Rick Wade
En el otoño de 1999, participé en una conversación por e-mail con una atea que escribió en respuesta a un programa que yo había escrito, titulado The Relevance of Christianity (La relevancia del cristianismo). En este programa, [Nota del editor: Las transcripciones de nuestros programas de radio se convierten en artículos en línea, como el que usted está leyendo.] yo hago un contraste entre el cristianismo y el naturalismo en las cuestiones del significado, la moral y la esperanza.{1} Ella me escribió para decirme que podía encontrar estas cosas en su propia filosofía de vida sin Dios. Si se podía tener estas cosas sin Dios, ¿por qué preocuparse por incorporarlo a Él, especialmente teniendo en cuenta todos los problemas que causa la religión?
Stephanie tenía un título universitario en Filosofía, y está siguiendo su doctorado en Física.{2} Nuestra conversación ha sido bastante cordial, y a lo largo de nuestra conversación de dos meses, he llegado a respetarla. No es una persona que simplemente quiere discutir por discutir. Trato de tener en mente que, si sus ideas parecen irritarme, las mías deben ser igualmente irritantes para ella.
Stephanie parece estar genuinamente perpleja por mi creencia teísta. Si Dios está ahí,
Él está fuera de los límites de lo que podemos conocer. Si bien alguien como Kierkegaard encontró buenas razones para dar un "salto de fe" hacia lo que no puede ser probado, ella no ve ninguna razón para hacerlo. "Creo que si yo tuviera fe, sería como la de él", dice, "pero el salto parece, a esta altura, a la vez inútil y riesgoso".
Stephanie tiene tres objeciones generales a creer en Dios. Primero, ella cree que la evidencia es insuficiente. La evidencia de la naturaleza es todo lo que tiene, y se dice que Dios tiene atributos más allá de lo natural. No hay forma de saber acerca de estas cosas. Segundo, ella cree que la creencia teísta no agrega nada importante a nuestra vida o a lo que podemos conocer a través de la ciencia. Le pregunté: "¿Qué tiene el cristianismo que le hace rechazarlo?". Y ella me contestó: "Me imagino creyendo, y no me siento más realizada o menos preocupada de lo que estoy cuando no estoy creyendo. Dios simplemente no parece ser una idea útil, beneficiosa o sostenible". Tercero, ella cree que la religión es moralmente mala para la gente. La religión fundamenta la moral sobre el temor, ella cree, y produce un dogmatismo en sus adherentes que propicia comportamientos como matar a los que hacen posible el aborto...