos de pasión del individuo. Tal acción causa el renacimiento entre los animales o substancias inánimes: los actos meritorios causan el renacimiento entre los devas. La ira, el orgullo, el engaño y la codicia son los obstáculos principales a la liberación del alma, pero el hombre es amo de su propio destino. Al dominarse a sí mismo y al no hacerle daño a nadie, y al llevar una vida ascética, él podrá lograr renacer como un deva. Las reglas morales para el creyente devoto requieren que muestre bondad sin la esperanza de que se le recompense por eso; de regocijarse frente al bienestar de otros; de buscar aliviar el sufrimiento de otros; y de exhibir comprensión hacia el criminal. La automortificación aniquila al karma acumulado.

El 6º Chakra.


Pituitaria

AJNA
(Saber, percibir)

SEXTO FRONTAL (centro de la frente): Capacidad para visualizar y entender conceptos mentales.
El centro de la frente está relacionado con la capacidad de visualizar y entender conceptos mentales. Esto incluye los conceptos del mundo y del universo de la persona, o la forma en que considera al mundo y las probables respuestas que éste le dará.

SEXTO FRONTAL ABIERTO:
Claro entendimiento y alta capacidad para visualizar y entender conceptos mentales. Capacidad creativa.

SEXTO FRONTAL CERRADO:
Si este centro gira en sentido contrario a las agujas del reloj, uno tiene conceptos mentales confusos o imágenes sobre la realidad que no son ciertas y sí por lo general, negativas. La persona proyecta esas imágenes hacia el mundo para crear el suyo propio. Si este centro se encuentra atascado o es débil, las ideas creativas quedarán bloqueadas simplemente porque la cantidad de energía que fluye a través de él es reducida.Para abrir este centro es necesario purificar o clasificar nuestras imágenes de creencias negativas. En el proceso terapéutico hay que sacar a la luz la imagen y hacer que se manifieste en la vida de la persona, para que la persona entienda y vea la imagen claramente como lo que es y pueda reemplazarla.

SEXTO POSTERIOR (ejecutivo mental): Voluntad para desarrollar las ideas de forma práctica.
Está asociado con la puesta en marcha de las ideas creativas formuladas en el centro de la frente.

SEXTO POSTERIOR ABIERTO:
Si el centro de voluntad ejecutiva está abierto, a las ideas de uno sigue la acción apropiada para hacer que se materialicen en el mundo físico.

SEXTO POSTERIOR CERRADO:
La voluntad ejecutiva está cerrada, las ideas no tienen salida en el plano material, se convierten en frustración y la persona lo pasa mal.

RELACIÓN ENTRE LAS DOS FASCETAS DEL SEXTO CHAKRA:

Sexto frontal abierto y sexto posterior cerrado
Especialmente frustrante es tener el centro frontal abierto y el posterior cerrado. La persona tiene muchas ideas creativas, pero no parece que le den resultado en ningún caso. Por lo general se plantea alguna excusa que culpa del problema al mundo exterior. Normalmente lo único que necesita esta persona es ser instruida sobre la manera de llevar a cabo, paso a paso, lo que desea realizar. Al efectuar ese trabajo progresivo, surgirán muchos pensamientos del tipo: "No puedo soportar una espera tan larga"; "No quiero afrontar la responsabilidad de que suceda esto"; "No quiero comprobar esta idea en la realidad física", "No acepto este proceso de creación tan largo, sólo quiero que suceda sin esforzarme demasiado", "Yo pongo las ideas y tú haz el trabajo". Lo más probable es que la persona careciera de formación previa sobre la forma de dar pasos sencillos en el mundo físico para lograr la finalidad que se había propuesto. También se resiste, seguramente, a estar en la realidad física y situarse en el papel de aprendiz.

Sexto frontal cerrado y sexto posterior abierto
Si el centro delantero está bloqueado y es fuerte en sentido contrario a las manecillas del reloj, la persona tiene capacidad para generar ideas negativas fuertes. Si se combina con un centro ejecutivo enérgico situado en la parte posterior de la cabeza, puede causar estragos en la vida de la persona. Si el centro posterior esta abierto, mientras el centro de las ideas gira en sentido contrario, la situación es altamente molesta. Aunque los conceptos básicos de la persona no se correspondan con la realidad, pese a todo procederá a desarrollar esos conceptos distorsionados con cierto nivel de éxito. Por ejemplo, si la persona piensa que "el mundo es un infierno en el que cada quien actúa según su propio interés, por lo que basta con tomar lo que uno desee", y tiene capacidad para hacerlo porque sabe como desenvolverse debido a que su voluntad ejecutiva funciona, puede que se comporte como un criminal. En esta caso es posible que también tenga bloqueado el centro del corazón. Hasta cierto punto, su realidad le mostrará la validez de su idea y tendrá éxito, en cierta medida, hasta que le atrapen. También con este tipo de configuración es posible intentar realizar algo que simplemente es imposible de realizar en el mundo físico, o puede ser el vehículo de las ideas de otra persona, cualesquiera que sean.

FUNCIONES DE LA GLÁNDULA PITUITARIA (también llamada hipófisis)
Órgano de forma variable, cilíndrico u ovoidal, de color gris rojizo, de 0,5-1 g de peso, mide aproximadamente 12 mm en sentido transversal, 8 mm en sentido anteroposterior y aproximadamente 6 mm de altura. La hipófisis está constituida por dos partes completamente distintas en estructura y función: la adenohipófisis y la neurohipófisis.
Como órgano endocrino central, ocupa una posición de primer orden al regular el equilibrio hormonal del organismo, ya que no sólo elabora hormonas que actúan directamente (hormonas de crecimiento) sino hormonas que vigilan la actividad hormonal de las otras glándulas endocrinas.Su actividad es a su vez influida por sustancias RF (releasing factors) elaboradas por el hipotálamo y por las hormonas de otras glándulas elaboradas bajo su influjo (mecanismo de feed-back).
Hormonas de la adenohipófisis:
STH: hormona del crecimiento además de factor diabetógeno.
TSH: hormona que estimula la producción de hormonas por parte de la tiroides.
FSH: hormona que estimula las glándulas sexuales.
LH: hormona que provoca la ovulación y prepara la formación del cuerpo lúteo.
LTH: hormona responsable del mantenimiento del cuerpo luteo y la producción de leche por parte de la glándula mamaria.
MSH: hormona que estimula los melanóforos, células de la piel dedicadas a la formación de pigmento.
Hormonas almacenadas y distribuidas por la neurohipófisis (elaboradas en el hipotálamo):
ADH: hormona de acción antidiurética y que provoca un aumento en la presión arterial.
Oxitocina: hormona que estimula la contracción muscular uterina y la expulsión de la leche por parte de la glándula mamaria tras el parto.
RF: factores liberadores que regulan la producción hormonal de la hipófisis.
Significado: saber
Número de pétalos: dos
Situación: en el entrecejo
Elemento: luz
Animales: lechuza y mariposa
Cuerpo Celeste: neptuno
Color: azul índigo o violeta
Piedras: amatista, cuarzo transparente y zafiro
Aromas: lavanda, menta y jazmín.
Música del despertar de la consciencia.
Mantra: om
Mandala: punto de luz
Alimentos: ninguno
Arquetipo: el visionario y el ermitaño
Tema central intuición y clarividencia

El Sexto Chakra representa lo que tradicionalmente se ha denominado como nuestro tercer ojo. Entramos ya en chakras muy espirituales, y éste se considera en algunas creencias, que es el lugar donde reside nuestra alma.

¿Quién no ha oído hablar alguna vez del poder de la mente? Todos nuestros "poderes" mentales están bajo el dominio de este chakra. La verdad es que la mente en sí está bajo el dominio del ajna chakra. Por eso debemos aprender a usarla correctamente, para no ensuciar todas las capacidades de las que disponemos los seres humanos.

Para empezar, diremos que aquí reside la visión personal que tienes de tí mismo. ¿Cómo te ves? Es una pregunta importante, porque mucha gente se infravalora o se sobrevalora, indicativos claros de que su chakra no está funcionando correctamente. ¿Te obsesiona saber lo que los demás piensan de tí? ¿Crees todo lo que te dicen los demás sobre ti mismo? Ten presente, que a veces en nuestro intento de que los demás nos acepten, aceptamos unas ideas de nosotros mismos que pueden estar muy distorsionadas de la realidad. Analízalo con cuidado.

¿Para qué utilizas tu mente? Ten en cuenta que los pensamientos que emite tu mente pueden transformarse a la larga en realidad, así que observa despacio en qué ocupas la gran parte de tu día. ¿Eres positivo o eres negativo? ¿Ves muchos límites o para ti nada es imposible? Recuerda que la realidad la hace uno mismo y no las circunstancias, este es el gran principio universal de la vida, ¿hasta que punto lo pones en práctica?

En este chakra también está la claridad de pensamiento y análisis de situaciones. La imaginación, los ideales, los sueños, etc. ¿Cómo andas en estos temas? ¿Eres demasiado soñador, o nunca imaginas nada? ¿Te resulta fácil entender las cosas, o eres un poco despistado y te confundes fácilmente? ¿Reflexionas a menudo o no reflexionas nunca? Recuerda que cualquiera de estos puntos, es decir, tanto por exceso como por defecto significará que tu sexto chakra está algo "estropeado". ¿Eres una persona demasiado lógica o razonadora? Es indicativo de un sexto chakra cerrado.

Por supuesto este chakra es el de la percepción y clarividencia. Esas intuiciones o percepciones que se reciben a veces sobre nosotros mismos o sobre los demás y que después nos asombramos de que eran correctas. ¿Sueles tenerlas a menudo? Si es así tu chakra sexto en esta faceta se encuentra muy bien, si es todo lo contrario tendrás que prestarte más atención.

Para finalizar diremos que en este chakra reside el poder de la visualización, es decir, el poder de realizar que aquellos pensamientos o deseos formulados se hagan realidad. De lo desarrollado que esté tu sexto chakra y séptimo chakra dependerá que todo salga como esperabas.

ENGANCHES AL CHAKRA AJNA
Los enganches son una especie de cordones que se enganchan entre unos y otros seres humanos. Hay enganches que pueden ser útiles, pero la mayoría son muy destructivos. En el caso del sexto chakra los enganches son muy destructivos y por ello hay que procurar deshacerse de ellos. Generalmente hay enganche cuando no dejas de pensar en un persona, o permites que alguien piense por tí mismo como puede suceder en las sectas, etc.

EJERCICIOS PARA EL CHAKRA AJNA
A continuación te proponemos varios ejercicios de distinta naturaleza para que escojas aquellos con los que te sientas más cómodo. Puedes hacerlos cuantas veces quieras e incluso combinarlos entre si. Te recomendamos tener un diario personal donde apuntar los resultados de los ejercicios para poder reflexionar sobre ellos cuando quieras. Recuerda que lo más importante es que seas sincero contigo mismo.

Cromoterapia: la cromoterapia es la curación a través del color. Es muy útil y no requiere demasiado tiempo. Se trata de que consigas una cartulina u hoja de color azul índigo o violeta, y la observes detenidamente durante unos instantes (no más de 5 minutos para que tus ojos no sufran). Mientras observas la cartulina has de prestar mucha atención a cómo te sientes, si se te viene algo a la mente, etc. Todo ello apúntalo en tu libreta personal y después reflexiona los resultados en función de lo que te hemos comentado que representa el sexto chakra.

Gemoterapia: la gemoterapia es la curación a través de las piedras. En este caso lo que debes hacer es conseguir una de las piedras del sexto chakra que podrás ver en la ficha de arriba. Una de las más utilizadas es la amatista, que también extiende su poder sobre el séptimo. Cuando tengas la piedra cógela en tu mano izquierda y cierra la mano. Tómate el tiempo que quieras para visualizar como una energía azul índigo o violeta sale de la piedra que has escogido y va recorriendo todo tu cuerpo hasta llegar a tu sexto chakra. Una vez allí visualiza cómo va limpiando y desatascando todo lo que pueda estar obstruido o sucio. Al terminar observa cómo brilla tu sexto chakra en el centro de tu mente. Cuando hayas terminado el ejercicio recuerda apuntar en tu libreta lo que has sentido, si ha sido difícil o fácil, si ha habido dolor o una extraña sensación, si se te ha venido a la cabeza algún acontecimiento pasado, etc. Después reflexiona sobre ello en función de lo que te hemos explicado sobre el sexto chakra.

Mantra Yoga: este es el yoga de los sonidos. Es ideal para aquellos a quienes les gusta pronunciar mantras o ya están acostumbrados a este tema. El mantra para el sexto chakra es el mantra OM que se pronunciará ooooommmmmmm. Hazlo cuantas veces quieras al día, y recuerda apuntar todo lo que vas sintiendo o recordando en tu libreta personal.

Aromaterapia: la aromaterapia es la curación a través de los aromas. Para aquellas personas que no disponen de mucho tiempo puede ser ideal aprovechar las esencias e inciensos dedicados a cada chakra. En la ficha informativa puedes ver algunos aromas que te ayudarán a estimular y limpiar tu sexto chakra. En este caso enciende el incienso o esencia en un lugar donde te encuentres para inhalar tranquilamente su aroma. Después apunta en tu libreta todo lo que puedas observar que haya pasado en tu interior mientras el incienso o esencia estaba encendido. Reflexiona sobre ello en función de lo que te hemos explicado del sexto chakra.

Musicoterapia: la musicoterapia es la curación a través de la música o sonidos. En este caso se trata que durante unos minutos (el mayor tiempo posible) escuches la música del sexto chakra. La mejor es la música new age o música para el despertar de la consciencia, incluso también alguna con el mantra om, etc.

El Mensaje de George Carlín


GEORGE CARLIN
Comediante de los años 70 y 80.

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios mas altos y temperamentos mas reducidos, carreteras mas anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reimos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor informacion y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales deshechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aqui siempre.
Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.
Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.
Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.
Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.
Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.

jueves, octubre 28, 2010

Algunos Consejos Médicos para el Alma

El resfrío se termina cuando el cuerpo deja de preocuparse.

El dolor de garganta obstruye cuando no es posible comunicar las aflicciones.

El estómago arde cuando las broncas no consiguen salir.

La diabetes invade cuando la tristeza duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza se agudiza cuando las dudas aumentan.

El corazón desiste cuando el sentido de la vida parece terminar.

La alergia aparece cuando el perfeccionismo se vuelve intolerable.

Las uñas se quiebran cuando las defensas se ven amenazadas.

El pecho se comprime cuando sentimos que perdimos el control.

El corazón se infarta cuando nos resistimos a aceptar lo que no nos gusta.

La presión sube cuando el miedo aprisiona.

Las neurosis paralizan cuando queremos haber sido lo que no somos.

La fiebre quema cuando las defensas derriban las fronteras de la inmunidad.



La plantación es libre, la cosecha, obligatoria...

Preste atención a lo que está plantando, porque eso mismo será lo que cosechará.

El Budista más Felíz del Mundo

Es más feliz que usted, seguro. Mucho más.
Matthieu Ricard obtuvo una nota inalcanzable en un estudio sobre el cerebro realizado por la Universidad de Wisconsin (EEUU). Los especialistas en neurociencia afectiva le nombraron «el hombre más feliz de la Tierra». A sus 61 años, quien hoy es asesor personal del Dalai Lama tiene una vida digna de un guión de cine. Biólogo molecular, hijo de un filósofo ateo, dejó su carrera por abrazar al budismo.



Por David Jiménez


¿Una bonita casa en la playa?
Matthieu Ricard prefiere el monasterio apartado de toda civilización donde vive, en las montañas de Nepal.
¿Una cuenta bancaria boyante?
Ha entregado todo el dinero de las ventas de sus libros a la caridad.
¿Quizá un matrimonio bien avenido o una excitante vida sexual?
Tampoco: a los 30 años decidió acogerse al celibato y dice cumplirlo sin descuidos.

En realidad, Matthieu Ricard carece de todas las cosas que los demás perseguimos con el convencimiento de que nos harán un poco más felices. Y sin embargo, este francés de 61 años, biólogo molecular hasta que decidió dejarlo todo y seguir el camino de Buda, es más feliz que usted y yo. Mucho más feliz. El más feliz.

Científicos de la Universidad de Wisconsin llevan años estudiando el cerebro del asesor personal del Dalai Lama dentro de un proyecto en el que la cabeza de Ricard ha sido sometida a constantes resonancias magnéticas nucleares, en sesiones de hasta tres horas de duración. Su cerebro fue conectado a 256 sensores para detectar su nivel de estrés, irritabilidad, enfado, placer, satisfacción y así con decenas de sensaciones diferentes.
Los resultados fueron comparados con los obtenidos en cientos de voluntarios cuya felicidad fue clasificada en niveles que iban del 0.3 (muy infeliz) a -0.3 (muy feliz). Matthieu Ricard logró -0.45, desbordando los límites previstos en el estudio, superando todos los registros anteriores y ganándose un título –«el hombre más feliz de la tierra»– que él mismo no termina de aceptar.

¿Está también la modestia ligada a la felicidad?
El monje prefiere limitarse a resaltar que efectivamente la cantidad de «emociones positivas» que produce su cerebro está «muy lejos de los parámetros normales».
El problema de aceptar que Ricard es el hombre más contento y satisfecho del mundo es que nos deja a la mayoría en el lado equivocado de la vida. Si un monje que pasa la mayor parte de su tiempo en la contemplación y que carece de bienes materiales es capaz de alcanzar la dicha absoluta, ¿no nos estaremos equivocando quienes seguimos centrando nuestros esfuerzos en un trabajo mejor, un coche más grande o una pareja más estupenda?

Los trabajos sobre la felicidad del profesor Richard J. Davidson, del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin, se basan en el descubrimiento de que la mente es un órgano en constante evolución y, por lo tanto, moldeable. «La plasticidad de la mente», en palabras del científico estadounidense, cuyo estudio es el quinto más consultado por la comunidad investigadora internacional.
Los científicos han logrado probar que la corteza cerebral izquierda concentra las sensaciones placenteras, mientras el lado derecho recoge aquellas que motivan depresión, ansiedad o miedo. «La relación entre el córtex izquierdo y el derecho del cerebro puede ser medida y la relación entre ambas sirve para representar el temperamento de una persona», asegura Ricard, que durante sus resonancias magnéticas mostró una actividad inusual en su lado izquierdo.
Los neurocientíficos americanos no creen que sea casualidad que durante los estudios llevados a cabo por Davidson los mayores registros de felicidad fueran detectados siempre en monjes budistas que practican la meditación diariamente. Ricard lo explica en la capacidad de los religiosos de explotar esa «plasticidad cerebral» para alejar los pensamientos negativos y concentrarse sólo en los positivos. La idea detrás de ese concepto es que la felicidad es algo que se puede aprender, desarrollar, entrenar, mantener en forma y, lo que es más improbable, alcanzar definitivamente y sin condiciones.

Éxtasis mental.
Lograr el objetivo de la dicha no es fácil. Ricard ha escrito una decena de libros –estos días combina sus retiros espirituales con la promoción de su obra Happiness en el mundo anglosajón– y cientos de artículos tratando de mostrar el camino y, aunque la mayoría de sus obras se han convertido en éxitos editoriales, el propio autor descarta que su lectura garantice el éxito. Al igual que un logro en atletismo o en la vida laboral, el cambio sólo es posible con esfuerzo y tenacidad, pero Ricard asegura que todo habrá merecido la pena una vez se alcanza el estado de éxtasis mental que logran los elegidos. En su Defensa de la felicidad (Urano), la traducción de su último libro publicado en España, el monje explica cómo nuestra vida puede ser transformada incluso a través de variaciones mínimas en la manera en que manejamos nuestros pensamientos y «percibimos el mundo que nos rodea».
Es un viaje hacia el interior de uno mismo que Matthieu Ricard recorrió contra todo pronóstico.
Nacido en París en 1946, el «monje feliz», como se le conoce en todo el mundo, creció en un ambiente ilustrado. Su padre, Jean-François Revel, fue un reconocido escritor, filósofo y miembro de la Academia Francesa que reúne a la elite intelectual del país galo. Su madre dedicó gran parte de su vida profesional a la pintura surrealista y tuvo un gran éxito antes de convertirse también ella en monja budista. Ricard vivió en su juventud los excesos propios del París de los años 60 y tras terminar sus estudios de secundaria se decidió por las ciencias. Hizo su doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París y trabajó con el premio Nobel de medicina François Jacob. Parecía destinado a convertirse en uno de los grandes investigadores del campo de la biología cuando le dio a su padre el disgusto de su vida.

El estudio de textos budistas desencadenó una llamada espiritual que le llevó a dejarlo todo. Decidió que el laboratorio no era lo suyo y partió hacia el Himalaya para hacerse discípulo de Kangyur Rinpoche, un histórico maestro tibetano de la tradición Nyingma, la más ancestral escuela del budismo. Era 1972 y las próximas tres décadas de este francés de carácter suave y cultura exquisita –el único europeo que lee, habla y traduce el tibetano clásico– iban a ser dignas del mejor guión de una película.

Tras estudiar con los grandes maestros del budismo, pasar meses en retiros y recorrer los pueblos del Himalaya, conoció al Dalai Lama y en 1989 se convirtió en uno de sus principales asesores y en su traductor al francés. Su posición como mano derecha del Señor de la Compasión le ha convertido en la figura budista occidental más influyente del mundo y llevaron al gobierno francés a concederle la Orden Nacional Francesa.

La vida elegida por Ricard le enfrentó a los ideales en los que se había formado y al ateísmo de su padre. Ambos decidieron discutir sus diferencias en El monje y el fisólofo, un diálogo que sólo en Francia vendió 500.000 copias y en el que la búsqueda de la felicidad está presente en cada capítulo. «Tenía muchas esperanzas en su futuro profesional y me parecía una lástima que abandonara [su carrera científica]. Después me di cuenta de que había transferido su espíritu científico al estudio del budismo», decía el padre antes de morir, una vez hubo aceptado la elección de Matthieu.

La idea de Ricard de ofrecerse para los estudios de la mente que llevaba a cabo la Universidad de Wisconsin estuvo influenciada por el propio Dalai Lama, que durante años ha colaborado con científicos occidentales, facilitando el análisis cerebral de los monjes y su capacidad de aislar la mente durante las sesiones de meditación. Uno de los aspectos que más ha fascinado a los investigadores es la capacidad de los monjes de suprimir sentimientos que hasta ahora creíamos inevitables en la condición humana: el enfado, el odio o la avaricia. El estudio de sus cerebros demuestra una capacidad extraordinaria para controlar sus impulsos basados en el principio de que Buda no prometió a sus seguidores la salvación en el cielo, sólo el final de sus sufrimientos en la tierra si lograban controlar sus deseos. Para muchos ese ha sido uno de los puntos flacos del budismo: la limitación de las ambiciones personales y la pasividad.

Ricard suele acudir a una anécdota del Dalai Lama para negar que el control de los impulsos negativos sea igual a pasividad o falta de respuesta, por ejemplo ante un crimen o un genocidio. «Alguien le preguntó en una ocasión al Dalai Lama qué haría si alguien entra en una habitación para matar a todos los presentes. Su respuesta irónica fue: «Empezaría por dispararle a las piernas. Y si eso no funciona, apuntaría a la cabeza».

Ricard cree que el problema es que nuestros sentimientos negativos hacia otras personas no están a menudo justificados, sino que los hemos creado nosotros en nuestra mente de forma artificial como respuesta a nuestras propias frustraciones. Y ése es uno de los impulsos que el monje francés piensa que hay que aprender a controlar si se quiere ser feliz. Para el escritor, la felicidad es «un tesoro escondido en lo más profundo de cada persona». Atraparla es cuestión de práctica y fuerza de voluntad, no de bienes materiales, poder o belleza. Los que llegan al final del viaje y logran la serenidad que lleva a la dicha, asegura Ricard, sienten lo mismo que «un pájaro cuando es liberado de su jaula».

Satisfacción filipina.
Tampoco es necesario leer a este hijo adoptivo de Buda o retirarse a un templo en el Himalaya para comprobar que el «dinero no da la felicidad». Los habitantes de las barriadas pobres de Manila se muestran, a pesar de sus dificultades, aparentemente más contentos que los tiburones financieros de la vecina y multimillonaria Hong Kong. Cada vez que se hace una encuesta sobre felicidad global, los filipinos aparecen entre los pueblos más satisfechos. Ni la pobreza ni el hecho de que su país haya sido declarado el «lugar del mundo más afectado por los desastres naturales» por el Centro para la Investigación y Epidemiología de Desastres parecen afectar su visión positiva de la vida. Su intensa vida social y familiar compensa penurias privaciones. Los honkoneses, con una renta per cápita 20 veces mayor, aparecen sistemáticamente en los últimos lugares en los mismos sondeos de felicidad. La presión consumista, el estrés y el deterioro de las relaciones sociales figuran entre las causas de insatisfacción más citadas por los ciudadanos. Todo el desarrollo y el dinero del mundo no han logrado levantar el ánimo de la Nueva York de Asia.

Matthieu Ricard ve en resultados como éste la prueba de que cualquiera, no importa las desgracias que haya vivido, puede alcanzar la felicidad si cambia el chip mental que a menudo nos hace detenernos en los aspectos negativos de la existencia. Incluso la pérdida de los seres queridos puede sobrellevarse con relativa facilidad si se afronta la muerte desde una perspectiva nueva, menos centrada en su dramatismo. «Mi padre murió el año pasado a los 82 años. Como dependía tanto de su brillantez intelectual, cuando se vio limitado se desanimó», asegura el monje, para quien la muerte de quienes nos rodean debe ser aceptada como un paso más en el ciclo natural de la vida y no necesariamente como un episodio triste. «El mejor homenaje que podemos ofrecer a los que ya no están con nosotros es vivir la vida de forma constructiva, ser conscientes de que nacemos solos y morimos solos. ¿Por qué no sentir que cada ser humano es nuestro familiar, que cada casa es nuestro hogar?».
Los investigadores que han estado analizando las emociones de Ricard creen que los resultados podrían servir para paliar enfermedades como la depresión y llevar a la gente a entrenar una mente saludable de la misma forma que hoy se acude al gimnasio a mejorar la forma física. Más aún, si como sugiere Ricard, una de las claves de la satisfacción personal es el control y la supresión de instintos negativos como el odio, y si existe una forma de limitarlos, estaríamos ante la posibilidad de mejorar la condición humana y enmendar sus peores defectos.

Por supuesto son muchos los que apuntan a la inocencia y la sobredosis de utopía que supone pensar en una aldea global en la que todo el mundo perdona a los demás y nadie se enfada con nadie, un mundo basado en las buenas maneras y sentimientos, sin guerras ni luchas de poder.

El monje francés responde a quienes dudan con la pregunta que mejor define su visión de la vida: «¿Acaso quieres vivir una vida en la que tu felicidad dependa de otras personas?».
Matthieu Ricard no quiere. Por eso en lugar de una casa en la playa ha elegido una vida contemplativa en el monasterio nepalí de Shechen; por eso ha regalado los millones de euros procedentes de sus libros (se han vendido millones de copias en todo el mundo y han sido traducidos a una decena de lenguas); y quizá por eso ha evitado los conflictos propios de la vida matrimonial. El «hombre más feliz del mundo» no sugiere que todo el mundo haga lo mismo para encontrar la dicha. Sólo que aprendamos que la deseada casa de la playa, los millones en el banco o esa pareja tan atractiva tampoco nos conducirán a ella.

Aprender a contentarnos con lo que tenemos quizá sí.

•Vejez: Cuando la agudeza mental y la acción disminuyen, es tiempo de experimentar y manifestar cariño, afecto, amor y comprensión.
•Muerte: Forma parte de la vida, rebelarse es ir contra la propia naturaleza de la existencia. Sólo hay un camino: aceptarla.
•Soledad:existe una manera de no sentirse abandonado: percibir a todos los hombres como parte de nuestra familia.
•Alegría: Está dentro de cada uno de nosotros. Sólo hay que mirar en nuestro interior, encontrarla y transmitirla.
•Identidad: No es la imagen que tenemos de nosotros mismos, ni la que proyectamos. Es nuestra naturaleza más profunda, ésa que nos hace ser buenos y cariñosos con quienes nos rodean.
•Conflictos de pareja minimizarlos. Es muy difícil pelearse con alguien que no busca la confrontación.
•Familia: Requiere el esfuerzo constante de cada uno de sus miembros, ser generoso y reducir nuestro nivel de exigencia.
•Deterioro físico: Hay que aprender a valorarlo positivamente. Verlo como el principio de una nueva vida y no el principio del fin.
•Relaciones sociales: Es más fácil estar de buen humor que discutir y enfadarse. Lo ideal es seguir siendo como somos y utilizar siempre que podamos la franqueza y la amabilidad.
•Felicidad: Si la buscamos en el sitio equivocado, estaremos convencidos de que no existe cuando no la encontremos allí.

Su última obra traducida al español: «Defensa de la felicidad» (Urano).