martes, noviembre 30, 2021

La Mente Mágica

Desarrollar los Poderes de la Mente

La Vida es una emoción inteligente que en su continua expansión acepta y supera todos los desafíos.

A veces nuestra vida nos impone retos para que podamos crecer y superarnos como personas. Para crecer y superar el destino los seres humanos siempre han buscado aliados y conocimientos que puedan ayudarlos a superar los retos del destino.

En esta sección te proponemos las mejores técnicas para ayudarte en tu camino.

LA MENTE MÁGICA

Vivimos un momento histórico y evolutivo en que el ser humano utiliza cada vez más sus facultades racionales y el poder de su mente. No solamente por el nivel educativo que ha conseguido sino también por las propias peculiaridades de nuestra sociedad, cada vez más tecnológica y con mayores niveles de información y conocimiento que debemos saber utilizar y discriminar.

Una de las grandes revoluciones del siglo pasado y del que acabamos de empezar se refiere a los avances en el conocimiento del cerebro, la personalidad, los mecanismos psicológicos que afectan a la conducta, la importancia del subconsciente y, en general, de los poderes de la mente. Estamos realmente en el inicio de una Era Mental, donde utilizar correctamente los poderes de la mente y del subconsciente va a ser decisivo para la vida de las personas.

Dentro de esta tendencia nos hemos dado cuenta que hay formas negativas del lenguaje, de plantear y procesar la información que no son útiles para nada y que además agravan los problemas: Se refiere a hablar o pensar cosas parecidas a: yo no valgo para esto, seguro que fallo, tengo siempre mala suerte, etc. Sin darnos cuenta y desde la infancia, escuchando cosas así como “este niño es tonto”, vamos programando nuestra mente con roles y programas que no son muy adecuados y nos ayudan poco en la vida. Frente a esta forma clásica de pensar y procesar la información ha surgido una nueva tendencia llamada: Pensamiento Positivo.

LAS VENTAJAS DEL PENSAMIENTO POSITIVO

Básicamente consiste en la creencia de que la mente es permeable a las sugestiones que la propia persona u otras personas le hacen. Si uno piensa negativamente de una forma continuada, la mente tenderá a actuar así. Si uno piensa positivamente la mente tenderá a ofrecernos mejores resultados.

Lo que está claro es que, por lo general, a las personas optimistas y alegres la vida les va mejor e incluso son más resistentes a las enfermedades; mientras que las personas pesimistas y amargadas les sucede lo contrario. La pregunta es clara.

¿Qué ha sido primero, el huevo o la gallina?.

Eso ahora no nos importa sino creer y actuar de acuerdo con el Pensamiento Positivo. Creer en los poderes de nuestra mente, de nuestro subconsciente y aprender a “programarlo”, a sugestionarlo adecuadamente para que su fuerza se ponga de nuestra favor y empuje también para que consigamos con mayor facilidad nuestros objetivos. A eso se le llama una adecuada programación mental.

Los primeros descubrimientos sobre el Pensamiento Positivo se publicaron en 1936, como resultados de las investigaciones del padre Irala de la Compañía de Jesús y su libro “Control Cerebral y Emocional”. Posteriormente, en Laredo, Texas, a partir de 1944, el profesor José Silva comenzó también a desarrollar sus investigaciones en este terreno creando su ciencia de la Psicorientología. En realidad ni uno ni otro crearon nada nuevo porque las técnicas de relajación y visualización que proponían para mejorar los hábitos y el destino de las personas estaban basadas en los mismos principios, aunque con diferentes formulaciones, que las viejas enseñanzas orientales del yoga y las escuelas esotéricas occidentales.

Lo único nuevo es que se formulaban en un contexto totalmente científico y con fines totalmente prácticos. La principal constatación científica de la diferente actividad mental se debe a la posibilidad de utilizar tecnología para medir la frecuencia y la intensidad de las ondas cerebrales en diversas actividades, gracias al Electro Encefalograma. Así se pudo constatar las diferentes frecuencias en que actúa nuestra mente.

Cuando estamos relajados y tranquilos el cerebro opera por una determinada frecuencia y voltaje eléctrico, cuando estamos excitados, agresivos o en plena actividad intelectual, el cerebro opera en otro nivel diferente.

REBAJANDO DE REVOLUCIONES EL CEREBRO

Lo que ha quedado claro es que nuestro cerebro es una máquina que puede funcionar a diferentes velocidades. Las técnicas de relajación mental y también de control y programación pretenden primero rebajar de revoluciones el cerebro, producir ondas alfa que son más armónicas y que fomentan la intuición y la empatía. El propósito de rebajar las revoluciones del cerebro es dejarlo en un estado más relajado y acorde para grabar en la mente nuestras instrucciones y poder utilizar entonces nuestro poder mental en fines concretos. En esto se basan todas las técnicas de programación mental destinadas a mejorar aspectos de la conducta, la personalidad, a desarrollar determinados poderes y sentidos psíquicos o, simplemente, a lograr una mayor paz y plenitud.

CONTROL Y PROGRAMACIÓN DE LA MENTE MÁGICA

Para controlar algo primero hay que conocerlo. Así, para planificar de una forma idónea nuestra mente hay que conocer sus mecanismos, estudiar nuestra realidad y nuestra conducta, lo que queremos realmente y lo que no. Conociéndonos mejor podremos desarrollar con más eficacia una adecuada programación mental que sirva a nuestros propósitos. Por eso, más allá de la pura técnica, en Oriente se hace tanta incidencia en fomentar el desapego y la objetividad.

Por el contrario, las escuelas occidentales de programación mental están basadas en la fuerza del deseo.

Según sus tendencias, para programar algo adecuadamente en nuestra mente hay que desearlo con fuerza primero, estar absolutamente convencidos de que necesitamos eso para nuestro bienestar y desearlo poderosamente.

A través de la relajación primero y después de la visualización se programa la mente para que genere fuerza extra para conseguirlo. En realidad en esto mismo se basaban las antiguas técnicas mágicas, reforzando el deseo y la fascinación de la mente con los rituales. Lo importante es comprender que siguiendo determinadas técnicas podemos despertar en nuestra mente su dimensión más mágica y poderosa, siempre con el objetivo de conseguir los resultados concretos que anteriormente hemos planificado.

LA PROGRAMACIÓN ADECUADA

Para encauzar adecuadamente los poderes de nuestra mente debemos saber encauzarla en una programación adecuada. La Programación Mental se basa en llevar la mente a niveles profundos y visualizar imágenes llenas de emoción y de la mayor intensidad sensorial posible, donde nuestras metas son conseguidas.

Antes de hacer la programación en sí hay que planificarla y prepararla. Es decir, diseñar mentalmente la imagen y todos los sentimientos y sensaciones que van a acompañarla. Así, grabaremos las ordenes muy profundamente en nuestro subconsciente y, si perseveramos, conseguiremos que colabore con todo su inmenso potencial en nuestros objetivos.

Al aprender a regular las frecuencias de nuestras ondas cerebrales estamos aprendiendo a regular el cerebro. Éste se ajusta al nivel de actividad que corresponde a la tarea de la cual se ocupa.

Al pensar o procesar datos trabaja en el nivel beta, mientras que en el relajamiento o el sueño profundo puede trabajar en tres niveles diferentes. Uno de ellos es el nivel alfa que es armónico y muy propicio para sugestionar la mente.

La eficacia de todo el proceso depende de que la programación sea correcta.

Positiva y abierta a todas las posibilidades.

Debemos tener cuidado con no limitar las posibilidades de solución. Hay que visualizar la solución, el conseguir lo que pretendemos pero no cómo hacerlo. Así quedan abiertas posibilidades de acción que ni siquiera habíamos imaginado pero que están en potencia en nuestro subconsciente. También debemos tener cuidado con lo que programamos. En todos los cuentos mágicos donde te conceden los deseos siempre hay que tener cuidado y pensar bien lo que se pide, no sea que los deseos concedidos traigan problemas mayores.

Nunca debemos dudar cuando se tratan de cosas esenciales que necesitamos como personas, para nuestra salud y los retos ineludibles que nos ponga el destino; pero cuando son simplemente deseos es necesaria una mayor precaución.

Quizá nos estemos empeñando y poniendo fuerza en conseguir algo que no nos corresponde o que ni siquiera es positivo para nuestra evolución. Esto quizá no lo sepamos nosotros pero sí nuestro subconsciente. Si esto sucede puede suceder que simplemente la programación no funcione pero también puede generarse un conflicto de energías. Siempre debemos estar alerta a lo que ocurre y a posibles mensajes subconscientes que se manifiesten en sueños. De considerarlo razonable es mejor suspender o cambiar el formato de la programación.

Tras la programación es necesario pasar a la acción. No podemos esperar que el subconsciente o nuestra mente mágica nos solucione las cosas sin nosotros hacer nada. Sí podemos esperar que nos aporte una energía e incluso una ayuda extra. Dentro del plan de actuación es necesario trabajar para cultivar en nuestra persona las actitudes necesarias para llevar a cabo la solución.

HÁBITOS DE PROGRAMACIÓN

Los mismos mecanismos internos que hacen que una acción, pensamiento o tendencia determinada se transforme en un hábito de nuestra conducta, se utilizan también en la programación con la intención de lograr que aquello que deseamos se transforme también en un hábito, pero positivo y controlado. Los soportes en los que debemos apoyar nuestra programación son:

EL PODER DE LA CONVICCIÓN. Ante todo debemos creer en los resultados de la programación. La convicción hace que la imaginación y la experiencia real funcionen en el mismo plano y es fundamental en toda programación. Creer en lo que estamos haciendo y que va a funcionar es básico.

EL PODER DEL DESEO. Para activar nuestra fuerza mental hace falta un poderoso deseo de que ocurra. Sin el estímulo del deseo la mente no trabaja con todo su potencial, ya que sólo se puede conseguir aquello que se desea realmente. En el deseo se canalizan los aspectos emotivos y emocionales que refuerzan mucho la programación.

EL PODER DE LA ESPERANZA. La esperanza es diferente de tener una convicción clara. La convicción es más personal, es creer en nosotros mismos y que lo vamos a conseguir. Esto es necesario pero la Esperanza va más allá. No es sólo creer en nosotros sino también que eso sucederá. Tenemos entonces los requisitos necesarios para que una buena programación funcione: Convicción en uno mismo, en el poder personal. Deseo de conseguir algo y esperanza de que se podrá conseguir.

CONSTRUYENDO IMÁGENES DE FELICIDAD

Las técnicas de programación mental se basan en la construcción de imágenes donde nos vemos a nosotros mismos, con convicción, deseo y esperanza, REALIZANDO YA LAS COSAS QUE QUEREMOS CONSEGUIR.

Es decir, hay que imaginarse los resultados finales de nuestros proyectos o programaciones.

LA PROYECCIÓN o programación será más fuerte y eficaz cuanta más calidad y fuerza tengan las imágenes que creamos y proyectamos, cuanto más claras y fuertes sean las imágenes que somos capaces de ver en nuestra mente. La técnica consiste en recrearse en escenas donde somos los protagonistas y de vivirlas con toda la intensidad posible, tratando de que intervengan todas nuestras sensaciones o al menos las más interesadas en el proyecto. Debemos vivir las situaciones oliendo, sintiendo, oyendo y viendo con total claridad. Así el cerebro se encuentra alerta y activo y no discrimina en la realidad o fantasía de lo que está sucediendo. A esto se le llama o comunicación subjetiva.

Es decir, si por ejemplo queremos programarnos para superar una prueba en concreto. Deberemos crear imágenes lo más reales posibles donde nos veamos a nosotros mismos habiendo superado o superando ya la prueba. Debemos vernos con convicción, deseo y esperanza, con alegría y con todos los sentidos posibles, acompañando y alimentando con su energía a la imagen que estamos viendo. Se llama comunicación subjetiva porque el cerebro o la mente no es capaz de distinguir que eso es una fabulación nuestra, ya que la hemos recreado con gran claridad, fuerza y la participación de todos los sentidos.

CREACIÓN DE UNA TÉCNICA PERSONAL

El cerebro aprende a través de la práctica continua, y por eso debemos reiterar nuestros ejercicios y prácticas diariamente. Es mejor practicar tres veces al día, siendo los mejores momentos: por la mañana, a medio día y por la noche, antes de acostarse. El mejor es la mañana y le sigue la noche. La práctica ideal son quince minutos tres veces al día. No demasiado tiempo para las grandes ventajas que podemos sacar.

Primero debemos aseguramos de todos los elementos que intervienen en la técnica y que los aplicamos en su orden correcto. Debemos hacerlo lentamente, como si se tratase de un ritual. La fuerza del rito le aporta un valor añadido y la programación se hace más fuerte.

Recordar que cerebro se identifica con los hábitos, lo que le es familiar y la repetición. Cada ser humano es un camino y sus condiciones muy diferentes, por lo que no se puede hablar en general de las técnicas personales.

Todas deben seguir más o menos los pasos marcados de Relajación Proyección de imágenes-Plan de Acción; pero la elección de la programación más adecuada es algo más personal y delicado.

Lo bueno sería conocerse mejor, hacer antes alguna terapia y descubrir tanto las potencias como las debilidades. A partir de ahí se puede hacer una buena y eficaz programación.

No obstante, para cosas sencillas como dejar de fumar, controlar algún hábito, enfrentarse a alguna prueba o examen, etc, la programación es bastante fácil. Basta con verse haciendo lo que uno quisiera conseguir y luego pasar a un plan de acción de cosas concretas para lograrlo.