El estrés es nuestro instinto de supervivencia ancestral. Nos ayuda a vivir. Nos da la energía necesaria para mantenernos activos, para ser dinámicos: caminar, trabajar, bailar, abrazar... Es un estado del organismo que poseemos los seres humanos para ayudarnos a sobrevivir y protegernos de los peligros. Por ello, también es el estado general de tensión en que nos hallamos cuando nos sentimos amenazados en nuestro equilibrio psicobiológico. Es el síndrome de lucha o huida. Ante el “enemigo” luchamos para sobrevivir o huimos de él para salvarnos. El estrés es un mecanismo por el que nuestro cuerpo se activa, se tensiona. Se prepara para desarrollar la actividad física necesaria para el desarrollo y la defensa de la vida.
Los seres humanos en la lucha por la supervivencia en la naturaleza hemos necesitado de la fuerza física como una herramienta imprescindible. Nos hemos tensionado físicamente, hemos actuado físicamente y posteriormente nos hemos relajado. Sin embargo, la vida hoy en día ha cambiado mucho. Vivimos en una sociedad sedentaria en que la fuerza física, en general, no es la que nos ayuda a sobrevivir sino la fuerza mental, el equilibrio psicológico. La vida es hoy menos “natural”. Es más “civilizada”. Está más alejada de la naturaleza. Sin embargo nuestro instinto de supervivencia, nuestras hormonas, nuestro sistema nervioso, responde exactamente igual que antaño. Nuestro cuerpo se prepara para una gran actividad física, que luego no realizamos.
Sufrimos cambios grandes y rápidos que ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación y nuestra resistencia. Sufrimos grandes presiones. El actual modelo social es el del triunfador. Para eso se ha de competir. Entramos en unas relaciones competitivas e individualistas. Nos sentimos amenazados por “los otros”. Estamos alerta. Nos sentimos inseguros.
La globalización nos trae infinidad de información, de modelos a seguir. Perdemos la seguridad de lo cercano, de lo previsible, de lo propio. En esta sociedad tan exigente y tan competitiva, cuanto mayor es la presión que recibimos, más intentamos adaptarnos a ella y llegamos más allá de nuestras capacidades, más allá de nuestros límites. La vida en esta sociedad moderna fomenta la urgencia, el perfeccionismo, la ambición, el rendimiento, la eficacia, el resultado... Todos sentimos esta presión sobre nuestras cabezas. Nuestra calidad de vida pierde. Nuestra salud se agota.
1.2. Enfermar de estrés
La reacción del estrés es perfectamente saludable siempre y cuando sea producida por una situación real y podamos utilizar la energía que se pone en marcha. El estrés moderado no es un factor de riesgo, sino una necesidad vital. Cierto grado de estrés es necesario para llevar una vida satisfactoria.
Incluso el estrés intenso momentáneo que responde a una situación de urgencia tampoco producirá situaciones contrarias a nuestra salud si esa energía que se ha generado en nuestro cuerpo es utilizada físicamente. Podemos visualizar el estrés que se manifiesta en la caza de una gacela por un león. Este, cuando tiene hambre, se activa, se tensiona, se estresa. Es decir, se prepara para desarrollar una gran actividad física para perseguir y cazar a la gacela. La imagen del león vislumbrando a la gacela, antes de echar a correr tras ella, es de una enorme tensión. Después, cuando corre, utiliza toda la energía que se ha preparado en su cuerpo para poder desarrollar ese ejercicio físico. Una vez que ha logrado cazarla y comerla, el león se relaja, descansa. Se convierte en un “muñeco de peluche”. Desaparece su tensión. El león hace un uso eficaz de su estado de tensión, de estrés, ya que utiliza la energía física que se ha activado en su cuerpo.
¿Y la gacela? Ésta, cuando olisquea al depredador, se asusta, se tensiona, se estresa. ¿Cuál es su recurso para la supervivencia? ¿Luchar o huir? Evidentemente, ella no puede enfrentarse al león y su alternativa es huir. Toda su energía la utiliza para escapar. Si lo lograra , la sensación de salvación le llevaría también al estado de relajación. Así que, su comportamiento es eficaz. Se tensiona, actúa y se relaja.
Actualmente los humanos sufrimos una tensión nerviosa extrema y, sin embargo, no nos movemos. No somos eficaces. Y enfermamos porque esa energía acumulada y bloqueada en nuestro cuerpo no es buena para la salud. Nos lleva a índices graves de toxemia. Nuestro cuerpo no puede vivir en una constante situación de emergencia. Tiene que descargar la tensión, utilizarla. Tiene que relajarse.
A pesar de que nuestro cuerpo y nuestra mente tienen una gran capacidad de adaptación, también tienen sus límites. Cuando los transgredimos llega la fatiga. Nuestro organismo se colapsa, y sobreviene la enfermedad, bien de índole física o psíquica. Caemos en una depresión leve o bien comienzan los problemas digestivos (acidez, malas digestiones), agarrotamientos musculares, dolores de cabeza, alergia, asma, ansiedad, insomnio, etc. Inicialmente son pequeñas molestias, pero un estrés cronificado, nos puede llevar a factores de alto riesgo (depresión profunda, infarto, hipertensión, úlcera gástrica...). No tomamos consciencia del proceso, Nos parece “natural”. “Hay que luchar para vivir”. No atendemos los primeros síntomas y a veces es ya la enfermedad la que nos para. Continuamos por inercia hasta caer en picado.
Si aplicamos el Síndrome General de Adaptación que elaboró en Dr. Hans Seyle) veremos que los estados que recorremos hacia la enfermedad son los siguientes. Un primer estado de alarma (en el que comienzan los síntomas leves de trastornosde la salud), un segundo estado de resistencia, (en el que el cuerpo aprende a vivir con el estado enfermizo, perdiendo incluso la consciencia del mismo) y un tercer estado de agotamiento, en el que se produce ya un colapso general. Todo exceso tiene su coste. Para mantener el equilibrio ante el estrés necesitamos de su contrapartida, del estado de relajación. Ambos estados son necesarios en nuestras vidas. Son nuestro yin-yang. Son dos fuerzas complementarias que impulsan nuestra vida.
1.3. Equilibrio emocional: El arte de vivir
Ser más conscientes, aceptar nuestros límites, organizarnos mejor, remodelar nuestras creencias, nuestros valores y creencias, llevar una vida saludable adaptada a nuestra naturaleza. Son elementos básicos para nuestro equilibrio, para nuestra calidad de vida y nuestra sensación de bienestar.
La cantidad de estrés que podemos asumir varía según la persona. No podemos acumular múltiples factores estresantes. Tenemos un límite. A veces, algunas cosas deben esperar. Debemos prestar más atención a nuestro cuerpo, a nuestras emociones. Prever el agotamiento. Descansar. Darle tiempo a nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestra psique para que se recuperen. Descargar las tensiones. Saber mantener el equilibrio en esta vida es un arte que podemos aprender. No estamos inermes. Somos capaces de crear nuevas alternativas vitales. La vida está en nuestras manos. Es importante llevar las riendas de nuestra propia vida. Sin dejar el control de nuestra vida en manos de otros, sentiremos que somos nosotros mismos quienes la controlamos, la guiamos, la realizamos. Y esto nos dará seguridad, paz y alegría. Asumir la responsabilidad de nuestra propia vida, de nuestro propio equilibrio personal.
Para ello, necesitamos tener estrategias para hacer frente a las presiones y las tensiones. Y una vez producida la tensión, necesitamos saber descargarla, Si no podemos hacerlo con nuestras actividades cotidianas, convendrá que hagamos ejercicio: deporte, baile, yoga, tai-chi… Podemos aprender a relajarnos. Podemos aprender a controlar el estrés en su justa medida y a convertirlo en un sistema eficaz para la vida. La clave es si somos nosotros los que dominamos el estrés o es él quién nos domine. El estrés como energía vital, como estímulo es imprescindible.
La vivencia personal del estrés depende de si estamos en armonía con nosotros mismos y con el entorno más próximo, también del grado de satisfacción de nuestra trayectoria personal y profesional. La ideología, determinadas posturas filosóficas desempeñan un papel decisivo en la vivenciadel estrés. Debemos ajustar nuestras creencias. El reto del siglo XXI es el control del estrés, construyendo estrategias mentales y psicológicas que nos ayuden a vivir nuestra vida cotidiana en esta sociedad actual. La utilización eficaz de nuestro instinto ancestral de supervivencia es primordial. Necesitamos actualizar nuestros recursos.
Las Terapias Naturales son herramientas útiles y sencillas que nos ayudarán a vivir.
2. ESTRÉS FÍSICO Y EMOCIONAL
Cuando hablamos de estrés es imprescindible comprender que son nuestras emociones las que van a producir nuestro estrés o tensión física. Es la comprensión mental y emocional de la situación como peligrosa la que pondrá en marcha el proceso físico. Si la situación es considerada como placentera, agradable o satisfactoria nuestro proceso físico será distinto. Nuestra química corporal será distinta. Es diferente que por nuestro riego sanguíneo viajen las hormonas llamadas endorfinas (asociadas a la sensación de placer o alegría, por tanto del estado relajación) que la adrenalina (que pondrá nuestro cuerpo en estado de alerta). En todo caso, nunca van disociados los estados de nuestro cuerpo del estado de nuestra psique o nuestra mente. Tienen una correspondencia absoluta. No corresponde una situación personal de angustia o miedo, con un cuerpo relajado.
Si partimos de la consideración holística del ser humano, hemos de considerarlo como una totalidad cuerpo-mente-psique(alma), El desequilibrio emocional producirá el desequilibrio en nuestro cuerpo ( la enfermedad). También puede ocurrir que algo físico desequilibre nuestra situación emocional. Por ejemplo, el dolor físico tras el traumatismo producido por un accidente puede crear un sufrimiento psíquico y mental considerable.
La Medicina Tradicional China establece tres tipos de causas de enfermedad:
1 -Causas internas
2 – Causas externas
3 – Causas mixtas.
Las causas internas de enfermedad quedan claramente atribuidas a las emociones. Las emociones intensas, prolongadas, reprimidas o ignoradas, serían el factor desencadenante de la misma. Debilitan el organismo, menoscabando su sistema defensivo. Esto vuelve a las personas más vulnerables a las condiciones externas o medioambientales. Enfermamos porque nuestro sistema defensivo, el sistema inmunológico, está deprimido. Es decir, no tiene fuerza para luchar y auto defenderse. El miedo, la culpa, la inseguridad, las dudas, la confusión, la tristeza, la angustia, los pensamientos obsesivos, la preocupación, la rabia, el duelo por la muerte de un ser querido o por un divorcio... tendrán un efecto claro en nuestro cuerpo. Nuestra psique y nuestra mente no son elementos extracorpóreos, son nuestro mismo cuerpo. Somos una unidad indisoluble.
2.1. Funcionamiento del estrés
El proceso del estrés comienza cuando el cerebro siente un peligro y se coloca en estado de alerta. Este peligro puede ser percibido a través de la información que recibe de los sentidos (vista, oído, olfato, …) o “pensado”. En este segundo caso la sensación de peligro viene por la proyección en la mente de un suceso que le produce angustia, miedo, etc. Es decir, una persona puede desconectar de la información sensorial satisfactoria y no amenazante que le rodea (un paisaje maravilloso, unas personas que le quieren, una música deliciosa, …) y, sin embargo, sentir miedo porque ha recreado en un mente alguna situación que se lo produce. En el caso de la gacela su tensión depende de la cercanía del león, no de la pre-ocupación hipotética por su aparición. Si no discerniera el riesgo real o no de muerte permanecería asustada y en estado de estrés permanente. Tendría que vivir corriendo, escapando a veces del león real y otras del león imaginario. El cerebro no discrimina si es o no una situación real de peligro. En ambos casos producirá los mismos procesos fisiológicos que desembocarán en el estrés.
2.2. Cerebro, sistema nervioso, sistema endocrino, hormonas
Las respuestas vegetativas se producen a través de la transmisión de los impulsos desde nuestro cerebro a todo el organismo. La reacción comienza desde el hipotálamo y es regulado por nuestro Sistema Nervioso Autónomo. Este se subdivide en:
1 – Sistema Autónomo Simpático. Este es el sistema que regula es estado de tensión, de estrés, de dinamismo, de actividad. Controla todas las reacciones fisiológicas para la acción,
2 – Sistema Autónomo Parasimpático. Regula el estado de reposo, de relajación.
La mayor parte de los órganos están controlados principalmente por uno de los dos sistemas. Pero en el caso de algunos órganos, será la interacción de ambos la que producirá su activación o su inhibición.
Cuando el cerebro se pone en estado de alerta debido a estímulos externos alarmantes, se produce de la siguiente manera:
El hipotálamo activa la glándula pituitaria o hipófisis . Esta produce la hormona ACTH que el riego sanguíneo se encarga de transportar hasta las glándulas suprarrenales. Estas glándulas, segregan a su vez las hormonas directamente implicadas en la regulación del estrés en el organismo. Entre ellas la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol. Éstas en su viaje por el organismo regularán las diferentes funciones orgánicas, preparándonos para “luchar o huir”. El cuerpo se pone en estado de alerta total para reaccionar ante el peligro de forma rápida y eficaz. Es decir, en milésimas de segundos nuestro cuerpo estará lleno de energía para sobrevivir con la fuerza física, como antaño en nuestra vida en la naturaleza. El objetivo es que nuestros músculos puedan actuar, dotándoles de oxígeno y de los elementos nutritivos necesarios para la actividad. Para todo ello, y de forma sumamente inteligente, nuestro cuerpo se adaptará de la siguiente manera:
A – Nuestros músculos se tensionan
B – El corazón, por influjo de la adrenalina, comienza a latir rápidamente y con mayor intensidad para transportar con rapidez oxígeno y nutrientes por medio de la corriente sanguínea. Puede pasar de latir a 60-75 latidos por minuto a 190-220.
C- La respiración se agita para absorber suficiente oxígeno.
D – El riego sanguíneo se prepara para llevar la sangre a los lugares que más lo necesitan como en unos canales de riego en los campos de cultivo. Disminuye el diámetro de algunos vasos sanguíneos (vasoconstricción) para ahorrar energía. Y se produce una vasodilatación en otros.
E – El hígado convierte su almacén de glucógeno en glucosa que vierte a la sangre por influencia de la hormona cortisol. Puede llegar a detenerse la digestión de los alimentos, porque el cuerpo de forma inteligente no puede esperar a que se conviertan enenergía. ¡Sería tarde!
F – Para evitar las hemorragias por una posible herida el cuerpo produce más plaquetas en la sangre.
G – La actividad mental aumenta.
H – Las pupilas se dilatan.
I – El páncreas disminuye la producción de insulina.
J – La glándulas sudoríparas producen mayor cantidad de sudor para enfriar el cuerpo.
K – El cuerpo retiene el exceso de sodio, aumentando la retención de líquidos.
Es decir, nuestro cuerpo se convierte en una maravillosa máquina preparada para un gran ejercicio físico. Para luchar contra el enemigo o para huir de él.
2.3. Enfermedades producidas por el estrés
En todo caso, la descripción del proceso fisiológico del estrés nos lleva a comprender fácilmente la incidencia que puede tener en el desarrollo de las enfermedades en nuestro cuerpo.
A – Bloqueos y tensiones musculares B – Problemas de corazón: infarto.
C – Problemas respiratorios: asma.
D – Problemas circulatorios: hipertensión.
E – Los diabéticos ven acrecentar su problema de control de la glucosa en sangre.
F – Si se densifica la sangre, la circulación se dificulta. Imaginemos una persona con hipertensión, colesterol, arterioesclerosis.
G – Se produce un agotamiento mental: confusión, entorpecimiento, dolores de cabeza.
H – Tensiones oculares.
I – Sudoración excesiva.
K – Sequedad en la boca.
M – El sistema inmunitario se deprime, haciéndonos más propensos a enfermedades infecciosas.
N – La química en nuestro cuerpo es más ácida. Al sudar esta acidez puede provocar problemas de irritación en la piel.
O – Problemas alérgicos en la piel. La psoriasis, los eccemas empeoran en las crisis de estrés.
P – Problemas digestivos: acidez, gastritis, úlceras
Q – Etc...
Vemos que son múltiples las enfermedades que pueden ser producidas por una tensión mantenida, por un estrés cronificado. Además tenemos otras sintomatologías como:
1 – Fatiga, irritabilidad, inquietud.
2 – Falta de deseo sexual.
3 – Descontrol emocional. Comportamientos impulsivos.
4 – Falta de concentración. Pérdida de memoria.
5 – Desórdenes alimenticios. Utilización de estimulantes.
3.– TERAPIAS NATURALES PARA EL EQUILIBRIO EMOCIONAL Y LA SALUD FÍSICA: NATUROPATÍA
La Terapia Natural o Naturopatía es el arte de estar sanos y/o curar, cuando enfermamos, mediante la fuerza de la naturaleza o Vis Medicatrix Naturae. Los principios básicos de la Naturopatía son los siguientes:
1.- La salud es el estado natural de las personas. Si seguimos las Leyes de la Naturaleza podemos mantener un estado general de salud. Las Terapias Naturales nos ayudan a mantenerla y a recuperarla, caso de que la hubiéramos perdido. En todo caso el objetivo primordial de la Naturopatía es la prevención.
2.- El cuerpo humano tiene la capacidad de curarse a sí mismo. . Las Terapias Naturales, por tanto, se dirigen a apoyar los mecanismos de auto curación (Vis Medicatrix Naturae = fuerza vital), más que a luchar contra los síntomas.
3.- La medicina natural es holística, global. Tiene en cuenta todos los factores que componen a la persona, no sólo los físicos. Atiende aspectos psicológico-emocionales, mentales, filosóficos y sociales. La persona es un todo y “todos” los aspectos que le atañen pueden ser causa de salud o de enfermedad. Las Terapias Naturales abordan todos sus aspectos.
4.- Los síntomas de la enfermedad son el signo de la fuerza vital del paciente que luchar para recuperar su estado natural de salud y equilibrio, llamada homeostasis. Es la luchar del cuerpo por eliminar los elementos tóxicos que lo enferman. (Los niños suelen tener sintomatologías de una gran intensidad -fiebres muy altas, por ejemplo- que remiten con una gran rapidez, una vez recuperada la homeostasis. Su fuerza vital está en pleno apogeo y son capaces de luchar con gran energía por la salud. Un cuerpo agotado o “resignado” puede no tener síntomas porque no tiene fuerzas para luchar por la vida y estar profundamente enfermo). La Naturopatía estimula la capacidad defensiva del organismo, así como su capacidad depurativa de eliminación de toxinas. Según el Síndrome general de adaptación de Dr. Seyle los estados de la enfermedad y su sintomatología son los siguientes: 1º. Estado de Alarma Crisis agudas: dolor, inflamación…
2º. Estado de Resistencia Libre de síntomas.
3º. Estado de Agotamiento Colapso, degeneración
5.- La Naturopatía estimula a la persona a responsabilizarse de su propia salud por medio del conocimiento de las Leyes Naturales que rigen su cuerpo, para no ir en contra de la naturaleza de su propio ser. Es un estilo de vida.
6.- Para la Naturopatía no existe la enfermedad sino el enfermo y el entorno en el que se desarrolla
7.- Los elementos básicos que emplea la Naturopatía son la dieta equilibrada, la relajación psicofísica, el ejercicio físico, el contacto con la naturaleza, el aire fresco – la respiración, el agua, la luz solar.
Vamos a realizar un recorrido por varias Terapias Naturales para comprender básicamente qué son y cómo funcionan.
3.1. Nutrición
La nutrición es la ingesta de sustancias asimilables por parte de los seres vivos para transformarlas en materia propia y para utilizarlas como fuente de energía para la actividad. La nutrición estudia la composición de los alimentos para el buen funcionamiento de su organismo, mantener el calor del cuerpo, realizar las complejas reacciones químicas de sus células, conservar los tejidos.
La vida del ser humano depende, pues, de un intercambio de materias entre sí mismo y el mundo que le rodea. La vida representa un constante consumo de energía. Para una buena nutrición es imprescindible tener un aporte alimentario suficiente y equilibrado de sus componentes: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, sales minerales. De la calidad y de la cantidad de los elementos que incorporamos a nuestro organismo, depende la calidad de la sangre y de los tejidos, así como la actividad y el desarrollo normal de sus funciones. “Somos lo que comemos”.
Otro de los elementos importante es la eliminación de los residuos para evitar la toxemia en nuestro cuerpo. A las tres vías destinadas a la incorporación de materiales y energías a nuestro cuerpo: sistema digestivo, piel y pulmones, que también funcionan como vías de eliminación, hemos de añadir el sistema urinario (riñones) como otra forma de expulsión de los residuos. Su buen funcionamiento nos ayudarán a conservar la salud.
Hoy en día el ser humano ha cambiado totalmente sus hábitos de vida. (Es importante tener el pudor de decir que no todos los seres humanos de este planeta tienen los problemas nutricionales que tiene Occidente. En otros lugares del mundo el verdadero problema nutricional es el hambre, la carencia, la desnutrición).No le conviene alimentarse como antaño, cuando el gasto de energía física era enorme y los métodos rudimentarios de calefacción les mantenían sometidos a los rigores del frío, aumentado con ello el gasto calorífico de sus cuerpos. Pero son varias las razones que llevan a una mala y/o excesiva nutrición. Además del instinto grabado a fuego en la memoria más atávica del ser humano, esta época se le hace muy agresiva, cargada de tensiones, llena de situaciones de alerta y estrés. El cuerpo, cuando se siente amenazado, inconscientemente tiende a acumular alimentos para épocas de escasez, como hacía antes. (Actualmente son varios los médicos que estudian la relación entre obesidad y respuesta atávica al estrés, al miedo como impulso genético)
Las prisas nos hacen consumir alimentos procesados con colorantes conservantes , y otros elementos tóxicos. Se consumen muchos estimulantes para poder seguir el ritmo loco de esta sociedad. Utilizamos alimentos refinados a los que se ha retirado la fibra, siendo ésta tan necesaria el organismo. La agricultura y ganadería han cambiado sus métodos. Se fuerza a la naturaleza y la calidad de los alimentos baja y, a veces, daña.
Son varias las corrientes de alimentación que se dan dentro del Naturalismo: vegetarianismo, lacto-ovo-vegetarianismo, macrobiótica, higienismo. Además dentro de la Medicina Nutricional se utilizan diversas dietas terapéuticas depurativas para la eliminación de tóxicos (el ayuno, dietas de frutas, dietas de zumos…)
En lo que todas están de acuerdo es en:
1 – Consumir cereales integrales, frutas y verduras.
2 – Evitar el consumo de café, alcohol, alimentos refinados y/o procesados.
3.14. Visualización Creativa
La visualización consiste en utilizar la imaginación con fines terapéuticos. La imaginación es la facultad mental de formar imágenes que no se representan en esos momentos a los sentidos. Por tanto, todo el mundo tiene imaginación. Se trata de cuánto y cómo utilizamos esta facultad que todos poseemos. La imaginación es un rasgo de nuestro hemisferio izquierdo. Creamos imágenes en nuestro cerebro.
Los dos hemisferios cerebrales regulan diferentes facultades:
IZQUIERDO DERECHO
lógica imágenes visuales
razón creatividad
matemáticas símbolos
lectura, escritura emociones
lenguaje sueños
análisis síntesis
Las imágenes, por tanto, están unidas a nuestro mundo inconsciente, a nuestras emociones. No podemos evitar ser producto de nuestros pensamientos ni de nuestra imaginación. Las imágenes siempre van a estar ahí. Pero, ¿Qué imágenes rigen nuestra vida? ¿Son positivas, negativas? ¿Qué imagen tengo de mí mismo, de la vida, de los otros? ¿De qué manera influye esa imagen en mi vida?
La imágenes negativas proyectan, pre-ven un futuro oscuro, negro. Las imágenes positivas, refuerzan nuestras emociones positivas, revitalizan nuestra energía y proyectan un posible futuro esperanzador. Podemos crear imágenes que ayuden a reconducir nuestra energía en la consecución de nuestros proyectos. La Visualización Creativa trabaja en la toma de consciencia de nuestros malos y negativos hábitos imaginativos para su transformación en imágenes que nos hagan confiar en nosotros mismos y en nuestras vidas. Una imagen poderosa produce cambios emocionales y físicos.
Nuestras emociones pueden inducir una amplia variedad de cambios físicos en el organismo por la liberación de unas sustancias químicas que actúan sobre los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario. Es, por esto, por lo que la Visualización Creativa se utiliza ya en muchos hospitales para la visualización de la salud. Por ejemplo, los tiburones devorando las células cancerígenas. También es muy utilizado por los deportistas. No sólo entrenan su cuerpo sino su mente, sus emociones, sus imágenes para sentirse capaces de superar los retos deportivos fijados.
3.15. Relajación
Tras el desarrollo de los capítulos iniciales sobre el Estrés no es necesario incidir de nuevo en las nocivas consecuencias cuando éste se cronifica ni la necesidad de utilizar técnicas de relajación para lograr el equilibrio emocional y la salud física.
Son muchas las Terapias Naturales que ayudan a lograr un estado de relajación y equilibrio. Algunas ya han sido descritas: Musicoterapia, Aromaterapia, Masaje, Flores de Bach, Cromoterapia, Visualización Creativa, etc, etc. Además de éstas, existen muchas más técnicas de relajación: yoga, meditación, respiración, estiramientos… En este capítulo se hará un breve desarrollo de algunas de ellas:
Entrenamiento autógeno: Fue desarrollada por el Dr. Schultze. Consiste en una serie de sencillos ejercicios mentales. Mediante la relajación casi hipnótica y la repetición de ciertas palabras, combinada con la concentración en distintas partes del cuerpo, es posible contrarrestar los efectos del estrés y favorecer la capacidad de recuperación del organismo.
Método Jacobson: Es un método de relajación muscular profunda que se basa en el principio básico de que todos los músculos del cuerpo se activan uno tras otro siguiendo un esquema predeterminado. Esta activación se lleva a cabo en tres fases:
1. Concentración en un grupo muscular.
2. Tensión del mismo.
3. Relajación.
Esta técnica favorece la toma de consciencia de la diferenciación de los estados de tensión y relajación, ayudando a que la propia persona conscientemente pueda incidir en los mismos.
Biofeedback: Esta técnica utiliza unos dispositivos electrónicos para detectar las señales eléctricas del cerebro, el pulso y otros fenómenos físicos con el fin de enseñar a los pacientes a controlar ciertos parámetros fisiológicos como el ritmo cardiaco y la presión sanguínea. Emiten una señal cuando los niveles de estrés están aumentando. Entonces el paciente pone en práctica diferentes técnicas de relajación: respiración profunda, visualización, hasta interrumpir la señal negativa. Con ello el paciente aprende a controlar su estrés, otorgando al paciente la responsabilidad sobre su estado.
3.16. Inteligencia Emocional
Las emociones transforman de forma instantánea nuestro equilibrio psicofísico. Son de una gran trascendencia en nuestras vidas; las moldean. Las emociones nos ayudan a vivir, nos dinamizan. Tienen una gran carga vital. Si no las comprendemos, si no las manejamos con inteligencia, pueden desbocarse y producir desequilibrios y situaciones negativas y destructivas.
La Inteligencia Emocional se basa en la utilización conjunta de la emoción y la razón en nuestra vida. Cuando trabajan juntas forman un gran equipo capaz de encarar los retos que la vida nos propone día a día. La emoción es energía vital. Cuando estamos apasionados por algo, tenemos la suficiente energía, pasión, fuerza vital. La razón canaliza esta potente energía, la humaniza.
Cuando conocemos las emociones, cuando las comprendemos, cuando les damos “voz” para escucharlas y saber por qué han surgido y con qué objetivo (las emociones tienen una razón de ser, son “inteligentes”, surgen por algo), entonces las convertimos en colaboradoras para la vida. Dejamos de temerlas. Aprendemos a saber “utilizar” su potencia vital. Cuando les prestamos atención, podemos descubrir nuestras pautas emocionales y, como consecuencia de ello, podemos lograr transformar las llamadas “negativas” en “positivas”. En realidad, la negatividad no existe en la propia emoción, sino en nuestra actitud frente a ella. Podemos utilizar su energía para construir – energía positiva- o para destruir – energía negativa-. Las emociones “negativas” (miedo, rabia…) son incómodas de sentir. No son agradables, ¡claro! Son la voz de los problemas. En la alegría nos sentimos bien, nos informa de que somos felices. Los problemas son los obstáculos en el camino de la felicidad. Las emociones nos informan de ellos y nos dan la energía suficiente para abordarlos. La inteligencia comprende el problema y busca la solución al mismo.
De forma resumida, el miedo nos informa de que no tenemos los recursos suficientes para hacer frente a una amenaza, a un riesgo, a un peligro; y la rabia es una emoción que expresa nuestra rebeldía frente la frustración de un deseo. Es decir, nos informan de situaciones desagradables. Si las escuchamos nos darán una valiosa información de nuestros problemas, nuestras deficiencias y podremos actuar en consecuencia. Podemos, por tanto, utilizar la inteligencia para entender lo que ocurre y buscar estrategias para la solución. La emoción nos dará la “gasolina” para que el vehículo de nuestra vida continúe adelante. El miedo tiene muy mala fama, pero es imprescindible sentir miedo en la vida ante el riesgo, así podemos “salvarnos”. Si hacemos como el avestruz, no seremos dueños de nuestra vida. El aprendizaje del funcionamiento conjunto de la emoción y la razón es la Inteligencia Emocional, es el “arte de vivir”, la vida como arte. El arte de resolver los problemas cotidianos con imaginación, inteligencia, creatividad, intuición, eficacia, humor, paciencia y ternura.
A – MIEDO
Es la sensación de angustia ante la amenaza física o emocional, real o imaginaria. Indica que no sentimos tener los recursos suficientes para hacer frente a dicha amenaza. En el capítulo del Estrés quedo explicitado todo el proceso psicofísico que se da en la respuesta ante el peligro con el síndrome de lucha o huida. El miedo es desagradable, pero es muy útil. El dolor que sentimos al quemarnos la mano es desagradable pero es de una gran utilidad porque, al ser informado nuestro cerebro, actúa inmediatamente enviando la orden de que nuestra mano se aparte del fuego. No es el dolor el problema, sino el fuego. Si no sintiéramos dolor, nos abrasaríamos. Así pues, no es el problema el miedo, sino el peligro del que avisa.
Nuestras creencias frente al miedo provocan una gran dificultad de abordarlo con inteligencia y eficacia. Sentir miedo no es de cobardes. La persona valiente no es quien no siente miedo, sino quien encara la situación siendo consciente del riesgo. No corresponde sentir vergüenza por sentir miedo, temiendo el rechazo de los otros. El objetivo no es no tener miedo, sino aprender estrategias para afrontar los riesgos vitales. Cuando las tenemos el miedo se desactiva. Ya ha cumplido su papel.
Otra faceta del problema es nuestra actitud frente al mismo. Podemos diferenciar dos actitudes frente al miedo:
MIEDO DISFUNCIONAL – Bloqueo, parálisis, confusión. Si no actuamos, el proceso hormonal se retroalimenta y el miedo puede llegar a convertirse en pánico, exacerbando su sintomatología.
MIEDO FUNCIONAL – Romper el ciclo de retroalimentación. Tomar consciencia de la situación y buscar soluciones. Preparar un plan estratégico a corto, medio y largo plazo. Liberar la tensión física-hormonal (ejercicio, relajación…). Confiar en uno mismo, en sus recursos. Saber que es posible aprender nuevas estrategias, cuando es necesario.
B – RABIA
“Estar enojado con la persona adecuada, hasta el punto adecuado, en el momento adecuado, por el motivo adecuado y del modo adecuado… no es fácil” (Aristóteles). Es una frase espléndida que expresa claramente la dificultad que nos crea esta emoción. Y sin embargo, ella nos avisa de nuestro sufrimiento por la frustración de un deseo, por un agravio.
La rabia es una explosión de energía contra esta frustración, contra ese obstáculo. Si sabemos canalizarla nos dala suficiente energía para romper el muro. La ira es visceral. Nos limita temporalmente nuestra capacidad de razonar. Se puede perder el control de forma destructiva cuando se activa el instinto frente a lo que considerado como “el enemigo”.
La ira es incómoda de sentir. Nos irrita, nos inquieta. Al mismo tiempo nos muestra nuestros deseos y nos abre el camino para su materialización. Si la expresamos con prudencia, la ira se transforma en energía para resolver. Saber manejar la rabia implica una profunda sabiduría. Podemos romper el ciclo frustración-rabia-perdida de control:
- Reconocer cual es la situación su subyacente a esta rabia (deseos frustrados, miedo, inseguridad,…), tomar consciencia de la misma. Soportamos mejor aquellas frustraciones que comprendemos y para las que nos hemos preparado.
- Aprender a experimentar la rabia, conocerla, comprenderla.
- Aprender a controlar su expresión de forma adecuada y prudente, buscando el equilibrio entre contención y expresión
- Convertirla la rabia para destruir en energía para solucionar.
- La rabia como oportunidad.
- Adecuar nuestros deseos a la realidad. Reconciliarnos con la imperfección inexorable de la existencia. Todos necesitamos tener un umbral de frustración que no dispare constantemente nuestra rabia. Aprender a saber ganar y a saber perder.
- Descargar físicamente esta potente energía
C – CULPA O RESPONSABILIDAD
Es la sensación de malestar que proviene del incumplimiento de una norma, una ley, un valor, o código. Se produce un juicio sobre una conducta comparándola con una regla en la que se confirma la transgresión. En esta sociedad judeocristiana, posteriormente, el error viene penalizado con el castigo.
La culpabilidad bloquea, paraliza. Implica a la esencia de la persona, no a sus actos. Destruye su autoestima. La debilita. Le invade el miedo al castigo, a la humillación, a no ser querido. No admite el error como consustancial al ser humano. No comprende la vida como camino de aprendizaje, de desarrollo humano, de crecimiento personal.
CULPABILIDAD - “soy malo”, “merezco un castigo”
RESPONSABILIDAD – “he hecho esto mal” “voy a aprender a hacerlo mejor”
Es preciso recuperar otro concepto, otra filosofía, otra manera de abordar el error. La responsabilidad mantiene intacta la dignidad del sujeto que yerra. Por medio de ella, asumimos nuestra libertad y la responsabilidad de nuestros actos. Aceptamos la posibilidad del error en nuestro aprendizaje por desarrollarnos como personas en este planeta. Podemos arrepentirnos, reparar el daño causado –si es posible hacerlo-. Podemos perdonarnos.
Corresponde, también, hacer las siguientes reflexiones:
- CÓDIGO - ¿Con qué ley, norma o código me juzgo? ¿Es mía? ¿La he aceptado voluntariamente? ¿De quién es? ¿Quiero seguir rigiéndome por ella? ¿Quiero cambiarla? ¿Con qué ley me quiero juzgar? ¿Cuáles son mis valores?
- JUEZ - ¿Cómo actúa mi juez interior? ¿Es justo, razonable, flexible? ¿Es intransigente, cruel, castigador? ¿Quién es mi juez? ¿Yo mismo? ¿Soy vulnerable a los juicios, críticas de otros aunque me juzguen con otros códigos?
- SENTENCIA - ¿Me castigo? ¿Soy capaz de perdonarme y perdonar a los demás?
¿Soy capaz de aprender? Si he producido algún daño, soy capaz de repararlo?
D – PERFECCIONISMO
No es propiamente una emoción. Es una actitud. Pero tiene una gran influencia en nuestras emociones, sobre todo en la sociedad en que vivimos que produce una gran presión por sus principios triunfalistas y competitivos. El perfeccionismo es la tendencia a mejorar algo indefinidamente sin decidirse a considerarlo acabado. ¡Craso error! El perfeccionismo busca la materialización de un modelo, un arquetipo, una idea. Lo perfecto es lo acabado. Se escapa de la vida. La deshumaniza. Lo humano es limitado. La vida es cambiante, nunca hay nada acabado. Todo evoluciona, todo cambia.Esa es la magia fascinante de esta vida: la capacidad de evolución, de creación.
Al perfeccionismo podríamos oponer el instinto del bien-hacer, del desarrollo, del crecimiento que tiene la vida. Lo imperfecto es el camino que se hace cada día, lo imprevisible. Nacemos, crecemos, nos hacemos a nosotros mismos, nos influyen, construimos nuestra identidad, creamos. El perfeccionismo compara, enjuicia la vida, lo real según la idea perfecta.
El anhelo del bien-hacer es un instinto de crecimiento, de desarrollo. Es un estilo de vida. Nadie ni nada pretende hacer mal las cosas. Los modelos nos sirven de guía, de acicate, de camino a seguir. Son como la estrella polar en la noche.
Todos deseamos realizar bien nuestras tareas y además ser reconocidos por ello. Esta es una actitud sana. Es la idea de materialización de la perfección la que nos crea el problema. Si el modelo, en lugar de ser una guía en la vida, es la vara de medir nuestra existencia, convertiremos nuestra vida en un infierno. Tenemos un claro ejemplo en la anorexia. El rechazo del propio cuerpo hasta la muerte porque no es el modelo. Si el listón es demasiado alto, si es irrealizable, nunca llegaremos, jamás nos sentiremos satisfechos por nuestra evolución, nos frustraremos, nos amargaremos. Tiraremos la toalla. Necesitamos, planes, modelos, proyectos que puedan materializarse, que sean limitados, cercanos, humanos, personales.
La rosa es hermosa. Todos la apreciamos. Sin embargo, ¿Cómo nacería esta flor si no existiera el rosal? ¿Quién la sustenta? Sus raíces se sumergen en la oscuridad de la tierra, día a día buscando agua y minerales. Su tallo crece hacia el cielo con sus hojas extendidas al sol para captar su energía y realizar la fotosíntesis para seguir sobreviviendo? La flor es el “trabajo” vital constante de la planta. La planta crea la flor.
Los seres humanos también florecemos de vez en cuando como la rosa y creamos hechos sobresalientes y hermosos, pero para ello, cotidianamente nos esforzamos para sobrevivir. Este trabajo cotidiano es el que crea la oportunidad de elaborar nuestra flor. Y este denodado esfuerzo por la vida es igualmente hermoso si sabemos “mirarlo” y comprenderlo. No somos “justos” con la interpretación y valoración de nuestras vidas.
El objetivo es quererse y aceptarse con los límites que cada uno tenemos. Valorar el esfuerzo en el crecimiento personal. Tener valores, retos, modelos equilibrados, reales, posibles. En definitiva, humanos. A nuestra medida, no a la medida de los dioses.
3.17. Terapia Sintética – Terapia Sensorial
El nombre de Terapia Sintética se refiere a que en esta práctica se sintetizan varias terapias. Todas éllas van a incidir en los sentidos. Aprovecharemos su rápida conexión con el cerebro y su capacidad de influir en el estado de relajación.
Claves básicas:
- Crear un ambiente relajado: luz relajante (utilizando la Cromoterapia), sin ruido, temperatura adecuada. Todo lo que permita al paciente entrar en un estado de relajación, sin información amenazante o estresante.
- No perder el contacto físico. Tener preparados todos los elementos cerca del terapeuta.
- Selección de los Aceites Esenciales de Aromaterapia para el Masaje Facial y la Reflexoterapia.
- Tener preparada la Música adecuada para cada una de las Terapias Corporales, creando diferentes estados de relajación, tonificación y un final revitalizante.
Práctica:
1. Masaje Facial: Mezclar los Aceites Esenciales (Lavanda, Sándalo, Incienso…). 3 gotas máximo, 1 gota en pieles sensibles.
2. Terapia Energética: Se colocan las manos en contacto directo con el cuerpo y se van realizando diferentes circuitos energéticos. Se realiza desde la cabeza hasta los pies con el objeto de trabajar la Consciencia Corporal y llevar la energía bloqueada en la cabeza hasta los pies, revitalizando y despertando todo el cuerpo.
3. Reflexoterapia Podal: Se realiza un suave Masaje Podal, realizando las presiones en los puntos reflejos siguientes: hipófisis, tiroides, glándulas suprarrenales, plexo solar... Se pueden utilizar los siguientes Aceites Esenciales de Aromaterapia revitalizantes de la energía: limón, pomelo, geranio, menta....
4. Quiromusicoterapia Percutida: Se percute en el dorso del paciente el ritmo de la Música: con las manos, los dedos. De forma suave, sin producir ningún tipo de dolor. El paciente recibe el mismo impulso rítmico de las manos y de la Música.
5. Quiromusicoterapia Melódica: Las manos del terapeuta “bailan” con sus manos sobre el cuerpo del paciente. El paciente recibe el desarrollo de la melodía y las emociones que despierta por la escucha y por la danza de las manos, por el tacto.
4. TRATAMIENTOS CON TERAPIAS NATURALES PARA LOS TRASTORNOS EMOCIONALES Y DEL SISTEMA NERVIOSO
TRATAMIENTO GENERAL
Los cinco trastornos que se van a tratar están interrelacionados y,a veces, se dan de forma simultánea, otras, consecutiva. El miedo produce una situación de estrés. El estrés mantenido puede llevar al agotamiento del sistema psicofísico. Tras el agotamiento puede llegar la depresión. El insomnio suele acompañar a cualquiera de los estados que antes hemos mencionado. El buen estado del sistema nervioso, el equilibrio emocional, unos buenos y saludables hábitos de vida son imprescindibles.
En el sistema nervioso necesitaremos diferentes propiedades según el caso a tratar:
- Sedante, relajante.
- Estimulante.
- Equilibrador, normalizador.
- Tonificante del sistema nervioso, fortalecedor.
Cada trastorno se analizará de forma concreta, pero hay unas Terapias que podremos aplicar de igual manera para cada uno de ellos, por lo que se abordan de forma general:
INTELIGENCIA EMOCIONAL: Conocer las emociones. Comprender el estado emocional como una de las causas más importantes de desarrollo de las enfermedades. Conocernos. Aprender estrategias para abordarlas. Revisar nuestras creencias, nuestros hábitos. Si las equilibramos, lograremos evitar de enfermedad.
VISUALIZACIÓN CREATIVA: Trabajar con imágenes constructivas para ver alternativas y soluciones a nuestros problemas.
RELAJACIÓN: Aprender técnicas de relajación, meditación...
HACER EJERCICIO: Un ejercicio regular es imprescindible para mantener en forma nuestro cerebro, nuestro sistema nervioso y nuestro equilibrio emocional. Produce endorfinas. Elimina tóxicos, hormonas como la adrenalina, que son irritantes. Desbloquea la energía. Elimina las tensiones musculares. Regulariza el sistema nervioso. Caminar, nadar, bailar, yoga, tai-chi...
RESPIRACIÓN: Si la respiración es síntoma del estrés, conseguir calmarla nos llevará al estado de relajación. Podemos romper el ciclo de actuación del Sistema Nervioso Simpático que nos prepara para la acción, al Sistema Nervioso Parasimpático que nos conduce al estado de relajación. Realizar ejercicios de respiración abdominal profunda.
TERAPIAS DE CONTACTO CORPORAL:
- MASAJE
- REFLEXOTERAPIA
- TERAPIA ENERGÉTICA
- TERAPIA SINTÉTICA
- TERAPIA SENSORIAL
NUTRICIÓN: Además de unas claves generales, se analizarán algunos elementos imprescindibles como vitaminas, aminoácidos, minerales y algunos suplementos nutricionales.
Claves generales:
. Evitar estimulantes: alcohol, café, tabaco, drogas
. Ingerir cereales integrales, verduras, frutas, legumbres, huevos, frutos secos.
. Hacer una alimentación equilibrada: proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, vitaminas.
. Evitar alimentos procesados
. Beber agua
VITAMINAS:
B1 – TIAMINA: Da agilidad mental. Evita el cambio degenerativo del sistema nervioso. Ayuda a mantener saludables los nervios
B2-RIBOFLAVINA: Para desórdenes nerviosos y mentales, insomnio.
B3-NIACINA: Para un sistema nervioso sano. En la tristeza, la lasitud.
B5-ACIDO PANTOTÉNICO: Ayuda a producir energía. Reduce el estrés. Estimula el sistema inmunológico. Previene la fatiga.
B6-PIRIDOXINA: Refuerza el sistema inmunológico. Ayuda en las alteraciones psíquicas.
B12-COBALAMINA: Compone las sustancias nerviosas. Restablece el metabolismo. Mejora la concentración y la memoria. Aumenta la energía. En la fatiga intelectual o física.
C-ÁCIDO ASCÓRBICO: Refuerza el sistema inmunológico. Normaliza la función de la adrenalina.
D: Actúa sobre el sistema nervioso, la irritabilidad y la debilidad.
E: Refuerza el sistema inmunológico. Alivia la fatiga
AMINOÁCIDOS
DL FENILALANINA: Necesario para la activación y producción de endorfinas. Analgésico natural. Antidepresivo.
L FENILALANINA: Aminoácido esencial en algunos procesos bioquímicos, como la síntesis de los neurotransmisores cerebrales. Alivia la depresión.
L TIROSINA: Participa en los neurotransmisores cerebrales importantes. Da energía y alivia los efectos del estrés, Es antidepresivo. Útil en el síndrome premenstrual.
L TRIPTÓFANO: A partir de este aminoácido el cerebro produce el neurotransmisor serotonina, que regula e induce el sueño. Sirve en ataques de pánico y en la depresión.
MINERALES
CALCIO: Calma el insomnio. Crucial para los procesos de conducción de los mensajes por los nervios. Ataques de pánico, hiperactividad.
CINC: Esencial para el sistema inmunológico.
MAGNESIO: Evita la debilidad, la fatiga y el nerviosismo. Necesario para múltiples funciones químicas, como la producción de energía, la actividad hormonal. Potencia la estabilidad nerviosa.
MANGANESO: Mantiene un buen funcionamiento del sistema nervioso. Esencial para el normal funcionamiento del cerebro.
FÓSFORO: Esencial para la comunicación intercelular y la producción de energía. Activa las vitaminas del grupo B. Aumenta la resistencia y combate la fatiga.
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
LEVADURA DE CERVEZA: Alto valor nutritivo y elevado contenido vitamínico, sobre todo del grupo B. Alivia estrés y los trastornos nerviosos. Aumenta la energía.
GERMEN DE TRIGO: Vitamina B1 que incide sobre el sistema nervioso central, periférico. Vitamina B6 que incide en el sistema nervioso.
JALEA REAL: Un alimento super vigorizante y nutritivo. Actúa en estados de pérdida de fuerzas vitales. Útil en personas con un gran trabajo físico o intelectual. Elimina la fatiga moral, devolviendo el anhelo por vivir. Regula el sistema nervioso en personas con ansiedad, depresión, astenia, insomnio.
LECITINA DE SOJA: Posee acciones reguladoras sobre el sistema nervioso vegetativa.
POLENTA: Gran poder energético y alto contenido en vitaminas naturales.
POLEN: Rico en vitaminas A,C,D,E y el complejo B(B1, B2, B6, B12), ácido fólico, biotina y flavonoides. Produce una mejora general, euforia, mayor capacidad de trabajo y mayor rendimiento. Actúa sobre el cerebro y las funciones intelectuales. Disminuye los estados de irritabilidad, nerviosismo y pequeños desequilibrios nerviosos y psíquicos.
CLORURO DE MAGNESIO: Cataliza los enzimas, hormonas y vitaminas para la vida.
Estimula las síntesis bioquímicas del organismo. Actúa sobre los nervios, frenando el S.N. simpático. Se indica en la astenia física, intelectual, sexual, irritabilidad nerviosa, taquicardia.
APIO: Tonifica el sistema nervioso.
LECHUGA: Vitamina A C, B9, potasio. Actúa sobre el sistema nervioso.
AVENA: Tónico nervioso. Tiene tiamina, ácido pantoténico.
Además de las indicaciones anteriores, se darán especificaciones concretas en los siguientes trastornos.
4.1. Miedo - Pánico
El miedo ya ha sido analizado. El pánico es la exacerbación del miedo, el miedo llevado al extremo. Algunos de los síntomas son similares: aceleración del ritmo cardiaco, sudoración...; otros, llegan al extremo: dificultades enormes para respirar, hiperventilación, nausea, sensación de pérdida de control y terror. ¿Qué hacer?:
Hiperventilación: inspirar el aire espirado en una bolsa de papel para aumentar los niveles de dióxido de carbono.
FLORES DE BACH: Remedio rescate
AROMATERAPIA: Ylang-ylang, Vetiver, Lavanda, Manzanilla
FITOTERAPIA: hipérico. Valeriana, manzanilla, lúpulo, pasiflora, melisa
HOMEOPATÍA: Argentum Nitricum, Aconitum
NUTRICIÓN: A veces, el pánico se produce por la carencia del complejo vitamínico B, selenio y magnesio. Evitar totalmente los estimulantes.
HÁBITOS Y ACTITUDES: Vigilar el perfeccionismo. Pensamientos y afirmaciones positivas. Pausas frecuentes y regulares en el trabajo o actividad que se desarrolle. . Desdramatizar. Tomar distancia, observar el proceso. Perderle el miedo al pánico, sino potenciamos el proceso, retroalimentándolo.
4.2. Agotamiento, Fatiga
Falta continua de energía. Fatiga extenuante. Las causas del agotamiento son diversas. Además de las carencias nutricionales, las situaciones de estrés, enfermedades, problemas emocionales... A veces precede a la depresión, en otros casos es el estado que la acompaña o que se da después. Objetivo: Equilibrar los niveles energéticos, incrementando los niveles de energía, por un lado, y, por el otro, aprender a controlar y utilizar el uso de la energía. Es preciso cuidar la nutrición, aportando los suplementos nutricionales que se consideren necesarios. ¿Qué hacer?
REFLEXOLOGÍA: Plexo solar, glándulas suprarrenales, hipófisis.
AROMATERAPIA: Romero, lavanda, limón, pomelo, tomillo, salvia sclarea, menta.
HÁBITOS Y ACTITUDES: Descansar, dormir lo suficiente; para la renovación psicofísica del organismo. Hacer planes realistas. Saber aceptar los límites. Saber organizarse. Utilizar eficazmente la energía. Tener tiempo de ocio. Tiempo de atención para uno mismo. Tiempo de relajación. Hacer ejercicio suave. Aunque parezca contradictorio, el ejercicio regular incrementa los niveles orgánicos de endorfinas.
NUTRICIÓN: Buena alimentación equilibrada. Tomar ginseng. Levadura de cerveza. Jengibre con miel. Polen, jalea real. Suplementos vitamínicos.
4.3. Tensión nerviosa, Estrés
Las causas y la forma en la que se desarrolla en estrés ya se han analizado. ¿Qué hacer?
AROMATERAPIA: Lavanda, Manzanilla, Incienso, Vetiver, Sándalo, Neroli.
FLORES DE BACH: Agrimonia y Castaño Rojo.
HOMEOPATÍA: Aconitum, Argentum nitratos.
FITOTERAPIA: Pasiflora, Manzanilla, Valeriana.
HÁBITOS Y ACTITUDES: Descansar, dormir lo suficiente; para la renovación psicofísica del organismo. Hacer planes realistas. Saber aceptar los límites. Saber organizarse. Utilizar eficazmente la energía. Tener tiempo de ocio. Tiempo de atención para uno mismo. Técnicas de relajación. Entrenamiento autógeno. Hacer ejercicio. Yoga y meditación para el control del estrés.
NUTRICIÓN: Alimentación equilibrada. Dieta integral. Evitar alimentos preparados.
Tomar semillas de calabaza (cinc, hierro, calcio, vitamina B). Levadura de cerveza. Avena. Polen, jalea real.
4.4. Depresión
La depresión puede ser generadas por diversas causas:
DEPRESIÓN ENDÓGENA
- Deficiencias vitamínicas: ácido ascórbico, ácido fólico, ácido pantoténico, biotina, cianocobalamina, niacina, piridoxina, tiamina.
- Niveles bajos de fenilalanina y tirosina(precursores de la dopamina, la adrenalina y la noradrenalina - propiedades estimulantes).
- Niveles bajos de tetrahidrobiopterina. Su síntesis se estimula por el ácido fólico, la vitamina B12 y el ácido ascórbico.
- Déficit hormonal (tiroides, cortisol, ..); desequilibrios hormonales (síndrome premenstrual)
- Hipoglucemia
DEPRESIÓN EXÓGENA
- Sucesos vitales: Pérdida de un ser querido, un trabajo, un estilo de vida. Divorcio.
- Autoagresión, culpabilidad.
- Efectos tóxicos por sustancias químicas: alcohol, drogas
- Fármacos: corticoides, antibióticos, anticonceptivos orales, bloqueantes beta...
- Alergias alimentarias
- Utilización manipulativa social. Búsqueda de objetivos desde el rol de víctima (“yo estoy mal, tu estás bien; luego, tu tienes que... a mí)
Los SÍNTOMAS pueden ser los siguientes:
- Problemas con el sueño
- Comer en exceso o dejar de comer
- Apatía, falta de energía. O, por el contrario, inquietud, ansiedad, agitación. A veces se alternan ambos estados.
- Tomar estimulantes: tabaco, alcohol, drogas.
- Aislamiento social, desconfianza.
- Dificultad para concentrarse, para pensar, para tomar decisiones.
- Pérdida de interés por la vida: des-ilusión, des-ánimo, des-gana. - Falta de autoestima, inseguridad, pensamientos negativos: culpa…
- Pensar en la muerte, pensar en el suicidio.
TRATAMIENTO:
- NUTRICIÓN: Eliminar café, alcohol. Suplementos nutricionales: vitamina del complejo B, magnesio, vitamina C, ácido fólico, vitamina B12, triptófano, DL-Fenilanina. La avena tonifica el sistema nervioso.
- FITOTERAPIA: Hipérico, Melisa, Borraja, Tila, Romero.
- HOMEOPATÍA: Aurum metallicum, Pulsatilla nigricans, Árnica montana, Ignatiaamara.
- FLORES DE BACH: . Cerasífera, Agrimonia, Aulaga, Genciana, Mostaza, Castaño dulce.
- EJERCICIO: Realizar ejercicio para producir endorfinas y eliminar adrenalina. Hacer yoga, tai chi
4.5. Insomnio
El insomnio es el trastorno del sueño, la dificultad para conciliarlo. A veces cuesta iniciar el mismo, otras la persona se despierta de madrugada. Los insomnios tienen diferente duración: transitorios, corta o larga duración. Las CAUSAS son diversas:
- Factores psicológicos
- Factores neurológicos
- Hábitos perjudiciales
- Factores ambientales - Causas dietéticas:
- carencia de vitaminas grupo B, magnesio, tirosina, triptófano,….
- acumulación de toxinas
El TRATAMIENTO ha de ser individualizado, holístico y basado en el diagnóstico de las causas:
- HÁBITOS RUTINARIOS Y ORDENADOS PARA ACOSTARSE: Horarios regulares
para acostarse y para levantarse. Estar en la cama sólo para dormir. Habitación bien aireada, temperatura ajustada, sin ruido. Colchón y almohada adecuados. Evitar las siestas.
- NUTRICIÓN: Cenas ligeras y tempranas. Evitar estimulantes: alcohol, café, té, tabaco, etc.. Vaso de leche caliente antes de acostarse (triptófano). Suplementos nutricionales: vitaminas del complejo B, cinc, calcio, magnesio, ácido fólico. Jugos de verdura y frutas. (muy adecuado el de lechuga y apio). Leche de avena.
- FITORERAPIA: Infusiones de Pasiflora, Valeriana, tila, Hierba Marialuisa, Manzanilla, lúpulo.
- HOMEOPATÍA: Aconitum napellus, Lycopodium clavatum, Coffea, Arsenicum album.
- EJERCICIO: Hacer ejercicio regularmente pala eliminar la adrenalina y relajar el sistema nervioso.
- HIDROTERAPIA: Baños Calientes.
- FLORES DE BACH: Castaño blanco, Verbena, Vid, Olmo, Haya, Impaciencia
- AROMATERAPIA: Baños, masaje, inhalación, quemador. Echar unas gotitas de lavanda en la almohada. Lavanda, Ylang-Ylang, Melissa, Manzanilla, Incienso, Sándalo.