Habitualmente, las personas viven y funcionan conforme a los servicios o utilidades que les prestan sus órganos y sentidos físicos. La vista, el oído, las funciones digestivas, e incluso cuestiones emocionales, se hallan estrechamente vinculadas y constreñidas a esos sentidos o funciones corporales de uso habitual.
Sin embargo, el ser humano es más complejo de lo que significaría poseer simplemente un cuerpo físico, sin más, es decir, un cuerpo material como el que normalmente usa y ve el hombre ordinario. El ser humano dispone de muchos otros recursos o potencias que le facultan para ver, sentir y vivir otras muchas cosas y experiencias de la existencia.
Este viaje del desarrollo de las profundas y auténticas facultades del ser humano es sencillamente fascinante..., además de permitir unos resultados de grandísima utilidad y satisfacción para el conjunto de la vida.
Una de estas facultades son los chakras. Bien se entiende: los chakras debidamente activados y actualizados, o, por decirlo más expresivamente, los chakras en condiciones de servicio.
La activación de los chakras proporciona sorpresas, pues comenzamos a ver las personas y las cosas que nos rodean de un modo diferente que debería decirse más completo, más como son en REALIDAD. Se captan pensamientos, emociones y sentimientos de un modo sorprendentemente nítido. Es como acceder a un nuevo sistema de información.
Chakra es palabra sánscrita cuyo exacto significado literal es rueda. Utilizamos la palabra rueda para definir los centros receptores de fuerzas en el cuerpo del ser humano porque dichos centros giran como si fuesen una especie de ruedas hacia cuyo punto central, el vórtice, atraen las energías del Logos.
Estas ruedas o centros de fuerza se hallan situados en la superficie del doble etéreo del hombre.
El doble eréreo.
El ser humano no dispone solamente de un cuerpo o vehículo para su existencia, sino de varios para el desarrollo de nuestra existencia en los diferentes planos de la misma.
Cada plano de la existencia requiere del uso de un determinado cuerpo para desenvolvernos con propiedad en el plano que se trate.
El cuerpo llamado doble etéreo está rodeando el cuerpo físico, pero es tan sutil materia que no resulta visible al ojo ordinario. Esa materia sutil, esa sustancia, es de suma importancia para el ser humano, pues por ella fluyen las corrientes vitales que mantienen vivo el cuerpo, y sirve de puente para transferir las ondulaciones del pensamiento y la emoción desde el cuerpo astral al cuerpo físico...
Sin ese puente, el Ego no podría utilizar las células de su cerebro. Quien puede ver el doble etéreo lo describe de esta manera: Una neblina de color gris violáceo débilmente luminosa que Inter penetra el cuerpo físico y lo rodea en toda su superficie extendiéndose un poco más al exterior; es como si el cuerpo físico estuviese rebozado en esa luminosidad.
Sobre la superficie de este cuerpo es donde actúan y pueden ser vistos los chakras.
Activación y desarrollo de los chakras.
Los chakras son puntos de conexión por los cuales fluye la energía de uno a otro vehículo del ser humano.
Quienes ya estén desarrollados en este sentido, podrán ver fácilmente los chakras sobre la superficie del
doble etéreo, en forma de depresiones semejantes a pequeños platos con un vórtice o punto central de acción alrededor del cual giran como torbellinos semejantes a diminutos soles de colores. Su tamaño es de unos cinco centímetros de diámetro y en el hombre ordinario tienen un brillo escaso y muy apagado, pero que puede avivarse debido a excitaciones o intensas emociones, alcanzando diferentes niveles de luz, que puede llegar a ser deslumbrante.
En el dibujo podemos ver los siete chakras, cada uno de ellos con sus radios, que determinan el número de sectores o pétalos de cada uno, y la posición que ocupan sobre el cuerpo humano. Se ha de hacer observar que los chakras no están ubicados en los órganos físicos, sino que en realidad se hallan fuera del cuerpo humano, en la superficie del doble etéreo, como ya se ha dicho anteriormente.
Esos diminutos soles de colores giran como ruedas (chakras) de modo incesante, y por el vórtice de cada una de ellas fluye incesantemente la energía del mundo superior, la manifestación de la corriente vital dimanante del Segundo Aspecto del Logos Solar, a la que también se llama energía Primaria. Todas las modalidades de esta Energía Primaria, también llamada Energía de Vida, actúan en todos y cada uno de los chakras, si bien cada una de esas modalidades tiene predominio en diferentes chakras.
Sin esta recepción de energía por medio de los chakras, simplemente no existiría el cuerpo denso o físico, de donde se desprende que los chakras actúan en todos los seres humanos, si bien de modo diferente en cada uno, según sea su grado de desarrollo.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que los chakras difieren no sólo en brillo, sino también en tamaño según la persona. Incluso, en la misma persona, un chakra puede ser más vigoroso que otro.
Los grupos de los Chakras.
Los chakras se dividen naturalmente en grupos, tres grupos: inferior, medio y superior, que pueden denominarse, respectivamente, fisiológico, personal y espiritual.
Los chakras primero y segundo tienen pocas fuerzas y su función consiste en transferir al cuerpo dos fuerzas procedentes del plano físico; una de ellas es el fuego serpentino o Kundalini, y la otra la vitalidad que nos proporciona el sol.
Los chakras tercero, cuarto y quinto están relacionados con las fuerzas que por medio de la personalidad recibe el Ego; el tercero las transfiere a través de la parte inferior del cuerpo astral; el cuarto por medio de la parte superior de este mismo cuerpo; y el quinto por el cuerpo mental.
Todos estos chakras alimentan determinados ganglios nerviosos del cuerpo físico.
Los chakras sexto y séptimo, independientes de los demás están respectivamente relacionados con el cuerpo pituitario y la glándula pineal, y solamente se ponen en acción cuando la persona alcanza cierto grado de desarrollo espiritual.
Los chakras y sus funciones.
Chakra Primero o Fundamental
Situado en la base de la columna vertebral, recibe una energía Primaria que emite cuatro radios, y por lo tanto dispone sus ondulaciones de modo que parezca dividida en cuadrantes de colores alternativos con huecos entre ellos.
Da la impresión de que este chakra estuviese señalado con el signo de la cruz, y por ello se suele utilizar la cruz como símbolo de él.
En ocasiones, la cruz se presenta como flamígera, expresiva del fuego serpentino residente en este chakra, que cuando actúa vigorosamente ofrece, en efecto, un color rojo de fuego.
Es de observar que cada chakra tiene su color característico, conforme a la vitalidad de cada uno de ellos.
Este chakra es el asentamiento de la Kundalini, por medio de la cual pone en actividad los chakras restantes.
Chakra Segundo o Esplénico
Se halla situado sobre el bazo, y su función consiste en especializar, subdividir y difundir la vitalidad dinamante del sol.
Tiene este chakra seis pétalos u ondulaciones de diversos colores, y es muy radiante y refulgente. En cada una de las seis divisiones de la rueda predomina el color de una de las modalidades de la energía vital, y que son: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violeta.
La vivificación de este chakra permite al ser humano viajar conscientemente en su cuerpo astral, si bien solo con una compresión vaga de lo que encuentra en sus viajes.
Chakra Tercero o Umbilical
Situado sobre el plexo solar (zona del ombligo), recibe la energía Primaria y la subdivide en diez radiaciones, de modo que vibra como sí estuviese dividido en diez ondulaciones o pétalos.
Está íntimamente relacionado con sentimientos y emociones de diversa índole. Su color predominante es una curiosa combinación de varios matices del rojo, aunque también contiene mucha parte del verde.
La llegada de Kundalini a este chakra lo vivificó despertando el poder de sentir en el cuerpo astral; es decir, una sensibilidad a toda especie de influencías, aunque sin poseer todavía nada parecido a la compresión precisa resultante de ver y oír.
Chakra Cuarto o Cardíaco
Situado sobre el corazón, es de brillante color oro, y cada uno de sus cuadrantes está dividido en tres partes, por lo que tiene doce ondulaciones, pues su energía Primaria se subdivide en doce radios.
Este chakra permite al hombre comprender las vibraciones de otras entidades astrales y adaptarse a ellas de modo que pueda comprender instintivamente los sentimientos de las mismas.
Chakra Quinto o Laríngeo
Situado sobre la garganta, tiene dieciséis radios correspondientes a otras tantas modalidades de la energía.
Aunque hay bastante azul en su color, el tono predominante es el plateado brillante, parecido al de la luz lunar. En sus radios predominan alternativamente el azul y el verde.
Este chakra confiere al ser humano, en el mundo astral, el sentido poder que corresponde al oído en el mundo físico.
Chakra Sexto o Frontal
Situado en el entrecejo, parece dividido en dos mitades, una en que predomina el color rosado, aunque con mucho amarillo, y la otra en que sobresale una especie de azul purpúreo.
Ambos colores se corresponden con los de la vitalidad que el chakra recibe, y cada mitad está subdividida en cuarenta y ocho ondulaciones, es decir, noventa y seis en total, que es el numero de las radiaciones de la energía Primaria recibida por el chakra.
Este chakra confiere el poder de percibir, de manera precisa, la forma y la naturaleza de los objetos astrales, en vez de simplemente percibir su presencia de manera vaga.
Chakra Séptimo o Coronario
Situado en lo alto de la cabeza, es el más refulgente de todos cuando está en plena actividad, pues ofrece abundancia de indescriptibles efectos cromáticos y vibra con inconcebible rapidez; parece que contiene todos los matices del espectro, aunque en conjunto predomina el violado.
Los textos indios lo denominan la flor de los mil pétalos, por lo próximo que está a esta cifra el número de novecientas sesenta radiaciones que recibe de la energía Primaria.
Este chakra tiene una característica propia de la que carecen los otros, consistente en una especie de torbellino central subalterno, de un blanco fulgurante con el núcleo dorado; es menos activo y tiene doce ondulaciones propias.
Este chakra redondea y completa la vida astral, dotando al hombre de la perfección de sus facultades.
Logos.
La fuerza trascendente de la Divinidad se manifiesta por una serie de intermediarios entre el ser de Luz y la materia.
El principal de estos intermediarios es el LOGOS o potencia creadora, que no es lo mismo que el ser de Luz pero que viene a ser una personificación de su actividad creadora y contiene las ideas o modelos de las cosas, es la conciencia que anima toda forma de vida y crea los sistemas solares del universo.
El Logos presenta tres aspectos (Primero, Segundo, Tercero), de cada uno de los cuales dimana una oleada o efusión de vida (Primera, Segunda, Tercera), pero en correlación inversa, es decir, que la Primera oleada de vida proviene del Tercer aspecto del Logos, la Segunda oleada proviene del Segundo aspecto, y la Tercera oleada proviene del Primer aspecto.
En la Primera oleada de vida se formaron los elementos químicos simples.
En la Segunda oleada de vida, utilizando estos elementos simples, se formaron las materias compuestas que dieron lugar a diferentes "cuerpos" o vehículos de lo existente en cada plano.
En la Tercera oleada se formó la materia etérea, un velo sutil que separa adecuadamente las diferentes materias de contactos entre sí que no resultan convenientes.
Los nombres de los elementos químicos simples no vienen al caso en este trabajo; aparte de que pueden hallarse en cualquier tabla química.
Los cuerpos o vehículos de lo existente en cada plano, pueden ser tres: físico o densos, astrales y mentales.
La materia etérea, ese velo sutil que aísla (por no decir protege) unas cosas de otras, relaciona el cuerpo astral y el cuerpo físico en cuanto se refiere a la activación de los chakras.
Toda esta creación (elementos químicos, cuerpos o vehículos y materia etérea) ha sido posible gracias a la energía que contiene y proyecta el Logos, la cual respalda la potencia creadora de éste. Esta energía emana en diversas modalidades. Podría ser que existieran centenares de esas modalidades, la mayoría de las cuales nos serían desconocidas, pero conocemos algunas cuya manifestación ha sido posible observar y comprobar. De éstas vamos a destacar la Electricidad, la Energía Primaria o Energía de Vida, el Fuego Serpentino o Kundalini y la Vitalidad.
La Electricidad la dejamos aparte, pues no interviene de modo específico ni determinante en el tema que nos ocupa, y sería objeto de estudio aparte para otras cuestiones.
Hablaremos de las otras tres:
La Energía Primaria sería, en este caso, la más directamente representativa y procedente del Logos.
El Fuego Serpentino o Kundalini surge del interior de la Tierra y se aloja en el cuerpo humano como explicaremos en el próximo capítulo.
La Vitalidad nos llega procedente del sol.
Estas tres energías, que pueden ser consideradas como representativas de los tres aspectos del Logos, son las que de un modo más concreto y directo intervienen en el funcionamiento de los chakras.
El fulgor.
La Energía Primaria
La Energía Primaria o Energía de Vida es , obviamente, la iniciadora de todo lo existente, y al dimanar directamente de la Divinidad o de su intermediario, el Logos, ni precisa ni tiene más explicación.
El Fuego Serpentino o Kundalini
El fuego Serpentino o Kundalini es una variante de la manifestación en el plano físico de la Primera oleada de vida dimanante del Tercer aspecto del Logos, y parece que en modo alguno la afecta ninguna otra modalidad de energía física.
En determinado momento, la energía del Tercer aspecto del Logos penetró en el centro de la Tierra, y todavía sigue allí, en lo que podríamos denominar "Laboratorio del Tercer aspecto del Logos", elaborando gradualmente nuevos elementos químicos de creciente complejidad de formas y cada vez más intensa vida o actividad interna, que van siendo impelidos hacia la superficie de la Tierra.
Es interesante comentar que, al parecer, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno, que constituyen aproximadamente la mitad de la corteza terrestre y casi toda la atmósfera, se hallan en otro sistema solar mayor que el nuestro. Los demás elementos se hallan, según parece, solamente en nuestro sistema.
En el "laboratorio" mencionado parece existir lo que podría ser descrito como un globo igneo de tremenda energía que es el origen de la que contiene el Kundalini o Fuego Serpentino. Éste no es, como pudiera parecer, una porción de la energía Primaria del Tercer aspecto del Logos con la cual se elaboran los elementos químicos, sino que se trata de una posterior modalidad, transformación o recreación de dicha energía que se produce como consecuencia de asociarse con otra que reside en el núcleo vital de los cuerpos radiactivos como el radio.
Es decir que la energía Kundalini forma parte de la Primera oleada de vida o emanación de vida, pero se incorpora a la misma después de llegar ésta a su más bajo punto de involución en el plano físico, donde se halla creando elementos químicos.
La explicación es la siguiente: la actuación de la Primera oleada en el mencionado bajo punto de involución, provoca la activación de una nueva y diferente energía, la cual reside, como se ha dicho, en el núcleo vital de los cuerpos radiactivos. Esta nueva y diferente energía (a la que estamos llamando Fuego Serpentino o Kundalini), dejando a la Primera oleada de vida dedicada a su trabajo habitual en el "laboratorio", emprende el camino de regreso hacia las alturas de la cual proviene originalmente (el Tercer aspecto de Logos), pero provista ahora de una fuerza recién adquirida que es verdaderamente insólita y que puede afectar grandemente y de diversos modos al vehículo físico o cuerpo del ser humano tras penetrar en éste por el chakra fundamental.
La Segunda oleada o emanación de vida, procedente del Segundo aspecto del Logos, desciende por su parte a la materia a través de los tres reinos elementales (animal, vegetal, y mineral) hasta llegar al fondo del reino mineral, desde donde ahora asciende pasando de nuevo por los reinos vegetal y animal hasta el reino humano; aquí confluye con la Tercera oleada o emanación de vida dimanante del Primer aspecto del Logos, que ha descendido hasta ese punto de encuentro.
Volviendo a la Primera oleada de vida, es evidente que ha recibido por una parte y directamente la energía Primaria procedente del Logos, y, por otra parte y como si dijéramos de rebote, ha recibido la energía Kundalini procedente del centro de la Tierra, donde ha sido activada por la Primaria, que al igual que empapa toda materia de la superficie de la Tierra empapa ésta misma en su totalidad.
Así pues, ambas energías (Primaria y Kundalini) tienen su origen en la fuerza creativa del Logos, pero la Primaria actúa directamente, y la Kundalini actúa tras ser activada por la Primaria en el centro de la Tierra y ascender acto seguido hacia la superficie.
Al llegar aquí, digamos que se esparcirá incontestablemente, instalándose en todos los seres humanos, en cuyos cuerpos penetra, como se ha dicho, por el chakra fundamental.
Actuando juntas, las dos energías contribuyen grandemente a nuestra evolución, siempre y cuando se hallen equilibradas. Si es así, condicionan al ser humano para que, confluyendo en el punto o estado existencial donde ya han confluido la Segunda y Tercera oleadas de vida, asuma la energía de éstas. Esta suma, o mejor dicho, alianza de fuerzas, propician la creación del Ego, o sea, del hombre completo u hombre despierto, dotado ya con diversos vehículos (físico, astral, mental...) en los cuales y con los cuales dicho Ego o Ser va a seguir actuando, es decir evolucionando en los planos correspondientes a cada uno de sus vehículos.
Pero podría suceder que las energías no estuviesen equilibradas, que hubiera un predominio excesivo de una de ellas. En este caso, se podrían producir grandes trastornos que se convertirían en peligros diversos para el ser humano que se viera descompensado en este sentido.
Por ello, respecto a la energía Kundalini, que es la que puede ser digamos manipulada voluntariamente y por tanto representa el mayor peligro, se debe tener un especialísimo cuidado.
La Vitalidad
Queda ahora por explicar la tercera de la energías que influyen de un modo directo en la activación y funcionamiento de los chakras: la Vitalidad.
Esta, sencillamente, proviene del sol, que la infunde en todos los planos y se manifiesta consecuentemente en ellos, tal y como determinen las características de cada uno.
En el plano físico, y concretamente en el ser humano, es bien sabido la grata sensación que en condiciones normales proporciona el sol, tanto su calor, como su luz, y, ciertamente, por otros efectos que no suelen pasar desapercibidos. Sin entrar en detalles que no vienen al caso, vamos a considerar sencillamente la vitalidad en el plano físico, donde penetra en algunos átomos cuya actividad y fuerza acrecienta inmensamente y los anima e infulge.
No hay que confundir la Vitalidad con la Energía de Vida, sino recordar siempre que son dos fuerzas diferentes.
Prácticas con los Chakras.
Ser consciente de los chakras no es una tarea difícil, pero se requiere un mínimo desarrollo de la sensibilidad y alguna experiencia en materia de visualización para hacerlo con la debida solvencia. En principio, puede ser muy útil incluso potenciar estas dos acciones mencionadas adiestrándose en la localización de los siete centros fundamentales: dado que sabemos dónde se encuentran, es sencillo reconocer qué tipo de sensaciones producen cuando acercamos o retiramos la mano. Los chakras sanos irradian energía, que podemos sentir. En cambio, si se trata de un chakra que necesita energizarse, debe detectarse cómo un pequeño flujo de energía surge de su mano hacia el chakra en cuestión. Es asimismo recomendable que se experimente alternativamente con ambas manos para averiguar cuál es la más sensible y, por lo tanto, la más indicada para realizar cualquier ejercicio sensorial. También hay que tener en cuenta que las prácticas deben realizarse en pareja.
Sentir los chakras para localizarlos
· Su pareja debería sentarse cómodamente en una silla, con la planta de los pies planas sobre el suelo, las manos sobre los muslos y los codos relajados.
· Póngase de pie a un lado y mantenga la mano derecha separada de
la parte frontal del cuerpo de su pareja, casi a un ancho del antebrazo, con la palma opuesta a la base de la médula espinal.
· Lleve la palma hacia el cuerpo de su pareja hasta que llegue a ser consciente de la sensación de flujo de energía en la región del chakra de la base. Debería estar ligeramente separado del cuerpo de su pareja, sin tocarlo de ninguna manera. No se preocupe si no puede localizar el chakra la primera vez; ello llegará con la práctica. Pregunte a su pareja si sus energías pueden sentirse en la región del chakra de la base. ¿Cómo se siente?
· Ahora, suavemente, alce la mano desde esta posición hasta que esté en línea con la zona sacra (opuesta a los huesos sacros), debajo del ombligo. Vea si puede localizar la energía del chakra del sacro. Observe cualquier diferencia de sensación que registre entre un chakra y otro.
· Una vez más, lenta y suavemente alce su mano hasta que la palma esté opuesta al chakra del plexo solar de su pareja, encima del ombligo. ¿Qué siente esta vez?
· Haga un descanso en este punto y hable con su pareja de lo que ambos han percibido. Su pareja debería permanecer sentada en la misma posición, preparada para continuar el ejercicio cuando ambos vuelvan a estar centrados.
· Mantenga la palma a algunos centímetros de distancia del centro del pecho de su pareja para sentir el corazón del chakra (Éste no es el mismo lugar que el corazón físico).
· Suavemente, vuelva a desplazarse hasta la garganta, las cejas y, finalmente, hasta algunos centímetros por encima del chakra de la coronilla.
· Ahora tómese tiempo para hablar de sus conclusiones antes de cambiar los papeles, a fin de que ambos puedan compartir plenamente la experiencia completa de trabajar suavemente con cada sistema de energía etérea del otro.
Sentir los chakras desde detrás del cuerpo
¿En qué direcciones se enfrentan los chakras? El siguiente ejercicio le ayudará a conocer la respuesta.
· Haga que su pareja se siente de costado, de modo que la espalda quede libre.
· Esta vez mantenga la palma en la espalda de su pareja. Comience en la parte opuesta del chakra de la base y vea si puede sentir energía proyectándose en esa dirección. Como antes, desplácese de chakra en chakra lenta y suavemente (un movimiento precipitado en este nivel de concentración barrería energía de uno a otro, lo cual no es el propósito del ejercicio). Después de haber alcanzado el de la coronilla, hablen de sus conclusiones.
· Tome nota de cualquier impresión visual o de otra índole que cualquiera de ustedes pueda experimentar.
· Repita el ejercicio con su pareja sentada en la posición normal. Tome nota de sus descubrimientos.
Su arco iris interior
Cuando las energías del sistema etéreo se desplazan a través de los chakras, envuelven el espectro visible de los siete colores. Debería recordarse que los colores se producen en un nivel etéreo y tienden a ser mucho más vibrantes que los que se perciben con la visión normal. Este movimiento de energía también simboliza nuestro propio viaje a través de las experiencia de cada chakra, de cada nivel de conciencia, en el contexto de nuestra existencia. Cuando se abordan las cuestiones con que nos encontramos en los centros se está verdaderamente realizando un viaje por la luz a través del arco iris humano. El siguiente ejercicio está pensado para echar un vistazo al arco iris interior.
Los colores reales que vemos, su cualidad y cantidad, tendrán mucho que revelar acerca del equilibrio entre el sistema de energía y el modo en que esto puede relacionarse con el estado de salud actual que se disfruta o padece. Este ejercicio puede realizarse en forma individual.
Sentir el color en los chakras
· Siéntese o acuéstese cómodo. Permítase relajarse y respirar de manera lenta y normal.
· Deje que su mente se centre en el chakra de la base. Una vez que esté allí, permítase "ver" lo que aparece en su "pantalla" interna. No espere que sea el color rojo. Podrían ser muchos otros colores, estar lleno de manchones o aparecer rodeando de manera irregular el borde de la pantalla. Tome nota de lo que siente o ve realmente con su visión interior.
· Limpie la pantalla y lleve su mente hacia el chakra sacro. Tome nota de lo que siente o ve allí.
· Vuelva a limpiar la pantalla y vaya de chakra en chakra hasta que llegue a la coronilla.
· Ahora tiene una imagen de lo que realmente sucede en todos sus centros de energía. Cuando tenga presente los colores que se encuentran en cada chakra equilibrado y el orden en el cual aparecen, cualquier discrepancia le revela algo sobre el estado de su organismo. A su vez, esto le revelará algo sobre usted.
· Determine qué significan los diferentes colores que aparecen en sus chakras. Por ejemplo, si hay un color naranja en el chakra del plexo solar, ¿ su creatividad o sexualidad han llegado a ser una cuestión emocional? Verde en el centro de la garganta podría significar la necesidad de expresar una cuestión afectiva, y así sucesivamente. A medida que desarrolle sus conclusiones comenzará a ver que los colores tienen mensajes importantes para usted.
· ¿Cómo se relaciona este examen con lo que sucede en su vida en este preciso momento, con el modo en que siente, con su estado de mente y salud, etc?
Los bloqueos de energía y sus efectos
Cada chakra es un depósito de sabiduría relacionado con sus numerosas funciones. El hecho de ponerse en contacto con la sabiduría de los centros ofrece nuevas posibilidades para la autocuración y para brindar a los demás equilibrio y armonía. No obstante, nuestra capacidad para trabajar con estas posibilidades puede verse entorpecida por barreras que podemos encontrar en muchos niveles. A menudo estas barreras adoptan la forma de bloqueos de energía.
Un bloqueo de energía en un chakra puede tener efectos de largo alcance. En los niveles sutiles, tiene un efecto nocivo sobre las áreas y cuestiones de las que se ocupa el chakra. Por ejemplo, una persona puede experimentar problemas para liberar tensiones o ponerse en contacto con su creatividad debido a un bloqueo en el chakra sacro, en el plexo solar o en el corazón, o en los tres.
En un nivel físico, esto puede afectar zonas del cuerpo a las que influye a través de su conexión, por medio de las glándulas endocrinas relevantes, con los órganos y tejidos circundantes.
Los bloqueos de energía son nuestra propia responsabilidad porque son autoinducidos. Parte de la tarea del sanador es mostrar a los pacientes cómo han bloqueado su propio sistema, a fin de que puedan entender de qué manera se ha producido su estado.
El siguiente ejercicio pone a los chakras en un estado de equilibrio, aunque su efecto es temporal.
Equilibrar los chakras
· Haga que su pareja se siente cómodamente, se relaje y respire con normalidad. Usted va a llevar una luz blanca y pura a través del chakra de la coronilla de su pareja y, de manera gradual, al resto de los otros chakras importantes para equilibrar el sistema.
· Sitúese a un costado de su pareja y levante las manos por encima de su cabeza, con las palmas mirando hacia dentro, a una distancia aproximada al ancho de los hombros. Pida que la luz pura de energía espiritual descienda en dirección a su pareja.
· Lentamente lleve sus manos hacia dentro, hasta que se hallen a unos tres o seis centímetros de la cabeza de su pareja, pero sin tocarla. Mantenga sus manos a esta distancia del cuerpo a lo largo del ejercicio. Puede ser capaz de sentir la luz cuando llega como un ligero temblor en las manos. Pregunte a su pareja si puede sentir la energía cuando desciende suavemente en dirección al chakra de la coronilla.
· Suave y lentamente, haga descender sus manos hacia el chakra de la frente. Pregunte a su pareja si hay alguna sensación cuando la luz pasa a través de su cuerpo. Puede haber una sensación de resistencia. Es probable que esto indique un bloqueo de energía. Si es así, pida a su pareja que "libere" esa zona para permitir el paso de la luz. No apure este movimiento.
· Lleve las manos hacia abajo a cada lado del cuerpo de su pareja, mientras visualiza la luz blanca pasando a través de cada chakra, uno por uno.
· En cada ocasión, compruebe que no haya resistencia. Nuevamente, si la hay, pida a su pareja que "libere" esa zona y permita el paso de la luz.
· Finalmente, extraiga la luz en el chakra de la base. Ahora el sistema de energía se halla en un estado de equilibrio.
Dispersar las energías incompatibles
La Respiración del arco iris es una respiración purificadora que despeja el aura, dispersa las energías incompatibles y tiene un efecto directamente benéfico sobre los cuerpos sutiles. Es un ejercicio excelente para realizar después del trabajo espiritual o al final del día.
La respiración del arco iris
· Párese con los pies a una distancia equivalente al ancho de los hombros, con las manos colgando flojas a los lados.
· Haga una respiración completa tres veces. Deje que sus hombros caigan y relaje su cuerpo. Al espirar, libérese de toda preocupación y ansiedad. Envíe el mensaje a su cuerpo de que esto es un obsequio para todo el sistema.
· Ahora visualice que puede encerrarse con siete esferas de luz coloreada del modo siguiente. Aspire lenta y profundamente. Mientras lo hace, vea la luz roja ascendiendo desde detrás de sus talones, subiendo por sus piernas hasta la coronilla.
· Al espirar vea la luz roja descendiendo por la parte frontal de su cuerpo hasta debajo de sus pies. Ahora usted está encerrado en una esfera de luz roja.
· Respire luz naranja y rodee a su esfera roja con ella del mismo modo, asegurándose de que encierre totalmente a la esfera roja y cree una esfera naranja exterior a ella.
· Respire luz amarilla y rodee a la esfera naranja.
· Respire verde y rodee a la esfera amarilla.
· Respire azul y rodee a la esfera verde.
· Respire índigo y rodee a la esfera azul.
· Respire violeta y rodee a la esfera índigo.
Ahora usted está totalmente encerrado en un maravilloso arco iris de luz. Sin moverse, pase directamente al siguiente ejercicio.
Puede seguir este ejercicio con la Esfera de protección. Esta es una capa exterior de luz dorada con la cual usted rodea su aura y, si se utiliza en conjunción con la Respiración del arco iris, es la esfera final más externa.
La esfera de protección
· En la aspiración, respire una brillante luz dorada y rodéese con una esfera de oro al aspirar. Ésta en una energía de fuerza y protección. Permite vibraciones positivas en su aura, pero impide que entren las negativas. Utilice este ejercicio al final del día o en cualquier momento en que sienta la necesidad de protección. Es un buen ejercicio para efectuar al final de un taller de trabajo sobre desarrollo personal o de una sesión de meditación, cuando vaya a regresar a la vida cotidiana.