sábado, septiembre 17, 2022

¡Sé Tu Mismo!

AMOR POR UNO MISMO

"El verdadero amor por una misma es valioso, aunque sea muy escaso. El amor por una misma no es egoísmo ni egotismo, sino que se trata más bien de la creación de un ambiente interno hospitalario y lleno de apoyo en el que podemos llegar a ser lo mejor de nosotras mismas.

A veces puede parecernos poco natural pensar en amarnos a nosotras mismas. Pero si lo hacemos, obtendremos de ello muchos más beneficios de los que podamos soñar, tanto para nosotras como para quienes nos rodean. Tras tener el valor de abrirnos a amarnos a nosotras mismas, parece como si también abriéramos los ojos al amor que siempre ha estado a nuestro alcance, aunque oculto a nuestra vista porque no nos sentíamos merecedoras de amor.

El siguiente ejercicio será difícil para aquellas de nosotras a quienes les resulte difícil comprender o aceptar el concepto de amor propio. Tener el valor de superar nuestra incomodidad y hacerlo de todos modos puede obrar milagros en nuestras vidas al crear un clima interno nutritivo que conduce al amor, la capacitación y la paz mental.

Mírate a ti misma en el espejo cada mañana, y di en voz alta : "Hoy seré una buena amiga contigo (dí tu nombre). Te quiero." Repítelo cada noche."

SE HUMILDE

"A las mujeres se nos ha enseñado tan a menudo a ser modestas y humildes que nos resulta incómodo afrontar el reconocimiento. Cuando alguien nos alaba, nos sentimos tan dolorsamente destacadas, perdidas en cuanto a cuál debe ser la expresión facial o la respuesta adecuada. Nuestro cuerpo se pone rígido y sentimos que nuestra cara se torna como de papel endurecido. Nos aterrorizamos.

Si unos sentimientos intensos nos golpean en ciertas situaciones, podemos pasar por ellos con rapidez preguntándonos : "Quién siente esto ? Mi niña interior ? Mi adolescente interior ?". Luego, al ser una buena amiga con respecto a esa parte interior de nosotras mismas, podemos preguntarle qué desea y siente con respecto a nosotras ahora mismo, y dárselo. Generalmente lo que necesita esa parte nuestra es que la tranquilicemos, que le digamos que puede ser amada, aceptada y reconocida.

Ser capaz de aceptar el reconocimiento significa tener el valor de ser modesta y humilde sólo cuando se trata de una expresión auténtica. Cuando tenemos éxito, podemos dejar de sentir miedo al aceptar la alabanza por el trabajo bien hecho." ...

LAS EXIGENCIAS

"A cada una de nosotras se nos plantean mil y una exigencias, reales o imaginadas, sobre nuestro tiempo y energía, por lo que a menudo resulta difícil permitirnos el necesario descanso y relajación.

Una de las mejores formas de ofrecernos amistad a nosotras mismas consiste en asegurarnos de escuchar a nuestro cuerpo, emociones y espíritu, y ofrecernos el descanso que necesitamos para revitalizarnos y recargarnos.

Los coches tienen una maravillosa lucecita roja que nos avisa de que necesitan combustible. Cuando realmente nos escuchamos a nosotras mismas, también podemos oír el mensaje : "Alerta, me quedo sin combustible".

Sin embargo, podemos oír el mensaje y no hacerle caso.

Ser una buena amiga de nosotras mismas significa escuchar y hacer caso del mensaje. Todas necesitamos descanso y relajación, y eso es algo que todas nos merecemos.

Con objeto de sentirnos cariñosas y de estar llenas de energía necesitamos concedernos permiso para reponernos.

Haz una lista de las actividades y lugares que te relajan. Quizás sea leer en un agradable baño caliente, escuchar tranquilamente música, o, simplemente, no hacer nada.

Tener el valor de no permitir que las exigencias de los demás interfieran con nuestro tiempo especial significa ser una buena amiga de nosotras mismas.

Necesitamos concedernos un poco de tiempo cada día para relajarnos y descansar a nuestro modo. Sólo nosotras sabremos cuándo ha llegado el momento de "llenar el depósito"

EL DIAMANTE INTERNO

"A veces resulta difícil conocer y aceptar los diversos aspectos de nosotras mismas. A menudo hay fragmentos que deseamos ignorar o rechazar.

Aceptar verdaderamente todas las partes de nosotras mismas tal como somos nos permite crear un clima en el que puede tener lugar la transformación.

Una forma de pensar en nosotras mismas es considerarnos como diamantes, dotadas de numerosas facetas destinadas a reflejar la luz.

Cada una de nosotras es un diamante único y especial. No hay nadie más como nosotras.

Al ser buenas amigas de nosotras mismas, necesitamos explorar todas nuestras facetas y valorarnos con realismo al observar cada uno de los aspectos de nuestro ser.

Cada faceta, por oscura que pueda parecer, reflejará la luz con claridad cuando esté completamente limpia de viejas heridas, creencias y pautas.

Se necesita tener una gran paciencia y valor para celebrar aquellas facetas que reflejan libremente la luz de nuestro yo superior, y para empezar a curar suavemente aquellas otras que han sido negadas porque se han visto nubladas y obstruidas.

Para contribuir a interiorizar el símbolo de ti misma como un diamante, cierra suavemente los ojos e imagina que te encuentras al borde de un lago.

La superficie está absolutamente en calma, como un espejo.

Un pequeño punto de luz empieza a reflejarse a partir del agua y pronto se transforma en una luminosidad hermosa y trémula, como si miles de brillantes diamantes bailotearan sobre la superficie del lago.

Visualiza la luz que se expande para incluirte a ti. Siéntete a ti misma y todo el lago como un solo y enorme diamante que refleja la luz y el amor a tu alrededor, hasta que abarque a tu familia, tus amigos y finalmente, a todo el mundo, en su globalidad."

COMO NOS HABLAMOS

"Uno de los mayores obstáculos para alcanzar la paz mental es la forma con la que hablamos con nosotros mismos en la intimidad de nuestras propias mentes. Hay muchas personas que tienen una voz interior enjuiciadora y paterna que dice : "No puedes hacerlo bien. No hiciste lo suficiente. Deberías haberlo sabido. Te equivocas. Eres mala". Cómo reaccionarían las plantas de nuestra casa si les habláramos de la misma forma que nos hablamos a nosotras mismas ? Se marchitarían o crecerían esplendorosas ? Confiarían en nosotras nuestros amigos si les habláramos tal como nos hablamos a nosotras mismas ?

El auto convencimiento poco afable para con nosotras mismas causa una gran tensión. Podemos eliminar de forma inmediata al menos un treinta y cinco por ciento de la tensión si borramos de nuestro vocabulario palabras como "debe", "tengo que" y "no puedo". Esas palabras son propias de víctimas. Implican que no tenemos poder, que no tenemos elección. Podemos encontrar poder y capacitarnos al sustituir esas palabras por "elijo", "deseo" y "quiero".

Como estamos convencidas de que hay ciertas cosas que "tenemos que" hacer, muchas más cosas que "debemos" hacer, y muchas que "no podemos" hacer, nos resulta muy difícil reconocer que no es necesariamente cierto todo aquello que nos dicen nuestras mentes. Sencillamente, no "tenemos" que hacer algo, sino que podemos "elegir" hacerlo, pensarlo o sentirlo.

Crear un auto convencimiento capacitador es muy sencillo, aunque no sea fácil, y somos nosotras las responsables de hacerlo. Todo empieza por reconocer que tenemos el poder para decidir hablar con nosotras mismas de una forma positiva."

MOMENTOS DIFÍCILES

"Hay momentos en que se nos exige tener valor para aceptar cosas que nos parecen totalmente inaceptables, como la muerte de un niño, un divorcio, el cáncer, la pérdida de un trabajo, un incendio, etc. En esas ocasiones, nos preguntamos si somos lo bastante fuertes para afrontarlo. Aceptar la tragedia es difícil y doloroso. Y es natural y hasta sabio quejarse amargamente contra Dios o el destino cuando nos sentimos encolerizados e impotentes, porque eso forma parte del proceso de avanzar hacia la aceptación de lo inevitable. Pero, con objeto de curarnos realmente de la herida emocional, física o espiritual, tenemos que dejar de resistirnos al hecho de lo ocurrido, ya que la resistencia no hace sino aumentar el dolor.

Para aceptar lo inaceptable, podemos imaginar la vida como un tapiz inmenso y magnífico. Al apretar la nariz contra la sección del "ahora" en el tapiz, no vemos el conjunto con claridad, y a veces ni siquiera esa parte que corresponde al "ahora". Cuando sucede algo que percibimos como inaceptable, podemos recordar que, al hallarnos tan cerca del tapiz, no vemos cómo encaja eso en el dibujo global de nuestra vida, y que, al retroceder y observar ese conjunto, esa situación contribuirá de algún modo a nuestro propio crecimiento y aumentará la belleza del conjunto del tapiz.

Quizás no logremos ver la razón o la belleza en esta vida, pero tenemos que confiar en la benevolencia del universo, y sobre todo en los momentos más difíciles, intentar creer que el velo terminará por abrirse y que lograremos comprender.

Aceptar lo inaceptable es extremadamente difícil y, debido a ello, tenemos que ser muy afables con nosotras mismas cuando intentamos hacerlo. Aflojar la resistencia abre la puerta a la aceptación y la serenidad."

VER LO BUENO

"Siempre tenemos al menos una alternativa, sin que importe lo que ocura en nuestras vidas. Podemos decir : "Eso es bueno" o bien "Eso es terrible". Y cuantas más veces digamos : "Eso es bueno", tanto más felices seremos porque la resistencia no hace sino aumentar el dolor, y etiquetar algo como "malo" es resistencia.

Podemos elegir ver lo bueno de la mayoría de las situaciones. Se necesita valor para resistir la tentación de pensar : "Pobre de mí", pero alcanzar un compromiso con nosotras mismas para elegir decir : "Eso es bueno", constituye un verdadero paso de gigante hacia la paz mental. Cuando observemos que nos resistimos a algo que nos sucede, y lo catalogamos como "malo", podemos detenernos y elegir conscientemente una reacción o actitud más positiva. El optimismo y la paz mental van cogidos de la mano."

PREOCUPARSE POR EL FUTURO

"Una de las formas más rápidas de perturbar la paz mental consiste en preocuparse por el futuro. "Caer en el futuro bache" se inicia a menudo con pensamientos como "Qué sucedería si...", "No podría solucionarlo si...", "Temo que..."... Es en momentos como éste cuando tenemos que recordar la observación bíblica de que "es suficiente hasta el día en que aparezcan los problemas". Podemos manejar todo aquello con lo que nos encontremos hoy, pero si a ello le añadimos lo que pueda suceder mañana, o dentro de dos años, habremos puesto en grave peligro nuestra paz mental. "Y si no puedo ganar dinero suficiente ?", "No podría soportar que ocurriera tal cosa", "Tengo miedo de que esto siga siempre así"... Caer en el futuro bache siempre nos deja situados en lo más profundo del pozo...

Si nos preocupamos por el futuro, tenemos que obligar a nuestra mente a regresar al presente, y decirnos : "Puedo manejar las cosas hoy, ahora mismo, en este preciso instante. El mañana no ha llegado aún. Lo único que debe preocuparme es el ahora". Si nuestros pensamientos vuelven a caer en el futuro bache, debemos hacerlos retroceder con suavidad hacia el presente.

Necesitamos planificar el futuro, pero sin preocuparnos. Planificar hace que nos sintamos seguras; preocuparse, en cambio, produce dolor. Planificar es algo capacitador; preocuparse hace que nos sintamos como víctimas."

UNO MISMO

"A medida que trabajamos valerosamente para llegar a ser realmente nosotras mismas, observamos que cada día nos ofrece oportunidades para desplegarnos de la forma perfectamente correcta. El futuro depende de un pasado curado y de un presente bien vivido.

Somos nosotras las que creamos un futuro gratificante y las que honramos nuestro presente al vivir este día de una manera que nos permita recordarlo mañana con orgullo. Cada día podemos aprender, de cualquier fuente que nos inspire, a amarnos a nosotras mismas tal como somos, como personas inacabadas que siguen esforzándose por ser mejores, y a vivir con nuestras familias, compañeros, colaboradores y amigos como un ser igual, amable y considerado.

Los talentos, capacidades e idiosincrasias que aportamos a esta vida son únicamente nuestros, y se nos invita a compartirlos con los demás, de nuestra propia forma esencial.

Anota en lo alto de un ahoja de papel el encabezamiento : "Qué es lo que me hace un ser único?". A continuación escribe, como si fueras tu mejor amiga, y anota varios de tus atributos especiales. Por diversión, quizás quieras añadir también unas pocas peculiaridades.

Somos seres singulares. Nuestra individualidad es un don precioso, un don demasiado sagrado como para renunciar a él. Es nuestro derecho, privilegio y responsabilidad el ser nosotras mismas tal como somos hoy."

CAMBIOS DE HÁBITAT

"Si tenemos la costumbre de permitir que nuestra mente subconsciente nos sabotee al hacer aparecer de mala manera sobre la pantalla de nuestra conciencia afirmaciones como "Estúpida, te has vuelto a equivocar", no alcanzaremos la paz mental. Ninguna de nosotras compraría una computadora que nos hiciera eso. Antes bien, desearíamos una máquina afable que nos dijera : "Buen intento!!!".

Nuestras mentes son mucho más fantásticas que la mejor computadora, y somos las únicas capaces de programarlas. Con fortaleza, valor y persistencia, podemos cambiar nuestro autoconvencimiento negativo por un diálogo interior afable.

Es difícil cambiar un hábito establecido desde hace mucho tiempo, como los pensamientos negativos sobre una misma, pero es importante encontrar formas de recordar el nuevo comportamiento deseado. Puesto que nuestras mentes funcionan como una computadora, es necesario sustituir las órdenes erróneas por las correctas, con objeto de alcanzar los resultados que deseamos. Por ello, después de notar que hicimos una observación poco afable sobre nosotras mismas, necesitamos hacer la correspondiente afirmación positiva, aquella que quisiéramos decirnos habitualmente.

Sustituir inmediatamente una frase negativa por otra positiva constituye una ayuda poderosa para facilitar el cambio. La paz mental es el resultado de tener pensamientos pacíficos."

NUESTROS TEMORES

"A menudo tenemos la sensación de que terribles dragones que arrojan fuego nos impiden seguir el camino de la autoestima y la felicidad. Una gran mayoría de esas bestias, que anidan y se fortalecen en las oscuras cuevas de nuestro subconsciente, son generadas por el temor. El temor es el factor más limitador de nuestras vidas. Nos vincula a heridas del pasado y obstaculiza nuestro camino hacia un futuro gratificante.

Se necesita un tremendo valor para desembarazarnos de las garras de nuestros propios dragones interiores, que son limitadores y causados por el temor, pero cuando no logramos afrontarlos directamente, esas bestias se fortalecen. Al crecer tranquilamente lejos de la luz, terminan por parecernos amenazadoras y por exigir nuestra atención.

La libertad surge del valor de saber que el temor no se puede evitar, pero sí afrontar, para pasarlo y aprender de él. Cada vez que afrontamos un temor y caminamos hacia el centro del mismo con la ayuda de otros, disipamos un poco de ese mismo temor. Tener continuamente el valor de afrontar a los dragones internos que son nuestros temores, nos libera de vivir reactivamente, y nos ofrece la oportunidad para ser verdaderamente quienes somos."

MIEDO AL RECHAZO

"Todas nosotras tenemos miedo del rechazo. Somos mucho más susceptibles a este temor cuando sentimos que no somos merecedoras de amor. ¿Con qué frecuencia nos permitimos reconocer que somos realmente dignas de amor ?

Cuando nos sentimos indignas de ser amadas, es la pequeña niña herida que hay en nosotras la que nos duele, la pequeña niña a la que se le dijo, o que siempre se dijo a sí misma, que no estaba bien, que no era digna de ser amada. Tener el valor de amar a nuestra pequeña niña interior constituye el paso fundamental para que los demás nos encuentren encantadoras.

Con objeto de curar a la pequeña niña interior herida, cierra los ojos e imaginate en un ambiente hermoso y protegido.

Visualiza a tu pequeña niña en ese lugar seguro, contigo. Muéstrate con ella tan abierta y cariñosa como puedas. Tranquilízala, asegúrale que es perfectamente aceptable y encantadora y dile todas aquellas cosas que te gustan de ella.

Si no te sientes con capacidad para apoyarla y aceptarla, introduce en tu escena imaginada a una persona compasiva que sea capaz de amarla incondicionalmente, y permite que esa persona la abrace y la consuele.

Darnos cuenta y aceptar el hecho de que somos dignas de amor es la mejor forma de dominar al dragón del rechazo."

AUTO LIMITACIONES

"La mayoría de nuestras limitaciones son autoinducidas. Cuando sabemos que podemos hacer o ser algo, generalmente podemos. Pero saberlo no es lo mismo que desearlo. Desear una cosa es algo pasivo; saber una cosa, en cambio, incluye tener el valor para descubrir una forma de superarlo, rodearlo y vencer cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.

"No puedo" es una de las creencias más debilitadoras que solemos abrigar.

Imagina que algo que deseas intensamente se encuentra en una balsa situada a cien metros de la orilla, y todo lo que necesitas hacer para conseguirlo es nadar hasta la balsa. En la playa hay aletas y una gran bola de diez kilos de peso para atarla al tobillo por medio de una cadena. Podemos elegir cualquiera de las dos cosas para llegar hasta la balsa. No cabe la menor duda de que las aletas serían la mejor elección. Y sin embargo, muchas de nosotras elegimos la pesada bola y la cadena del "no puedo", y luego nos preguntamos por qué nadamos y nos hundimos cuando nos dirigimos hacia aquello que deseamos alcanzar.

Aquello que pensamos se encuentra por completo bajo nuestro control. Sería sabio elegir pensamientos con aletas que nos permitan deslizarnos hacia nuestros objetivos. Podemos hunidrnos con el "no puedo", o nadar con el "puedo".

PRIVACIONES

"En las mentes de la mayoría de nosotras se agazapa el temor a terminar convertidas en unas empobrecidas mujerzuelas que se dedican a recoger desperdicios con un saco. Ese temor puede existir tanto si se es joven, como madura; si se está casada o soltera; si se es rica o pobre. A menudo, el temor surge a partir de una sensación de privación, la creencia de que la vida es como una tarta y sólo hay una cantidad limitada de trozos a repartir.

Es importante tener el valor de afrontar y exorcizar el fantasma de la privación si éste nos obsesiona. Podemos conseguirlo al desprendernos de las creencias subyacentes que crean nuestro temor, y sustituirlas por una creencia en la abundancia. Al examinar nuestro temor, podemos descubrir una creencia subyacente como "Nunca tengo suficiente", o bien "No merezco tener suficiente".

Esa clase de auto convencimiento no hace sino reforzar nuestros temores. Ser conscientes de este auto convencimiento nos ofrece la oportunidad de cambiarlo por afirmaciones capacitadoras, como "Me siento agradecida por lo que tengo, y confío en que siempre tendré lo suficiente". Cuando estamos realmente convencidas de que hay mucho, atraemos a nosotras aquello que necesitamos.

La vida no es como una tarta, sino más bien como una fuente que emana indefinidamente, que fluye constantemente, renovándose y reponiéndose a sí misma. Podemos vivir con un espíritu de alegría y abundancia cuando cambiamos nuestras creencias por el convencimiento de que existe un suministro ilimitado de todo aquello que necesitamos."

QUERERSE

A menudo, nos resulta difícil desprendernos de autoconceptos anticuados o erróneos y ver en qué personas excelentes nos hemos convertido.

Una buena manera de hacerlo, es recordar nuestros logros, pensar en las personas a las que hemos ayudado en nuestro camino, hacer una lista de nuestros talentos y capacidades, y sentirnos agradecidas por ellos, y sentir que tenemos realmente mucho que ofrecer...

Con un sencillo cambio de enfoque, de modo que, en lugar de concentrarnos en los temores, pasemos a resaltar nuestras capacidades, aprendemos a tener en cuenta nuestra propia excelencia. Si necesitamos actualizar nuestra autoestima, podemos hacer una lista de nuestras cualidades excelentes y hasta tener el valor de preguntar a nuestras familias y amigos qué es lo que más les gusta de nosotras. Está muy bien creer en la propia excelencia."

AUTOCRÍTICA

"Sucede con demasiada frecuencia que nosotras, las mujeres, somos excesivamente autocríticas. Estamos convencidas de que es más aceptable exagerar nuestras deficiencias y minimizar nuestras fortalezas. Hemos aprendido que no es femenino hacer sonar el claxon.

Las personas autocríticas ven sus propios errores como rodeados por brillantes luces de neón, mientras que sus triunfos sufren de una falta de atención. Observan sus deficiencias, reales o imaginadas, como a través de unos poderosos prismáticos, mientras que contemplan las cosas buenas y los éxitos, si es que los ven, con los prismáticos invertidos. Los fracasos se ciernen sobre nosotras, grandes y ominosos, mientras que los éxitos parecen simples y pequeñas manchas en el horizonte, meros accidentes de la naturaleza.

Se necesita valor para volver a enfocar nuestros prismáticos, para concedernos permiso para ir más allá de las pautas de pensamiento autocrítico y darnos cuenta de las personas fantásticas que somos en realidad. Necesitamos saborear la excelencia cada día siendo un espejo honesto y apreciativo de nosotras mismas. Podemos elegir enfocar la atención sobre lo bueno que hay en nosotras, a aprender de las cosas que habríamos deseado hacer mejor, sin permitirnos exagerarlas hasta desproporcionarlas.

Hacer una lista de las cosas que nos gustan y admiramos de nosotras mismas y llevarla en el bolso es una buena forma de ayudar a reforzar el cambio. Si nos damos cuenta de que nos centramos demasiado en lo negativo que pueda haber en nosotras, siempre contamos con la posibilidad de sacar la lista, leerla y añadir otro rasgo positivo. Quizás nuestra voluntad positiva sea la de darnos cuenta cuándo necesitamos volver a enfocar los prismáticos; eso constituye una forma estupenda de romper un hábito."

EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS

"A veces nos encontramos en situaciones en las que reprimimos o negamos nuestros sentimientos por temor a que los demás no nos los permitan, los comprendan o los acepten en el caso de decidirnos a expresarlos. Sólo haciendo honor y reconociendo lo que realmente sentimos podemos curarnos y seguir adelante. Y sin embargo, a las mujeres se nos considera con frecuencia como "excesivamente emocionales" y "premenopáusicas" con objeto de desanimarnos a compartir, o incluso a conocer nuestros verdaderos sentimientos.

A la vista de tales actitudes, se necesita tener un profundo valor para permitirnos explorar y expresar nuestros verdaderos sentimientos. Podemos ayudarnos a resistir los embates del dragón seductor de la negación al recordar con frecuencia que cada una de nosotras tiene el derecho y la responsabilidad de experimentar nuestros propios sentimientos.

Nuestros cuerpos físicos ofrecen buenos ejemplos de "curación por medio del sentimiento". Cuando contraemos el sarampión o la varicela, por ejemplo, nos sentimos enfermas durante un tiempo, y luego somos inmunes a esa enfermedad en particular. Nuestros cuerpos saben intuitivamente que pasar por la enfermedad significa avanzar hacia la curación.

Lo mismo puede decirse de nuestras "enfermedades" emocionales. Al experimentar nuestros sentimientos, expresarlos, aprender de ellos, y permitir que se curen, terminamos por liberarnos de ellos."

NUESTRO VALOR PROPIO

"Ocasionalmente, todas nosotras nos sentimos poco valiosas (menos que cualquier otra persona). Aún cuando deseáramos que no fuera cierto, la verdad es que nuestro trabajo con nosotras mismas nunca tiene fin. Siempre se espera de nosotras que tengamos el valor de continuar nuestro camino hacia sentimientos de autovalor más grandes y profundos.

Somos personas valiosas por el simple hecho de que estamos con vida. Sentirse valiosa es un trabajo interior. Nuestra tarea consiste en asegurarnos de nuestro propio valor mediante la forma en que nos tratamos y hablamos con nosotras mismas. Otras personas nos pueden halagar y apoyar, pero si en lo más profundo de nosotras mismas estamos convencidas de no tener ningún valor, las palabras de los demás resbalarán sobre nosotras como si estuviéramos impregnadas por una capa de teflón.

Comprueba mentalmente tu propio auto convencimiento. ¿Aumenta la sensación de tu propio valor? ¿Te tratas a ti misma como si fueras una persona valiosa y preciosa? ¿Haces que tu misma y tu bienestar sean una prioridad en tu vida ?

Si no fuera así, cierra los ojos y distánciate mentalmente de tu interior.

¿Qué sientes con respecto a tí al verte desde una cierta distancia? Si sientes que te apoyas y te quieres, ¡estupendo! Convéncete de lo mucho que aprecias a esa persona que eres tú misma y de lo valiosa que eres.

Si notarás que no te apoyas o que no te quieres, imagínate a una mujer maravillosa (real o ficticia) que te ame y te apoye, y utilízala para justificar y afirmar tu propio valor. Imprégnate de esa afirmación y afírmala como tuya propia."

SENTIRSE CULPABLE

"Muchas de nosotras parecemos tener la necesidad de castigarnos, y no hay sentencias ligeras. Nuestro juez interior nos condena a trabajos forzados en la frígida Siberia, tras habernos hallado culpables de la más mínima infracción o error. Eso es algo increíblemente duro para nuestros corazones y espíritus. Superar la tendencia a ser demasiado duras con nosotras mismas nos permite utilizar el discernimiento de un sabio guía interno sin necesidad de sufrir un autocastigo inapropiadamente severo.

A veces nos dejamos carcomer en vida por un sentimiento no resuelto de culpabilidad originado en nuestras acciones de adolescentes... Firmemente sentado en su estrado, nuestro juez interior nos golpea continuamente en la cabeza con el mazo. Sólo podemos silenciarlo cuando controlamos plenamente todo lo que nos rodea...

Con objeto de transformar a un juez muy duro en un consejero y guía afable, necesitamos saber qué nos está diciendo el juez. Cuando somos conscientes de las voces interiores que nos juzgan, podemos elegir mensajes diferentes. La culpabilidad y el castigo fomentan el temor. Los mensajes de tolerancia y de comprensión fomentan el aprendizaje.

Tener el valor de quitarle la toga a nuestro juez interior significa dejar de lado las esposas de la culpabilidad, y nos permite ser más tolerantes y cariñosos hacia los demás quienes, a su vez, emiten más amor hacia nosotras."

EL JARDÍN INTERIOR

"Para muchas de nosotras, la jardinería es una actividad que alimenta el alma. Nutrimos y alimentamos nuestras flores, verduras y árboles, que regamos, ecardamos y abonamos. A menudo, hablamos con las plantas que cuidamos. Cuando nos dirigimos a nuestras plantas de una forma suave y reconfortante, la energía que rodea a una planta se expande y se ilumina.

Pero cuando a una planta se le habla con voz dura o nos acercamos a ella amenazadoramente, su campo energético se contrae, los colores se oscurecen, y se inclina para apartarse de la amenaza percibida.

¿Qué clase de jardineras somos con respecto a nuestro propio jardín interior? ¿Lo cultivamos con una actitud afable? ¿Lo cuidamos con paciencia ?

¿Animamos y apreciamos nuestro florecimiento y nuestra capacidad para dar fruto ? No hay ninguna otra flor como cada una de nosotras. Cada una somos únicas y hermosas, dignas del más exquisito cuidado. Un ambiente interior compasivo nos permite florecer mucho más rápida y exquisitamente.

Permite que la imagen de una flor surja suavemente en el ojo de tu mente.

Imagina que esa flor forma parte de ti misma y está sedienta de aprecio y cuidados. Imagínate a ti misma regándola con una jarra hermosa, que la flor levanta su cabeza para aceptar el refrescante rociado de agua. Percibe cómo sus raíces absorben agradecidas el agua que la mantiene y la capacita para vivir. Empápate de la sensación de ser nutrida."

FELICITARSE

"¿Cuántas veces nos felicitamos a nosotras mismas? Por otro lado, ¿Cuántas veces nos criticamos ? Felicitarse es acumular energía; criticarse es debilitarse.

Un ejercicio para cambiar nuestra habitual autocrítica, consiste en adquirir una plancha de estrellas doradas autoadhesivas y hacer una lista de nuestros logros durante todo el año anterior, tanto interiores como exteriores, y concedernos una estrella por cada uno de ellos...

Si lo hacemos con sinceridad, en poco tiempo cambiaremos la autocrítica por la auto felicitación... y nuestra actitud ante la vida será completamente diferente.

Ser una buena amiga con nosotras mismas significa que tenemos el valor de dejar de paralizarnos con nuestras propias críticas, y de aprender en su lugar a alabarnos y felicitarnos. Podemos convertir en un hábito el concedernos "estrellas doradas" y el sentirnos más capacitadas a través de la alabanza."