martes, diciembre 27, 2011

Proceso Acelerado de Sanación Emocional


LAS ENSEÑANZAS DE KRYON MEDITACIÓN

Canalizado por David Brown
Traducción: Susana Peralta ( susana_peralta@hotmail.com )

La información en el sitio web, y en este boletín informativo, puede ser compartida libremente con toda la humanidad. Si ustedes la pasan, entonces les pedimos que por favor agreguen la fuente en su información (http://kryon.org.za/), para que otras personas puedan también tener acceso a toda la información que está disponible.. Todo el material es Copyright © de David Brown.

Este es un proceso de sanación que está diseñado para evocar emoción de una forma sutil.Una vez que es evocada la emoción, la curación puede tener lugar al reconocer y liberar.Recuerden que la emoción es una programación del pasado que se relaciona con nuestra infancia.Si nuestras emociones no son claras, es como tratar de dirigir un barco sin levar anclas.

La segunda parte de la meditación es un acto de perdón a nivel celular.

· Cierra los ojos
· Aspira en tu alma. Mantén tu alma en tu cuerpo durante todo el proceso.
· Elige una persona que evoque emoción en tu vida. (Es bueno trabajar con tu Madre o tu Padre en particular, pero cualquiera que evoque emoción servirá)
· Mira a los ojos a la persona con la que estás trabajando. Reconoce la emoción (o las emociones) en los ojos de la otra persona. (Si la persona no te permite que la mires a los ojos, entonces siente la emoción que crea resistencia y separación)
· Siente la emoción equivalente en ti mismo
· Fusiona tu emoción con la emoción de la otra persona. (Debes sentir su emoción y dejarla que sienta la tuya, y no permitirte absolutamente ninguna resistencia)
· Acepta la emoción y libérala
· Fíjate si surgieron otras emociones. (Trabaja con ellas de la misma forma)
· Abraza a la otra persona
· Abre tu corazón a la otra persona y permite que el amor fluya hacia el corazón abierto de esa persona. Dale seguridad al amor para que regrese, hasta que el amor fluya libremente en ambos sentidos. A medida que el amor crezca, véanse a ustedes mismos dentro de un capullo de Luz
· Retrocede a un paso de la otra persona. Mira todas las cuerdas de energía entre los dos al liberar todas esas cuerdas, por ejemplo, utiliza un par de tijeras psíquicas para cortar las cuerdas con ellas o pídele a “Merlín el Mago” que salpique su polvo mágico sobre las cuerdas y las disuelva. Asegúrate que la energía esté completamente aclarada.
· Crea una nueva cuerda de hermosa Luz entre ustedes dos, del centro de tu corazón al de la otra persona y de su corazón al tuyo. Donde haya resistencia en tu corazón, permite que este amor incondicional aclare la resistencia.
· Pregúntale a la otra persona si queda algún asunto por resolver entre los dos y si lo hay, tráelo a su fin, usando tu propia intuición e imaginación. (Hay magia en el proceso)
· Agradécele a la persona por las lecciones del pasado.
· Libera a la otra persona con Amor. Siente físicamente cómo se aleja la energía de la otra persona.
· Cuando estés listo, regresa lentamente a tu conciencia normal de vigilia.
Kryon

Copyright © David Brown. Todos los derechos reservados.

Los Poderes Paranormales de los Chamanes


Por Manuel Carballal

Santeros cubanos, umbandistas brasileños, chamanes mexicanos, bokores haitianos, hechiceros africanos, y otros muchos hombres-brujo de origen africano o americano, poseen extraordinarios poderes paranormales que han sido estudiados por numerosos parapsicólogos. Clarividencia, predicción del futuro, curaciones milagrosas, levitación... son muchas las capacidades parapsíquicas atribuidas a tan enigmáticos personajes. Mundo Misterioso ha visitado a muchos de ellos en sus países de origen y ahora se lo cuenta a sus lectores en exclusiva.

El bokor -mago negro en el culto vodú- realiza los dibujos sagrados (vévés) en la tierra invocando a los loas -dioses-. Mientras los tambores suenan atronadoramente alrededor de la tumba. Por fin, el brujo pronuncia el nombre de su víctima: "Clavius Narcise", y la tierra comienza a removerse frente la lápida. Primero asoman unos dedos de uñas quebradas por el esfuerzo de arañar la tierra, después una mano, y por fín dos brazos que separan la tierra para dejar paso a un cuerpo. El muerto esta saliendo de la tumba siguiendo las mágicas órdenes del vodú. Otro infortunado ha sido víctima de la maldición zombi, una de las prácticas más estremezedoras de los brujos haitianos.

El Vodú haitiano es uno de los mejores ejemplos de las capacidades extraordinarias que poseen brujos, magos y hechiceros afro-americanos. Durante las ceremonias de vodú son los tambores y cánticos rituales, el alcohol y el baile frenéticos los que propician el estado alterado de conciencia en el que se generan todo tipo de fenómenos. Durante las posesiones de las hounsi (ayudantes del houngan o sacerdote vodú) los espíritus son capaces de conocer hasta los detalles más intimos de la vida de los presentes. En otras ocasiones, siempre durante el trance, los "cabalgados" por los loa son capaces de bailar sobre vidrios rotos, morder brasas ardientes, etc.
Todo puede ocurrir durante un ritual vodú. Nosotros podíamos charlar tranquilamente con Bravo, uno de los loas del cementerio, mientras el houngan al que poseía bebía ron por la oreja y fumaba un cigarrillo por la nariz. Los esquemas occidentales sobre la percepción de la realidad no tienen mucho sentido en el abstracto mundo vodú, al igual que en otras manifestaciones de la religiosidad afro-americana, como la Santería, la macumba, o el Palo Monte.

La magia africana en el nuevo mundo

Llevábamos más de seis horas en el Terreiro (Templo) de Candomblé. Los "hijos de santo" eran poseídos por diferentes espíritus al ritmo frenético de los tambores, mientras la "Madre de Santo" era cabalgada por los más poderosos loas (dioses). Resultaba incomprensible que una mujer madura, de más de cien kilos de peso, pudiese bailar frenéticamente durante tantas horas sin derramar una gota de sudor.
Pombayira, Ogún, y otros importantes dioses poseían alternativamente a la médium para trasmitir su mensaje, adoptando la "Madre de Santo" los atributos de cada loa a medida que era cabalgada. Así, al ser montada por la coqueta Pombayira (muller dos sete maridos) unos velos transparentes, una larga boquilla y una femenina actitud acompañaban a la "Madre de Santo". Al ser Ogún (el viejo guerrero africano) el loa que posee a la médium, ésta toma un gran cigarro puro y un afilado machete que blande frenéticamente en medio de los "Hijos de Santo", sorprendentemente sin llegar a herir a ninguno.

Por fin es Bolladero, espíritu de un antiguo gaucho argentino, el que cabalga a la "Madre de Santo". Un látigo y un sombrero de gaucho identifican al loa. En ese momento una mujer se acerca al centro de la sala asistida por dos "Hijos de Santo", no puede apoyar uno de sus pies en el suelo. Ha sufrido un accidente en una pierna y acude al terreiro para que los loas la curen. La médium se acerca y comienza a recitar extraños conjuros mientras impone sus manos en distinta partes del cuerpo de la mujer. Por fin se arrodilla y comienza a masajear la pierna herida. Cuando termina la mujer abandona la sala por su propio pie...

En el candomblé brasileño, al igual que en otros cultos americanos de origen africano, el creyente puede tratar cara a cara con la divinidad. A diferencia de las grandes religiones monoteistas, el devoto no trata con intermediarios ni representantes. Los mismísimos dioses, que poseen a los médiums, hablan personalmente con el creyente, atendiendo sus preguntas y peticiones. Por esa razón resulta tan comprensible para ellos que durante esas celebraciones de candomblé puedan obrarse todo tipo de prodigios. "No soy yo la que cura -explicaba a Mundo Misterioso la "Madre de Santo"- son los loas".

La magia que llegó de la selva De igual forma que la "Madre de santo" atribuía a los dioses del candomblé sus poderes, los houngan haitianos, santeros cubanos, o hechiceros africanos atribuyen a los orichas, lóas, ángeles o demonios de sus respectivos panteones religiosos, los prodigios paranormales que se producen en sus oscuros ritos mágicos.

Todas esas tradiciones: Palo Mayombe, Vodú, Santería, Macumba, etc, probienen de un mismo lugar: África, donde aún existen algunos brujos, hechiceros y médicos tradicionales capaces de obrar extraordinarios prodigios.
Uno de los ejemplos más espectaculares es el del brujo africano Nana Owaku. La única filmación en video de una levitación, al menos que yo conozca -y conservo en mi archivo-, fue realizada por el productor muniqués Rolf Olse hacia 1975. Dicha filmación, incluida en el documental Reise ins Jenseits (Viaje al Más Allá) presenta la levitación del chamán africano Nana Owaku efectuando el "rito de la ascensión", para invocar a los dioses del río en el Alto Volta. Para conseguir este prodigio el chamán permanece durante varias horas aislado y "en comunión con los espíritus de las aguas". Más tarde rompe una rama del árbol donde ha meditado, se acerca al poblado y traza un círculo. Se prepara un circulo de fuego donde ha indicado el brujo y, en el centro del mismo, el chamán comienza a hizarse lentamente a más de un metro de altura. Unos minutos después el brujo africano cae por tierra extenuado...
Según el explorador y aventurero de origen checoslovaco, aunque criado en el Congo Belga, Douchan Gersi, en Haití también existen "hombres voladores". Pertenecientes a una de las muchas sociedades secretas existentes en la isla, estos bokor y hounganes serían capazes de levitar, igual que Nana Owaku, o que otros místicos cristianos o budistas. Gersi afirma incluso que el presenció personalmente una levitación durante uno de sus viajes a Haití para estudiar el vodú.

Otros muchos brujos y hechiceros africanos manifiestan poderes, sino tan espectaculares (y polémicos), igual de incomprensibles. Mediums, adivinos y curanderos son educados desde su más tierna infancia para desarrollar sus capacidades paranormales innatas. Desde muy corta edad niños africanos de diferentes tribus han de someterse a duras iniciaciones, que a veces incluyen mutilaciones corporales (como el corte en el pene que los convierte en hombres de cara a la tribu), grandes periodos de tiempo en solitario y sin alimentos, pruebas de valor, etc. De esa manera los antes niños inocentes, se convierten en hombres adultos, preparados para internarse en el mundo de los espíritus, o para conocer los secretos más ocultos de la "Madre Selva".

El conocimiento que los "médicos tradicionales" tienen de las propiedades curativas de las raíces y plantas de la selva asombra a antropólogos y médicos occidentales (ver AÑO/CERO Nº 42). De hecho, la carencia de fármacos que sufren los hospitales y centros de salud en África ha posibilitado que en muchas regiones hechiceros y médicos convencionales colaboren en sus respectivos tratamientos para tratar de sanar a los enfermos. Sin embargo esos extraordinarios conocimientos de la farmacopea de la selva no solo se limitan a aplicaciones terapéuticas. Algunos
brujos utilizan determinadas sustancias alucinógenas para acceder al "mundo de los antepasados" o al "mundo de los espíritus", e incluso existen algunas tribus que mantienen la creencia de que, con determinados rituales y con determinada sustancias algunos brujos pueden transformarse en animales.

A la par que en África, en otras culturas del planeta se han mantenido siempre esas mismas creencias. En las selvas amazónicas, por ejemplo, existen tribus que todavía utilizan sustancias como la ayahuasca, el yopo o el peyote, en sus rituales mágicos, en los cuales se manifiestan las capacidades extrasensoriales del cerebro humano. Muchos antropólogos, e investigadores como Miguel Blanco, que se sometieron al ritual del yopo en la selva amazónica, protagonizaron experiencias de "viaje astral", sintiendo como su mente consciente abandonaba el cuerpo físico, identificándose con un animal-tótem.

La clave puede encontrarse en algunas sustancias alucinógenas que chamanes y hechiceros indígenas utilizan magistralmente, y que les permiten, aparentemente, proyectar su conciencia fuera del cuerpo físico, identificándose con un animal simbólico o tótem. Esas experiencias de "clarividencia viajera" o "viaje astral" (en las tradiciones asiáticas) ha sido experimentada repetidamente en los laboratorios de parapsicología. En otras palabras los hechiceros serían capaces de desarrollar una facultad paranormal que determinados alucinógenos se ocuparían de potenciar o despertar. El contexto supersticioso y tradicional de la cultura tribal se encargaría de aderezar esa poder PSI, natural e intrínseco al cerebro humano, con ingredientes religiosos y sobrenaturales.

Los sacrificios de animales durante los ritos de adivinación añadirán más emotividad y espectacularidad a prácticas de precognición o clarividencia que, según la parapsicología, son facultades naturales que no precisan tales apoyos para manifestarse.

Para autores como Kabire Fidaali, Lucy Mair o Ernesto de Martino (de los pocos estudiosos de los fenómenos PSI en las culturas primitivas), la adivinación del futuros a través de las vísceras de animales es un buen ejemplo. En este sentido Luci Mair destaca en su obra La brujería en los pueblos primitivos actuales como algunas tribus africanas como los zande utilizan dos animales sacrificados (pollos) en sus ritos de adivinación. Si el oráculo no obtiene la misma respuesta en los dos casos se considera que el resultado no es válido. Y lo sorprendente es que, según mi propia experiencia, a través de estas técnicas algunos adivinos obtienen informaciones verdaderamente incomprensibles.

Y la mágia cruzó el océano... Hugo Rosales no sabía que existíamos hasta el instante en que nos vio por primera vez. A través de unos familiares suyos habíamos conocido la existencia de este palero cubano de cuyos poderes extrasensoriales nos contaban maravillas. Las difíciles comunicaciones existentes en Cuba, la carencia de teléfono y la distancia que separaba nuestro alojamiento en Guanabo, de la vivienda de Hugo en Regla hicieron que nos presentásemos al día siguiente en su casa sin previo aviso. Era absolutamente imposible que Hugo Rosales pudiese conocer detalles de nuestra vida personal cuando salió a nuestro encuentro en su humilde vivienda de Regla. "Estaba a punto de dar de comer a la Nganga -nos dijo en cuando nos presentamos- pero me dijo que iba a tener visita, por eso salí a recibirles...".
Hugo estaba a punto de sacrificar un gallo a la Nganga (el poderoso caldero que reune infinidad de componentes animales, vegetales y minerales, incluyendo restos humanos robados del cementerio, en la Regla de Palo Monte), pero afirmaba que había sido advertido "telepáticamente" de que estaban a punto de llegar dos extranjeros para conocerlo, por lo que había pospuesto el sacrificio y había salido de la casa para esperarnos. Ciertamente lo encontramos fuera de su vivienda, pero dejándonos llevar por el típico escepticismo europeo supusimos que estaba intentando "apuntarse un punto" a favor de sus supuestas capacidades sobrenaturales.

Con toda cordialidad el palero nos invitó a su casa y, instantes después de acomodarnos, Hugo sufrió una especie de trance y, sin previo aviso, comenzó a relatar detalles íntimos de la vida personal de Miguel Blanco y de quién esto escribe. La primera frase que me dirigió supuso un mazazo a mi escepticismo apriorístico, "adivinado" detalles familiares que resultaba absolutamente imposible que pudiese conocer o deducir. Detalles que ni siquiera conocía Miguel Blanco, compañero de viaje y amigo personal.

Hugo Rosales, al igual que otros paleros, santeros o babalaos cubanos, exterioriza el origen de sus poderes extrasensoriales. Según explicaba a Mundo Misterioso: "Yo no tengo ningún poder, son los orichas los que me dicen las cosas, yo solo las transmito".

La Regla de Palo Monte (o Palo Mayombe) es uno de los cultos afro-cubanos, como la Regla de Ocha o la Santería, originados en las creencias que se trajeron los esclavos negros de África hace 400 años, y que se entremezclaron con el cristianismo que habían impuesto por la fuerza los colonizadores europeos. Pero de todos esos cultos quizás el Palo Monte haya permanecido menos influenciado por el sincretismo que tanto condicionó otros cultos como la Santería. Y tal vez por esa razón, por permanecer más fiel al las raíces africanas, el Palo Mayombe es considerado como el eslabón más primitivo y "salvaje" de los cultos afro-cubanos.
Los sacrificios, la sangre, la utilización de restos humanos, diferencia sustancialmente al palero del santero, quién manifiesta una mayor influencia católica en sus ritos, y también en la apariencia de sus poderes paranormales, ya que las visiones, percepciones extrasensoriales, clarividencias, etc que viven los santeros y las santeras, como Rosa Sánchez, veterana santera de Trinidad, se identifican más con visiones místicas y trascendentes.

Rosa Sánchez llamaba nuestra atención sobre el fenómeno que viven muchos seguidores de la santería afrocubana, quienes han acusado tanto el sincretismo religioso que han comenzado a olvidar a Changó, o a Osún, rezando y atribuyendo los fenómenos que protagonizan a Santa Bárbara, la Caridad del Cobre, etc. Fenómenos, a veces tan espectaculares como psicorragias y poltergeist, pero que a pesar de producirse en un contexto mágico afrocubano, son interpretados desde una óptica católica (ángeles, demonios, milagros) a causa del sincretismo.

Sin embargo, independientemente de la interpretación subjetiva del protagonista, el fenómeno paranormal es exactamente el mismo que las "revelaciones" de la Nganga del palero, o los "viajes astrales" del brujo africano.

Pero de todos los personajes del mundo mágico afro-cubano, el considerado más elevado es el babalao. Los babalaos ya han trascendido la necesidad de sacrificios, sangre y ritos oscuros en sus ceremonias. Ungidos por Orula, el oricha de la adivinación, los babalaos utilizan diferentes sistemas mánticos para adivinar el pasado, presente o futuro del consultante. El sistema más conocido son los famosos buzios o caracolas, sin embargo existen otros sistemas más "sofisticados".
Esteban Valdés, babalao de Guanabacoa utiliza el Opkuoele, una especie de "rosario" hecho de conchas, huesos y piedras que es arrojado sobre una estela repetidas veces. Dependiendo de la forma en que caiga el Opkuoele así interpretará el babalao la profecía. Sin embargo, tal y como explicaba Esteban Valdés, en ocasiones las percepciones llegan solas incluso antes de interpretar los símbolos del Opkuoele o de los buzios. Estos, igual que el tarot, la bola de cristal, u otras máncias europeas, no son más que soportes que utiliza el adivino para manifestar una facultad intrínseca a su propia mente: una facultad parapsicológica de Percepción Extra-Sensorial.

La mente sobre la materia Lo prodigios de los fakires hindús son conocidos en todo el mundo. Las sectas hinduístas y musulmanas de la India, como los adoradores de la diosa Kali, taladran sus cuerpos con cuchillos y agujas, o como en el caso de los chiítas flagelan sus espaldas autoprobocándose espectaculares hemorragias sin que parezcan sentir dolor.

Ese mismo fenómeno, de aparente insensibilidad al dolor, lo encontramos en otras muchas culturas. En África, al igual que en otros pueblos, como Filipinas, Japón, e incluso en España, existen "caminantes del fuego". En determinadas celebraciones algunos "elegidos" de los dioses (en el caso de España son los devotos de la Virgen de la Peña, en San Pedro Manrique -Soria) son capaces de hundir las plantas de los pies en las brasas de una hogera y, literalmente, caminar sobre el fuego.
En 1993 yo mismo realicé el experimento y, tras quemar una tonelada de leña siete occidentales sin ninguna preparación caminamos sobre las brasas sin quemarnos. El secreto está en la técnica. Una técnica que en los pueblos primitivos es heredada de padres a hijos, y de generación en generación de chamanes, para asombro y maravilla del resto de la tribu.

Y lo mismo ocurre con otros prodigios físicos que hemos podido presenciar en África o América.

En algunos rituales afro-cubanos de Palo Mayombe se practica el "baile de los cuchillos". Un palero en trance, al que previamente nosotros mismos habíamos vendado los ojos, se sumerge en un violento y frenético baile al ritmos trepidante de los tambores, golpeando su cuerpo con afilados cuchillos sin llegar a cortarse.
En Haití, por ejemplo, las hounsi poseídas por los loas pueden llegar a masticar vidrio, morder carbones encendidos, o revolcarse por las llamas sin llegar a dañarse. En todos los casos la mente manifiesta un absoluto control sobre el cuerpo.
Cuando las magias se encuentran Carlos Castaneda es un hombre de pequeña estatura pero de carismática personalidad. Sus ojos rasgados y brillante denotan una gran perspicaz inteligencia, y la juvenil flexibilidad de sus movimientos contrasta con su edad. Su forma de hablar, cordial pero severa, y su patente sentido del humor, no encajan con la imagen circunspecta y distante que tenemos popularmente de los típicos brujos y chamanes americanos, pero es que Castaneda no es un típico brujo.
Este antropólogo saltó a la fama mundial al escribir un libro en el que relataba sus experiencias con un viejo brujo yaqui; Don Juan Matus, quién inició a Castaneda en la tradición de la brujería tolteca. Sin embargo otros brujos y chamanes mexicanos reprochan a Castaneda lo que ha descrito en sus libros, acusándolo de trabajar con "las fuerzas oscuras de la naturaleza". Castaneda ha protagonizado todo tipo de experiencias paranormales (incluyendo, según nos confesó, un avistamiento OVNI en compañía de Don Juan) pero sus vivencias van mucho más allá de los fenómenos enumerados en los tratados de parapsicología más modernos. Se trata, de ser ciertos sus relatos, de exploraciones en mundos y realidades paralelas a la nuestra que escapan a la comprensión de la parapsicología científica. Sin embargo las experiencias de otros brujos mexicanos si pueden sea abordadas desde un punto de vista parapsicológico.

Don Félix Morales Ceballos, por ejemplo, es uno de los chamanes mexicanos más conocidos dentro y fuera de su país. Nacido hace más de medio siglo en el humilde barrio de Santa Anita, en la localidad de Cuernavaca, fue educado en el seno de una sencilla familia de pobres recursos económicos. Desde niño manifestaba una gran energía, siendo un joven inquieto y travieso. Y fue precisamente durante una de sus correrías infantiles como descubrió sus poderes paranormales. Un amigo se lesionó seriamente y Don Félix se colocó a su lado, invocó a Dios y curó al niño utilizando solo su propia saliva. Desde entonces consagró su vida a la curación. Durante su entrevista con Mundo Misterioso, Don Félix nos mostró alguna documentación referida a algunas de sus más espectaculares curaciones, "incluso levantar a un enfermo de su silla de ruedas".

Este conocido chamán mexicano se considera heredero de una tradición mágica ancestral. "Cuando Hernán Cortés llegó a México -nos explicaba Don Félix- llevaba con él soldados, sacerdotes, etc. Pero cuando la reina de España le dijo que le enviaría algunos doctores, él dijo que no los necesitaba, porque en México había mejores doctores. La ciencia, por medio de la naturaleza estaba muy adelantada, y algunos sacerdotes, al ver que aquellos médicos de Moctezuma curaban al momento lo llamaron brujería. Hoy nosotros demostramos esos poderes de curación que nuestros ancestros ya conocían".

Sin embargo, y a pesar de utilizar sus poderes psíquicos de sanación con los cientos de enfermos que acuden a visitar su consulta en Cuernavaca, Don Félix utilizaba casí las mismas palabras que el palero cubano o la "Madre de Santo" brasileña: "Yo no soy el que cura, es Dios. Yo veo una gran luz blanca y entoncés se que el enfermo se curará, pero es Dios quien lo hace, no yo".

Un conocimiento universal A pesar de estar separados por miles de kilómetros y cientos de años, en el espacio y en el tiempo, los chamanes, brujos, hechiceros, mediums y curanderos de diferentes culturas presentan importantes paralismos. De la misma forma que los médiums espiritistas europeos, o los místicos cristianos, exteriorizan el origen de los fenómenos paranormales que viven, atribuyéndolos a entidades sobrenaturales (espíritus, ángeles, demonios, etc), los brujos y chamanes atribuyen a los loas, orichas, y demás dioses de sus respectivos panteones religiosos, los fenómenos paranormales que protagonizan en sus templos y rituales. Sin embargo tal vez habría que buscar el origen de tales fenómenos mucho más cerca; en la misma mente de esos insólitos personajes que viven en los límites de la realidad, y en los sorprendentes poderes psíquicos que pueden esconder esos cerebros...

sábado, diciembre 17, 2011

La Conspiración O.V.N.I.


Por Manuel Carballal

En junio de 1987, durante el congreso anual de MUFON (la más importante asociación civil de estudios OVNI en USA) se hacían públicos los documentos más polémicos en la historia de la ufología: el memorándum Majestic-12. Dicho informe, compuesto por un grupo de ocho microfilms, se presenta como un documento facilitado por el presidente Truman a su sucesor, detallando las autopsias y análisis a cuatro cadáveres alienígenas y a un platillo volante estrellado en Roswell en julio de 1947. Poco después, esos informes serían desarrollados en un disparatado libro , The Matrix, que conmocionaría a la ufología mundial: se trataba de la historia de un supuesto pacto secreto entre los alienígenas y el gobierno norteamericano...
Tres años después, también en un congreso de MUFON, William Moore, conocido escritor y ufólogo norteamericano (coautor de El incidente y El Experimento Filadelfia), hacía una confesión explosiva. Según su aparente arrepentimiento, llevaba nueve años contratado por los servicios de inteligencia americanos para actuar como “topo” en la comunidad ufológica, transmitiendo a las agencias gubernamentales los descubrimientos más relevantes de los investigadores e intoxicando a la vez con información falsa a los interesados por el fenómeno OVNI. Ese día, la ufología mundial dio un giro de 180º, y algunos expertos lúcidos comenzaron a entrever la gran trascendencia que tenía el factor militar en esta disciplina.
Como detalla acertadamente Javier Sierra en La conspiración OVNI; Historia de un Watergate ufológico (S.E.P., 1990) el trabajo de intoxicación de William Moore comenzó con el desdichado Paul Bennewitz.

“Bennewitz, propietario de una pequeña sociedad productora de componentes electrónicos, la Thunder Scientific Company, comienza a ser estrechamente vigilado por los Servicios de Inteligencia de la Base Aérea de Kirtland, a raíz de una serie de experimentos que realizó, a primeros de 1980 con una mujer que fue abducida en mayo de ese mismo año en las inmediaciones de Cimarrón (Nuevo Méjico). Suponía Bennevitz que los extraterrestres que secuestraron a la testigo, le habían implantado una especie de microaparato con el objeto de controlarla a larga distancia, y suponía igualmente que utilizando los medios electrónicos adecuados podría interceptarse la señal que, pretendidamente, partiría de ese ingenio insertado en el cuerpo de la abducida hasta alcanzar la nave alienígena. En compañía del Dr. Leo Sprinke, mundialmente conocido por sus investigaciones en este campo, llevó a cabo sus primeros intentos de interceptación. Finalmente, logró captar una señal que, supuestamente, era originada desde el interior de esta persona, pero que luego se vería que procedía de las cercanas instalaciones del almacén de armas nucleares de Manzano, en el interior de la Base Aérea de Kirtland. Esto, unido a los extraños avistamientos de luces no identificadas entrando y saliendo de esta base, llevó a Bennevitz a pensar que los alienígenas se habían instalado en aquella zona militar restringida. (?)

Paralelamente, los militares de Kirtland -que por aquel entonces se encontraban trabajando en los preliminares de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) o “Guerra de las Galaxias”- detectaron que un “topo” se había colado en su sistema informático...y el intruso no era otro que un ciudadano llamado ¡Paul Bennevitz! Fue entonces cuando APOSI contactó con Moore para espiar a Bennevitz, y, tras cerciorarse de su afición por la ufología, decidió suministrarle todo tipo de información aberrante sobre pactos entre los extraterrestres y las Fuerzas Armadas para que sus afirmaciones de que había detectado “algo raro” en Kirtland no despertaran las suspicacias de los rusos, con el aliciente añadido de un momento histórico en el que el mundo vivía todavía los estertores de la guerra fría”.
Los rumores del pacto secreto de USA con los alienígenas se extendió rápidamente. ¿Qué otra explicación podía tener que las señales recibidas a través del implante hecho a un abducido proviniesen de una base militar americana?
El “tratamiento” de intoxicación con el que sometieron las agencias de inteligencia a Bennevitz funcionaron a la perfección, y el “espía” terminó sufriendo tratamiento psiquiátrico. “El Gobierno volvió loco a Bennevitz -terminó confesando Moore- para detener todo el proceso...”

A ese incidente siguió una vasta campaña de desinformación por parte del Gobierno norteamericano contra la comunidad ufológica. Desinformación que aún continúa. Pero el daño ya estaba hecho. El descubrimiento de Bennevitz abría una puerta a un aspecto estremecedor del fenómeno OVNI: la manipulación de la población civil tras el mito extraterrestre...

Sería demasiado complejo sintetizar todos esos manejos en estas líneas, que sólo pretender invitar a la reflexión al lector. Son muchos los aspectos de este entramado que se ha tejido en torno a la ufología desde sus orígenes en los años 40, e incluso antes. Pero sí conviene citar algunos aspectos especialmente significativos. Con esta nueva dimensión, de tipo “espionaje-militar” del fenómeno OVNI, surgieron casos muy significativos, aunque tal vez erróneamente interpretados.
Una de las “pruebas” del pacto entre USA y las EBEs (Entidades biológicas Extraterrestres), fué encontrada por los ufólogos en la ultrasecreta base aérea de Groom Lake conocida como “Area 51”

El número correspondiente a marzo de 1994 de la revista científica americana Popular Science dedicaba toda su portada precisamente al “Area 51”. En el extenso artículo que publicaba esta revista tan poco sospechosa, se hacía eco de la observación de extrañas aeronaves que se habían visto sobrevolando la zona. En los alrededores de Groom lake se organizaron auténticos turnos de vigilancia ufológica que, tras horas de escrutar los cielos, ha dado sus frutos con fotos y filmaciones de aeronaves no convencionales.

Aunque algunos personajes, como el polémico físico Bob Lazar aseguran que tras haber sido contratados para trabajar en la base como personal de mantenimiento, llegaron a ver naves discoidales “una de ellas -decía Lazar- similar a las fotografiadas por Billy Meier”.

La historia es más larga y compleja. Pero elementos como las “comunicaciones” entre el implante de la abducida y la base Kirtland, detectados por Bennewitz, o los “platillos” y otras naves no convencionales observados en el “Area 51”, son prueba evidente para algunos ufólogos norteamericanos de que el gobierno ha hecho un pacto con los alienígenas para intercambiar tecnología extraterrestre a cambio de un “permiso de abducción”.

Quizá, sólo quizá, la respuesta pueda ser mucho más sencilla. Quizá los “platillos” y los OVNIs triangulares sean, sencillamente, aeronaves sofisticadas, pero terrestres. Y quizá las abducciones -o algunas abducciones- sean experiencias ilegales de manipulación genética por parte de científicos militares. O quizá...
Manipulación En 1979, se publicaba en Zaragoza (Editorial Alvarez Esbec) un libro sorprendente: Bases de OVNIs en la Tierra.

El libro, escrito en primera persona, pretendía ser la biografía de un joven español e hijo de americanos (su padre sería un oficial de la base de Torrejón) reclutado por la CIA y adiestrado para convertirse en un ufólogo y contactado, según fuese preciso, al servicio de la Inteligencia yanki.

A lo largo de 223 páginas, el autor, que firma como Douglas O’ Brien explica cómo la CIA le habría facilitado documentación ufológica, credenciales de la FSR, amenazas a testigos que vieron demasiado, cómo había organizado “Alertas OVNI” cerca de bases enemigas para poder fotografiarlas con la excusa ufológica, etc. Al final, los remordimientos por sus acciones, y la convicción final de que, después de todo, también existían OVNIs extraterrestres, llevaría a este “espía”a confesar públicamente sus acciones a través del citado libro. Ciertamente, el relato es apasionante como novela de suspense y como una auténtica premonición de los aspectos militares del fenómeno OVNI que se destaparían diez años más tarde.
Por fin, en Abrin de 1994, pude identificar, localizar y reunirme con el verdadero autor del libro, Francisco Javier Esteban, en la ciudad Zaragoza.
Esteban, en la actualidad miembro de la asociación negativista ARP, me explicó que el libro era una novela construida con información ufológica extraída de infinidad de fuentes, mas una dosis de fantasía. Sin embargo, el argumento de Bases de OVNIs en la Tierra se haría realidad, aparentemente, justamente dos lustros después de su publicación también en España.

El “affaireSouza” Sábado 9 de diciembre de 1989. Haro (Logroño). Con lágrimas en los ojos, Jefferson Souza, joven de origen brasileño pero afincado en USA, hacía una sorprendente confesión: “Yo estoy en una posición muy difícil. Se espera que hable de determinadas cosas y me es muy difícil hacerlo... pero tengo que hacerlo. Pienso que ya basta de tantas historias, de tantos cuentos... Es hora de hablar de manipulaciones. De manipulaciones de personas con personas, de gobiernos con personas...Yo no sé si es el momento ni el lugar, pero yo un día tenía que explotar”.
Aquella jornada histórica se había iniciado horas antes. Cuando yo llegué al hotel Los Agustinos, invitado a aquel I Congreso de Parapsicología y Ufología de la Rioja, Enrique de Vicente (director de la revista Año-Cero) estaba esperándome en el hall.Visiblemente excitado, más aún que de costumbre, me acompañó a la habitación. “Casualmente” nos habían colocado en la misma. Eso inquietó aún más a Enrique, quien asegurando que tenía algo importantísimo que decirme, se negaba a hacerlo en la habitación. “No podemos hablar aquí, salgamos fuera...”. Se iniciaba entonces para mí una especie de película de espías y OVNIs absolutamente increíble.
Según me explicaba De Vicente, Jefferson Souza, sobre quienes varios investigadores teníamos sospechas, se había derrumbado durante la comida, confesándole a Enrique ser un agente de desinformación adiestrado ufológicamente por la CIA.
Jefferson Souza había llegado por primera vez a España un año antes, presentándose en Cataluña como contactado, y narrando su increíble historia. Nadie podía imaginar entonces el peligro que supondría para la ufología española meses más tarde, y el inexplicable protagonismo que alcanzaría en el país. Pero vayamos por partes.

Durante su conferencia-confesión en Haro, Souza entonaba un “mea culpa”, excusándose por haber engañado y mentido a algunos conocidos investigadores españoles, entregándoles información “preparada” por sus superiores para que, así deformada, se publicase y circulase entre los ufólogos españoles y europeos. Su misión era la de construir las creencias que convenían sobre los OVNIs.

Según Souza, las agencias de inteligencia eran conscientes del gran valor sociológico que el mito extraterrestre tiene en la sociedad occidental, y había descubierto su valor potencial para manipular a masas de individuos creyentes en los OVNIs.

Aquella noche, después de la cena y de la entrega de los Premios Paracelso, y tras conseguir despistarnos del resto de los ponentes y comensales, Jefferson Souza, Enrique de Vicente y yo, nos reunimos en una discreta sala del hotel con la intención de profundizar en las revolucionarias afirmaciones del americano-brasileño. Durante casi cinco horas, Enrique y yo (más tarde se nos uniría Sinesio Darnell) pudimos bombardear a preguntas a Souza sobre quién le pagaba, qué información debía distribuir, etc. Todo está grabado.

Jefferson afirmaba haber acudido a Haro, en este segundo viaje a España, con la intención de “reclutar” a algunos investigadores españoles (De Vicente y yo, entre ellos) para participar en esta mascarada. En mi caso, ésta era ya la tercera vez que alguien intentaba sobornarme para cometer un fraude ufológico. Yo jamás acepté estas proposiciones, pero sé que otros lo han hecho; de ahí mi escepticismo en muchos aspectos del fenómeno OVNI. Si la información que barajamos es falsa, las conclusiones originadas por ella jamás podrán obedecer a la verdad.
Según decía Souza, siendo un niño había sido abducido y sometido a un implante. Más tarde descubrió que sus captores no eran alienígenas, sino militares norteamericanos, y que él, como muchos otros niños brasileños había sido utilizado como “conejo de indias”. Siempre según su relato, años después fue “reclutado” por la CIA y trasladó su domicilio a USA. Allí, al igual que el personaje de Bases de OVNIs en la tierra, fue instruído para introducirse en el mundo de la ufología y actuar como agente de intoxicación. Sabiendo que la mayoría de los autores no investigan, sino que se limitan a publicar refritos de otras fuentes, basta introducir un dato en una publicación o conferencia, etc, para que otros divulgadores la retomen y la reproduzcan constantemente, siendo enriquecida y distorsionada con el paso del tiempo. Es lo que yo llamo el efecto “bola de nieve”.
Según aseguraba Souza, algunas abducciones eran experiencias totalmente reales y físicas, pero los raptores no son extraterrestres, sino científicos norteamericanos que usan los cerebros de los abducidos como laboratorio. Los implantes -afirma Jefferson- son de tecnología japonesa extremadamente sofisticada y actúan creando un vínculo terrible entre el abducido y sus captores, como descubrió casualmente Paul Benewitz (ver Secuestrados por los OVNIs, Espacio y Tiempo,1992).

Por otro lado, el supuesto ex-ufólogo a sueldo nos habló del “Proyecto Némesis”, un hipotético experimento psicosocial consistente en crear grupos de disciplinados “soldados” reclutados a través de hipotéticos contactados. Souza afirmaba que las agencias de inteligencia americanas hacía muchos años que fabricaban “platillos volantes” (en eso no mentía) y que los habían utilizado en una particular misión. Una vez seleccionado un personaje de gran carisma natural, se le convencía de haber contactado con alienígenas, lo cual es sumamente fácil cuando se tiene esa tecnología. Si un “platillo volante” aterriza en el patio de tu casa, y un individuo de dos metros sale del interior y le dice que es extraterrestre, lo más probable es que le creas a pies juntillas.

Una vez hecho esto, el “contactado fabricado” entregaría su vida a la trascendente misión de difundir los mensajes de los “Hermanos del Cosmos”. El “Proyecto Némesis” se encargaría de apoyar al contactado facilitándole todas las pruebas necesarias: avistamientos -previa cita de sus “platillos volantes”-, fotos, filmaciones, algún mineral extraño (debidamente manipulado en los laboratorios siderúrgicos de la CIA), etc. Souza mencionaba casos como el de Billy Meir, como ejemplo del “Proyecto Némesis”.

Realmente, las afirmaciones de Souza eran increíbles, y el vértigo de la conversación, agotador. Todo lo que alguien pudiese creer sobre el fenómeno OVNI era demolido en aquella conversación. Pero Souza continuaba mintiendo y, de haber sido realmente un intoxicador gubernamental, al verse descubierto por De Vicente, no había dejado su papel, sino que lo había disfrazado de arrepentimiento. Los sucesos que tuvieron lugar en los días sucesivos demostraron que, fuese lo que fuese, Jefferson Souza mentía como un bellaco, y su destructiva actuación en España no tenía buenas intenciones.

Dos días después, el lunes 11, yo pensaba viajar a la montaña de Montserrat (Barcelona) para continuar la investigación que venía realizando sobre los contactos OVNI con Luis José Grifol. Pero antes, aprovechando el ofrecimiento de unos amigos de llevarme, quería visitar Desojo, un pequeño pueblo navarro donde se emplazaba otro grupo de contacto: Adonai. Cuando comenté mis planes, Souza se mostró extremadamente interesado en acompañarme para conocer a estos contactados. Tendría, pues, durante las siguientes 48 horas, oportunidad de interrogar a fondo a Souza.
Así pues, al día siguiente salíamos juntos hacia Desojo en el coche de ese matrimonio amigo. Ellos nos dejarían a Jefferson y a mí en la estación de ferrocarril de Logroño.

Cuando, ya bien entrada la noche, los cuatro nos despedimos de Lice Moreno, líder de Adonai (quien, por cierto, no se había dejado seducir por Souza), protagonizamos una anécdota significativa, entre las muchas que se produjeron en el viaje.
Apenas habíamos recorrido unos kilómetros cuando Jefferson llamó nuestra atención: “¿Os habéis fijado que hace un rato que nos sigue ese coche?”. La verdad es que, por mucho que nuestro conductor acelerase o redujese, este vehículo seguía detrás de nosotros. La tensión llegó a tal extremo que, en algún punto de la carretera entre Desojo y Logroño, nuestro conductor dio un volantazo sacando el coche de la carretera. Entre la polvareda vimos que el otro vehículo aceleraba, perdiéndose en la noche. Al menos durante un rato...

Souza sabía, y sabe (aquí es donde quiero llegar) utilizar a las personas y estimular sus emociones en su beneficio. Sin embargo, no deja de ser curioso que cuando llegamos a Logroño, pasada la medianoche, se produjo otra “anécdota”.
Visiblemente inquietos, mis amigos nos dejaron en la estación de ferrocarril y continuaron camino hacia su casa. La estación estaba desierta. No había absolutamente nadie. El tren no pasaba hasta la 1:30 de la madrugada, así que sugerí a Jefferson que me esperase en la estación con las maletas mientras yo buscaba algún bar donde comprar algo de comer y de beber, porque todavía no habíamos cenado.
Salí de la estación y tardé un rato en volver. Cuando regresé, me sorprendió encontrar a Jefferson hablando animadamente con alguien. Estaban sentados de espaldas y no me vieron llegar. Cuando estaba a un par de metros, Souza me descubrió, pero yo había podido escuchar que estaban hablando en inglés. El otro individuo, un joven vestido de manera informal, se disculpó y se marchó. Jefferson me comentó: “Qué coincidencia ¿verdad?, otro americano aquí...” Sí, la verdad es que era una casualidad encontrar a otro americano en la estación de tren de Logroño a la 1:30 de la mañana...

Al día siguiente nos despedimos en la estación de Sants. Aunque deberíamos vernos esa noche en Montserrat. Y allí vería, por primera vez, un ejemplo de la hábil manipulación de Souza con los contactados. En la montaña organizó ya el “show” y consiguió dividir a los fieles seguidores de José Luis Grifol en dos bandos, uno de los cuales lideraba, obviamente el mismo Souza. Aquel meteórico protagonismo me hizo intuir sus intenciones.

Requeriría mucho espacio desmenuzar las andanzas de Souza por España, pero en sólo unos días había sido entrevistado en programas de TV y radio, así como en semanarios nacionales.

Fui testigo de su empeño de enemistar a investigadores, contando mentiras de uno a otro; dividió grupos de contacto consolidados hace años erigiéndose en líder... Era alucinante su rapidez en captar adeptos, y el secreto era sencillo: sabía dar a cada cual lo que quería.

Dada la gravedad que revestía el asunto, y después de entrevistarse con investigadores como Antonio Ribera, Andreas Faber Kaiser, etc, que habían conocido a Souza en su anterior viaje a España, convocamos una reunión en Tarrasa para el 15 de Diciembre. Allí, Javier Sierra, Josep Guijarro, componentes de los grupos AFK, UNIFA y otros, debatimos durante ocho horas el problema Souza. La conclusión es que, realmente podría tratarse de un intoxicador actuando para alguna asociación no identificada (que igual podría ser la CIA que un grupo de escépticos profesionales).
Mientras tanto, su apariencia inocente y su origen yanki habían conseguido que, en unos pocos días, hubiese dado una conferencia y organizado tres grupos de seguidores en varias poblaciones catalanas. Sin embargo, con sus grupos se comportaba de una forma y, fuera de ellos, de otra. Lo que él no podía prever es que yo estaba recopilando todas las grabaciones de sus intervenciones en radio y TV de sus conferencias, e incluso de sus reuniones privadas. En total, más de una docena de horas de grabación que, una vez contrastadas, evidencian sus elaboradas mentiras.
El día 13 de diciembre, por mediación de Enrique de Vicente, que aún estaba conmocionado por la confesión de Souza, se grababa una entrevista a Jefferson para emitirla en el programa Espacio en Blanco, a condición de que fuera radiada una semana después. Esto debería dar tiempo a nuestro personaje para salir del país y recuperar su archivo. La entrevista se emitió el día 23, y en ella el “intoxicador” decía cosas como : “Quiero dejar bien claro que yo hablo por este micrófono por mi libre voluntad, y me desarraigo de cualquier compromiso adquirido anteriormente. Hay unas fotografías que son microfilmes en mi archivo, y creo que es la salvaguarda que yo tengo. Espero que emitan este programa por lo menos el día 20, que me dará tiempo a tenerlo en mis manos. Mi archivo es lo único que me salva... hay copias de sueldos, pagos... La CIA no perdona”.

Sin embargo, en una conferencia que daba paralelamente en San Félix de Codines, creaba un nuevo grupo de trabajo llamado “ADN” que, según sus propias palabras, estaría respaldado por dos universidades americanas: “Nosotros tenemos dos universidades entre nosotros, siendo una de ellas la Universidad de Los
Angeles, a través de unos amigos personales míos que, por medio de la división de parapsicología, colaborará con nosotros. Por tanto, tendremos apoyo académico...” Y digo yo ¿cómo demonios un pretendido ex-agente de la CIA, perseguido por asesinos a sueldo, va a trabajar tranquilamente con una universidad de la propia CIA?
Durante casi seis meses, estuve investigando a Souza y descubrí que estaba realizando similares “chanchullos” en otros países, como Francia, Brasil, Argentina o USA, donde eran ya famosas sus turbias actividades como, por ejemplo, la “Misión Vega”, que llevó a cabo en Nueva York dañando psicológicamente a varios contactados. En una carta fechada el 18 de diciembre de 1989, la investigadora Mónica Williams lo definía de forma muy acertada: “Souza no es agua clara...” Lo que, sin embargo, nadie sabía es de dónde sacaba el dinero para los increíbles viajes que hacía por todo el mundo. En una semana podía visitar España, Méjico, Alemania y USA, sin que nadie le conociese oficio alguno. Aunque, también debo decirlo, trabajó como “sanador” en Cataluña durante un tiempo... Al parecer, como buen abducido, los extraterrestres le habían desarrollado su nivel vibracional...
En el colmo del absurdo, Jefferson Souza aparecía reseñado en el catálogo de productos de UFO Library. En una selección de grabaciones magnetofónicas, de conferencias de grandes contactados, como Sixto Paz, Edward Meier, George Adamski, Benjamin Creme, etc, aparecía el contactado Jefferson Souza. Y, al mismo tiempo, en el núm. 297 de “Mufon UFO Journal” (la revista publicada por la organización ufológica más importante del mundo), Walter Andrus nombraba a J. Souza como el Director de Mufon en España...

En cuanto reuní algunas de estas pruebas, decidí denunciar públicamente las actividades de Souza, y así lo hice en un reportaje publicado en la desaparecida revista Karma-7 y en una emisión del programa de radio El Gran Sabbat, el mismo que utilizara el propio Souza.

Sin embargo, dos años después Jefferson volvió a actuar en España. En una serie de cartas que pude interceptar, se puede ver claramente que en agosto del 92, nuestro personaje volvía a la carga.

En esta ocasión Souza intentaba contactar con grupos de investigadores jóvenes, pero muy prometedores, actuando más en la sombra. En una carta del momento, el muy sinvergüenza decía “Disculpe el malo español, todavía lo estoy aprendiendo”, cuando dos años antes lo hablaba perfectamente.

En otra sustanciosa carta dirigida al grupo ANJOMA (tres jóvenes amigos apasionados por el misterio) de Cádiz, y fechada en septiembre del 92, Souza decía cosas como: “Yo trabajé en NSA (Nacional Security Agency). Sí, recibí directamente instrucciones para ofrecer una propuesta de empleo a Mr. Enrique de Vicente, distribuir información falsa sobre un inexistente proyecto llamado Majestic. Mi viaje tenía tres rumbos: Barcelona, País Vasco y La Rioja. Debí contactar unidades “X” en un gran grupo ufológico en Madrid y unidades “Y” en Galicia”.
“... en Haro debería hacer una ponencia sobre el Majestic. Yo cargo muchas cosas en mi conciencia, y me acuerdo de que, al hablar con Mr. Enrique de Vicente, varios pensamientos se me vinieron como ¡Basta de engaños! ¡El es un estudioso serio que hace lo que mejor puede en su país! Mismo así, sí le hice la propuesta (esta era mi primordial misión), la cual rechazó, lógicamente” .

“Fue (yo) visitado por agentes armados más tarde, después de una larga charla con Mr. de Vicente, Mr. Carballal, Mr. Darnell...”.

“A mi retorno a América, fuí severamente castigado (incluso físicamente).”
“Y el episodio de Radio Barcelona fue el primero de muchas inquisiciones y crucificaciones del nombre de Jefferson de Souza, que aquí, gracias a la ayuda de NSA, soy sinónimo de agente de la CIA o Maestro de la Desinformación. De Vicente, Carballal, Sierra, Guijarro, antes aliados míos (o por lo menos yo así lo pensaba), se vuelven en mi contra por presiones de otras personas en falso testimonio o afirmaciones mías que el NSA me obligó a hacer...”.

Resulta absolutamente imposible saber hasta dónde miente Jefferson Souza y cuándo empieza a decir la verdad. No se puede afirmar categóricamente que sea un instrumento de intoxicación de las agencias de inteligencia americana, de alguna organización privada, o que estemos ante un infantil fabulador, pero su caso ha supuesto un excelente ejemplo de hasta qué punto es manipulable el fenómeno OVNI. Sobre todo, el affaire Souza es una seria invitación a la prudencia y al sentido crítico, porque de lo contrario, somos fácil presa para los engaños y fraudes más sorprendentes que podamos imaginar, y el riesgo es grande. Nos jugamos nuestra cordura y nuestra libertad.

Era Extraterrestre el Dios Crsitiano??



J.J. BENITEZ

El Dios Cristiano

Si difícil nos resulta admitir siquiera la posibilidad de que seres extraterrestres tuvieran una presencia y notable influencia hace miles de años en una cultura y ubicación tan lejanas como las de la antigua civilización maya, cuánto más difícil nos ha de resultar superar todas nuestras ideas preconcebidas, inculcadas en nuestro interior por nuestra educación y cultura.

Quizá podamos admitir que los mayas recibieron la visita de seres extraterrestres a los que veneraron como dioses y de los que recibieron conocimientos y sabiduría durante siglos. ¿Pero qué pasa si son nuestras propias creencias, o las de nuestra cultura, las que se ven medidas por el mismo rasero?.

Como adelantamos ya en la introducción de esta serie de artículos, admitir la naturaleza extraterrestre de Dios, definiéndolo como un ser corporal de carne y hueso no tiene por qué afectar a su carácter, virtudes ni naturaleza. Seguiría siendo un ser superior, poseedor de conocimientos y técnicas aún hoy sobrenaturales, y lo que es más importante, poseedor del mensaje y las finalidades que impregnaron sus hechos en el pasado.

Aquel que sea un auténtico creyente no debería preocuparse por la naturaleza última de Dios, sea una nube de vapor, un concepto mitológico derivado de la observación de la naturaleza, un extraterrestre o un espabilado escondido detrás de una piedra y hablando a través de una estatua. Lo importante de una creencia es el mensaje, la finalidad, el objetivo a que conduce, que en el caso del cristianismo es el amor y la paz entre los hombres. Y este mensaje no es en absoluto incompatible con una posible naturaleza extraterrestre de Dios.

El prestigioso autor español J.J. Benítez presenta en varios de sus libros la teoría de que también el dios cristiano tiene un origen extraterrestre.
En sus estudios, el investigador sugiere la posibilidad de que exista una o varias "razas" extraterrestres de un nivel intelectual y tecnológico muy superior al nuestro que desde hace miles de años vienen visitando nuestro planeta e influyendo, lo más discretamente posible, en nuestra evolución intelectual y espiritual.
Estos seres, infinitamente más cercanos que nosotros a la Perfección absoluta habrían estado preocupándose por nosotros desde antes de que el mundo existiera y vendrían tutelándonos para ayudarnos a avanzar por el camino de esa Perfección, aunque siempre respetando la libertad individual y la necesidad, imprescindible en cualquier aprendizaje, de equivocarse para poder encontrar la verdad.

El autor busca sus fuentes tanto en los textos de la Biblia como en los llamados Evangelios Apócrifos, reconocidos por la Iglesia como redactados por un autor sagrado aunque no investidos de la inspiración divina. Por supuesto que la calificación de un texto como dotado o no de esa inspiración depende únicamente de criterios humanos, los responsables en cada momento de su calificación. De hecho, después de haber sido ocultados y luego perseguidos, la misma Iglesia Católica les reconoce hoy a estos textos un gran valor, especialmente en lo referente al desarrollo de algunos puntos concretos que los Evangelios Canónicos no desarrollan suficientemente.

Idéntica finalidad persigue J.J.Benítez, en especial en lo referente a extender las informaciones que los libros oficiales presentan sobre la concepción y nacimiento de Jesús de Nazaret. Para ello utiliza los Evangelios apócrifos de Santiago, de Mateo, el Libro sobre la Natividad de María, el Evangelio de Pedro y el Armenio y Arabe de la Infancia de Jesús, todos ellos reconocidos por la Iglesia Católica como parte de la Tradición.

El Pueblo de Yahvé

Cuando estos seres extraterrestres asumieron, hace unos 4000 años, la tarea de preparar la llegada de un portador de su mensaje, empezaron por buscar una zona y un pueblo adecuados para la tarea que les esperaba. Se decidieron por una raza nueva habitante entre el Nilo y el Tigris. Esta zona era el foco cultural más importante del planeta, poblado por las, entonces, civilizaciones más avanzadas: Egipto, Babilonia, Nínive y Ur.

En vista de que todos los pueblos estaban influidos ya por diferentes creencias y religiones, fue preciso crear una nueva nación.
"Yavé dijo a Abraham: Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré." (Génesis 12, 1-3).

Varios siglos después, la nación judía comprendía a seiscientas mil personas. Todos ellos, y sus rebaños, fueron trasladados por el desierto en lo que ha dado en llamarse el Exodo.

"E iba Yahvé al frente de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos en el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos…" (Exodo, 13 21-22).
Los egipcios no dejaron marchar a los judíos fácilmente. Eran unos excelentes esclavos, e hicieron falta varias plagas e incluso una matanza de los primogénitos egipcios para liberar al pueblo. Aún así, después de su partida no tardaron mucho en arrepentirse y salir en su persecución, alcanzándolos junto al Mar de Suf.
"Levantóse el Ángel de Yavé que marchaba al frente del ejército de Israel, y se puso detrás de ellos. Levantóse también la columna de nube de delante de ellos y se colocó a la espalda, intercalándose así entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. Era nube y tinieblas (por una parte), y (por la otra) iluminaba la noche, de modo que no pudieron acercarse aquellos a éstos en toda la noche.." (Exodo 13, 19-20).
Lo que sucedió después, es sobradamente conocido.

Evidencias

Existen aproximadamente doscientas apariciones de ángeles en el Antiguo y Nuevo Testamento. Siempre son jóvenes de gran belleza y de ropas brillantes. Su aspecto, sin embargo, es tan humano que a veces pasan inadvertidos.
"el ángel de Dios se presentó a Joaquín rodeado de un inmenso resplandor…" (Libro sobre la Natividad de María).
"Y sucedió que, al ofrecer Joaquín su sacrificio, juntamente con el perfume de éste y, por decirlo así, con el humo, el ángel se elevó hacia el cielo" (Apócrifo de San Mateo)

Sobre la infancia de María, criada en el Templo de Jerusalén, resultan reveladores algunos fragmentos del Libro sobre la Infancia de María (cap. VII):
"Diariamente tenía trato con los ángeles. Asimismo gozaba todos los días de la visión divina, la cual la inmunizaba contra toda clase de males y la inundaba de bienes sin cuento. "

"(…) Y María permaneció en el templo como una palomica, recibiendo alimento de manos de un ángel." (Protoevangelio de Santiago, VI)
"fue enviado por Dios el ángel Gabriel, para que le anunciase la concepción del Señor y para que la pusiera al corriente de la manera y orden como iba a desarrollarse este acontecimiento.

Y así que hubo hasta ella, inundó la estancia donde se encontraba de un fulgor extraordinario (…) La Virgen, que estaba bien acostumbrada a ver rostros angélicos y a quien le era familiar el verse circundada de resplandores celestiales (…)
El ángel, por inspiración divina, vino al encuentro de tales pensamientos…" (Libro sobre la Natividad de María).

Después de terminado el Exodo, transcurrieron casi 500 años sin producirse apenas apariciones de ángeles, nubes y gloria de Yavé. Lo que antes era tan cotidiano para este pueblo, desapareció hasta unos quince años antes del nacimiento de Cristo.

Influencias

Primero durante el Exodo, y después en Jerusalén, los sacerdotes consultaban la voluntad de Yahvé en los lugares que éste mismo había destinado a tal fin.
La Tienda del Encuentro primero y luego el Santo de los Santos en el Templo, era el lugar sobre el que descendía la nube. "Y cuando Moisés entraba en el Tabernáculo, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta del Tabernáculo, mientras Yahvé hablaba con Moisés." (Exodo 33, 9-10)

"En todas sus marchas los hijos de Israel levantaban el campamento cuando la nube se alzaba de encima de la Morada (…) Porque durante el día estaba sobre la Morada la nube de Yahvé, en la cual durante la noche había fuego, viéndolo toda la casa de Israel en todas sus marchas" (Exodo 40, 36-38).

El mítico Templo de Jerusalén fue construido también según las órdenes de Yahvé, "Y sucedió que al salir los sacerdotes del Santuario, la nube llenó la Casa de Yahvé; y los sacerdotes no pudieron permanecer allí para ejercer su ministerio, a causa de la nube; pues la gloria de Yahvé llenaba la Casa de Yahvé" (Libro Tercero de los Reyes 8, 10-11)
Moisés subió al monte Sinaí, por mandato divino, donde permaneció durante cuarenta días. "Subió, pues, Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. La gloria de Yahvé reposó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día llamó Él a Moisés de en medio de la nube. Y parecía la gloria de Yahvé ante los ojos de los hijos de Israel como un fuego devorador sobre la cumbre del monte. Moisés entró en la nube y subió al monte. Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches" (Exodo 24, 15-18)

Allí, fue minuciosamente aleccionado acerca de cómo construir la Morada y la Tienda del Encuentro, mostrándole incluso planos o modelos. También fue instruido sobre el descanso sabático, y al marchar le entregó los diez mandamientos "Después de hablar Dios con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio; tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios." (Exodo 31, 18)

Los vestigios que las Santas Escrituras, incluso en sus versiones canónicas, nos han dejado, son innumerables. Basta ojear los libros del Antiguo Testamento, en especial los primeros, con una mentalidad suficientemente receptiva para encontrar indicios que si bien no demuestran nada, ni tampoco lo pretendemos, pueden en cambio servir para dejar abiertas las puertas a otras posibles concepciones o interpretaciones.
El completo código de conducta que son los diez mandamientos, suficientes para una convivencia perfecta; el tratado sobre la salubridad de los alimentos en aquella época y geografía que se puede consultar en el Levítico; la higiene sexual que supuso el rito de la circuncisión; y sobre todo, la evidencia de que en aquella época la presencia de Yahvé y sus enviados era algo plenamente cotidiano.
Los evangelios apócrifos muestran importantes informaciones acerca de cómo la misma virgen María fue concebida por lo que hoy llamaríamos concepción in vitro o tal vez inseminación artificial. De cómo fue criada en el Templo de Jerusalén recibiendo a diario la visita de los ángeles que la alimentaban. Y, en última instancia, de cómo Jesucristo pertenecía a una familia genéticamente escogida y protegida, fue concebido de la misma forma que su madre y vigilado y controlado durante toda su infancia.

En cualquier caso, tal vez sea suficiente para empezar a considerar alternativas razonables.

El Nacimiento

"...Y en aquel momento la estrella aquella, que habían visto en el Oriente, volvió de nuevo a guiarles hasta que llegaron a la cueva, y se posó sobre la boca de ésta. Entonces vieron los magos al Niño con su Madre.." (Protoevangelio de Santiago XXI, 3)
Sobradamente conocida es la historia del nacimiento de Jesús de Nazaret. Al menos, en la versión oficial transmitida tanto por la Iglesia como por la tradición piadosa de los creyentes.

Sin embargo, resulta interesante revisar algunos detalles aportados en su mayoría por diversos evangelios apócrifos, y que si bien no cambian aspectos significativos de dicha historia pueden resultar reveladores en cuanto a la naturaleza de sus artífices.

Camino de Belén, la urgencia del parto los obliga a refugiarse en una cueva "en la que nunca había entrado el sol".

"Más, en el momento mismo en que entró María el recinto se inundó de resplandores y quedó todo refulgente, como si el sol estuviera allí dentro. Aquella luz divina dejó la cueva como si fuera el mediodía. Y mientras estuvo allí María, el resplandor no faltó ni de día ni de noche." (Apócrifo de San Mateo)

"Y yo, José, me eché a andar, pero no podía avanzar; y al elevar mis ojos al espacio, me pareció ver como si el aire estuviera estremecido de asombro; y cuando fijé mi vista en el firmamento, lo encontré estático y los pájaros del cielo inmóviles; y al dirigir mi mirada hacia atrás, vi un recipiente en el suelo y unos trabajadores echados en actitud de comer con sus manos en la vasija. Pero los que simulaban masticar, en realidad no masticaban; y los que parecían estar en actitud de tomar la comida, tampoco la sacaban del plato; y, finalmente, los que parecían introducir los manjares en la boca, no lo hacían, sino que todos tenían sus rostros mirando hacia arriba". (Protoevangelio de Santiago, XVIII)

También había unas ovejas que iban siendo arreadas, pero no daban un paso, sino que estaban paradas, y el pastor levantó su diestra para bastonearlas con el cayado, pero quedó su mano tendida en el aire. Y al dirigir mi vista hacia la corriente del río, vi cómo unos cabritillos ponían en ella sus hocicos, pero no bebían. En una palabra, todas las cosas eran en un momento apartadas de su curso normal." (Protoevangelio de Santiago, XVIII)

"Al llegar al lugar de la gruta, se pararon, y he aquí que ésta estaba sombreada por una nube luminosa. (...) De repente, la nube empezó a retirarse de la gruta y brilló dentro una luz tan grande que nuestros ojos no podían resistirla." (Protoevangelio de Santiago, XIX)

"Finalmente, dio a luz un niño, a quien en el momento de nacer rodearon los ángeles…" (Apócrifo de San Mateo)

"En aquel momento se pararon todas las cosas, silenciosas y atemorizadas (...) Y en cuanto salió la luz, la doncella adoró a Aquel a quien reconoció haber ella misma alumbrado. El niño lanzaba de sí resplandores, lo mismo que el sol. Estaba limpísimo y era gratísimo a la vista, pues sólo Él apareció como paz que apacigua todo...
Aquella luz se multiplicó y oscureció con su resplandor el fulgor del sol, mientras que esta cueva se vio inundada de una intensa claridad…
Yo, por mi parte, quedé llena de estupor y de admiración y el miedo se apoderó de mí, pues tenía fija mi vista en el intenso resplandor que despedía la luz que había nacido.

Y esta luz fuese poco a poco condensando y tomando la forma de un niño, hasta que apareció un infante, como suelen ser los hombres al nacer.
(...) vi que tenía limpio el cuerpo, sin las manchas con que suelen nacer los hombres, y pensé para mis adentros que a lo mejor habían quedado otros fetos en la matriz de la doncella (...) Me acerqué luego a la doncella, la toqué, y comprobé que no estaba manchada de sangre." (Liber de infantia Salvatoris)
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Un Ritual de Palo Mayombé en Cuba


Por Manuel Carballal

Eleguá aqui boru aqui boi a boi bochiche oluami omatielli olua atacasorde alacomaco mani bata adoridale jolo yaguna eleku unsuku ubeleku sukun a la róyo usu eye. (Salutación lucumí al oricha Elegua)

Un mulato de aspecto feroz, con el cuerpo decorado con llamativos tatuajes, firmas de los orichas, colocó ante mi el cuenco con la sangre del carnero que acababan de sacrificar. Poco antes había arrancado la cabeza de un gallo con los dientes y todavía tenía los labios enrojecidos por la sangre que le caía por la comisura de los labios hasta el pecho. A mis pies se encontraba la cabeza y las cuatro patas que acababan de arrancar del cordero sacrificado. Todos los ojos estaban clavados en mi. Rosa, la palera que nos había invitado a asistir al ritual me taladraba con su poderosa mirada. Vieja amiga, sólo me había puesto una condición para permitirnos asistir y fotografiar la celebración: "Tienen que participar con nosotros en todos los actos". Y como uno sólo tiene una palabra, tomé el cuenco con las manos cruzadas como es rigor en Palo Monte, después inspiré, cerré los ojos y bebí la sangre. Y cuan Santo Sacramento de la comunión, la sangre del cordero nos "bautizó" permitiéndonos acercarnos un poco más a los secretos de la poderosa Regla de Palo Monte.

Los imprevisibles acontecimientos que se suceden en toda investigación son los que llevan a uno a estas situaciones.

Días atrás, y a más de 350 kilómetros de distancia, en Guanabacoa (la mata de la brujería cubana) habíamos tenido el privilegio de poder asistir a un ritual de tambor que iba a celebrarse ese día. A pesar de la entrañable amistad que nos une con el santero Esteban Valdés, nuestro padrino en la Regla de Ocha, no nos fue permitido fotografiar el secreto ritual. No es bueno que los secretos sean divulgados indiscriminadamente, y los tambores, tan sagrados en santería como lo son en el vudú, el ñañiguismo u otros cultos africanos, no debían ser fotografiados. Como tampoco debían serlo los nuevos creyentes que se iniciaban esa tarde. Habría otros rituales, y otras celebraciones que podríamos fotografiar y filmar, como ya lo habíamos hecho en anteriores viajes a Cuba. Pero la diferencia entre un santero o un palero auténticos, como Esteban Valdés, y un falsario, es que el primero respeta los secretos de su religión, y el segundo no duda en vender esos secretos a cualquier turista curioso por un puñado de dólares.

Durante más de seis horas, hasta bien entrada la noche, los tambores bramaron sin cesar, mientras casi un centenar de espíritus libres, descendientes de esclavos africanos, cantaban y bailaban en honor de los orichas (dioses del panteón yoruba). Y solemnes letanías en dialecto lucumí, la lengua de los antiguos negros arrancados del continente negro en nombre de un dios blanco y "civilizado", homenajeaban a Eleguá, Changó, Yemayá, Ochún, Babalé Aye, etc.

Uno a uno los neófitos desfilaron ante el altar de Esteban Valdés, y después ante los tambores sagrados, a los que saludaban reverentemente echándose al suelo completamente, cuan sacerdote que recibe su ordenación.
Los espléndidos trajes rituales de Oya, Changó y Obatalá desfilaron ante nuestros ojos vestidos por los nuevos iniciados, cuyas edades oscilaban entre un niño de 11 años y una mujer de unos sesenta. En la santería afro-cubana no hay edad mínima ni máxima para abrazar la religión.

De pronto, entre la muchedumbre, alguien grita y comienza a moverse espasmódicamente. Ha sido cabalgado. Los orichas se comienzan a dejar sentir su presencia. Los animales que les habían sido sacrificados anteriormente, y cuyo sacrificio no nos fue permitido presenciar en esta ocasión, habían sido de su agrado.

Una de las iniciadas, tocada con las ropas del temible Changó, Señor del Fuego y de la Guerra, había sido iniciada anteriormente en la Regla de Palo Monte o Palo Mayombe, una religión afro-cubana más dura y rígida, a ojos europeos, que la santería. Aquella mujer, perteneciente a la clase social más acomodada de La Habana, y cuya identidad obviaremos por propia petición, no tubo inconveniente en mostrarnos su "rayado". El "rayado" es el rito de iniciación por excelencia en la Regla de Palo Monte, durante el cual el neófito es herido con un cuchillo en varias partes de su cuerpo. Las profundas cicatrices en el pecho, brazos y piernas de aquella aparentemente frágil burguesa cubana, resultaban temibles.

Afortunadamente para ella, tras tan dura prueba, que había superado sin un lamento de dolor, como ha de ser entre paleros, había conseguido permiso para hacerse la cirugía estética y disimular así parcialmente las heridas del "rayado". No podía suponer yo en ese instante que pocos días más tarde podría asistir personalmente a algunos de los legendarios ritos secretos del Palo Mayombe, como el "baile de cuchillos", la suelta de palomas o la "alimentación" de una Nganga.

Pero eso sería una semana más tarde. Ahora estábamos sumergidos en un ritual santero de tambor en Guanabacoa. Y de pronto me descubrí a mi mismo, absolutamente inmerso en el rito. Rodeado de docenas de negros, trigueños y mulatos, literalmente sumergido en la masa, me sorprendí siguiendo el lenguaje de los tambores. Mas de cien personas, apiñadas en un cuarto de no más de 20 metros cuadrados, nos movíamos al unísono conducidos mágicamente por la música. Y lo que más me fascinó es que, cuando quise darme cuenta, estaba flanqueado por montones de niños. "Pioneros" de 7 o 9 años que vibraban con los tambores entre risas, como si solo estuviesen jugando. Para ellos la santería no tenía nada de morboso o terrible, una imagen a la que estamos habituados en Europa. Para los niños la santería, la religión, es tan alegre, sana y divertida como la música o la danza caribeña, pero mucho más trascendente. Y así, bailando en espiral, como si fuésemos una gigantesca serpiente, nos dejamos llevar por los orichas.

Palo Monte en Trinidad

Ochosi achó nifuwew iyá-n iyeguire odemata ode baru baroliyo akiko mosiere kama -r- Ikú kama arene kama areyo kama arofo. (Salutación lucumí al Oricha Ochosi)
Rosa Sánchez es una de las paleras más importante de Trinidad, una hermosa villa colonial ubicada a unos 350 km. al sur de La Habana. Cuando nos dio su permiso para asistir y fotografiar un ritual de Palo Monte nos entusiasmamos. Muy pocos europeos han tenido la fortuna de presenciar, y menos aún de fotografiar, los ritos paleros. La condición para asistir a la reunión era que participásemos activamente en todos los actos, y tan solo se nos prohibió fotografiar a Rosa Sánchez al lado de su "prenda", la poderosa nganga (caldero mágico confeccionado con restos humanos y otros elementos), durante los sacrificios de los animales. Por razones que no podemos comprender eso, según Rosa, podría perjudicar su energía (?).
Y a la hora establecida nos personamos puntualmente en el lugar acordado.
Además de nuestra querida amiga, aproximadamente dos docenas de paleros y paleras, con los cuerpos decorados con pinturas rituales, aguardaban nuestra llegada para iniciar la ceremonia. Entre los presentes ancianos de 60 o 70 años, y niños que no pasaban de los 12. Siempre impresiona encontrarse niños de tan corta edad participando activamente en ritos tan duros, a nuestros ojos, como la Regla Conga, o Regla de Palo Monte. Pero la sonrisa de sus labios dejaba claro que no se sentían impresionados por aquel mágico contexto que, al fin y al cabo, es el mundo en que están acostumbrados a vivir.

Por fin, Rosa reclamó la atención de todos, y desapareció tras una puerta. Había comenzado la celebración.

En pocos minutos comenzaron a desfilar, uno por uno, todos los paleros frente a esa puerta que, al llegar nuestro turno, averiguaríamos que daba a un discreto patio trasero de la casa. Tres golpes en la puerta y seña y contraseña suenan respectivamente a un lado y otro de la puerta. Cada palero debe responder correctamente al rito cuya antigüedad se pierde en la noche de los tiempos, una noche oscura como la piel de los africanos esclavos que llegaron a cuba a bordo de los cargueros negreros trayendo como único equipaje permitido por los traficantes su religión. Mas tarde, bajo la opresión de "ministros de Cristo", se vieron obligados a disfrazar sus dioses con el santoral católico, convirtiendo al travieso Eleguá -Guardian de los caminos- en el Niño de Atocha; a la sensual Ochun en la Virgen de la Caridad del Cobre; al temible Changó en Santa Bárbara; a el sabio Babalu Aye en San Lázaro; a la maternal Yemayá en la Virgen de Regla, y así un sinfín se orichás que tuvieron que ser sincretizados con los santos católicos a golpe de látigo.

Pero en ese instante ya no hay látigos, ni torturas, ni asesinatos en el nombre de Dios, y los orichás podían descender libremente sobre los creyentes sin necesidad de sus disfraces católicos. Y los paleros comenzaron a cantar en dialecto lucumí, al son de los tambores, los himnos y salutaciones para sus dioses. Cánticos yorubas heredados de generación en generación, desde los primeros esclavos arrancados de África hace casi 500 años, hasta sus descendientes, los paleros que nos rodeaban.
Apenas a un metro de mí, tronada en una especie de altar lleno de ofrendas, se encontraba la temible nganga de Rosa Sanchez, su "caldero de poder". Según me había contado la veterana palera en un anterior viaje a Cuba, su nganga tenía extraordinarias facultades y mucha energía y, según afirmaban, había llegado "a mover pesados objetos sin que nadie los tocase". Nganga, prenda, caldero, aquella especie de cacerola presentaba, desde su presidencia del ritual, un aspecto inquietante. Y más inquietante aún cuando se conoce su contenido: plantas y raíces, piedras mágicas, huesos de animales, fórmulas mágicas... y restos humanos...
Había llegado el momento de "dar de comer a la prenda". La nganga "tenía hambre", y antes de continuar la invocación a los orichas había que contentar al "señor". Eso significaba que la sangre de los sacrificios estaba a punto de correr, y abundantemente. Algún desdichado animal estaba a punto de morir...

Muerte y posesión en Palo Monte

Oba kosó kisi ekó akama sía okuni buburu buburuku ki ton lo oguo oba chocotó ka`guó cabo si illé. (Salutación lucumí al Oricha Changó)
Con ánimo de conseguir algunos planos generales en el reducido recinto crucé el patio, entre los paleros que bailaban ya agitadamente al son de los tambores. Y allí atrás, atado a un árbol, estaba el cordero cuya sangre alimentaría la nganga, y a nosotros, poco después. Balaba desesperadamente, como si adivinase la suerte que le aguardaba.

Casi instantáneamente llegó Rosa quien, sin ápice de duda en sus manos, desató al animal y se lo colocó sobre los hombros. Con el desconcertado cordero en volandas, y bailando al son de la música, la palera cruzó todo el patio para depositar la víctima del sacrificio ante la nganga. Lo más sorprendente es que el cordero se quedó quieto, acostado en el suelo ante la prenda, sin mover un músculo, esperando la muerte.

Poco a poco, casi imperceptiblemente, el ritmo de los tambores se acelera, y los cánticos en lucumí siguen ese ritmo, igual que los pies de los paleros que bailan cada vez más frenética. Nosotros, torpes europeos, no estamos acostumbrados a ese ritmo. Además el calor nos empapa las camisetas. Hemos pillado la estación seca en Cuba, y estamos al borde de la deshidratación.

El ron comienza a rodar. Mezclados con los paleros, tarareando al ritmo de las letanías lucumis que no entendemos, intentamos mantener la mente despejada para no perder detalle de la celebración. Sin embargo el ron de caña es fuerte. Duro de tragar. Al menos para nosotros. Los paleros, sin embargo, engullen del cuenco el ron como si fuese agua.

Por supuesto, la nganga también "bebía" ron, escupido por los paleros sobre ella. Y "fumaba". Rosa "fumeaba" la nganga con un gran cigarro puro. Metiendo en la boca la parte encendída soplaba con fuerza proyectando una gran nuve de humo -y con ella, en teoría, su energía- sobre la nganga. El humo del tabaco, y el ron, se sumaban al trepidante ritmo de tambores y al agobiante calor para crear una atmósfera casi onírica a nuestro alrededor.

Por fín uno de los paleros tomó al cordero en brazos sobre la nganga, y otro sacó de algún sitio un largo y afilado cuchillo. Con habilidad de carnicero el improvisado matarife atravesó el cuello del animal rajando las venas. La sangre comenzó a manar a borbotones regando la nganga. Una vez había "bebido" la prenda, se llenaron unos cuencos de madera con la sangre que seguía manando del moribundo cordero.
Primero bebió la "madrina", y después nos pasaron el cuenco a los "invitados de honor". Vacilantes, pero obligados por el compromiso contraído, llevamos el cuenco a los labios. Y sentimos el dulce, y por dulce inesperado, sabor de la sangre.
El ritmo de los tambores acelera aún más. La danza es frenética. El ron y el tabaco siguen corriendo, y por fin los orichas hacen su aparición. Uno de los paleros es poseído por los dioses. Con bruscas contracciones se revuelve por el patio. Toma un gallo y le arranca la cabeza con los dientes. La sangre le resbala por el rostro y cae sobre la nganga.

El poseso no es un campesino, ni un ignorante lugareño. Se trata de Jesús Pérez Sánchez, un doctor en medicina que poco antes había estado examinando la mano que me había roto durante la visita a una zona selvática repleta de cuevas, que fueron utilizadas por Che Guevara y Fidel Castro durante la revolución contra el dictador Batista, y siglos antes por los indios tainos, que en sus paredes reflejaron con pinturas rupestres, sus leyendas sobre dioses blancos llegados del cielo... pero esa es otra historia.

Es un tópico incierto, como casi todos los tópicos, afirmar que las religiones afro-cubanas están relegadas a la clase más humilde y menos culta, y la posesión del Dr. Pérez, a la sazón padrino de un conocido pintor y artista de Trinidad, es un buen ejemplo.

Y mientras el médico-palero era poseído por los orichas, otro gallo es tomado por el matarife que le corta en dos la cabeza clavándole la hoja del cuchillo dentro de la boca. En medio del frenesí el poseído es izado sobre los hombros de algunos paleros entre gritos de alegría. Están contentos de poder saludar a los dioses. A diferencia de las grandes religiones en la Regla de Palo, como en el vudú, la Santería o el Candomblé, no hay un intermediario entre la divinidad y los creyentes. No hay un ministro, un sacerdote o un pastor que condicione el contacto con lo trascendente. El palero puede enfrentarse cara a cara con los dioses, e incluso puede llegar a recibirlo en su propio interior. Eso es la posesión.

Sangre, sudor y sonrisas

Aguanillí irebeyo ama kan oke aguana ashe irisha oké oló moforibale oké. (Salutación lucumí al Oricha Ogún)
Para un observador extranjero, ante lo expuesto, el Palo Mayombe puede parecer un credo primitivo, sangriento y cruel. Y lo es. Pero es mucho más. Algo que nos sorprendió sobremanera fue observar la alegría y las sonrisas de los paleros. No había expresiones sobrias ni feroces durante los cánticos. Tan solo nosotros parecíamos sorprendidos, o hasta incómodos, por la sangre derramada. El baile, la música y la fiesta, que en definitiva es lo que supone toda celebración de Palo Monte, derrocha alegría. Y veíamos esa alegría reflejada en los ojos de los paleros, especialmente de los niños, que a pesar de su corta edad no se sentían impresionados por la crudeza del rito, y disfrutaban de él plenamente.
Y ese carácter alegre y vital del Palo nos sería mostrada en otra etapa del ritual. Dando un giro de 180 grados la apariencia tenebrosa del rito se torna luminosa durante la celebración de la "suelta de las palomas".

Varias palomas son repartidas entre los paleros. El ritmo de los tambores varía, adquiere otro tono más sereno. Y al ritmo de la percusión se va formando una fila constituida por los paleros que portaban paloma y por nosotros. De esta forma, moviéndonos como una larga serpiente, cruzamos el patio y luego toda la vivienda, hasta salir a la calle. Siempre al ritmo de los tambores. Una vez fuera, y a una voz de Rosa Sánchez, todas las palomas son soltadas llevando en su vuelo las peticiones de los creyentes hasta los cielos donde moran los orichas. Y seguimos su vuelo hasta perderse en el cielo entre aplausos y gritos de júbilo. Todas las palomas han echado a volar y ninguna se ha quedado en tierra o en los tejados, y eso es un buen augurio. Ailín, la palera más joven, que no alcanzará los 11 añitos, da saltos de alegría gritándole a las palomas que vuelen, que vuelen hasta Yemayá, hasta Ochún y hasta Oya, hasta el trono del mismísimo Obatalá, y les trasmitan los saludos de los paleros de Trinidad.

Pero la ceremonia no había terminado, nos quedaba todavía un último acto de la obra: el "baile de los cuchillos".

No todos los paleros pueden celebrar esta operación, por el peligro que radica. Rosa nos invita a que uno de nosotros, concretamente mi compañero Miguel Blanco, vende firmemente los ojos del bailarín. Y así lo hace. Mientras Miguel procede al vendado de los ojos, asegurándose de que resulte imposible ver nada a través de la venda, el bailarín escucha los consejos de Rosa. La veterana palera le pide absoluta concentración en los que va a hacer. Después se encara con el responsable del tambor, un atlético prieto, y con dureza en el tono le recuerda su responsabilidad en este rito. "Si tu dejas de tocar, o aflojas él se va a cortar. Si tu te cortas el se corta". La escena se antoja casi absurda para el extranjero, pero así es el Palo Mayombe. El bailarín caería en una especie de trance y comenzaría a golpearse el cuerpo con dos afilados cuchillos -uno de los cuales había servido para matar a los animales del sacrificio. Si los tambores atraían a los orichas, y estos protegían al bailarín, este no se cortaría. Y no se cortaría ni al golpearse con los cuchillos ni al blandir un temible machete en una frenética danza que también presenciaríamos.
Sin embargo, en un momento determinado, el esfuerzo requerido era mayor que las ya escasas energías, y el ritmo del tambor aflojó un poco. Tal vez los nervios de saberse observado por ojos extranjeros, los nuestros, hizo que el ritmo del tambor se alterase. Al final de la celebración me acerqué al bailarín que presentaba una herida en su brazo izquierdo. Por primera vez en su vida -según me dijo- se había cortado durante el "baile de los cuchillos".

Las afiladas hojas del "baile de los cuchillos" son reales y auténticas, como los sacrificios rituales, la sangre que bebimos, las sonrisas de los niños, o la energía que se desprende del ritmo de los tambores sagrados. No hay hipocresía ni fabulación conformista. El Palo Mayombe es así; duro, vital, cruel, alegre, impecable... como la mezcla genética que llevan en la sangre los paleros cubanos. Mezcla de la salsa o el merengue, la esclavitud, el sol del Caribe, y la rememoranza de una patria africana perdida en la memoria, y en las cicatrices heredadas en el alma de los hijos y nietos de los guerreros congos que llegaron a las plantaciones de algodón hace 500 años. El Palo Mayombre es dulce y amargo, alegre y temible, vital y mortal... como la vida misma.

Fraudes en la Tv



LUIS ALFONSO GÁMEZ
ELCORREODIGITAL
MAGONIA
Sábado, 25/03/2006

Niñas fantasma, mentiras y peritajes inexistentes 'made in' Iker Jiménez

Las niñas fantasma del cementerio de Navalperal de Pinares (Ávila) debutaron en Internet en mayo de 2005, en sospechosa coincidencia con la campaña de promoción de Camposanto, primera novela de Iker Jiménez. El periodista publicaba la imagen "después de un año de estudios minuciosos"."La fotografía de las niñas ha causado gran asombro a los profesionales de la informática y la fotografía que la han estudiado. Si bien en un principio todos, por lógica, pensamos en un fraude o en algún tipo de ilusión gráfica, a lo largo de este año los detalles observados en el lugar y el estudio exhaustivo de éstas tomas nos demuestran que estamos a un 99% de posibilidades de admitir que eso efectivamente estaba allí", decía Jiménez hace casi un año. Sin embargo, por esas fechas, nada sabían de la imagen ni los dos peritos que salieron en Cuarto milenio el pasado 22 de enero ni la Guardia Civil, cuyo coronel jefe del Servicio Criminalística, José Antonio García Sánchez-Molero, fue, según Jiménez, "una de las primeras grandes autoridades que tuvieron acceso a estas fotografías".

Para empezar, la carta del coronel García Sánchez-Molero -mostrada en televisión de forma confusa- tiene fecha del 27 de julio de 2005, dos meses después de que Jiménez asegurara que había expertos que llevaban estudiando las imágenes un año. Además, la misiva -como puede comprobarse en la transcripción adjunta- tampoco es la conclusión de un examen pericial, sino una carta de agradecimiento por el envío de un libro y un cederrón, en la que el militar indica a Jiménez que, "en principio, es bastante difícil determinar la autenticidad de una fotografía digital, sobre todo si el supuesto montaje se ha realizado con el necesario cuidado". Y añade: "En cualquier caso realizaremos sobre ellas un primer estudio que nos indique el camino a seguir". Seis meses más tarde, el pasado 22 de enero, el misteriólogo de Cuatro decía en televisión: "Después de muchos análisis, (los expertos de la Guardia Civil) no han llegado a una determinación concreta. No saben cómo se ha hecho exactamente ese montaje. Tengo que decir también que gran parte de los analistas que han visto las fotografías coinciden también en que, si es un montaje, es un montaje excelente, un montaje en el que se ha trabajado mucho y durante mucho tiempo para dar ese efecto. Pero ¿es o no es (un montaje)?", se preguntaba Jiménez sin dar, claro, el nombre de ningún experto y atribuyendo al instituto armado algo que no había hecho. Además, como ha demostrado Mauricio-José Schwarz, fabricar una foto de fantasmas es algo sencillo con unos mínimos conocimientos.

La Guardia Civil no hizo ningún análisis

Tras la emisión de Cuarto milenio, escribí al instituto armado. Me interesé por su implicación real en los hechos y pedí una copia del informe del examen de las fotos. "Se han presentado los hechos como si la Guardia Civil hubiera hecho un análisis de esas fotos, y no es así", me ha explicado recientemente un portavoz la Dirección General del cuerpo, después de consultar con sus colegas del Servicio de Criminalística. "No existe ningún informe ni nada parecido. La Guardia Civil no ha analizado esas fotos. Eso es una tergiversación", ha añadido la misma fuente. Así pues, Jiménez mintió en su programa sobre la participación en el caso de la Guardia Civil, cuyos expertos se limitaron a apuntar lo que dice el coronel García Sánchez-Molero en la carta: que siempre es posible falsificar una fotografía digital. El periodista esotérico ocultó, además, información clave a los dos peritos que aparecieron en su programa de televisión el 22 de enero. Javier Pagès ni Eugenio Picón no supieron de los hechos de Navalperal de Pinares hasta que a principios de enero se pusieron en contacto con ellos desde Cuarto milenio, según han declarado
ambos a Schwarz y a mí, que hemos trabajado juntos en este caso y compartido todos los datos. Los expertos no tuvieron acceso tampoco a toda la información. Sólo recibieron de Jiménez la foto en la que se ve a las niñas fantasma. Hasta que Schwarz y yo no se la enviamos, no conocían la otra imagen del cementerio sin fantasmas, cuya información interna prueba el fraude.

Los datos EXIF -como se denomina esa información técnica- demuestran que las dos fotos fueron tomadas a las 4 horas, 14 minutos y 2 segundos del 29 de agosto de 2004. La cámara Sony DSC P92, que fue la que utilizaron los protagonistas, no puede, sin embargo, sacar dos instantáneas en un mismo segundo. Además, las dos fotos fueron manipuladas posteriormente con el programa Adobe Photoshop CS. Todo esto lo demostró Schwarz -que hoy también publica sus conclusiones sobre esta escandalosa historia- el 20 de diciembre del año pasado a partir de copias digitales de las imágenes que llegaron a su poder y de las que Pagès y Picón sólo conocieron la que no tiene fantasmas cuando se la mandamos nosotros. ¿Por qué Jiménez escamoteó información a los peritos? Porque, si hubieran comparado la información EXIF de las dos fotos se habrían dado cuenta de que todo era un fraude, de que alguien había ampliado la instantánea el cementerio de Navalperal sin fantasmas y pegado a las niñas en ella. Sin esa información, todo lo que podían decir los peritos es lo que dijeron, que la fotografía fantasmal había sido manipulada con un programa de retoque fotográfico y, por tanto, no podía descartarse el fotomontaje.

Sin originales que examinar

Los dos expertos que aparecieron en Cuarto milenio pidieron desde el primer momento a Jiménez que les enviara los archivos originales, las fotos grabadas en la tarjeta de memoria de la cámara a partir de las que se habían obtenido las manipuladas con el Adobe Photoshop CS. "Yo reclamé al programa las fotografías originales, tal como salieron de la cámara, y parece ser que no las tenían, que no existen", dijo Pagès días después de la emisión del programa. Al no conocer la foto del cementerio sin fantasmas y no tener acceso a los archivos digitales originales, los peritos no podían pronunciarse sobre la autenticidad de las instantáneas. Cuando Pagès fue informado por nosotros de la existencia de la foto sin niñas y accedió a la información EXIF, concluyó que todo parecía indicar que la imagen con los fantasmas era un recorte de la foto sin ellos en la que se habían pegado las niñas. Él ya había plasmado ya antes sus dudas en su bitácora y no le sorprendió ni la existencia de la foto sin espectros ni el reciente anuncio, en la web del periodista esotérico, del hallazgo de la imagen original de la que se habían recortado las niñas para pegarlas en el cementerio abulense.

Iker Jiménez aseguró, en Cuarto milenio el 22 de enero, que había puesto en su web las fotos "a disposición de todo el mundo para que pudieran analizarlas. Nuestra opción era clara: absoluta presencia de luz y taquígrafos para saber qué era eso". Mentira. Una cosa es lo que anunció en Internet -y repitióen la tele- y otra lo que en realidad ha hecho. Porque el reportero paranormal de Cuatro no ha enviado las fotos de las niñas fantasma a todos los que se las han pedido, además de inventarse un análisis de la Guardia Civil y ocultar información a dos peritos. Nunca creí que fuera a mandar copias de las fotos a cualquiera y por eso no me tomé en serio hace unos meses su oferta en Internet. Sin embargo, cuando repitió el ofrecimiento en el canal de televisión de Sogecable, decidí pedirle por correo electrónico los archivos digitales de dos imágenes: la del cementerio sin fantamas y la del camposanto con ellos.

Le pedí los originales el pasado 29 de enero, en un mensaje que le volví a mandar el 3 de febrero. En ambos casos, advertí a Jiménez de que tenía ya los archivos digitales de las imágenes mostradas por él en la tele y en Internet -los mismos sobre los que había trabajado su equipo-, pero que prefería disponer de los originales tal como salieron de la cámara. "Mi intención es someter esas dos imágenes a diversos análisis por especialistas y dispongo ya de dos ficheros que corresponderían a esas fotos. Sin embargo, para no hacer perder el tiempo a
los peritos ni que luego haya quien diga que no son las mismas fotos, me interesaría contar con archivos procedentes de ti", le expliqué en un mensaje que acababa diciendo: "Imagínate que los expertos consultados por los malvados escépticos, descartan el fraude, ¿no sería todo un aval para este misterio? Naturalmente, si consigo algún peritaje, daré a conocer los resultados del mismo sean cuales sean". Jiménez ha dado la callada por respuesta a esta petición, como hizo antes con la cursada por Schwarz en diciembre.

La oportuna 'aparición' de las niñas

El pasado sábado, Jiménez anunció en su web el hallazgo de la foto de la que se habrían recortado las niñas y que no habían contado nunca con los originales porque la cámara y la tarjeta original se habían averiado. ¿Por qué el director de Cuarto milenio ha tardado casi un año en contarnos que las fotos originales no existen? A mí, me suena a la típica justificación para encubrir un fraude. Además, no es casual que Jiménez revele ahora la existencia de la foto antigua de la que se recortaron las niñas. Estudiosos honrados de lo paranormal buscan desde hace meses esa imagen en Internet y en libros, y hace nueve días Lois López Vilas publicó un anuncio al respecto en El Ojo Crítico, un fanzine publicado por el misteriólogo gallego Manuel Carballal, que tiene de escéptico lo mismo que Jiménez, pero con el que no puede ni verse. ¿No es mucha casualidad que Jiménez haya dado con esa foto un par de días después de ese anuncio? Para mí, sí. Tras la sistemática manipulación y ocultación de información por parte de los equipos de Milenio 3 y Cuarto Milenio -los programas que dirige y presenta en la Cadena SER y Cuatro, respectivamente-, resulta difícil de creer que estemos ante una simple coincidencia.

Jiménez sostiene en la actualidad que la foto de las niñas fantasma de Navalperal es lo que ya concluyeron hace meses en sus análisis López Vilas, Schwarz, Macías Pajas, Gerardo García-Trío y Rafael Cabello: un fraude. Da así la razón a quienes desde el principio sospecharon de la autenticidad de la foto. Y eso que él hace un año decía: "El estudio exhaustivo de éstas tomas nos demuestran que estamos a un 99% de posibilidades de admitir que eso efectivamente estaba allí". ¿Dónde está ese "estudio exhaustivo"?, ¿cómo justifica el haberse inventado un análisis de la Guardia Civil que nunca existió?, ¿pensó en serio alguna vez que nadie iba a darse cuenta de que había escamoteado información vital a Pagès y Picón? ¿desde cuándo tiene en su poder la foto antigua de las niñas?, ¿quién pegó a las pequeñas en la instantánea del cementerio de Navalperal de Pinares?, ¿ha visto y examinado alguien la cámara averiada o tenemos que seguir creyendo en su poco fiable palabra? Éstas son algunas de las preguntas que quedan todavía por responder de lo que se vendió hasta hace unos días como un gran enigma y que, en realidad, se sustentaba en una chapucera -en el mejor de los casos- investigación, en la ocultación a los expertos de información que demostraba el engaño, en la mentira y en la tergiversación. Todo, con el único objetivo de que los ingenuos pasen por caja, como ha hecho nuestro protagonista en el caso de la leyenda de Ochate y la de las caras cambiantes de Bélmez. ¡Es el negocio de lo paranormal y una nueva muesca en el extenso historial de Iker Jiménez como vendedor de falsos misterios!