lunes, septiembre 07, 2015

Caricatura de la triste realidad de este mundo y sociedad.

Los principales enemigos del avance espiritual

Gema Marcos Garrido

Las influencias más nefastas en el desarrollo del hombre han sido y son: el sistema financiero, el sistema militar, las instituciones religiosas y el sistema médico alopático y farmacéutico. Todas nos han sumido en la ignorancia y la esclavitud. Temen perder su dominio porque sin ellas el hombre despertaría a su libertad. El tiempo ha llegado. Cada vez más y más personas se están saliendo de los sistemas imperantes y optando por vivir desde y acorde a su divinidad, a quienes verdaderamente son y no a quienes les han contado que son.
Si echamos una mirada profunda y honesta a cada uno de estos sistemas, ¿qué nos han aportado? ¿Nos han unido? ¿Nos han hecho ser individuos responsables de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones? ¿Nos han ayudado a conocernos a nosotros mismos, nuestro origen, nuestra misión y nuestro camino evolutivo? ¿Nos ayudan a manifestar prosperidad material y espiritual? Muy al contrario, nos han traído miseria, separación, limitaciones y miedos.

1. El sistema médico sanitario tradicional: ha convertido la enfermedad en un negocio lucrativo. Este sistema nos ha hecho creer que las enfermedades ocurren por casualidad, una especie de “lotería” de la que sólo puede escaparse a través de medicamentos, que no son otra cosa que energías dañinas que nos vuelven débiles y dependientes. Este sistema nos convierte en meros “reactores”, no en seres “creadores” o hacedores y conocedores de nuestra energía y nuestro desenvolvimiento como seres energéticos.
Tienen que entender profundamente, y grabar esto en su energía-pensamiento, que las enfermedades no son otra cosa que la manifestación de un proceso psíquico que se encuentra aún en estado de energía-pensamiento. Cuando esta energía-pensamiento comienza a enfermarse, produce una sobrecarga eléctrica que desestabiliza la fluidez, la frecuencia y el ritmo. De esta manera, la vibración decae y, al hacerlo, permite la entrada de energías cinabrias enfermas que viven y se alimentan de este tipo de ondulación vibratoria. (Extraído de El Ser Uno)
En vez de destinar dinero a hospitales, laboratorios, farmacias y vacunas, ¿por qué no crear lugares donde nos enseñen a gestionar nuestras energías-pensamientos y transmutar los negativos en positivos para evitar la enfermedad y crecer como seres conscientes y responsables, elevando así nuestra vibración y la del planeta?

2. Las instituciones religiosas: nos han desempoderado, ocultado nuestra verdadera naturaleza, suprimido nuestra luz y manipulado la única verdad: que todos somos seres cristalinos eternos, pedacitos de ese Dios/Creador/Espíritu/Fuente/Principio del que nacimos y hacia donde volveremos en unidad llenos de sabiduría y experiencias. Si esa energía suprema de la que formamos parte (y que trasciende toda comprensión humana) tiene los más bellos atributos y capacidades infinitas de amor, armonía, belleza y abundancia, ¿por qué no los estamos expresando? Porque siempre nos han dicho qué pensar, qué sentir, qué hacer y cómo hacerlo.
Ese Dios que se disputan las distintas religiones, peleándose las unas con las otras como si trataran de poseerlo, ese Dios ya no nos sirve, pues es sólo un concepto humano, mental e inventado para tratar de explicar lo inexplicable y que nada tiene que ver con el Dios verdadero, que ya reside en el interior de cada uno y no tiene ni reglamentos ni juicios, sino sólo y puramente amor incondicional, pero no ese amor del que se habla a la ligera, sino del que sólo puede experimentarse puesto que es inefable.
Desde estas instituciones se nos dice que hay una pérdida de fe y de valores y que la humanidad se está degenerando. Esto no sólo no es así, sino que hay un mayor despertar espiritual, sólo que éste no concuerda con sus intereses. El verdadero Dios ni está en la Biblia ni le importa si vamos al cielo o al infierno, pues éstos son sólo estados de conciencia y grados de amor hacia uno mismo. El verdadero Dios es simple y sin expectativas. Y la forma más pura de conectar con él es en realidad… dejándolo ir, dejando ir cualquier noción que hayamos concebido acerca de él, yendo al interior de nuestro ser y amarnos hasta lo infinito.
No hay amor más sublime en la vida que el amor del Yo. No existe amor más grande, pues a partir del abrazo del Yo existe la libertad. Y es en esa libertad donde nace la alegría. Y gracias a ese nacimiento, Dios es visto, conocido y abrazado. Y cuando tú ames lo que eres, sin importar cómo seas, entonces conocerás esta magnífica esencia que yo amo, que se halla detrás de todos los rostros y dentro de todas las cosas. Entonces amarás como Dios ama. Así es fácil amar y perdonar. Así es fácil ver a Dios en toda la vida. No hay otra redención para la Humanidad que el reconocimiento de su divinidad. Vosotros sois las semillas de esta realización. (Extraído de Ramtha, el libro blanco)

3. El sistema financiero: mantiene al hombre en el consumismo y necesidades creadas que exprimen a los seres. Éstos se limitan a trabajar para subsistir y vivir en la creencia de que nuestro planeta es carente en abundancia y recursos, y, por ende, con obtener “justo lo necesario” ya deberíamos sentirnos agradecidos. Este sistema está montado para que se enriquezca a sí mismo, en vez de elevar el espíritu de los ciudadanos, impidiendo así que tomen las riendas de su vida y se conviertan en seres pensantes soberanos.
El sistema fiscal es sólo una forma tridimensional que han inventado los gobiernos para obtener energía de la gente a fin de mantener la suya propia. Y los exiguos salarios que obtenemos en nuestros precarios trabajos son otra forma tridimensional hipnótica y limitante respecto de cuánto valemos y cuánto debemos ganar de acuerdo a criterios deterministas y pobremente concebidos.

4. El sistema militar: obliga a fabricar armas y tecnología bélica que acarrean billones a los Estados, solo con objeto de complacer su ego y supremacía mediante guerras inventadas y destacarse por encima de otros países a quienes consideran subdesarrollados. Las guerras son juegos de poder y ambición para probar esas armas y dar la apariencia de que éstas son necesarias. Y en el camino generan dolor, miseria y la destrucción de familias, comunidades y países enteros.
Una sociedad iluminada no necesita de ninguno de estos sistemas. Si siguen existiendo es porque todavía hay un entendimiento primitivo de la espiritualidad, la salud, el liderazgo y la administración. Nuestras vidas están tan controladas y disminuidas, que ni siquiera somos conscientes. Es lo que nos han contado y lo que nos hemos creído. Y lo denominamos democracia, equiparándola a la libertad, cuando en realidad estamos profundamente hipnotizados.
La energía de estos sistemas, que no es más que energía enferma llena de terror ante la pérdida de control sobre la humanidad, es la que nos está reteniendo aquí en la Tierra e impidiendo nuestra ascensión a otros estados de conciencia y realidades. Todos estos sistemas conforman un conjunto de creencias tan fuertes y limitantes como subliminales, hasta el punto de que nos parezca imposible salir de ellos. Al ser sistemas energéticos, tratarán por todos los medios de subsistir, pues toda energía busca perpetuarse y expandirse. Pero sus paredes se derrumbarán. Ya lo están haciendo.

Cuando la mayoría de la gente de un país, digamos que del 70% al 80%, hayan abrazado una nueva verdad para sí como seres soberanos y tomen en su corazón la decisión sincera y empoderada de que el estar sometidos a cargas fiscales ya no es su verdad […], tened por seguro que así sucederá. […] Sabed con todo vuestro corazón que vuestra soberanía tiene que salir, en primer lugar, del interior del yo. […] Como seres divinos, tenéis plenos derechos a la prodigalidad de este planeta y de este universo; no está reservada únicamente a unos pocos. (Extraído del libro 3 de Telos)
Todo es un reflejo de nuestra conciencia: nuestro cuerpo, nuestra vitalidad, nuestros gobernantes y la manera en que nos dejamos esclavizar. A medida que se eleve la conciencia planetaria, estos sistemas impositivos irán desapareciendo, pues, al ejercer nuestra divinidad individual, no necesitaremos de ningún gurú, presidente, guerrero o medicina. Seremos LIBRES y CREADORES de nuestra realidad. Será un trabajo individual. Cada uno habrá de obtener el conocimiento de su realidad personal, planetaria y cósmica y trabajar su energía y sus pensamientos con profundo amor. Solo así, uno a uno pero unidos, transformaremos nuestra realidad. Como dice mi querido Saint Germain, “grandes cambios barrerán las tierras”.
Lo que están viendo ahora mismo es una despedida al poder, la pérdida del poder, el poder como veneno en la Tierra. Está barriendo de lado a lado cada institución de poder. Incluso lo van a ver en cosas como las universidades y las escuelas, en los departamentos de policía y en los militares, porque lo que acostumbraba ser el objeto mismo que los sustentaba, ahora va a ser lo que los colapse. […] El colapso del poder conduce a olas de turbulencia que ocasionan un vacío tenso, el cual conduce a nueva percepción [= conciencia]. (Adamus Saint Germain)

Qué son los Elementales??

VIRGINIA ESCOBAR

Los elementales son seres del mundo espiritual, conectados directamente con los cuatro elementos (de allí su nombre) que rigen al planeta tierra: agua, tierra, aire y fuego. Estos son la base de la vida, pero no sólo en un nivel físico, sino también en el espiritual, plano en el que nos sirven de guía y protección.

Desde la filosofía Wicca se plantea que debe existir empatía con la naturaleza, puesto que somos parte de ella y no un grupo aparte. El hombre moderno ha perdido mucho de ello y esa es la razón por la que cada día nos sentimos más vacíos o incompletos, puesto que estamos negando constantemente una parte esencial de nosotros mismos.

Cuando el planeta era sólo una masa incandescente y sin vida, los elementales estaban presentes planeando la construcción y la vida futura, ayudando a los Espíritus Superiores, Arquitectos Cósmicos, quienes eran los encargados de coparticipar en la obra del creador.
Cuando el planeta comenzó a enfriarse y a estabilizarse, ya estaban presentes los elementales de la tierra: Gnomos, Duendes y Hadas, a fin de armar los elementos de su nivel, o sea, los primeros esbozos de arbustos y piedras. Estaban dando origen a todo lo que germinaría después, con el trabajo de millones de años.

Es curioso observar que desde la antigüedad más remota, los elementales fueron representados de manera casi idéntica por los pueblos más diferentes, por ejemplo, los sumerios, los caldeos, los egipcios, los chinos, los pueblos indígenas de África, Polinesia y América.
Los dibujos que se encontraron los muestran de manera casi idéntica, no importa cuan lejos estuvieran esos pueblos unos de otros. Esto nos lleva a pensar que los elementales siempre se comunicaron con los seres humanos, manteniendo un patrón energético que permitiera verlos e identificarlos. Estaban presentes en casi todos los ritos sagrados, especialmente en aquellos en que se pedía la protección celestial para las cosechas y las siembras.

Se los representa como a dioses mitológicos y eran objeto de privilegios, por parte de los sacerdotes y del mismo pueblo. No sólo se los invocaba para que protegiesen las siembras sino también para que aquietasen las aguas, apagasen incendios y contuvieran tempestades. O sea, protección de los cuatro elementos.

Aparecen sus figuras, casi idénticas, tanto en la Europa central del siglo XV como en la India milenaria y mágica, 2000 años antes de Cristo.
Se los considera espíritus juguetones, animados, traviesos, sin mucha responsabilidad y arduos trabajadores de la naturaleza. No tienen un concepto muy claro del bien y del mal y por eso pueden ser manipulados para los trabajos de magia negra. Tal vez, su nivel de conciencia se parezca a la de un niño que aún no sabe distinguir entre acertado y errado.
El hecho de no tener un nivel de madurez espiritual suficientemente desarrollado para diferenciar el bien y el mal, los hace semejantes a criaturas traviesas, inconscientes e inocentes, como la propia imagen física con la cual se presentan ante los hombres.
Si por su falta de conciencia madura, alguna vez fueron usados para practicar el mal, pagaron muy cara esta acción porque retrocedieron en su camino espiritual de evolución.

En la actualidad se limita los elementales a Salamandras (fuego) Ondinas (agua) Sílfides (aire) y Gnomos (tierras), pero en realidad se trata de una gran cantidad de clanes muy bien definidos, tanto en aspecto como en funciones.

Rencor - Consumirse a fuego lento por voluntad propia

Por Jennifer Delgado
Fuente: Rincón Psicología

Dos hombres habían compartido una celda en prisión durante varios años. Ambos habían sido encarcelados injustamente y sufrieron todo tipo de maltratos y humillaciones. Finalmente, fueron puestos en libertad. Al cabo del tiempo volvieron a encontrarse.
Uno de ellos le preguntó al otro:
– ¿Aún te acuerdas de los guardias?
– No, he podido olvidar todo. ¿Y tú?
– Yo sigo odiándolos con todo mi ser – respondió.
El amigo lo miró con tristeza y le dijo:
– Entonces aún te tienen preso.
Esta fábula nos indica que el rencor es un arma de doble filo, mientras sentimos un enfado profundo y persistente hacia otra persona, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Al odiar y sentir sed de venganza, no lastimamos al objeto de nuestros sentimientos sino que nos impedimos reencontrar el equilibrio emocional y, a la larga, incluso podemos enfermar.

¿Por qué aparece el rencor?

El rencor es una desazón que se produce cuando creemos que otra persona nos ha ofendido, maltratado o humillado de alguna manera. Generalmente se debe a un insulto u ofensa o a un engaño y abuso de confianza. De una forma u otra, en la base del rencor se encuentra una expectativa incumplida. Creemos que una persona debe comportarse con nosotros de cierta manera y cuando hace justo lo contrario, a veces no solo nos sentimos decepcionados sino también frustrados y enfadados.
Cuando creemos que esa persona ha violado nuestros derechos y nos ha causado daño, aparece el resentimiento. Si esta sensación no se deja ir sino que se alimenta continuamente con el deseo de venganza, se convierte en un profundo rencor, en un sentimiento irascible que nos llena por completo y no deja espacio para nada más.
El rencor surge de una acción que consideramos ofensiva y que produce un profundo malestar pero somos nosotros quienes perpetuamos ese sentimiento, somos nosotros quienes decidimos consumirnos a fuego lento y permitimos que ese malestar se apodere de nuestra vida.

¿Cómo perpetuamos el rencor?
No siempre somos conscientes de que estamos alimentando el rencor, a veces lo hacemos de forma automática, dándole rienda suelta a nuestros pensamientos y dejando que se regodeen con sus ansias de venganza.
Los principales mecanismos a través de los cuales permitimos que el rencor se enquiste son:
– Resistirse a pasar página y recordar continuamente lo ocurrido. Las personas rencorosas se niegan a hacer las paces y a olvidar la afrenta, vuelven sobre el hecho una y otra vez, como si fuese un disco rayado. Obviamente, cuando el daño ha sido grave, no podemos olvidar en el sentido literal del término pero podemos aceptar emocionalmente lo ocurrido y, aún así, elegir seguir adelante. Cuando aceptamos una experiencia dolorosa, le restamos su impacto emocional negativo, cuando no la aceptamos le damos más poder para seguir causándonos daño.
– Fantasear continuamente con la venganza. A veces imaginar cómo habríamos podido responder en determinada situación tiene un poder catártico ya que nos permite liberar las tensiones sin hacer que la sangre llegue al río. Sin embargo, las personas rencorosas se regodean fantaseando con la venganza, hasta tal punto que esta se convierte en una obsesión. De esta forma se mantienen atados al rencor y lo alimentan.
– Asumir una visión parcializada del hecho. Cuando sufrimos una herida emocional, reaccionamos con dolor y el rencor puede sentar casa. En esos momentos nuestra mente se nubla y vemos la situación desde una perspectiva muy parcial. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, vamos captando más detalles y hasta llegamos a comprender por qué la otra persona actuó de cierta forma. Sin embargo, la persona rencorosa se parapeta en su visión de los hechos y cree que solo ella tiene la verdad, creyendo que el otro está equivocado y que el mundo es un lugar hostil. El rencor se convierte en un cristal a través del cual valora lo ocurrido y le conduce a ignorar cualquier aspecto positivo.

Los daños que provoca el rencor
La persona rencorosa piensa que le está haciendo daño al otro porque no le perdona pero en realidad, el mayor daño se lo está haciendo a sí misma. De hecho, aunque pueda parecer un contrasentido, a menudo causa más daño el rencor que la ofensa recibida.
El rencor hace que la persona:
– Se convierta en un reservorio de sentimientos negativos. El resentimiento no viene solo, se acompaña con tristeza, ira y frustración, estados que se autoalimentan y al crecer, no dejan espacio para sentimientos más positivos. De esta forma, la persona rencorosa no logra disfrutar de la vida, es como si arrastrara un fardo muy pesado permanentemente.
– Actúe de manera irascible. Las emociones intensas, como el rencor, terminan nublando la razón por lo que es más fácil que la persona se convierta en una víctima del resentimiento y este le conduzca a tomar malas decisiones, decisiones que incluso pueden apartarle de las persona que ama y conducirle a la soledad.
– Enferme. Cuando las emociones negativas se convierten en pan cotidiano, no solo terminan provocando desequilibrios psicológicos sino también diferentes problemas de salud. El odio y el rencor pueden somatizarse y provocar problemas de salud. Una investigación que recogió los datos médicos de casi 10.000 personas descubrió que aquellas que solían guardar rencor también reportaban un mayor número de infartos, enfermedades cardíacas, hipertensión, úlceras, artritis y dolor crónico.
Recuerda que la única manera de vivir consiste en dejar el pasado en el pasado. No te conviertas en un juez irascible, aunque el daño infringido haya sido grande, intenta perdonar y mirar al futuro.
Aprender a dejar ir el rencor vale la pena, el mayor beneficiario serás tú mismo.

La trampa del odio y el rencor
A una consulta de Psicología a menudo llegan personas que dicen odiar o sentir rencor hacia su ex pareja, el hijo o el padre que le abandonó, los políticos, los curas, los extranjeros… En fin, la lista de personas que se pueden odiar es prácticamente infinita.
Muchas veces estas personas tienen una razón de base, de una u otra forma, se han sentido abandonados o engañados y esto ha despertado ese sentimiento negativo tan fuerte. Lo curioso es que todos ellos piensan que al odiar, le están haciendo daño al otro. No se dan cuenta de que se están haciendo daño a sí mismos.
El rencor y el odio son dos sentimientos muy profundos que se arraigan y terminan desequilibrando nuestra mente y cuerpo. Porque cualquier sentimiento negativo que experimentemos, sobre todo si está presente durante años, termina pasándonos la cuenta y volviéndose contra nosotros.
El odio y el rencor, a la larga, es un profundo resentimiento y se basan en la necesidad de decir algo que jamás se ha podido expresar (o al menos no con la intensidad que la persona desearía). La persona, de cierta forma, se siente defraudada y comienza a generar dentro de su mente una serie de ideas negativas contra ese enemigo. Con el paso del tiempo, estas ideas aumentan su intensidad y pueden provocar numerosos problemas, desde la ansiedad hasta enfermedades psicosomáticas (de hecho, incluso hay escuelas de pensamiento que afirman que el odio profundo es una de las causas del cáncer, pero esto aún no se ha demostrado científicamente).
De una forma u otra, lo cierto es que ir por la vida cargado de odio y rencor es como tener que llevar siempre un pesado fardo a nuestra espalda que no nos deja ser del todo felices. Entonces, además de albergar sentimientos negativos, te estás negando la oportunidad de ser feliz. En resumen, lo veas por donde lo veas, estos sentimientos no generan nada positivo. Por eso lo mejor es trabajar para canalizarlos y eliminarlos de una vez y por todas.

¿Cómo eliminar el odio y el rencor?
1. Habla con la persona que te ha ofendido y cuéntale cómo te has sentido. En el caso de que no puedas hacerlo, puedes utilizar la técnica de la silla vacía. En práctica, te colocas delante de una silla e imaginas que allí se encuentra esa persona. Dile todo lo que piensas. Te aseguro que se trata de una técnica con un elevadísimo poder catártico, te sentirás muchísimo mejor cuando termines.
2. Acepta la imperfección. Tanto las personas como las organizaciones son imperfectas y no siempre pueden satisfacer todas tus necesidades y expectativas. Es importante aprender a vivir con eso.
3. No te conviertas en juez. Detrás del odio y el rencor casi siempre se esconde un juicio y la sensación de que eres mejor que la otra persona (la que cometió el error). En realidad, todos somos diferentes. Aprender a juzgarnos solo a nosotros y no ir por la vida vistiendo la toga del juez no solo te ayudará a eliminar estos sentimientos negativos sino que te hará mucho más feliz.
4. Acepta que todo cambia. El mundo está en continua transformación y las personas con él. Quizás no te has dado cuenta de que esa persona ha cambiado, solo porque estás demasiado imbuido en la imagen que te has construido de él y que ya no se corresponde con la realidad.
5. Aprende a dejar ir. En la vida nos pueden pasar muchas cosas que consideramos injustas. A veces, lo mires por donde lo mires, es difícil encontrarle el lado positivo. En esos casos, lo mejor es dejar ir el rencor y el odio.

Las 12 Leyes básicas de las Emociones

Psicopedia.org

Tendemos a pensar que las emociones tiene sus propias leyes indescifrables, sin embargo existen diversos estudios que sugieren que las emociones siguen ciertas reglas generales conocidas.

En esta línea el psicólogo Nico Frijda presentó sus doce leyes de las emociones(Fridja, 2006). Al igual que con la mayoría de las leyes hay excepciones, pero éstas se han sintetizado a partir de años de investigación psicológica y se mantienen relativamente estables en el tiempo.

1. La Ley de Significado Situacional
La primera ley es simplemente que las emociones se derivan de situaciones. En general, los mismos tipos de situación provocarán los mismos tipos de respuesta emocional. La pérdida nos hace llorar, las ganancias nos hacen felices y el peligro nos hace temerosos.

2. La Ley de la Preocupación
Sentimos porque nos preocupamos, cuando tenemos algún interés en lo que sucede, ya sea un objeto, nosotros mismos u otra persona. Las emociones surgen de estos objetivos particulares, motivaciones y preocupaciones. Cuando somos indiferentes no sentimos nada.

3. La ley de la Realidad aparente
Lo que parece real para nosotros es lo que provoca una respuesta emocional. En otras palabras, la forma en que evaluamos o interpretamos una situación rige la emoción que sentimos. Por este motivo ciertas películas, obras de teatro o libros no nos involucran emocionalmente, porque, en cierto sentido, no sentimos que reproduzcan la realidad de las cosas.

4, 5 y 6. Las Leyes del Cambio, la Habituación y la Comparación
La ley de la habituación significa que en la vida nos acostumbramos a nuestras circunstancias sean las que sean. Las emociones, por lo tanto, responden más rápidamente a los cambios. Esto significa que siempre estamos comparando lo que está ocurriendo en un marco relativamente estable de referencia (aquello a lo que estamos acostumbrados). Como resultado nuestras emociones tienden a responder más rápidamente a los cambios que están en relación con este marco de referencia.

7. La Ley de la Asimetría Hedónica
Hay ciertas circunstancias horribles a las que nunca podemos acostumbrarnos. Si las cosas son realmente malas, es imposible escapar de sentimientos negativos como el miedo o la ansiedad. Por otro lado las emociones positivas siempre desaparecen con el tiempo. No importa lo mucho que estemos enamorados, cuán grande es nuestro triunfo, o cuán abundante la cantidad de drogas consumidas, las emociones positivas siempre se desvanecen más tarde o más temprano.

8. La Ley de Conservación del Momento Emocional
El tiempo no cura todas las heridas, o si lo hace, sólo lo hace indirectamente. Los eventos pueden retener su poder emocional durante años a menos que vuelvan a experimentarse y a ser evaluados. Es esta nueva experiencia y la consiguiente re-definición lo que reduce la carga emocional de un evento. Esta es la razón de que algunos hechos que no han sido re-evaluados (por ejemplo, suspender un examen o ser rechazado por un amante potencial) conservarán su poder emocional durante décadas.

9. La Ley de Cierre
La forma en que respondemos a nuestras emociones tiende a ser absoluta. A menudo conducen inmediatamente a tomar acciones de un tipo u otro, y no permitirán discusión. En otras palabras, las respuestas emocionales están cerradas a objetivos distintos del suyo o a juicios que puedan atenuar la respuesta. Una emoción se apodera de nosotros y nos envía decididamente por un camino, hasta más tarde, cuando una emoción diferente nos envía por el camino opuesto.

10. La Ley de Atención a las Consecuencias
Las personas consideran naturalmente las consecuencias de sus emociones y actúan en función de ello. Por ejemplo, la ira puede provocar sentimientos violentos hacia otro, pero en general la gente se abstiene de agredirse entre sí de cualquier manera. Las emociones pueden dictar un tipo de respuesta, pero la gente puede, normalmente, modular la intensidad de esa respuesta.

11 y 12. Leyes de la Carga más ligera y la Ganancia más grande
El impacto emocional de un evento o situación depende de su interpretación. Poner un foco diferente en una situación puede cambiar el sentimiento. La ley de la carga más ligera significa que las personas están especialmente motivadas para usar reinterpretaciones con el objetivo de reducir las emociones negativas. Del mismo modo cada vez que una situación pueda ser reinterpretada para una ganancia emocional positiva, lo será. Por ejemplo, el miedo puede impedirnos intentar tareas difíciles o peligrosas.

Lectura de "Registros Akáshicos" y su ayuda

Información canalizada por María Dolores Sánchez-Villacañas de Toro
Directora y Psicoterapeuta de Alcántara Psicología y Espiritualidad

¿A quién están dirigidas las lecturas de Registros Akáshicos y Cómo pueden ayudarnos en la vida cotidiana?
Cualquier persona mayor de edad y en posesión de sus facultades mentales, puede acudir a una lectura de Registros Akáshicos. No pueden hacerse lecturas de registros a personas menores de edad, precisamente porque todavía no son plenamente responsables de sus decisiones. Si un padre o una madre quiere saber cómo ayudar a su hijo o hija, cómo puede relacionarse mejor con él o ella o cualquier otra cuestión, puede preguntar a su propio registro y si éste tiene algo que decir, desde luego lo dirá, pero nunca se puede solicitar la lectura de registros de una tercera persona, en mi opinión ni siquiera aunque ésta de su permiso.

Las lecturas de Registros Akáshicos están dirigidas a todas aquellas personas que quieran crecer personalmente y desarrollarse espiritualmente, mientras realizan su viaje terrestre en esta encarnación. El contacto con el alma también es necesario para conocer muchas cuestiones, como por ejemplo, cuáles son las principales cualidades, dones y talentos con los que cada persona cuenta para realizar su cometido aquí en esta ocasión; cuál es ese cometido; cómo puede llevar a cabo un proyecto; cómo puede mejorar y enriquecer sus relaciones; cómo puede aplicar la creatividad a su trabajo y a su vida cotidiana; cómo es su relación con el dinero y las creaciones materiales; qué puede hacer para avanzar en su desarrollo interior y su espiritualidad; cómo ser más autónom@ y no dejarse llevar por otras personas; cómo recuperar y ejercer su poder personal… Las aplicaciones son prácticamente infinitas y los beneficios, como quedó expresado más arriba, también son muy grandes, tanto para la propia persona como para quienes le rodean y los ambientes habituales en los que se desenvuelve.
Esto ocurre porque, en la medida en que alguien se pone en manos de su alma y avanza por la vida en profunda comunión con ella, sus pensamientos, sentimientos, actitudes, palabras y actos empiezan a ser diferentes, a irradiar un halo de vibración energética elevada, amor, paz, luz, armonía, bienestar, alegría y felicidad permanentes y esto, irremediablemente, va a causar un efecto de onda expansiva a su alrededor y desde luego l@s demás lo van a notar. Unas personas lo notarán enseguida, a otras les llevará un poco más de tiempo, pero esa influencia beneficiosa y positiva repercutirá en tod@s y también en todo lo que la persona hace. En el momento en que nos entregamos al alma, la personalidad empieza a desapegarse de sus expectativas y juicios, empieza a centrarse en prestar el servicio que el alma le pide y en hacerlo de la manera más sencilla y fluida posible, comprendiendo que no es necesario sufrir ni esforzarse para hacer las cosas ni para que éstas salgan bien.

Confiar en que el alma lo sabe todo y que siempre busca nuestro mayor bien, es dejar a un lado el estrés y la exigencia, entrando entonces en un mar de equilibrio y paz, con la consciencia plena de que la Divinidad proveerá todo lo necesario y se ocupará de todos los detalles. Nosotr@s sólo tenemos que dedicarnos a vivir con atención y consciencia, entregándonos en todo momento a realizar lo que se nos pide que, la mayoría de las veces, no es tan difícil y costoso como nuestra mente imagina y cree. Recordemos igualmente que la información, en un alto grado, es poder, ya que ser conocedor@s de cosas que antes no sabíamos, o conocerlas desde otro punto de vista, nos otorga la capacidad de hacer cambios y los cambios siempre tienen que ver con el ejercicio de nuestro poder interior, nunca sobre otras personas en nuestro beneficio, aunque sí sobre nosotr@s mism@s para modificar todo aquello que sea necesario para una vida más plena, significativa y feliz.

Si quieres copiar este texto, haz el favor de reseñar que lo has tomado dehttps://metamorfosisyvida.wordpress.com e incluye también este comentario. De este modo, contribuimos a establecer los valores de la nueva humanidad, libres de competitividad y centrados en la colaboración mutua y el bien común. El conocimiento, como la Vida misma, proviene de la Fuente Creadora y, por consiguiente, es para tod@s, sin embargo, el trabajo de quienes se dedican a extender ese conocimiento para el despertar de la conciencia colectiva, ha de ser reconocido y por eso te pido que cites la fuente de la que tomaste este escrito. Gracias y que Dios te bendiga. (16/17-VII-2014)

Cuando te permites lo que mereces, atraes lo que necesitas

Cuando eres consciente de lo que mereces, y por fin, te lo concedes, y aprendes a priorizarte un poco más a ti mismo, llegará lo que necesitas en realidad. No es magia, ni es el universo tejiendo sus leyes de atracción. Es nuestra propia voluntad para ser felices, para tomar las riendas de nuestra vida…

Empezaremos proponiéndote una pequeña reflexión… ¿Qué es lo crees que te mereces a día de hoy?
Puede que hayas pensado en un descanso. En permitirte que el tiempo discurra un poco más despacio para poder así, apreciar todo lo que te rodea. Disfrutar del “aquí y ahora”, sin estrés, sin ansiedad.
Es posible que hayas pensado también “que mereces alguien que te quiera”, que te reconozcan un poco más. Sueles esforzarte mucho por los demás y no siempre ven todo aquello a lo que has llegado a renunciar.
Todos, en nuestro interior, sabemos qué es lo que merecemos. No obstante, el reconocerlo es algo que a veces nos cuesta porque pensamos que puede llegar a ser una actitud egoísta.
¿Cómo decir en voz alta cosas como “necesito que me quieran”, “merezco ser respetado/a”, “merezco tener libertad y tener las riendas de mi vida”? En realidad, basta con decírnoslo a nosotros mismos.
No debemos equivocarnos, porque priorizarnos un poco más no es una actitud egoísta. Es una necesidad vital, es poder crecer interiormente para ser felices.
Te invitamos a reflexionar con nosotros.

Las actitudes limitantes
Muchos de nosotros solemos desarrollar a lo largo de nuestra vida muchasactitudes limitantes. Son creencias en ocasiones inculcadas durante nuestra infancia, o incluso desarrolladas posteriormente en base a determinadas experiencias.
Son esos pensamientos expresados en frases como “no valgo para nada”, “yo no soy capaz de hacer eso, fracasaré”, “¿Para qué intentarlo si siempre me salen las cosas mal?”…
Una infancia complicada con unos progenitores que nunca nos dieron seguridad, o incluso relaciones afectivas basadas en la manipulación emocional, suelen limitarnos casi de un modo determinante. Nos volvemos frágiles por dentro y vamos poco a poco, deshilachando nuestra autoestima.
Reestructura tus creencias. Tú eres más que tus experiencias, no eres quien te hizo daño o quien alzó muros para privarte de tu libertad. Mereces avanzar, mereces leer en tu interior y reconocer tu valía, tu capacidad para ser “apto” en la vida y sobre todo, feliz…

Lo que mereces, lo que necesitas
Lo que merecemos y lo que necesitamos está tan unido como el eslabón de una cadena. Te pondremos un ejemplo: “Necesito a alguien que me quiera”. Es un deseo común. No obstante, empezaremos cambiando la palabra “NECESITO”, por“MEREZCO”.
Te mereces a alguien que sepa leer tus tristezas, alguien que atienda tus palabras, que sepa descifrar tus miedos y ser el eco de tus risas. ¿Por qué no? Al cambiar la palabra necesidad por merecer, eliminamos ese vínculo de apego tóxico que en ocasiones, desarrollamos en nuestras relaciones afectivas.
Si necesitamos algo para ser felices
nos volvemos cautivos de nuestras propias emociones

Empieza por ti mismo/a. Sé tú la persona que quisieras tener a tu lado… La que merece caminar los pasos de tu vida. Al final, llegará alguien que se reflejará en ti. No obstante, empieza también con estas importantes dimensiones:
-Libérate de tus miedos.
-Disfruta de tu soledad, aprende a leer en tu interior, a empatizar más contigo a la vez que con los demás.
-Cultiva tu crecimiento personal, disfruta de tu presente, de lo que eres y de cómo eres.
-Aprende a ser feliz con humildad, desactivando el ego, madurando emocionalmente.
En cuanto te des a ti mismo todo aquello que mereces,convirtiéndote en la mejor versión de ti, llegará lo que necesitas.

Priorizarse a uno mismo no es ser egoísta
Muchas veces seguimos siendo prisioneros de esos pensamientos limitantes explicados al inicio. Hay quien encuentra su felicidad dándolo todo por los demás: cuidando, atendiendo, renunciando a ciertas cosas por los demás.
Es posible que nos educaran así. Ahora bien, siempre llega un momento en quehacemos balance y algo falla. Aparece el vacío, la frustración, el dolor emocional…
Como todo en esta vida, existe la armonía, la conjunción de tu espacio y mi espacio, de tus necesidades y nuestras necesidades. La vida en familia, en pareja o en cualquier contexto social, debe construirse mediante un adecuado equilibrio donde todos ganen y nadie pierda.
En el momento que hay pérdidas, dejamos de tener el control de nuestra vida, dejamos de ser protagonistas para convertirnos en actores secundarios.

Reflexiona durante un instante en estas breves ideas:
-Merezco un día de descanso, para mi mismo, en soledad. Esto me ofrecerá lo que necesito: pensar, liberarme del estrés y relativizar las cosas.
-Merezco ser feliz, tal vez sea el momento de “dejar ir” determinadas personas, o aspectos de mi vida. Ello me permitirá conseguir lo que necesito: una nueva oportunidad.
Todos merecemos dejar de ser cautivos del sufrimiento, de nuestras propias actitudes limitantes. Abre los ojos a tu interior, descifra tus necesidades, escucha tu voz. En el momento que te permitas lo que mereces, llegará lo que necesitas.

domingo, septiembre 06, 2015

Caricatura de la triste realidad de este mundo y sociedad.

Los estados del "YO" - Análisis Transaccional

Francisco de Sales

El Análisis Transaccional, una herramienta imprescindible en el conocimiento del ser humano, dice que cuando nos manifestamos lo hacemos desde uno de estos tres patrones de conducta o estados del yo: Padre (P), Adulto(A) o Niño (N), y dice que es útil conocer cada uno de ellos, para saber desde cuál estamos actuando o manifestándonos, y así saber si estamos utilizando el adecuado para el momento o la situación.
Podemos averiguar el origen de muchos de nuestros pensamientos o formas de pensar, el por qué de ciertos sentimientos, o de dónde vienen ciertas opiniones.Esos estados del yo son tres formas distintas de estar, pensar, sentir y actuar.

El Padre
Es la parte de nuestra personalidad regida por el principio del deber. Aquí están las costumbres, la moral, las obligaciones, los condicionamientos… aquí se fijan las normas, y en muchísimos casos está desactualizado. Funciona repitiendo todo, como una grabación que se hizo en su momento y sigue repitiendo siempre lo mismo mientras no se vuelva a hacer una nueva grabación encima.
Se formó a partir de la información que adquirimos al ver cómo se comportaban nuestros padres o educadores. El Padre puede ser Crítico (PC) ó Nutritivo (PN).
En del primer caso, lo único que hace es juzgar, amenazar, castigar, sermonear, reprobar, pero sin dar una razón; el motivo es porque sí o porque lo digo yo. Regaña, critica, acusa desde una especie de superioridad. Da órdenes e impone. Actúa en base a patrones y modelos cerrados. Sus respuestas están automatizadas. No aporta nada, sino que más bien desvaloriza.
El segundo caso corresponde al Padre que educa, aporta,cuida, protege, nutre… Advierte, sin amenazar. Confía enel otro y cuando interviene lo hace suavemente. No impone autoridad, aunque se hace respetar. Escucha.
Si un niño coge un plato de la mesa y se le cae, el PC (Padre Crítico) le va a reñir; le va a echar en cara que es torpe, y que por su torpeza ha roto el plato, y le recriminará que ahora tendrá que trabajar más para comprar otro plato, y que lo que tiene que hacer es quedarse quieto y no hacer cosas de mayores. Cara de enfado para el resto del día que le hará sentirse mal al niño, le creará un complejo de torpe, y le coartará su capacidad de seguir experimentando en la vida, ante el temor de otra reprimenda.
El PN le dirá, con mucho cariño, que su intención ha sido buena y eso es lo importante, y que la próxima vez que coja un plato será bueno que lo sujete con más fuerza para que no se le caiga. Le dará su apoyo y le mostrará una sonrisa de premio al final de la conversación.

El Adulto
Es el que piensa, el que se da cuenta de las cosas y sabe lo que conviene hacer. Razona, analiza, calcula probabilidades, usa la lógica, da y pide información y, por lo menos aparentemente, no tiene emociones, sino que es práctico.
El Adulto es sereno, calmado, actúa desde el aquí y ahora. Sabe lo que conviene hacer. No le gusta predominar, y sí colaborar. No responsabiliza a los demás de sus problemas. Sabe decir no. Tiene libertad de opción y cambio. No se implica emocionalmente en las decisiones que toma.
Si el Adulto actualiza sus informaciones, sus respuestas serán acertadas. En cambio, el Padre se mantiene más anclado en sus ideas, por lo que sus soluciones pueden ser menos propicias. El Niño es más “irresponsable” por lo que sus respuestas pueden ser disparatadas. Eso sí, el Adulto tiene que tener cuidado de que ninguno de los otros dos estados le contamine sin darse cuenta y entonces no sea él, puro, quien al final decida. Los estados de Padre y Niño, por sí, son estáticos, pero el Adulto puede actualizar ambos, y eso es conveniente. Puede conseguir, por ejemplo, que el PC (Padre Crítico) no sea tan rígido,tan crítico, que no se entrometa en los otros estados; puede pedir su colaboración al PN (Padre Nutritivo) en ciertos momentos; puede pedir al Niño que salga más a menudo.
Si es el Padre quien contamina, es un prejuicio; si es el Niño, es un auto-engaño.

El Niño
Es el que hace en cada momento lo que le apetece o le gusta. Lo suyo es la intuición, la parte mágica y creativa. Es ingenuo y natural. Dice cuando algo le gusta y lo que le disgusta. Goza, sufre, siente. Busca cariño y aceptación. Fantasea y sueña. Es alegre,entusiasta y vivaz. Dispone de una gran fuerza interior.
El Niño puede ser Natural (NN) y Adaptado (NA). El Niño Adaptado puede ser Sumiso (NAS) o Rebelde (NAR). También hay un Pequeño Profesor (PP).
El NN (Niño Natural) es odioso o amoroso, pero es natural, espontáneo y juguetón. Lo que uno es cuando nace.
El NAS (Niño Adaptado Sumiso) se ha tenido que adaptar a lo que había durante su educación, para poder sobrevivir. Seguramente no estaba de acuerdo con las normas injustificadas que le exigían sus educadores, y encontraba incoherencias, pero un poco de cordura le hizo ver que si se sometía y acataba cuanto le mandaban, eso le aseguraba seguir en la familia y era lo que necesitaba a esa edad para seguir vivo. Su obediencia es automática: no piensa, pero padece una auto-descalificación continua. Se adaptó de un modo Sumiso y acepta lo que hay.
El NAR (Niño Adaptado o Rebelde), por contra, se adaptó a lo que había, pero no lo acepta y se rebela cada vez que puede. Es inconformista, agresivo, y desafiante. Tanto este como el NAS (Niño Adaptado Sumiso) tienen sensaciones de angustia, de que algo va mal, y se sienten atemorizados y culpables al mismo tiempo.
El PP (Pequeño profesor), en vez de reaccionar NAR (Niño Adaptado o Rebelde) o someterse NAS (Niño Adaptado Sumiso) a las normas, aprende a actuar desde su astucia, su intuición o imaginación, y aporta soluciones originales cuando se necesitan, pero conviene que las revise el Adulto, que está acostumbrado a hacerlo basándose en los hechos de experiencias anteriores o similares. Es pensativo, a su modo, y creativo e imaginativo.
Según Berne, el fundador del Análisis Transaccional, “el Adulto que hay en el Niño es un agudo y perspicaz estudioso de la naturaleza humana y, por tanto, se le llama Profesor.”
Es bueno distinguir cada uno de los estados, de ese modo si uno se sorprende utilizando el inadecuado para el momento, lo puede cambiar.
En general, si uno está en el trabajo puede ser Adulto o Padre, pero no Niño (salvo que trabaje de payaso o animador infantil); si uno está jugando no debe ser Adulto, y aún menos ser Padre, porque no le acompañarían en su juego; si uno tiene que tomar una decisión importante, es mejor que sea el Adulto quien se encargue, y no el Padre ni el Niño.
Para que la comunicación con las demás personas prospere de un modo adecuado, conviene que nos pongamos en el mismo nivel desde el que nos están hablando.
Si me están dando una información importante en el trabajo, no conviene que sea Niño y me comporte como tal; si estoy jugando con un niño pequeño no es conveniente que lo haga desde el Padre o el Adulto, porque ninguno de ellos sabe jugar; si estoy en un velatorio es adecuado que sea Adulto, pero no Niño.
Los errores y conflictos en la comunicación se provocan al hablar desde distintos estados del yo.
Para que las relaciones con los demás, y con nosotros mismos, se desarrollen del modo adecuado, conviene tener en cuenta en qué estado del yo nos encontramos, cómo debemos usarlo, cuándo, y con quién.
Debes estar en todos en el momento adecuado, pero siendo consciente, y, sobre todo, no dejar nunca de ser tú mismo independientemente del estado del yo en que te encuentres.
Pero, atención, porque uno de ellos puede dominar y excluir a los otros dos y eso no es lo correcto.
Tienes que acostumbrarte a manejarte bien en todos, y ser íntegro cuando estés en cada uno de ellos.
Estos estados no tienen nada que ver con la edad de cada uno. Es precioso ser Niño cuando uno ya está jubilado, y es digno de admiración el niño que sabe ser Adulto cuando es necesario.

RESUMIENDO
Conviene que releas el capítulo si no te ha quedado claro, o que busques más información por otra parte, porque este es un asunto muy importante. Si te empiezas a observar a partir de ahora, verás cómo están bastante claros los tres estados. Te verás pasar de uno a otro varias veces a lo largo del día, y advertirás que no siempre estás en el adecuado. Observarás que dándote cuenta de ello, y yendo al conveniente, te irán mucho mejor las cosas. Fíjate en los demás cuando están contigo y practica a comprobar en qué estado están en cada ocasión: te ayudará mucho a mejorar tu relación con ellos.
Sé tú mismo en cada momento, pero desde el estado apropiado.

"Espiriteria" - Cómo produce el cerebro experiencias reliogiosas y místicas??

Francisco J. Rubia

La hiperactividad del sistema límbico hace posible la unión entre materia y espíritu, revela la neuroespiritualidad

Nuestro cerebro es capaz de producir experiencias espirituales, religiosas, numinosas, divinas, místicas o de trascendencia, gracias a una hiperactividad en el sistema límbico o cerebro emocional. Este hecho, revelado por la neuroespiritualidad, supondría la anulación de la antítesis clásica entre materia y espíritu. También sugiere que la espiritualidad sería una facultad cognitiva más de nuestra especie. Francisco J. Rubia.

La palabra neuroespiritualidad quiere expresar el hecho de que el cerebro es capaz de producir experiencias espirituales, religiosas, numinosas, divinas, místicas o de trascendencia.

A mi juicio, este hecho es de una enorme importancia, porque la antítesis clásica entre materia y espíritu queda prácticamente anulada en el cerebro, que, siendo materia, es capaz de producir experiencias espirituales. Es la razón por la que he llamado en otro lugar al cerebro “espiriteria”, o sea una contracción entre espíritu y materia.

Pero antes de explicar por qué podemos decir que el cerebro produce experiencias espirituales, quisiera definir lo que se entiende por “espiritualidad”.

Si consultamos el Diccionario de la Real Academia Española encontramos lo siguiente: “Naturaleza y condición de espiritual”, definición que no nos convence porque es sabido que lo definido no debe entrar en la definición.

A continuación buscamos lo que se entiende por “espiritual” y leemos: “Perteneciente o relativo al espíritu”. De nuevo un resultado parecido, por lo que buscamos la definición de “espíritu” y encontramos lo siguiente: “Ser inmaterial y dotado de razón”. Esta última definición nos lleva a plantearnos si el Diccionario de la Real Academia Española está a la altura de los tiempos.

Esta definición es completamente absurda desde el punto de vista neurocientífico, ya que lo que viene a decir es que los seres inmateriales, presuponiendo su existencia, tienen cerebro, ya que no hay razón sin cerebro.

El Diccionario de Oxford nos define la palabra espiritual de la manera siguiente: “Relacionado con el espíritu o alma y no con la naturaleza física o materia”. En esta definición, el espíritu se contrapone, de manera dualista clásica, a la materia. Pero ya hemos dicho que esto no es válido para el cerebro, por lo que esta definición no nos satisface tampoco.

Hay otra definición también del mismo Diccionario respecto a la palabra espiritual que dice: “tener una mente o emociones de una alta y delicadamente refinada calidad”. Esta última definición se acerca más a lo que vamos a tratar en esta conferencia y entendemos por espiritualidad.

La espiritualidad estudiada por la ciencia
Lo que quiero plantear hoy aquí es que el cerebro, como hemos dicho, genera experiencias que se han llamado espirituales, religiosas, divinas, numinosas, místicas o de trascendencia gracias a la hiperactividad de estructuras que pertenecen al sistema límbico o cerebro emocional, y que se encuentran en la profundidad del lóbulo temporal.

Esta hipótesis se ve apoyada por los experimentos que el neurocientífico canadiense de la Universidad Laurentiana en Sudbury, Ontario, en Canadá, Michael Persinger‎, realizó en los años ochenta del pasado siglo, experimentos con sujetos voluntarios normales y sanos utilizando la estimulación electromagnética de los lóbulos temporales, pudiendo en ellos producir la sensación de presencias de seres espirituales.

Curiosamente, estos seres espirituales eran siempre de la religión a la que pertenecían los individuos en cuestión. Así que ningún cristiano vio nunca a Buda, a Alá o a Manitú, de la misma manera que ningún budista, mahometano o indio vio nunca a Jesucristo o a la Virgen María.

En esos mismos años, concretamente en 1980, el neurocientífico estadounidense Arnold Mandell, actualmente profesor emérito de psiquiatría de la Universidad de California en San Diego, publicó un libro titulado Toward a Psychobiology of Trascendence (Hacia una psicobiología de la trascendencia), en el que decía que tanto las anfetaminas, como la cocaína y otras drogas alucinógenas constituían un puente farmacológico hacia la trascendencia, porque disminuían la síntesis de serotonina, un neurotransmisor cerebral que inhibe las estructuras límbicas del lóbulo temporal con la consecuente hiperactividad por desinhibición de esas estructuras que producen las experiencias espirituales, numinosas, divinas místicas o de trascendencia.

El papel de la dopamina
Hoy sabemos que la ingesta de LSD, psilocibina, DMT o mescalina, es decir drogas llamadas “enteógenas”, reducen la actividad de células que contienen serotonina.

La serotonina inhibe las neuronas que contienen dopamina, otro neurotransmisor cerebral implicado en estas experiencias, por lo que una reducción de la actividad de la serotonina aumenta por desinhibición la descarga de las células que contienen dopamina.

Quisiera explicar que la palabra “enteógena” fue acuñada por el profesor de filología clásica de la Universidad de Boston, Carl Ruck‎, y por su etimología significa “dios generado dentro de nosotros”. Estas drogas alucinógenas o enteógenas han sido llamadas así por que permiten el acceso a una segunda realidad en la que los sujetos dicen entrar en contacto con sus dioses.

Que el neurotransmisor dopamina está implicado en estos fenómenos es apoyado por los siguientes hechos: Un gen del receptor de dopamina, el DRD4, se asocia de manera significativa a medidas de espiritualidad y auto-trascendencia; por otro lado sabemos que trastornos debidos a un exceso de dopamina, como la esquizofrenia y el trastorno obsesivo-compulsivo se asocian a aumentos de espiritualidad y religiosidad; y que los fármacos anti-psicóticos que bloquean la acción de la dopamina a nivel del sistema límbico disminuyen las conductas y los delirios religiosos en los pacientes.

A la vista de estos hechos, yo propondría una definición de espiritualidad algo distinta a las definiciones que he mencionado anteriormente. La espiritualidad podría definirse como “El sentimiento o impresión subjetiva de alegría extraordinaria, de atemporalidad y de acceder a una segunda realidad que es experimentada más vívida e intensamente que la realidad cotidiana y que está producida por la hiperactividad de estructuras del cerebro emocional”.

La sensación de alegría, felicidad o bienaventuranza viene mediada por la producción cerebral de endorfinas, sustancias parecidas a la morfina que el propio cerebro produce como analgésicos y sin las cuales los ejercicios musculares extenuantes no podrían realizarse por el dolor que produce la acumulación de ácido láctico. De ahí que los corredores de maratón o los atletas de alto rendimiento tengan experiencias placenteras que quieren repetir siempre que pueden.

He tenido un doctorando que, a pesar de haber tenido una terrible experiencia en las Dolomitas, y que cayó treinta metros en vertical fracturándose varios huesos en cara y cuerpo; en cuanto se repuso de sus terribles heridas volvió de nuevo a escalar montañas.

La sensación de que esa segunda realidad es más intensa que la realidad cotidiana se explica por la estimulación de la amígdala, estructura límbica del lóbulo temporal, que es la que añade el componente emocional, de importancia y de familiaridad a todas las experiencias vividas. La hiperactividad de esta estructura explica también el fenómeno del déjà vu, en el que el sujeto tiene la impresión de familiaridad de un lugar aunque nunca estuvo en él.

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La conexión divina
En mi libro La conexión divina explicaba los fundamentos neurobiológicos de las experiencias místicas, experiencias que generadas en el cerebro se proyectan al exterior, algo que solemos hacer también con la primera realidad o realidad cotidiana que pensamos que está “ahí afuera” cuando en realidad es en gran parte una construcción cerebral.

Quisiera detenerme un poco en este punto que parece contraintuitivo, como dicen los anglosajones. Lo que nosotros tenemos por “realidad exterior” es, repito, en gran parte una construcción cerebral.

Por ejemplo, en la visión, los colores no existen en la naturaleza; ahí afuera no existen más que radiaciones electromagnéticas de distintas longitudes de onda que, al incidir sobre los fotorreceptores de la retina se traduce en potenciales eléctricos, los llamados potenciales de acción, que son todos iguales no importa si provienen del ojo, del oído, del olfato, del gusto o del tacto.

De manera que los colores, los olores, los sonidos, etc., son atribuciones de las respectivas cortezas sensoriales a esas informaciones que llegan de los órganos de los sentidos. Si, por ejemplo, se lesiona la corteza visual primaria en el lóbulo occipital, el paciente deja de ver colores y de soñar con ellos.

Esto no es nada nuevo. Descartes, en el siglo XVII sabía que las cualidades secundarias dependían del sujeto, que no existían objetivamente en las cosas. Y en el siglo XVIII, el filósofo napolitano Giambattista Vico, en su libro La antiquísima sabiduría de los italianos, decía que “si los sentidos son facultades activas, viendo hacemos los colores de las cosas; degustándolas sus sabores; oyéndolas sus sonidos, y tocándolas hacemos lo frío y lo caliente”.

Se cuenta que los discípulos del filósofo empirista irlandés George Berkeley discutían sobre si cuando un árbol caía en el bosque y nadie estuviera presente se oiría algún ruido. Por lo que hoy sabemos, evidentemente no, ya que el ruido es una atribución del cerebro a los potenciales de acción que proceden del oído.

Experiencias espirituales y religiones
Las experiencias espirituales, son seguramente la base sobre la que descansan las religiones. Todos los fundadores de religiones han tenido experiencias espirituales o místicas intensas.

Por eso se puede decir que no hay religión sin espiritualidad, pero sí existe espiritualidad sin religión, lo que significa que el término espiritualidad es un término más amplio que el de religión. Espiritualidad sin religión la tenemos, por ejemplo, en lo que podríamos llamar corrientes filosóficas, como el budismo, el jainismo, el confucianismo y algunas formas del hinduismo.

El budismo, por ejemplo, no es una religión, sino una filosofía. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche la llamaba “fisiología del alma”. Y no es una religión porque en ella no hay dioses. Lo que yo mismo he podido observar en templos budistas de China y del Japón es un desarrollo que nada tiene que ver con la doctrina. Esos templos se asemejan a los de cualquier otra religión.

Pero eso es lo que los seguidores de Buda han hecho: han convertido a Buda en un dios y lo adoran como a cualquier otro, rezando ante él y realizando ofrendas.

Que la espiritualidad puede existir sin religión es, pues, evidente. En tiempos recientes asistimos asimismo a una disminución del número de personas que asisten a las iglesias de las religiones tradicionales, pero no así a la participación en sectas, cultos, rituales y otras manifestaciones de tipo espiritual que está en aumento.

El británico Sir Alister Hardy, que escribió el libro titulado The spiritual nature of man (La naturaleza espiritual del hombre), decía que las experiencias espirituales o de trascendencia habían afectado no sólo a personas religiosas, sino también a ateos y agnósticos, por lo que puede decirse, repito, que la religión es inconcebible sin espiritualidad, pero que existe una espiritualidad sin religión.

Experiencias espirituales y sistema límbico
¿Qué podemos aducir a favor de la hipótesis de que las experiencias a las que nos estamos refiriendo son el producto de la hiperactividad de las estructuras límbicas del lóbulo temporal?

Aparte de los experimentos ya mencionados de Michael Persinger‎, están las experiencias cercanas a la muerte. En este tipo de experiencias se producen fenómenos que son comunes a las experiencias místicas, como por ejemplo la sensación de felicidad, paz y bienaventuranza, la visión de una luz brillante e intensa, la aparición de seres espirituales (recordemos: siempre de la propia religión), la sensación de flotar en el espacio o levitar y de observarse desde lo alto, síntoma llamado autoscopia y que hoy puede provocarse experimentalmente por la estimulación eléctrica del giro angular del cerebro, la pérdida del sentido del tiempo y del espacio, la pérdida del yo y la fusión con la naturaleza, el universo o Dios.

Curiosamente, la autoscopia se interpretó en el pasado como una prueba de la existencia del alma que abandonaría el cuerpo y volvería a él cuando el paciente era resucitado por maniobras médicas o de manera espontánea.

Todos esos síntomas se han atribuido a la falta de oxígeno y al aumento del dióxido de carbono que inactivaría en primer lugar las células más pequeñas y que tienen un metabolismo más alto, células que suelen ser inhibidoras, por lo que se produciría una desinhibición, o sea una hiperactividad, de las estructuras límbicas en cuestión.
Otros fenómenos parecidos se producen por la ingesta de sustancias enteógenas que mencionamos antes.

Las estructuras que considero responsables de las experiencias espirituales poseen muchos receptores para la dopamina, por lo que un aumento de la dopamina por cualquier circunstancia, como ya vimos antes, es capaz de activar estas estructuras y, si ese aumento es considerable, provocar las experiencias que hemos llamado espirituales, religiosas, numinosas, divinas, místicas o de trascendencia.

La búsqueda de flores, plantas, lianas y hongos que contienen sustancias capaces de producir este tipo de experiencias se remonta al pasado más remoto de la humanidad. Es más, no solo los humanos han practicado esta búsqueda y han ingerido esas sustancias, sino muchos otros animales.

En su libro Animales que se drogan, el etnobotánico y etnomicólogo Giorgio Samorini relata que numerosas especies de animales ingieren drogas de plantas, hongos, bayas y flores. Caribúes, vacas, elefantes, gatos, renos, cabras, primates no humanos, pero también muchos pájaros, mariposas, moscas, abejas y hasta caracoles suelen ingerir esas sustancias enteógenas.

El psicofarmacólogo Ronald Siegel en su libro Intoxication refiere el caso de muchos animales que buscan plantas narcóticas, como las abejas, que se intoxican con algunas orquídeas y caen al suelo en una especie de estupor para volver luego a las mismas plantas. O ciertos pájaros, que se drogan con bayas; gatos que huelen plantas aromáticas que producen placer y luego juegan con objetos imaginarios; o monos, que ingieren “hongos mágicos” y luego se sientan con la cabeza entre las manos.

Muchas culturas han utilizado estas sustancias en su religión porque inducen experiencias espirituales. Por eso, a muchas de estas sustancias o a las propias plantas y hongos se le dieron nombres religiosos como “voces de los dioses”, “niños angelicales”, “carne de los dioses”, etc.

Los renos de Siberia suelen buscar el hongo alucinógeno o enteógeno Amanita muscaria, llamado hongo matamoscas o falsa oronja, para ingerirlo. Este hongo crece bajo coníferas, hayas y abedules y también es buscado por ardillas y moscas, de ahí su nombre. En el Canadá son los caribúes los que también lo ingieren. Muy probablemente, los chamanes de Siberia copiaron a los renos, descubriendo así las propiedades que les permitían el acceso a esa segunda realidad.

El etnobotánico estadounidense Gordon Wasson (Diapositiva 25) suponía que los componentes enteógenos de este hongo, la muscarina, figuraban en el antiguo “soma”, elixir que se menciona en los Vedas, libros sagrados de la India y que se remontan a unos 1.500 años a.C. Las tribus indígenas de Chukotka y Kamchatka, en el extremo nordeste de Siberia, acostumbraban beber la orina de los que habían ingerido el hongo matamoscas.

Se sabe hoy que los principios activos pierden las impurezas al atravesar el filtro del organismo por lo que la orina es más enteógena que la mera ingesta del hongo. Precisamente la mención en el RigVeda de que el soma se orina llevó a Gordon Wasson a plantear su hipótesis. También en este texto se puede leer lo siguiente: “Hemos bebido el soma, nos hemos vuelto inmortales, hemos llegado a la luz, hemos encontrado a los dioses”.

En los misterios de Eleusis, en la Grecia antigua, un festival de la cosecha de cereales dedicado a la diosa Deméter, se utilizaba una bebida, el kykeon, que se supone contenía el cornezuelo de centeno, un hongo parásito del centeno, pero también del trigo y de otros cereales, que contiene un poderoso enteógeno, la LSD que fue aislada por Albert Hoffmann y que él mismo ingirió en 1943. El kykeon constaba de cebada, menta y agua.

Las puertas de la percepción
Otro fenómeno que apoya la hipótesis de la hiperactividad de las estructuras del sistema límbico que se encuentran en el lóbulo temporal es la conocida epilepsia del lóbulo temporal, producida por una hipersincronización de esas estructuras que produce fenómenos y síntomas parecidos a los ya referidos.

Se ha descrito el síndrome de Gastaut-Geschwind, caracterizado por trastornos de la función sexual – generalmente hiposexualidad –, conversiones religiosas súbitas, hiperreligiosidad, hipergrafia, preocupaciones filosóficas exageradas, irritabilidad y viscosidad social.

Pacientes con focos epilépticos en el lóbulo temporal son conocidos en neurología por tener a menudo alucinaciones que tienen componente místicos y religiosos. Si el foco epiléptico es extirpado por el neurocirujano, los ataques desaparecen y con ellos también las experiencias místicas.

No podemos por tiempo mencionar todas las drogas enteógenas que se ingirieron en el pasado y se siguen ingiriendo en el presente, tanto por chamanes como por sectas espirituales modernas. Antes mencionamos el hongo psilocibe que crece en los excrementos de los mamíferos y que se han encontrado en estómagos de primates no humanos.

La Dimiteltriptamina, que como la LSD bloquea los receptores de la serotonina y que se genera en el cerebro por la glándula pineal con funciones desconocidas. Y la mescalina, sustancia activa del hongo peyote, que ingirió el escritor británico Aldous Huxley y cuyos efectos relata en su libro Las puertas de la percepción.

Respecto a los efectos de las drogas enteógenas y las experiencias espirituales o místicas, algunos autores niegan que esos efectos puedan compararse con lo que ocurre en los éxtasis místicos y experiencias religiosas espontáneas, pero una gran autoridad en misticismo, el filósofo inglés Walter Terence Stace, cuando se le preguntó si la experiencia con drogas era similar a la experiencia mística, respondió: “no es que sea similar a la experiencia mística: es la experiencia mística”.

El estudioso estadounidense de las religiones, Huston Smith, afirma lo siguiente: “El rechazo a admitir que las drogas pueden inducir experiencias descriptivamente indistinguibles de aquellas que son religiosas espontáneamente es homólogo al rechazo de los teólogos del siglo XVIII a mirar por el telescopio de Galileo, o, cuando lo hicieron, su persistencia en rechazar lo que veían como maquinaciones del diablo”.

Si la espiritualidad es el resultado de la hiperactividad de las estructuras límbicas del lóbulo temporal, con sus conexiones con otras regiones cerebrales, entonces hay que admitir que es un fenómeno que en determinadas circunstancias siempre se producirá.

El físico alemán Albert Einstein decía: “La emoción más hermosa que podemos experimentar es la mística. Es la sembradora de todo arte y ciencia auténticos. Quien sea extraño a esta emoción… es como si estuviera muerto”.

Esta frase nos está diciendo que las experiencias espirituales son importantes en arte y en ciencia. Recordemos la segunda definición de espiritual del Oxford Dictionary. De ella deducimos que las emociones pueden ser de mayor o menor intensidad.

Llamamos, por ejemplo, experiencias espirituales a lo que sentimos ante la belleza de un cuadro, una magnífica puesta de sol, o los sentimientos profundos que nos puede evocar la música.

Luego hay experiencias quizá más profundas, como las que refieren aquellas personas que dicen haber tenido lo que se suele denominar una llamada, o una vocación que hace que el sujeto experimente una conversión o que entre en una orden religiosa, o abrace una determinada ideología. Son experiencias unitivas, pero que pueden ser de intensidad variable.

Y finalmente también están las experiencias místicas propiamente dichas, el arrobamiento o el éxtasis, con una intensidad mucho mayor.

Una facultad mental más
Desde luego si la espiritualidad es generada por el cerebro estaríamos ante una facultad mental más, que, como todas las demás, necesita lógicamente de un medio adecuado para desarrollarse, como ocurre con el lenguaje, la inteligencia o la música. No podemos negar la espiritualidad de un Mozart, pero si nace en África, con toda seguridad no tendríamos su música “divina”.

En la frase que mencionamos antes, Einstein equiparaba la mística a una emoción. No es de extrañar que estas experiencias sean fuertemente emocionales habida cuenta que son el fruto de la hiperactividad de estructuras del cerebro emocional. Y hoy sabemos que la emocionalidad es fundamental no sólo para las artes, sino también para la creatividad e incluso para el pensamiento racional.

Hay motivos para pensar que la génesis de la espiritualidad puede estar en lo que hipotéticamente hemos descrito: la activación de estructuras límbicas. El evangelio apócrifo de Santo Tomás, por ejemplo, dice lo siguiente: “Cuando convirtáis los dos en uno, cuando hagáis lo que está dentro igual a lo que está fuera y lo que está fuera a lo que está dentro, y lo que está arriba a lo que está abajo, cuando convirtáis lo masculino y lo femenino en una sola cosa… entonces entraréis en el Reino de los Cielos”.

Mi interpretación es la siguiente: cuando anuléis la consciencia del yo, dualista, lógico-analítica, podréis acceder a lo que podemos llamar la consciencia límbica, aquí caracterizada como “El Reino de los Cielos”.

Es algo parecido a lo que se dice en el evangelio de San Lucas 17, 21: “El Reino de los Cielos está dentro de vosotros”. También Agustín de Tagaste, San Agustín, decía: “No vayas fuera, entra en ti mismo: en el hombre interior habita la verdad”. O en el budismo, que se dice que todos somos Buda, pero no lo sabemos.

De manera que si la fuente y el origen de las experiencias espirituales, y por ende, de las religiones, es el sistema límbico, habrá siempre experiencias espirituales, conduzcan éstas a la religión o no.

Sin embargo, no es lo mismo creer en revelaciones de seres espirituales que tener consciencia de que esas experiencias son fruto del funcionamiento de nuestro cerebro. Esta última convicción transformaría nuestra manera de ver las experiencias místicas y la religión en su conjunto.

Francisco J. Rubia Vila es Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y también lo fue de la Universidad Ludwig Maximillian de Munich, así como Consejero Científico de dicha Universidad.

Ochos sencillas reglas para comunicarte con un manipulador

Genial.guru

Los manipuladores tienen la habilidad de sembrar en nosotros el sentimiento de culpa, nos chantajean y mienten de forma descarada. Hacemos lo que ellos desean u ordenan aún si para eso debemos ir más allá de lo que nos es confortable, como si nuestra voluntad no existiera. En algunas ocasiones este juego puede durar años, envenenando la vida de quien es manipulado.

Para defenderte de este tipo de personas, Genial.guru quiere compartir contigo algunas “leyes de seguridad“ que fueron diseñadas por el experto en estrategias de comunicación y couch Preston Ni:
Recuerda tus derechos inalienables
•Tienes derecho a ser respetado por otras personas.
•Tienes derecho a expresar tus emociones, opiniones y deseos.
•Tienes derecho a establecer tus prioridades.
•Tienes derecho a decir ”no" sin sentirte culpable.
•Tienes derecho a recibir eso, por lo que has pagado.
•Tienes derecho a expresar tus puntos de vista aunque sean diferentes de aquellos de los demás.
•Tienes derecho a protegerte de amenazas físicas, morales y emocionales.
•Tienes derecho a construir tu vida de acuerdo a tu propio concepto de felicidad.

Esas son los límites de tu espacio personal. Por supuesto, los manipuladores son tremendos infractores de nuestros límites, que no respetan y no reconocen nuestros derechos. Pero sólo nosotros mismos, y nadie más somos responsables por nuestras propias vidas.

Guarda la distancia
Durante la comunicación un manipulador cambiará constantemente su máscara: con una persona puede ser extremadamente educado mientras que con otro puede reaccionar con gran violencia y rudeza. En una situación se hará pasar por alguien indefenso mientras que en el otro dejará ver su lado agresivo. Si has notado que el carácter de alguien tiende a reflejar este tipo de extremos lo mejor que puedes hacer es guardar una distancia prudente de esa persona y no relacionarte con él o ella a menos que sea absolutamente necesario.
Lo más común es que las razones de un comportamiento así sean complejas y tengan sus raíces en la infancia. Corregir, educar o salvar al manipulador no es problema tuyo.

No te lo tomes a pecho
La tarea de un manipulador es jugar con tus debilidades. No es sorprendente que en presencia de alguien así empieces a sentir tu “incapacidad” e incluso intentes culparte por no obedecer las ordenes de esa persona. Identifica esas emociones y recuerda que el problema no está en tí. Están tratando de manipularte para hacer que sientas que no eres suficientemente bueno y por eso deberías estar dispuesto a subordinarte a la voluntad de alguien más, incluso renunciando así a tus propios derechos. Analiza tu relación con un manipulador respondiendo mentalmente las siguientes preguntas:
•¿Esta persona me demuestra un verdadero respeto?
•¿Qué tan bien fundamentadas están sus expectativas y peticiones?
•¿Qué tan equilibrada es la relación? ¿Quizá sea uno de los dos quien se esfuerza mientras el otro sólo recibe los beneficios?
•¿Me impide esta relación tener un buen trato conmigo mismo?
Las resputas a estas preguntas te ayudarán a entender de quién es el problema, si está en tí o en la otra persona.

Formúlale preguntas de prueba
Los manipuladores siempre intentarán abrumarte con sus solicitudes o peticiones, haciendo que te olvides de tí mismo y pases de plano a sus necesidades. Si el manipulador intenta ofenderte o refutar tus artumentos, cambia el foco de atención: de tí mismo a tu interlocutor. Formúlale algunas preguntas de prueba y te quedará más claro si esa persona tiene al menos algo de autocrítica y/o vergüenza.
•“¿Te parece que lo que me pides es algo justo?“
•”¿Te parece que esto es justo conmigo?“
•“¿Puedo tener mi propia opinion al respecto?”
•”¿Me lo estás preguntando o lo afirmas?“
•”¿Qué recibo yo a cambio?“
•“¿Realmente crees que yo .....( reformula la petición del manipulador)..?”
Hacer estas preguntas es como ponerle frente a sí un espejo, donde esa persona verá el “reflejo“, la verdadera naturaleza de su petición.

Aún así, existe un tipo singular de personajes que ni se tomarán la molestia de escucharte e insistirán constantemente a su favor. En ese caso usa los siguientes consejos:

¡No te apresures!
Otra de las estrategias preferidas de un manipulador es forzarte a responder o actuar de inmediato. En una situación en la que el tiempo parece apremiar le es más fácil manipularte para conseguir lo que desea (en terminos de ventas, eso se llama ”cerrar el trato”).
Si sientes que te están presionando no te apresures a tomar una decisión. Usa el factor tiempo a tu favor, quítale la posibilidad de coaccionar tu voluntad. Mantendrás el control de la situación con tan sólo decir “lo pensaré”. ¡Son palabras muy efectivas! Tómate una pausa para analizar los pro y contra: determina si quieres seguir discutiendo al respecto o preferirías dar un ”no“ definitivo.

Aprende a decir ”no“
El saber decir “no” es la parte más importante en el arte de la comunicación. Una negación clara te permite mantenerte inamovible en tu posición y mantener una buena relación con tu interlocutor (si las intenciones de este son sanas).
Recuerda que tienes todo el derecho a establecer tus prioridades, tienes derecho a decir ”no“ sin sentir por ello ningún tipo de culpa. Tienes derecho a elegir tu propio camino hacia la felicidad.

Cuéntale acerca de las consecuencias
En respuesta a una intromisión grosera en tu espacio personal y la negativa a aceptar tu ”no", cuéntale al manipulador acerca de las consecuencias de sus acciones.
La capacidad de pronosticar y exponer convincentemente los posibles resultados es uno de los métodos más efectivos de truncar el juego del manipulador. Lo pondrá en un callejón sin salida, lo obligará a cambiar su actitud hacia tí o bien hara completamente evidente su plan, invalidándolo.

Defíendete de las burlas y ofensas
En ocasiones los manipuladores llegan a ofender o burlarse directamente, intentando asustar a sus víctimas o causarles algún tipo de sufrimiento. Lo más importante es recordar es que personas así se aferran de lo que creen que es una debilidad. Mientras seas pasivo y obediente serás serás un blanco fácil ante sus ojos. Lo curioso del asunto es que en la mayor parte de los casos, este tipo de personas son en realidad cobardes: tan pronto la víctima empieza a demostrar carácter y a defender sus derechos el manipulador se retira. Esta ley funciona en cualquier clase de sociedad ya sea la escuela, la familia o incluso el trabajo. Recuerda que no vale la pena entablar una pelea, basta con guardar la calma y dejar en claro tu posición.

Tal y como lo demuestran las investigaciones, muchos abusivos han sido, o son ellos mismos víctimas de abusos. Está claro que esta condición no justifica en ningún caso su comportamiento pero es importante recordarlo para responder a sus acciones con sangre fría y sin remordimiento alguno.

lunes, agosto 31, 2015

La filosofía oculta de la saga "Mátrix"

“Lo que generalmente se llama realidad es considerado por la filosofía como cosa corrupta, que puede aparecer como real, pero que no es real en sí y por sí”.
Friedrich Hegel

La trilogía de Matrix de los hermanos Wachowski, fue un rotundo éxito en los cines, que además de entretener planteaba una serie de reflexiones filosóficas muy interesantes. Matrix pertenece al género de las distopías, que se refieren a las sociedades ficticias indeseables. Se trata del antónimo de utopía. El término distopía fue creado por John Stuart Mill a finales del siglo XIX.

El mito de la caverna de Platón
El primer matiz filosófico que aparece en Matrix es el mito de la caverna de Platón (“La República” Libro VII). Un prisionero atado en el fondo de una caverna y con la cara hacia la pared, ve sobre la pared, sombras de estatuas que están detrás de él yconsidera a esas sombras objetos reales (imaginación).
Pero si el prisionero se libera de las ataduras y sale de la caverna, ve las estatuas que producen las sombras (la creencia), ve los perfiles de las cosas que hay fuera de la caverna y que no logra distinguir bien por la luz del sol y finalmente, ve las cosas claramente, iluminadas por el sol y ve al mismo sol.
Con el mito de la caverna, Platón nos explica la existencia de dos mundos: el mundo sensible (el que perciben los sentidos) y el mundo de las ideas (el verdadero y que solo se puede alcanzar con la razón).
Por lo tanto, existe un paralelismo entre Matrix y el mito de la caverna de Platón, aunque en Matrix lo que el “prisionero” liberado ve, no es el sol, sino una realidad totalmente desoladora.

Descartes, los sueños, lo real y el Genio Maligno
En la película Matrix existen dos mundos:
– El real, que es donde las máquinas controlan a los humanos y los siembran para obtener energía.
– El mundo de Matrix, que es un mundo virtual donde las mentes de los humanos son esclavizadas y creen vivir en la normalidad.
Por lo tanto, el componente filosófico de la película es el problema de lo real.
Descartes analizó el tema de lo real y se preguntó: ¿Cómo saber si en este preciso momento no estás soñando?
Para Descartes, el hombre es la unión de cuerpo y mente, pero solo de la mente puede provenir nuestra seguridad. El hombre es una cosa que piensa. Incluso si estamos dormidos, en el sueño tenemos la duda de que estemos dormidos, por lo que tenemos una experiencia mental que nos permite afirmar que existimos.
Esto es precisamente lo que sucede en Matrix, los humanos no saben si lo que viven es real o es un sueño. Las máquinas han creado una realidad simulada que se confunde con la auténtica.
Pienso, luego existo.René Descartes

En la película, el personaje protagonista, Neo, vive atormentado con la sensación de si está soñando o lo que ve es real y le pregunta a su compañero Choi, en una de las primeras secuencias del film: ¿Alguna vez has tenido la sensación de no saber con seguridad si sueñas o estás despierto?
Descartes, una vez que llega a la conclusión de que ha sido engañado, piensa que no ha sido Dios quien ha llevado a cabo el engaño sino el Genio Maligno.
El Genio Maligno de Descartes en la película Matrix son las máquinas, que han creado una realidad virtual malvada.
Por lo tanto, el paralelismo entre la filosofía de Descartes y la película son claras: no se distingue la realidad del sueño y existe un Genio Maligno que es el creador del engaño.

El existencialismo de Sartre
El hombre nace libre, responsable y sin excusas.Jean Paul Sartre
A lo largo de la trilogía de Matrix, se plantea el problema del existencialismo ya que se afirma que nada de lo que creíamos que existía, existe realmente; es una simple alucinación creada por unas máquinas para sacar beneficios de nosotros.
Para analizar este aspecto filosófico de Matrix podemos acudir a Jean Paul Sartrerepresentante del existencialismo.
La filosofía de Sartre se refiere a la libertad humana y a la no creencia en el destino. La idea fundamental es la de la elección. En la película de Matrix, el protagonista Neo, tiene que elegir desde el principio: la pastilla roja o la azul.
Sartre sostiene que “Si no elijo, también elijo”.
Por lo tanto, se nos plantean, a través de una película, aspectos fundamentales de la vida y de la filosofía, que nos permiten cuestionarnos muchas facetas de nuestra existencia.

Contrato con Dios

Rubén Torres Sierra
La Cosecha de Almas

Tienes un contrato pendiente, tienes un contrato con dios, ese pacto es el que te mantiene aquí, no es algo escrito o quizá si, pero sabes qué lo hiciste, aun no siendo consciente, pactaste. Todo lo que ocurre aquí está pactado, sellado y firmado. Nuestra sociedad está sustentada en el pacto, acuerdos de compra, venta o arrendamiento, clausulas, vencimientos, anexos y normas, que apoyan y te recuerda tu compromiso a la hora de efectuar esa acción que pactaste y firmaste. El diabólico plan de mantenerte preso porque un pre-acuerdo te compromete a ir saldando todas esas deudas que en vida y sin posibilidad de recordar eso que contraes. Tus contratos se extienden mas allá, de lo que puedas imaginar, no solo te ata, una administración esclavista, un sistema bancario avaro o un jefe explotador, También hay entes por encima de estos que se aseguran de atesorar tu compromiso, sin importar como y que hagan para llevarlo a cabo.

Pactaste un compromiso con tus padres, ellos pactaron contigo tu educación, tu manutención y tu desarrollo, antes incluso de que tuvieras capacidad de decidir si contraías ese compromiso, después te relacionas con el resto pactando una y otra vez, contratas fidelidad, amistad y diversión en la adolescencia, más tarde firmas otro contrato con tu pareja y posteriormente con tus propios hijos. Todos estos contratos te atan, te vinculan a ellos y ellos a ti, pero estos son solo los que tú directa o indirectamente acabas por elegir. Incluso la rotura de un compromiso, supone la firma de un nuevo contrato, acuerdos de separación, o divorcio, separación de bienes, pactar los horarios de visita de tus hijos y después a lo mejor encuentras otra pareja y comienzas a formalizar nuevos contratos. Estos contratos comunes son los que atan tus emociones a personas, con lazos de amor o sangre, esos lazos emocionales son los llamados apegos, ya que todo está contratado, ese contrato imprime un carácter de propiedad a los sentimientos del otro, lo que conlleva una propiedad que sobrevive a la muerte y perdura vida tras vida.

Esto a groso modo, en vida, pues en la muerte y tras ella, sigues pactando y acordando con todo tipo de “seres” todo tipo de compromisos. Quizás harto de tu proceso aquí, decidiste contratar los servicios de un guía espiritual, además aun conservas vigente la primera copia del primer contrato con todos los compromisos que adquieres al encarnar en un planeta intervenido como este. Luego con el paso de las vidas y de las constantes reencarnaciones, creas afinidades, alianzas y enemigos, lo que le suma más y más clausulas a ese interminable contrato que te somete a una estancia asegurada aquí.

Es un contrato con dios, un dios con ínfulas, egoísta y mezquino, que al no tener poder real, necesita un papel firmado con el que someter tu voluntad a través del compromiso y el honor que tiene tu palabra. Ese dios y sus secuaces, te engañaron y te enseñaron un concepto con el que te mantienen atrapado, ese concepto se llama deuda. La verdad es que ellos prefieren llamarlo Karma, pero el karma tal y como lo plantean ellos, no existe, y jamás existió. El principio de acción/reacción no es algo acumulable como la tarjeta del súper o la gasolinera, no se trata de ir acumulando “puntos” para al final canjearlos por una “vida extra”, esto es un timo y en el fondo lo sabes, el karma es la concatenación de reacciones tras la acción, que es cuando esa reacción provoca la posterior consecuencia, pero cómo en toda ley natural, si reconoces tu culpa y demuestras algún sentimiento compasivo y de arrepentimiento, esa energía contrarresta e incluso anula las consecuencias, porque somos amor y el amor no pide venganza, tampoco el universo la reclama, ya que se valora más la voluntad de cambio, de progreso y comprensión, que cualquier acto de vendetta, cualquier gurú de pacotilla te diría que el deseo de resarcir tu dolor es obra de tu ego, o tu sombra, tu eliges…

Al finalizar tu periodo encarnado, ellos como buenos acreedores te recuerdan lo que debes, esa deuda figura en la letra pequeña de tu contrato, lo llaman karma, pero lo qué no te dicen que esa deuda jamás puede quedar saldada, ya que como buenas sanguijuelas necesitan algo a lo que estar constantemente chupándole algo, por eso el entorno donde se desarrolla lo hechos, el cual figura en el contrato, es un entorno donde no se puede entrar, ni salir, sin crear una causa y un efecto, por lo que estas generando constantemente una deuda que te impide saldar (por las buenas) respetando el contrato. Por lo que siempre tendrás un motivo para volver y repetir. Quizás esto te suene, ya que la economía funciona exactamente igual, mismo dios, mismas reglas para todo.

Si esto fuera legal, se debería encarnar recordando esos acuerdos karmicos para poder saldarlos y quedar limpio de polvo y paja, en algún momento, de hecho, si se respetase el libre albedrio, tu tendrías que tener derecho a poder sanar ese dolor que conscientemente o no, has causado. Pero como buenos avaros, siempre la deuda tiene un interés (intención) que no figura en las escrituras o que tiene una letra muy, muy pequeña. Si conoces ese interés oculto que subyace en todos los contratos que firmas en vida o tras ella, es evidente que te percatas del engaño y por derecho divino (ley natural), rompes por voluntad propia esos contratos con todo el derecho y la ley de tu parte.

Ningún pacto, contrato o acuerdo es digno de ser respetado si una de las partes no cumple lo convenido, esos vínculos que te apegan aquí (karma) son artificiosos y mal intencionados, todos los seres con alma que te rodean fueron engañados igual que tú, y no te ata ningún compromiso, ni sanguíneo, ni karmico a ellos, nada de lo que creas afín aquí, o siquiera digno de apegarse, tiene más valor del que le puedas dar a cualquier otra cosa. Una vez rompas esos compromisos con conciencia y conocimiento, podrás reencontrarte de forma libre con esos seres por pura atracción, sin lazos, sin compromisos o chantajes emocionales. Lo que tienes aquí y ahora, es ficticio y obligatorio, por lo tanto, no es algo que eligieras en libertad. Las relaciones son egoístas, donde se crean lazos en los que espera recibir siempre algo a cambio (estatus, dinero, propiedad, compañía, sexo...) nadie da nada, pero todos esperan recibir algo a cambio.

Este punto en el que nacen todas las relaciones, son inicios viciados, perversos y posesivos, donde colocamos la preposición “Mi” por delante de la etiqueta genérica que colocamos a esa persona a la que se supone, queremos. Una relación pactada que implica propiedad y en la que la ruptura por cualquiera de ambas partes de ese contrato, implica la firma de más contratos y más clausulas, un suma y sigue, que te ata y te vincula a los mismos seres con los que conciliaste en otras vidas, lazos que atan lazos, que te atan aquí eternamente.

Todo esto por supuesto es ilusorio y forzado, nada te vincula a nadie, y nada te compromete a nada, ese supuesto karma es un cuento chino y estas libre de ello desde ya, si tú quieres. Esos contratos no tienen ningún peso y no comprometen a nada, eres víctima de una estafa y nadie te obligara a que cumplas si no quieres. Por qué solo existe un contrato y es con Dios. Ese contrato es un compromiso contigo mismo para crear y ayudar a otros iguales a ti. Un compromiso para romper este sistema carcelario. No hay más, e incluso ese compromiso se puede romper sin acarrear consecuencias, ni quebrar leyes.

Rompe tus contratos
Llegados a este punto se hace necesario romper contratos, pero ¿cómo? Puedes usar distintas fórmulas que distintos autores han ido experimentando y publicando como Cameron Day, por ejemplo. En lo personal, no soy muy ortodoxo, así que todos estos métodos o formulas las suelo pasar por alto, ya que no las creo necesarias. Puedes recitar cientos de veces esas fórmulas, que seguramente estas no funcionaran si tu intención no es que funcionen, en este punto y hablo por experiencia, me fui dando cuenta que esas fórmulas que encuentras en la web, no sirven si ni siquiera tienes una ligera idea de cómo enfocar tu intención y hacer que tu voluntad haga que esos contratos queden fulminados.

El proceso es muy sencillo, pero si no crees en ti mismo, al final llueve sobre mojado. Da igual como lo digas, tu intención debe quedar clara, debes estar convencido de que quieres romper todos estos lazos y no parar hasta logarlo, asumiendo eso sí, que la otra parte no se va a quedar con los brazos cruzados, pero no es momento de tener miedo, ellos defienden su negocio, pero claro, debes ser consciente que tú eres parte de su producto, su cosecha.

Existen los contratos pre-natales o pre-encarnación, pero a lo largo de nuestra vida vamos acordando más y más cosas. No creas que esto es antes de nacer y ya, con los implantes etéricos pasa un poco lo mismo, se genera la creencia de que somos implantados antes de encarnar, pero mi experiencia es que esos implantes te los van colocando según se acentúen “sus” necesidades y según sean las capacidades que posees o que necesiten, en un estado concreto, ya sea emocional o de ignorancia. La mayoría de las intervenciones ocurren durante los periodos de sueño, en ellos crean un escenario en el que drenar tu energía y cuando estés con la guardia baja, colarte un contrato, durante estos sueños también se te implanta y se te actualizan tus implantes.

Según el grado de lucidez que adquieras durante el sueño, podrás tener según que conocimiento de lo que tratan de hacerte, por lo general, los sueños en los que hay intervención son muy fáciles de identificar, ya que implica alguna emoción de por medio, ellos a su favor tienen, que casi nadie toma en cuenta sus sueños y pasan por alto estas manipulaciones.

Os voy a poner unos ejemplos vividos en carne propia, para que os hagáis una idea, no entrare en detalles personales o desagradables. Esta información no ha sido sacada a través de regresión si no que es consecuencia del propio análisis y muchos, muchos, sueños lucidos, quizás algunos prefiráis llamarlos viajes astrales, me da igual la etiqueta, me gusta más sueño, pero sobre gustos.

En este primer ejemplo os mostrare a través de un sueño como fui implantado como y donde, el por qué lo sé, pero lo voy a omitir si no os importa.

Era un sueño donde la lucidez era bastante alta, ellos crearon un entorno místico, en un entorno parecido a lo que sería una casa o estancia de tipo hindú, ante un hombre anciano y de aspecto sabio, con una indumentaria típica de brahmán, el cual se limitó a observar. Dos hombres caucásicos o europeos, se acercaron a mí y uno de ellos entablo conversación directa en la cual me estuvo dando información astrológica que tenía que ver con mi nacimiento y la conjunción planetaria que hubo en el momento de mi alumbramiento, centrándose en la casa 11 como principal influencia en mi vida. Mientras se me revelaba esta información fui intervenido en la espalda, note perfectamente cómo me implantaban en ambos omóplatos y como no podía hacer nada para impedirlo, (desde hace un tiempo vengo sufriendo dolores en esa zona) por lo que a posteriori entendí que fue un reimplante. Lo gracioso es que al finalizar la intervención me dijo que notaria el peso de Urano sobre mis hombros (que cachondo). Recuerdo cada detalle, las ropas, la estancia, el ambiente, y como sus manos me tocaban la espalda, decir que esto fue un simple sueño es solo para acomodar la mente y no querer cruzar ciertas fronteras, yo sé que fui atrapado en el astral e hicieron lo que quisieron.

En este otro “sueño”, la cosa fue aún más curiosa, todo fue en mi casa (ya no vivo ahí desde hace mucho tiempo), la casa donde me crie, esa casa actualmente es muy distinta, pero en el entorno que crearon era la casa donde viví de niño, mismos muebles, misma disposición de estancias... sin embargo mi familia aparecía con su aspecto actual, sabía qué no eran ellos, ya que su aspecto era burdo y grotesco, son esos detalles, que sin saber explicarlo, sabrías distinguir hasta con los ojos cerrados quien es quien, en este caso ninguno era ninguno, pero parece que la mente es engañada y al final terminas participando en la comedia. El ambiente era de duelo, velábamos a un ser muy querido dentro de la casa (raro porque esto jamás ha ocurrido) pero estaba claro que era necesario imprimir una emoción triste y negativa, para sacarme el jugo, no sé debieron salir del todo con la suya, porque finalmente fui apartado de ese ambiente y me llevaron a dar un paseo. Durante ese paseo (por la calle donde yo caminaba y jugaba de crio) un ser con la apariencia a alguien muy cercano a mí, e importante en gran parte de mi vida, me estuvo diciendo lo arrepentido que estaba de todo el daño que me había hecho y me mostraba su buena voluntad dándome una confesión firmada. Yo tome ese papel doblado en mis manos y lo guarde en mis bolsillos, según hice esto, este ser desapareció y quede solo en esa vieja calle vacía, en ese momento, me di cuenta del engaño y llore amargamente, me queje, grite y me maldije. Desperté inmediatamente consciente de lo que había pasado y las implicaciones que esto tenia, había aceptado un nuevo contrato.

Tengo muchos más sueños, por llamarles de algún modo, ya que los recuerdo como una experiencia vivida, tan real como esta vida que llamamos real, no me extendí en detalles inútiles y fui un poco al grano, estas “experiencias” eran sencillas de describir por eso las elegí. Con ello, mi intención es que os hagáis una idea de cómo operan en esos periodos, os pueden poner en situaciones de riesgo (precipicios o grandes caídas, persecuciones, acosos) esas situaciones las propiciaran, no solo para drenar cierto tipo de frecuencia energética, sino que servirá para poneros en un compromiso, para que aceptéis esos contratos. Vuestra voluntad de ayudar también será usada, y a veces os pondrán entre la espada y la pared, teniendo que elegir entre salvar a alguien o aceptar según qué condiciones, por supuesto todo es ilusorio, pero lo qué aceptas no. Saber actuar ante estas triquiñuelas requiere mucha experiencia y un grado alto de consciencia en esos momentos, ese es el problema en mi caso, ya que a pesar de viviro todo de forma muy intensa, la consciencia no está al ciento por ciento.

Lógicamente tras un sueño con intervención os despertareis cansados, el sueño no habrá sido reparador y puede que incluso os despertéis con algún dolor remanente. También os sucederá que a las pocas horas tengáis la necesidad de dormir y descansar, ya que vuestro periodo de sueño no fue precisamente un descanso y estáis en la necesidad de recuperar energías.

Lo que aceptáis en esos contratos es básicamente que aceptáis ser drenados, parasitados, controlados mentalmente, aceptáis que os implanten o que os cambien los implantes, aceptáis que os adjudiquen un guía o que tu cuerpo sea foco de pruebas, muestras genéticas, hibridaciones, que os borren la memoria, etc... El abanico es amplísimo, piensa que conscientemente jamás aceptarías nada de esto, pero en el astral es más fácil inducirte al engaño, después te borran la memoria consciente y sufres las consecuencias sin encontrar explicación a ciertos sucesos que ocurran en tu vida a partir de ese instante.

Recupera tu energía
No solo debéis romper vuestros contratos, no solo se hace imperioso romper todo lo acordado para recuperar libertad y soberanía, también se trata de recuperar toda la energía que te robaron, transmutarla e integrarla de nuevo en ti.

Primero rompe con tus guías, es probable que pienses que no tienes, ya que estos jamás se pusieron en contacto contigo y tu vida no parece guiada por un ser de luz, sino más bien por un cabronazo. Bueno, no te lleves a engaños, esos guías no quieren tu bien, si para vivir aquí, fuera necesario un guía, ya habrían reclamado mejoras sindicales. Desengáñate de una vez con esto, los guías te son asignados lo quieras o no, y estos no tienen obligación de contactar contigo, esos guías solo se limitan a supervisarte, no a guiarte, ellos reportaran cualquier novedad que tenga valor y requiera ser notificada a su superior jerárquico. Para que te hagas a una idea, ese guía es un simple operario que monitorea todos tus movimientos, que clase de pastor no conoce a su ganado, pues eso... (Me hacen gracia todos aquellos que viven temiendo el día en que el nuevo orden mundial nos obligue a ponernos un chip ¿otro más?, si supierais todos los que tenéis ya puestos, no os preocuparían estas tontas desinformaciones)

Una vez hayas roto con tus guías, tienes que empezar a romper todo tipo de acuerdos ya sean pasados, presentes o futuros, en esta u otras dimensiones, así como en esta u otras densidades, aplica cualquier espacio o tiempo que se te ocurra o que recuerdes por algún tipo de sueño, piensa que pueden llevarte a otra línea de tiempo y hacerte allí todo lo que hayas roto aquí, de nuevo. Es importante que sepas que el orden de factores no altera el resultado así que puedes romper contratos en el orden que quieras, lo importante es que los rompas.

Una vez hayas roto con todo, recupera tu energía, según rompas contrato acto seguido reclama tu energía, simplemente a través de tu intención y tu voluntad. Una de las formas de tener una mínima certeza de que estáis haciendo esto bien, es que os relajéis mientras hacéis ese llamado a vuestra energía, para que vuelva a vosotros, seguramente os llegara a vuestra mente un pequeño flash del sueño o lugar donde os robaron esa energía, por lo general os vendrá una imagen muy breve de ese episodio, sin saber cómo ni porque, en ese preciso instante, sabréis que lo estáis haciendo bien y está surtiendo efecto.

No os penséis que esto es coser y cantar, es probable que romper esos contratos os lleve semanas o quizás meses, no penséis que va a ser fácil, una vez empecéis, si esto tiene efecto y habéis logrado algo, por mínimo que sea, comenzaran a atacarte, se creara un ambiente hostil y las personas a las que queréis se enfrentaran a vosotros, sin motivo aparente, se creara un ambiente muy toxico, y vuestros sueños, no serán para nada placenteros. Si no entráis en fases de miedo y lográis lidiar con esos ataques tóxicos y las subsiguientes pesadillas en las que trataran de restablecer lo que rompiste. Es momento de insistir, ya que es la señal de que lo estáis haciendo bien. Si tenéis un poco de mentalidad analítica, os daréis cuenta como a medida que progresáis se vuelven más agresivos, pero también más erráticos, casi predecibles. Por lo general los ataques son indirectos en nuestra realidad y directos en el astral o en sueños, llegara un momento que el gasto de energía no les compense y acaben soltando a la presa. Eso sí, en cuanto bajes la guardia trataran que bajes tus frecuencias y volver a tomarte prisionero.

Este es un trabajo que deberían empezar hacer todos, es una forma no violenta de acabar con el drenaje sistemát.ico de energías. Es la única forma de combatirles, quitándoles lo único que no se pueden permitir el lujo de perder, tu energía. Con el tiempo recuperaras tu equilibrio emocional, ya no tendrás esos bajones inexplicables, esos periodos depresivos o de cierta melancolía, según recuperes energía notaras como ya no te afectan tanto, los ataques tóxicos (estos no remiten nunca) y te darás cuenta por experiencia propia que no solo es fácil salir airoso en según qué ambientes, si no que tu burbuja energética se fortalece.

Podéis aprovechar (os lo aconsejo) y a la vez que rompéis estos acuerdos, pedir que os quiten los implantes, esto no tiene garantía alguna, pero si vuestra voluntad es fuerte es posible que consigáis que os quiten alguno. También recomiendo que esto lo hagáis de forma relajada (ojo, no meditando) para que vuestra percepción sea más amplia y lleguen a vosotros esas imágenes que vuelven a la memoria de esos momentos en que vuestra energía fue robada.

Aún hay mucha contaminación nueva era y mucho escéptico que duda por sistema, esto ya es cuestión de cada uno, de lo que crea y de la cantidad de muletas que necesite, ya sean pruebas científicas, empíricas y microscópicas o los que con la bioneuroemoción tienen su particular navaja suiza, otros pensaran que con reiki van tirando o que el yoga los deja como nuevos, otros que los sabios hiperboreos les darán las respuestas a todo, es complicado encontrar alguien que crea en sí mismo, el poder que tiene su voluntad y no necesite estar esperando la técnica milagro. Yo no soy de técnicas, ni de rituales o ceremonias, es más, las que me ofrezcas las acabare rechazando. Sé que no hace falta nada porque así lo siento, nuestra voluntad emana de la más alta y poderosa frecuencia y no existe energía más poderosa que esta, es la manifestación de fuerza más pura y eficaz. Es sencillo hacer la prueba y ver qué resultados ofrece, pero ya aviso que si quieres milagros vete a Lourdes.

No es cuestión de creer, haz todas las pruebas que creas necesarias, analiza los resultados en el comportamiento de tu entorno y en tus sueños, es importante que analicéis vuestros sueños ya que os ofrecerán las pistas para saber si os han implantado o habéis acordado algo. Mucho ojo, si en un sueño os revelan alguna información ya que esta tiene un precio y por lo general es muy alto.

No caigas en falsas creencias, estas cosas no son la sombra de tu ego, ni el lado oscuro de tu creación, es que te están interviniendo, te están exprimiendo como a un limón, y esto te enferma y te mata poco a poco. Puedes seguir creyendo lo que te dé la gana, pero haz de saber que tu formas parte de un menú, muy exclusivo. Todo gira en torno a la energía, es curioso como de algún modo, en este sistema, acabas pagando por todo, ya sea con dinero, trabajo o energía.

Por supuesto no te plantees salir de esa Matrix sin romper los lazos que te atan a ella, olvídate de esos charlatanes que te soplan 300 pavos por su método. Neo se sacó los cables una vez tomo conciencia de que los tenia, y lo hizo por propia voluntad, nadie se los quito, nadie le dijo que se los quitara, es la toma de conciencia y la intención, lo que hacen que la voluntad tenga el poder que necesitas. Si no das estos pequeños pasos para luchar por tu libertad, es porque quizás necesitas más al sistema, que el sistema a ti.