Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
en la alborada del tercer milenio
La relatividad general indica que hace aproximadamente 10 ó 20 mil millones de años el universo estaba infinitamente contraído: la distancia entre dos puntos cualesquiera era cero, la densidad de la materia era infinita y el volumen del universo entero era cero. El universo pasó a estar en un estado muy singular; Sucedió un evento singular, muy semejante a una gran explosión el momento de su origen, que es llamado el "Big Bang" o gran explosión...
Al leer el párrafo precedente que es Ciencia Pura algo siento, para decirlo ¿cómo poder expresar en palabras lo abstracto?: Siento que vivimos la presencia de la realidad infinitamente contraída del vacío absoluto como fruto de una Idea Divina de materia de densidad infinita y volumen cero, idea previa a la Manifestación Universal de nuestra evolución. Sin embargo captamos que ese vacío de infinita contracción con volumen cero y densidad infinita de materia no lo es tal, es ya un poderoso OmniPensamiento de Fuerza-Energía-Información, proveniente desde lo Inmanifestado que permitirá a lo Manifestado llegar a ser. Ese vacío sin límites es latente Inteligencia Pura infinita y condensada que al exteriorizarse, bruscamente crea la Expresión Manifestada formando un punto en el espacio-tiempo relativo que ÉL ha creado. Ese punto infinitesimal dotado de infinitas potencialidades, cual gran explosión o "Big Bang" estalla en su creadora idea conceptual y se hace realidad manifiesta y a la velocidad del pensamiento se expande en una maravillosa y gran explosión de Fuerza-Energía-Información Divina, autoexpandiéndose desde entonces en lo infinito de la idea previa del propio pensamiento que todo lo compenetra y que a todo le permite armónicamente ser. Lo hace sin azar en una matriz holográfica preestablecida de lógica secuencia. Toma forma lo Manifestado en la matriz conceptual del Pensamiento Divino y se plasman los modelos de las partículas cuyas agrupaciones darán lugar a átomos con los elementos de cada una de las dimensiones y sus subniveles, donde cada átomo está separado de su vecino como un sol lo está de otro sol. Se plasman las matrices de las agrupaciones de átomos que pasarán a ser moléculas y en su conjunto células. Se plasman las matrices de los sistemas solares con sus planetas, donde cada sol está separado del vecino por 5 años luz de distancia a lo menos, es decir todo ese Micro y MegaUniverso al que la agregación de conjuntos de miles de millones de sistemas solares va dando lugar a galaxias, cuyo conjunto dará lugar a hipergalaxias, cuyo conjunto dará lugar a megagalaxias en diferentes planos de la vibración de la Inteligencia Pura del Pensamiento primigenio, es un 99.9% de aparente vacío sustentado en un 0.1% de "algo" que para nuestros sentidos será lo sólido, pero que para la realidad atómica es a su vez un 99.9% de vacío sustentado en aparentes condensaciones del vacío llamadas partículas y subpartículas que no son tales, aunque para la mente son. Vemos, vivimos y vivenciamos en una ilusoria realidad o "maya" fruto de la conceptualización de nuestra mente hecha al aparente vacío que toda la Manifestación es. Se recalca que ese vacío no lo es tal, sino que es Absoluta Inteligencia Pura Creadora en constante actividad, la que a todo le permite ser y existir, y ser reales en una real existencia en lo aparentemente inexistente, sustentado en la indivisible unidad del Primigenio Pensamiento cuya Inteligencia Pura es la que permite matemáticamente ser a la Creación Universal, en un lógico orden perfecto con una natural razón de ser como es la de dar el "terreno" para la acción de los Logos y el crecimiento y desarrollo de los espíritus que emergerán desde lo Inmanifestado para hacerse cargo de lo Manifestado ya creado.
Desde lo Inmanifestado emergen tres rayos o Logos con su personal individualidad e infinitos atributos potenciales. Ellos se encargan de plasmar con su mente la forma de lo preexistente en el Divino Pensamiento y surge el Universo visible y el transvisible que se expresa en siete dimensiones con siete subdimensiones vibracionales para cada una. Todo es aparente al ser la nada energía variable. Todo es, insisto en ello, Inteligencia Pura Divina que todo lo compenetra y que mediante su asociación de Fuerza-Energía-Información da lugar a lo incomprensible para el humano entendimiento, que no podrá entender que en donde nada hay, estemos nosotros vivos y viviendo en lo que sentimos que hay. Viviendo además con la plena certeza para nuestra mente de tercera dimensión que todo es sólido y real.
A continuación podemos apreciar que desde lo Inmanifestado emergen una miríada de chispas divinas, cada una con su individualidad e infinitos atributos potenciales. Son los espíritus, somos nosotros, que como espíritus infinitamente pequeños permaneceremos en la séptima dimensión. Cada uno de los espíritus con su pensamiento da la forma en la sexta dimensión a dos cuerpos o vehículos de desarrollo, uno del plano más sutil y el otro del nivel menos sutil de esa dimensión. Da el espíritu a continuación la forma a un cuerpo en la quinta dimensión llamado alma. Cada alma recibe la chispa vital de su espíritu e inicia su crecimiento y desarrollo para manifestar sus atributos y potencialidades que permitirán al espíritu crecer y evolucionar hasta el nivel de infinitamente grande que algún día alcanzará. El alma tiene potencialidades que sólo logrará desarrollar mediante encarnaciones naturales y progresivas, primero en nuestra tercera dimensión y después en la próxima cuarta dimensión.
El alma con la fuerza-energía-información de su pensamiento, crea la mente con los elementos de la cuarta dimensión. Esa mente tiene niveles, uno llamado subconsciente que es el que recibe, guarda y utiliza la energía que desde el alma le llega, graduándola al plano de la tercera dimensión. El alma se ha hecho cargo de un feto humano al que dotó de la mente y por medio de ella de su chispa vital. La mente consciente está formada por partículas densas ligadas íntimamente al denso plano de la tercera dimensión, por partículas intermedias menos densa y por sutiles partículas ligadas al plano del alma. Es la mente consciente la fuente de nuestros pensamientos y de acuerdo al nivel de partículas mentales activadas será la calidad de nuestro pensar y actuar. Cada partícula sutil activada inactiva de manera definitiva a la más densa opuesta. Es la mente subconsciente la que permite, mediante salto cuántico, plasmar la función cerebral y hacer llegar la chispa vital y la información a las células del organismo. Siendo el cerebro el natural intermediario entre la mente y el cuerpo físico.
El primer vehículo terrestre que un alma utilizó debió ser, previamente creado mediante ingeniería genética por otros seres más evolucionados que viven en los mundos de la cuarta dimensión. Ellos, con su avanzada tecnología lograron que un espermio de uno de ellos, "un dios", fecundara un óvulo previamente preparado de una hembra humanoide sin mente, óvulo al que se le hicieron ciertos cambios del código genético. Ese huevo logrado, mitad "dios" y mitad humanoide modificado, se implantó en la matriz de "una diosa" y, un alma fue autorizada, no por los dioses, sino que por seres rectores del plano de las almas en la quinta dimensión, para que dotara a ese primigenio feto de su mente y se hiciera cargo, con su chispa vital de su desarrollo y crecimiento. Dado que resultó, después de varias pruebas fracasadas, un ser humano fértil, un Adam, se logró entonces la correspondiente Eva, y ello sucedió en más de un Jardín del Edén o Laboratorio sobre la Tierra, y esas parejas, desligadas ya de la genética intervención de los dioses pasaron a engendrar nuevos fetos que nuevas almas fueron dotando de la mente para permitirles vivir como seres humanos, bajo la tutela de los dioses que orientaron su primario conocimiento, prometiéndoles, al dejar ellos la Tierra, regresar.
Cada vida o encarnación faculta al alma a crecer al desarrollar alguno de sus atributos en el plano de la tercera dimensión. En el plano del alma sólo vibra lo positivo del humano pensar, siendo cada acción fruto de un propio pensamiento. Nada negativo vibra ante el alma, la que lo ignora por ser para ella un inexistente. Por lo tanto, NINGUNO está condenado al fuego eterno, pues el AMOR del PADRE nos toca a todos por igual y es más justo de lo que muchos piensan o suponen: Ninguna negativa acción en un cuerpo de tercera dimensión afecta al alma, toda mala acción es fruto de la falta de manifestación de un atributo del alma que siempre es positivo, y que en esta o en la siguiente encarnación se manifestará. Claramente vemos que jamás podríamos hablar de la bondad, la luz y los positivos valores, si primero no hemos vivenciado la maldad, la oscuridad y los negativos valores. Desde nuestra limitada óptica regida por dogmas y paradigmas limitantes, cuesta entender los propósitos del Plan Divino que para hacernos actuar en la divina perfección nos indica evolucionar primero en la humana imperfección. Cada negativa acción es fruto de la transitoria ignorancia, necesario fruto que permitirá apreciar lo denso transitorio con el fin de valorar lo sutil que es permanente. Valorado lo sutil, crece el alma y ante la necesidad de manifestar, después de muerto el cuerpo físico, nuevos atributos, cada alma con su Guía planifica la próxima encarnación donde nada es al azar. Hasta el espermio y el óvulo fecundado por ese espermio fue y será seleccionado desde el plano del alma. El código genético fue y será planificado desde el plano del alma con la finalidad de manifestar o no, mediante el libre albedrío, todas las labores que el alma consideró necesarias desarrollar. Todo lo prometido antes de nacer, al momento de nacer queda en el olvido lo que no sucede cuando se está evolucionando en los planos más sutiles de la cuarta dimensión.
Cada acción negativa, en la encarnación y que genera ruptura de la línea de acción de un alma da lugar a Karma, o reacción que deberá ser ajustada en la próxima encarnación. Es ese Karma el que justifica que haya gente que en la miseria supere con creces pruebas de humildad y perdón, o que, mediante daño cerebral congénito o adquirido, pierde beneficios de la encarnación en un voluntario sacrificio previo a nacer, o que sufrientes seres lleven su carga con resignación y ayuden a otros en su dolor, o que de manera abnegada se cuide y atienda a otro, al que en la anterior vida se le hizo daño. En fin, larga es la lista de Karma o natural ajuste que todos traemos estructurado desde antes de nacer. Larga es la lista de las tareas que nuestra alma se propuso cumplir. Cada logro permite a la propia alma crecer. Cada encarnación es un peldaño superior de la escalera de la vida a escalar, en la que nacer es un dormir para el alma y morir un despertar con vivencias que ayudan a ser más evolucionados. Pasaremos después a evolucionar en cuerpos de cuarta dimensión y quinta dimensión. Habiendo ya el alma desarrollado todos sus atributos, "muere" y se pasa a evolucionar en cuerpos de la sexta dimensión. Estando entonces, en ese futuro, nuestro espíritu infinitamente grande y plenamente desarrollado, deja de utilizar cuerpos o vehículos de dimensiones menos sutiles que la suya, desarrolla todas sus capacidades y, por el mismo punto desde el que emergió como infinitamente pequeño retorna como un SER infinitamente grande a ese incomprensible "lugar" Inmanifestado de DIOS y se llena el espíritu, que no pierde su individualidad, de nuevos potenciales atributos para, emerger ahora como LOGOS plasmando la fuerza-energía-información del Pensamiento Divino que llena lo aparentemente vacío y se produce un nuevo Big Bang... en un continuo de la espiral infinita espacio-tiempo relativo inter y transdimensional, en el que el Pensamiento crea las formas con su Visualización, las que, para nuestro plano son reales y sólidas a la metodología del paradigma mecanicista y de nuestros sentidos. Sin ser ellas reales ni sólidas pues corresponden a modalidades cuánticas de un Pensar.
Como individuos dotados de mente a cada instante realizamos, sin tener la más mínima idea de ello, una constante, sorprendente y maravillosa alquimia cerebral. Con el poder del pensamiento positivo estamos reprogramando la propia mente que es autorreprogramable y autoexpansiva, generando nuevos módulos de pensar positivo que tienden a desplazar a lo profundo los clásicos módulos del pensar basura. Eso es evolucionar. Una mente mejor programada genera en el cerebro su desarrollo cerebral. A lo más, un genio, utiliza el 10% de sus neuronas. La reingeniería cerebral mediante el arte del buen pensar permite entrar en acción a nuevas neuronas inactivas, aumentando el desarrollo cerebral por la fuerza-energía-información del pensamiento positivo que plasma la creación desde la aparente nada de millones de nuevas dendritas en las neuronas ya activas y en las que inician su actividad. Esto significa un aumento considerable de la red o circuito neuronal. A su vez se crean nuevos módulos cerebrales con nuevos surcos de la corteza cerebral destinados a los conjuntos del positivo pensar. Estos módulos de acuerdo a la repetición del correcto pensamiento se hacen cada vez más superficiales y permiten que se exteriorice el adecuado pensamiento de manera más espontánea, llevando a lo profundo a los clásicos módulos del pensamiento basura, que aflorarán cada vez con menos intensidad y frecuencia. La alquimia mental se incrementa con la creación de nuevas células neuroglia que sirven de sostén a las neuronas y cumplen importante función en la bioquímica cerebral. Además, con cada pensamiento positivo se crea una nueva sustancia química o neurotransmisor específico, que acompaña a su pensamiento en el trayecto del circuito nervioso cuyo término está en la estación de cada célula del organismo la que con su diálogo devuelve la información por la vía inversa hasta el cerebro.
Cada una de nuestras células es semejante a un computador con inteligencia propia. La fuente de poder que energiza su funcionamiento está en el cerebro, que es el computador intermediario entre nuestro organismo y la mente. En los microtúbulos de las neuronas sucede la maravilla del salto cuanto-interdimensional, entre la tercera dimensión del plano de la materia y la cuarta dimensión del plano de la mente. Allí hay un punto en el que ambas dimensiones se conectan cuánticamente de manera continua. El subconsciente no descansa y a cada instante hace llegar la energía-fuerza-información que recibe desde el alma y que le permite a cada célula funcionar y manifestar la armonía y actuar según su código genético. Aquí reside la importancia del Arte de Sanar que en anterior escrito dejé. (Del arte de Sanar. 1995).
Se busca desesperadamente el eslabón perdido que de luz a la ciencia sobre el origen del hombre. Ignoran ellos, los científicos exploradores del pasado, que no hay tal eslabón perdido pues el inicio de la evolución humana comenzó como hombre de Cromagnon. Ellos jamás sabrán con su metodología y aparatos que es la propia alma la que escogió evolucionar con la transitoria y repetitiva forma humana ascendente en este planeta. Recién cuando se esté viviendo en la cuarta dimensión con un cerebro más desarrollado y una lógica mayor manifestación mental, este concepto, de manera natural será vivenciado y aceptado. Tener en ese futuro un 20% de desarrollo cerebral nos hará ser dioses para humanos evolucionando en mundos de tercera dimensión, tal como nosotros ahora lo hacemos y lo será por el solo hecho de manifestar un 20% del potencial mental. La telepatía, clarividencia, sanación, telequinesis, visión transmaterial y otras facultades acá llamadas paranormales, serán la norma. A mayor evolución con mayor desarrollo de la mente habrá un mejor acercamiento con el plano del alma, desapareciendo la barrera mental del olvido nacimiento-muerte. Se comenzará a participar voluntariamente en los Propósitos del Plan Divino. Alcanzada la quinta dimensión con un 50% de desarrollo mental, permitirá la manifestación de la supramente que nos hará viajar por el continuo del espacio-tiempo relativo. La materia carecerá de los límites que nuestra mente le asigna y cada alma moldeará su entorno según sea su forma de pensar, "creando" materia de manera natural dentro de los parámetros de la armonía cósmica. Actuar en la sexta dimensión con un 80% primero, y después un 90% de desarrollo mental, nos hará ser seres interdimensionales. Rectores de planos transuniversales y coreógrafos de la cósmica energía-fuerza-información de la Inteligencia Pura con la que se podrá estar en directo contacto. Finalizado el ciclo en la séptima dimensión y logrado el 100% del desarrollo de la mente absoluta que todo lo compenetrará y comprehenderá, será la unión con el TODO Manifestado previo al cercano retorno a nuestra raíz primordial que es DIOS en su aspecto Inmanifestado.